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¡Hola! A fin de lograr avanzar en la lectura del texto de la Unidad III, realizaremos un
resumen en conjunto. Vale decir, cada uno de ustedes deberá seleccionar uno de los
segmentos del texto del cuadro y escribir un breve texto que resalte lo más importante que
allí se expresa.
ESTUDIANTE TEMA
En el primer tercio del Siglo XI apareció el mercader profesional, era quien compraba
algunos productos y se trasladaba de feria en feria. Estos realizaban viajes a lugares muy
lejanos ya que la escasez de los productos les permitía poner a sus mercancías precios
altos para sus clientes que conseguían en castillos e iglesias.
Para comprar los Señores recurrieron a sus reservas de metales preciosos,
surgieron nuevas monedas de plata que comenzaron a circular rápidamente, al volverse
comunes tenían menos valor. Los hombres descubrieron que no todas las monedas eran
iguales, allí comienza a surgir la cotización de las monedas y comienzan a surgir nuevos
oficios, como cambistas, pesadores, recortadores y prestamistas de dinero.
Los comerciantes del siglo XI y XII eran vagabundos que llevaban su mercancía
sobre los lomos de animales de carga, las dificultades y los peligros hicieron que los
comerciantes formaran asociaciones para establecer una mayor seguridad en los caminos.
En las ferias de Champagne además de intercambiar mercancías también comenzaron a
desarrollarse los primeros sistemas de créditos, muchos mercaderes se transformaron en
banqueros y financistas. La reactivación del comercio y la circulación monetaria
favorecieron el desarrollo de la producción manufacturera, esta se desarrollaba en talleres
artesanales sobre la base de la mano de obra familiar, estaban integrados por un maestro
experto en el oficio, acompañado de varios oficiales y “aprendices”.
Las corporaciones al mismo ritmo de la expansión económica y la circulación
monetaria cambiaron sus objetivos: regulaban la producción, controlaban los mercados y los
precios ejerciendo un monopolio en la actividad. Los monopolios desde fines del siglo XII y
en el siglo XIII fueron controlados por maestros que impusieron una rígida organización
estamentaria.
Los jefes de las familias burguesas desempeñaban un trabajo especializado
diferente al trabajo común que era la tierra, la principal característica de la burguesía era la
naturaleza de su fortuna y que tenían más libertad. La sociedad urbana se conformó a partir
de mercaderes y artesanos, siervos que huían de los campos buscando mejor vida,
pequeña nobleza que se asociaba a algún comerciante, y extranjeros, estos últimos los
traían los señores para estimular el desarrollo.
Los conflictos sociales: los movimientos antiseñoriales
Los burgueses estaban fuera de los tres órdenes (oradores, guerreros y labradores)
al que la iglesia había atribuido una carácter sagrado y ecumenico. Los nuevos sectores
sociales a través de distintas formas de vida fueron tomando conciencia de grupo. Excluidos
de la comunidad tradicional y expoliados por la clase señorial descubren que poseen
normas en común, del mismo cambio los burgueses descubrieron lo que era un obstáculo
para el desarrollo de sus actividades y estaban dispuestos a modificar esas condiciones.
Entre burgueses reforzaron los vínculos para la protección y los negocios, cuando el grupo
adquirió más fuerza reclamó que la Comuna administre los asuntos de la ciudad. Muchas
veces los acuerdos con el señor eran pacíficos porque los burgueses tenían el dinero que
tanto les tentaba a la nobleza, otras veces los señores acudieron al principio de autoridad,
sobre todo los señores eclesiásticos que eran los menos necesitados de dinero porque
contaban con limosnas. Frente a la aspiración señorial de considerar a los burgueses como
ciervos, los conflictos estallaron en violencia dada por los intereses en juego. En los siglos
XI y XII en Francia, Alemania e Italia estos movimientos parecen difundirse cada vez con
más intensidad. Muchas veces los insurrectos saqueaban para satisfacer sus venganzas
personales.
La burguesía que podía acceder al gobierno de la ciudad eran los más ricos y
poderosos, se confundian con una baja nobleza y emprendian negocios lucrativos, las
damas nobles solían casarse con ricos burgueses y las familias burguesas casaban a sus
hijas con caballeros de alta posición. Lo cierto es que los orígenes serviles se borraban, se
conformaban linajes de familia cuyo poder, riqueza e influencia dominaban la ciudad. Fuera
de esas oligarquías urbanas quedaron muchos otros grupos, comerciantes, grandes
empresarios y banqueros de gran poder económico, grupos marginales dedicados al
préstamos de dinero, como judios y lombardos, clérigos y frailes, e incluso profesionales
como notarios, medicos y farmaceuticos. Por debajo había otro grupo que también tenían
falta de prestigio, eran comerciantes y artesanos que ejercían profesiones menores como
carniceros y taberneros. Estos eran confundidos en un amplio abanico con la gente sin
trabajo y eran ubicados en el sector más bajo de la sociedad, pero aun asi imponian su
punto de vista social y político.
A mediados del Siglo XII comienzan los movimientos entre los sectores populares y
las oligarquías urbanas, además de actos violentos y motines aparece la huelga como
método de lucha y fue efectiva en las grandes ciudades. Las oligarquías urbanas para
restaurar la paz y el orden y restringir las aspiraciones de los grupos en ascenso, deciden
acudir al poder Real aunque implique perder algunas autonomías. Otra de las salidas fue el
podestá, un tipo de autoridad unipersonal que entendía al Estado como un poder que se
apoyaba en normas objetivas, obteniendo ayuda de la fuerza militar en algunos casos.
Quien alcanzaba el poder lo trasmitia a sus futuras generaciones y así surgia la Señoría
Italiana.
Las resistencias al Estado Absolutista: sublevaciones campesinas y burguesas
La Crisis del siglo XIV debilita el poder feudal, lo cual fortalece el poder de los reyes, los que conlleva
a la monarquía absoluta las cuales se afianzan en los siglos XVI y XVII (el poder de los reyes sobre la
sociedad). Ahora en más Sobre el rey solo existía Dios, ellos concentraban todo el poder. Desde
ahora en adelante el rey tenía la facultad para crear leyes y hacerlas cumplir, borrar viejos derechos e
imponer nuevas condiciones.
Desde ahora el Rey personifica al Estado, en el cual para su óptimo funcionamiento necesito de
instrumentos adecuados como: Organizar impuestos, organizamos burocráticos, organizar los
ejércitos y la diplomacia. Esto comienza a formarse a comienzos del siglo XVI.
Las necesidades del estado llevaron a incrementar impuestos, los cuales se sumaban a otros
impuestos preexistentes, esto hace que los campesinos comiencen a sublevarse con el recaudador
real.
La organización del aparato burocrático se realizó a través de la venta de cargos, los cuales eran
adquiridos por la pequeña nobleza y la burguesía (ascenso social). Esta forma de acceder a cargos
públicos a la monarquía la favoreció ya que obtuvo recursos y rompió con viejas alianzas.
Los recursos que necesitaba el rey eran adquiridos por una política bélica. La forma más rápida de
acumular riquezas era conquistar territorios y poblaciones para aplicar el fisco. Estos siglos fueron
épocas de constantes conflictos.
El Estado Absoluto fue la última forma que adquirió el feudalismo, y fue llamado así por la nobleza
feudal en la transición al capitalismo.
El estado absolutista tuvo sus resistencias, principalmente campesinos y burgueses que resistían a
favor de las autonomías urbanas. Los campesinos llegaron a sitiar ciudades, juzgar y ajusticiar a los
recaudadores reales. Estas sublevaciones fueron modelos para las próximas revueltas las cuales eran
desencadenadas por factores como: el malestar social, fiscalidad en aumento, hostilidad a la
burguesía y la represión de la corona.
En los lugares donde las resistencias pudieron controlarse el poder monárquico se fortaleció y el
poder del rey se consolidó.
Esto hizo que los nobles mantuvieran su estatus económico, pero perdieran poder político. La
nobleza fue alejada de los lugares donde tenía influencia y poder y estos fueron reemplazados por
los intendentes (funcionarios que hacían sentir el poder monárquico).
La nobleza pasó a cumplir un papel ornamental en la corte del rey (ocio y ostentación monetaria). La
función de la corte era dar brillos al absolutismo y colocarlos a ellos sobre el resto de la sociedad.
Ya que los nobles tenían como escenario la corte, los burgueses tenían el mundo urbano, en la cual
procuraron un ámbito donde disfrutar y exhibir sus riquezas.
Los burgueses fueron los que transformaron a la ciudad en el escenario para ostentar sus riquezas.
La división de la cristiandad
Las formas de vida y las concepciones del mundo de la sociedad feudal se entienden a
través de los ideales de vida que se fueron formulando y se hicieron como respuesta a las
exigencias que plantea el entorno. Estos ideales correspondían a los señores que buscaban
intervenir sobre la sociedad imponiendo sus valores y normas. Había otro grupo que estaba
por debajo de ellos, que no eran autónomos para elaborar e imponer sus propias ideas
definidas que entrarían en juego cuando hubiera una grieta en el orden feudal.
En la disolución del gobierno de Magno había inseguridades, actitudes dominantes, las
invasiones y todo lo que ocurría se luchaba por la tierra, por el prestigio y por el poder.
La mentalidad baromal nacía de las exigencias de la acción en un medio donde se
había quebrado todo orden jurídico y también habría infinitas posibilidades a la
acción de uno mismo.
la certeza de haber alcanzado una situación de superioridad cambió las actitudes,
los sentimientos y los valores. Los señores y los miembros de su entorno, que eran
nómades, comenzaron a instalarse. Ya era posible abandonar las armas para gozar,
en el ámbito de la corte, las riquezas y la posición adquiridas. Las primeras
manifestaciones de la mentalidad cortés, se produjeron en el siglo XI.
En las últimas décadas del siglo XIII comenzaron los primeros signos de estancamiento. Se
frenaba el movimiento de roturaciones y se observan retrocesos: suelos agotados por los
cultivos fueron abandonados, sumado al enfriamiento del hemisferio norte y a las técnicas
que no lograban salvar los obstáculos.
La rotación trienal no permitía, en zonas menos fértiles, que los suelos descansaran lo
suficiente; para aumentar el rendimiento hacía falta emplear técnicas que resultaban
imposibles de sostener para las comunidades rurales pequeñas. A esto se sumaba el
desmonte intensivo que determinó la falta de madera, pero además el agua no contenida
por los bosques destruyó las capas arables superficiales.
Esta reducción comercial también se vinculó con la escasez de moneda, con la falta de
metálico. Los monarcas comenzaban a recuperar su poder e intentaban levantar sus reinos,
pero para ello necesitaban pagar, necesitaban metálico. Por esta razón recurrieron a los
préstamos, lo que provocó la crisis de varios banqueros; pero también, los reyes
comenzaron a acuñar moneda con distintas aleaciones, lo que produjo devaluación e
inflación que repercutieron en las transacciones comerciales.
Todos estos síntomas se acentuaron en el curso del siglo XIV. Sin duda, el más grave fue la
disminución de la superficie cultivada. Entre 1313 y 1317 se produjo la primera de las
muchas crisis que se dieron a lo largo del siglo. Una mala cosecha pronto se traducía en
falta de alimentos y hambrunas, y una población mal alimentada era blanco de pestes y
epidemias.
La hambruna y la peste despoblaron los campos, no solo por la mortandad sino por la huída
de los campesinos a las ciudades. A las malas cosechas, las hambrunas y las epidemias se
sumaban los efectos de la guerra y la llegada de la Peste Negra a Europa, la cual redujo la
población a dos terceras partes. La caída demográfica sólo pudo recuperarse en el siglo
XVI.
Pero la crisis del siglo XIV fue fundamentalmente una crisis social: la crisis de las
estructuras feudales. Los cambios en las tácticas militares, con mayor peso de la infantería
y la arquería conmovieron la función guerrera de la nobleza feudal, a caballo y con pesadas
armaduras. Pero el poder de la nobleza se vio debilitado fundamentalmente por la crisis de
la agricultura y la huida de los campesinos.
Estos nuevos propietarios debieron contratar mano de obra asalariada para explotar la
tierra. También los señores debieron contratar trabajadores asalariados o, más
frecuentemente, arrendar sus tierras a campesinos libres. Esto significaba la disminución de
la servidumbre y, por lo tanto, de la base del orden feudal. Al mismo tiempo, comenzaba a
conformarse un mercado de mano de obra asalariada rural.
La crisis también se dio dentro de las manufacturas; la producción suntuaria (de alto costo y
de alta calidad) entró en crisis por la falta de moneda y por la restricción de sus reducidos
mercados. Ante esto, algunos comerciantes comenzaron a comprar la materia prima y a
entregarla a los campesinos que realizaban el tejido con sus propios instrumentos, luego el
comerciante retiraba el producto terminado, pagaba por la cantidad producida y se
encargaba de su comercialización. Comenzaban a desarrollarse así las manufacturas
domésticas rurales, extendiéndose sobre todo en las zonas de actividad ganadera, como un
complemento de las tareas rurales.
También la época fue propicia para los movimientos humanos. Desde fines del siglo XIII y a
lo largo del siglo XIV, se ampliaron los movimientos en contra del poder político de las
oligarquías urbanas, pero también apareció un tipo de movimiento que marcaba la crisis de
las antiguas corporaciones. Se comenzaba a invocar el derecho al trabajo y problemas
vinculados a contratos y salarios.
Los movimientos religiosos que estallaron en el siglo XIV señalaron la crisis de la conciencia
cristiana colectiva. La presencia constante de la muerte, sobre todo en los años de la Peste
Negra, transformaba la imagen de Dios, el Dios paternal era reemplazado por la imagen de
un Dios vengativo, el Dios de la ira. Pero se transformaba también la misma idea de la
muerte, que comenzó a representarse como un ser cadavérico armado, autónomo e
independiente de Dios, que causaba estragos a su alrededor.
Ante esta nueva mirada de la muerte, surgieron movimientos heréticos que promovía una
religiosidad más pura, procurando salvar el alma y preparándose para la muerte. Pero
también, la cercanía de la muerte reforzó las actitudes hedonistas; ante lo efímero de la
vida, se valoró el goce, el erotismo y los placeres sensoriales.
Ciudades y monarquías
Era también una ciudad que se vinculaba cada vez más con el campo. Lo significativo era
tal vez el cambio de actitud: la búsqueda permanente y consciente de la ganancia,
expresada en el dinero que se transformaba en la medida de poder. La crisis nobiliaria abría
las puertas del comercio de la tierra a nuevos inversores urbanos.
También surgieron nuevos grupos sociales: los juristas (hombres de leyes), y los jefes de las
bandas de guerreros mercenarios que actuaban mediante un contrato; se vinculaban
estrechamente con las modificaciones que se estaban produciendo dentro de las
monarquías.