La primera de las mutaciones feudales – Carlos Astarita

En este capítulo el autor va analizara la sociedad Europea (más precisamente, la península

Ibérica) de los siglos III y XI. En el estudio de cartas, concilios y algunos otros autores, va a
proponer que en el espacio temporal y geográfico ya mencionados, se pueden encontrar los
verdaderos fundamentos del paso de la sociedad esclavista, de la Antigüedad, a la sociedad
feudal, de la Edad Media.

En el inicio del capítulo se encuentran críticas a las teorías (tradicional y mutacionista) que
anterior mente buscaron dar una explicación del desarrollo y conclusión del cambio en las
relaciones político social de las diferentes etapas. La incompatibilidad entre los modelos
propuestos por estas teorías y los testimonios encontrados en las fuentes, lleva al autor a
buscar una nueva explicación.

Así propondrá “Que la caída del mundo antiguo estuvo acentuada por una crisis en los siglos VI
y VII signada por un anémico control social, que se traduce en liberación de fuerzas de trabajo
y en una completa reformulación de la dominación política. Se genera un cambio estructural
en la temprano Edad Media sobre el cual conviene insistir, que constituye el punto de partida
de la estructura ambivalente (dominical y alodial).” (C. Astarita, La primera de las mutaciones
feudales, 1999, Bs. As.).

Los Germanos, propone, antes del reparto de tierra, se apropiaron del sistema fiscal del
imperio. Siguiendo con la recaudación. El problema, dirá, es fijar su continuidad.

En el siglo V la sociedad entra en una crisis demográficas por fuertes enfermedades infecto
contagiosas, provocando una caída en la productividad y trabajo de la tierra. Esto se expresa
en la concentración de comunidades libre. En el siglo siguiente, los testimonios de curiales
linchados y la sujeción al cargo en contra de su voluntad, nos demuestran una caída en el
sistema fiscal que se desplomaría en la centuria siguiente. Esto provocaría la crisis de
hegemonía que la nueva clase dirigente no podrá retomar de inmediato.

También en estas dos centurias se dará una liberación de las fuerzas de trabajo, es innegable la
fuga de la nueva comunidad de esclavos (servus casati) y la gran difusión de comunidades
libres. Un concilio de Agde en el 506 (visigodo) prohíbe liberar esclavos, así dirá que la
inquietud por frenar la emancipación de esclavos o siervos esclavizados hace referencia a
cuidar la mano de obra disponible.
La nueva clase dominantes buscarían recomponer su dominación. Condes y clérigos serán el
germen de la futura clase dirigente. “Condes y eclesiásticos… se dispersaran por unidades
territoriales menores, haciendo una lenta construcción de su autoridad en un recorrido
procesual que impedía anular en lo inmediato el efecto liberador que sobre las relaciones
productivas se había generado”. La iglesia se introducia en las comunidades
desnaturalizándola mientras los condes utilizarían la relación de reciprocidad, don contra don,
para cambiarla por una ralacion de explotación. Estos últimos muestran una actitud flexible en
su conducta con respecto a las comunidades libres, mostrandoce mas afecto a las costumbres
de las comunidades o imponiendo sus rentas.

Esta construcción de una nueva clase dirigente, tan gradual y paulatina, explica, como aún es
posible encontrar alodios por los siglos VIII Y IX. Estos no podrían resistir más allá de aquellos
siglos y pronto las comunidades libres caerían bajo el dominio de un conde.