Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
TERCER PERIODO
AÑO 2021
LA ESPERANZA, INTIBUCA
Caliban y la bruja.
Mujeres, cuerpo y acumulación primitiva
Calibán y la bruja presentan las principales líneas de un proyecto de
investigación sobre las mujeres en la «transición» del feudalismo al
capitalismo que comencé a mediados de los setenta, en colaboración
con la feminista italiana Leopoldina Fortunati. Sus primeros resultados
aparecieron en un libro que publicamos en Italia en 1984, Il Grande
Calibano. Storia del corpo social ribelle nella prima fase del capital. El
gran Calibán. Historia del cuerpo social rebelde en la primera fase del
capital] (Milán, Franco Agneli).
luchas anti-feudales de la Edad Media y las luchas con las que el proletariado
europeo resistió a la llegada del capitalismo. Mi objetivo no es
sólo poner a disposición de los no especialistas las pruebas en las que se
sustenta mi análisis, sino revivir entre las generaciones jóvenes la memoria
de una larga historia de resistencia que hoy corre el peligro de ser
borrada. Preservar esta memoria es crucial si hemos de encontrar una
alternativa al capitalismo. Esta posibilidad dependerá de nuestra capacidad
de oír las voces de aquéllos que han recorrido caminos.
Hay otros modos en los que Calibán y la bruja dialoga con la «historia
de las mujeres» y la teoría feminista. En primer lugar, confirma que «la
transición al capitalismo» es una cuestión primordial para teoría feminista,
ya que la redefinición de las tareas productivas y reproductivas y
de las relaciones hombre-mujer en este periodo, que fue realizada con la
máxima violencia e intervención estatal no dejan dudas sobre el carácter
construido de los roles sexuales en la sociedad capitalista.
El capitalismo fue la respuesta de los señores feudales, los mercaderes patricios, los
obispos
y los papas a un conflicto social secular que había llegado a hacer temblar
su poder y que realmente produjo «una gran sacudida mundial». El
capitalismo fue la contrarrevolución que destruyó las posibilidades que
habían emergido de la lucha anti-feudales —unas posibilidades que, de
haberse realizado, nos habrían evitado la inmensa destrucción de vidas
y de espacio natural que ha marcado el avance de las relaciones capitalistas
en el mundo. Es necesario también recordar que las luchas sociales de la Edad
Media escribieron un nuevo capítulo en la historia de la liberación. En
su mejor momento, exigieron un orden social igualitario basado en la riqueza
compartida y en el rechazo a las jerarquías y al autoritarismo.
Estas reivindicaciones continuaron siendo utopías. En lugar del reino
de los cielos, cuyo advenimiento fue profetizado en la prédica de los
movimientos heréticos y milenaristas, lo que resultó del final del feudalismo
fueron las enfermedades, la guerra, el hambre y la muerte —los
cuatro jinetes del Apocalipsis, tal y como están representados en el famoso
grabado de Alberto Durero— verdaderos presagios de la nueva
era capitalista.
5. Colonización y cristianización.
Calibán y las brujas en el Nuevo Mundo
[…] y entonces ellos dicen que hemos venido a esta tierra para destruir el
mundo. Dicen que los vientos echan por tierra las casas y cortan los árboles, y
el fuego los quema, pero que nosotros devoramos todo, consumimos la tierra,
cambiamos el curso de los ríos, nunca estamos tranquilos, nunca descansamos,
siempre corremos de aquí para allá, buscando oro y plata, nunca satisfechos y
luego especulamos con ellos, hacemos la guerra, nos matamos entre nosotros,
robamos, insultamos, nunca decimos la verdad y les hemos despojado de sus
medios de vida. Y, finalmente, maldicen el mar que ha puesto sobre la tierra
niños tan malvados y crueles.
Girolamo Benzoni, Historia del Mondo Nuevo, 1565