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UNIVERSIDAD DE MONTEMORELOS

Facultad de Teología

EL principio día por año tiene base bíblica

Trabajo de investigación
presentado en el cumplimiento parcial
de los requisitos para la materia
Pensamiento teológico y vida Religiosa

Por

Julio C. Zamora

Abril 2017

1
INTRODUCCIÓN

El Dr. Desmond Ford niega que Eze 4:6 “Cumplidos éstos, te acostarás sobre tu lado

derecho segunda vez, y llevarás la maldad de la casa de Judá cuarenta días; día por año, día

por año te lo he dado”. Y Num 14:34 “Conforme al número de los días, de los cuarenta

días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta " años, un año por

cada día; y conoceréis mi castigo”, tengan base suficiente para afirmar el principio día por

año en la interpretación de las profecías bíblicas

Este principio día por año proporciona una diferencia diagnóstica básica entre la

escuela de interpretación historicista, que emplea este principio, y las escuelas preteristas y

futuristas, que no lo hacen. Esta visión amplia de una más completa interacción de Dios con

la historia humana, lleva consigo el corolario de que las declaraciones acerca del tiempo

encontradas en estas profecías cubren un panorama más extenso de la historia que el que se

puede explicar sobre una base puramente literal. ¿Qué bases bíblicas aparte de los textos

mencionados tiene hay para probar el principio de día por año en la profecía?

2
TABLA DE CONTEIDO

Tabla de contenido
Introducción ....................................................................................................................................... 2
Capítulo 1 DEFINICIONES ............................................................................................................... 4
Período de un día y una noche ................................................................................................ 4
Período de luz en contraste con la noche .............................................................................. 5

Capitulo 2 NARRACIONES HISTORICAS ......................................................................................... 6


Capitulo 3 AUTORES Y SU INTERPRETACIÓN ................................................................................ 9
Joaquín flores Arnoldo Villanova William Shea ............................................................ 9
Capitulo 4 El PRINCIPIO DIA POR AÑO Y LA PROFECIA .............................................................. 11
Las 2300 tardes y mañanas .......................................................................................................... 11
Los 1290 y los 1335 días de Daniel ….....……………………………………………...13
Conclusión……………………………………………………………………………… 15
Bibliografía 16………………………………………………………………………… 16

3
CAPÍTULO I

DEFINICIONES

En las narraciones históricas del A T existe el reconocimiento de una clase de

relación particular entre "días" y "años" que trasciende la mera idea de que estos últimos se

componían de los primeros. En estos ejemplos,la palabra "días" (siempre en forma plural)

era usada realmente para significar "años". Iniciaremos definiendo la palabra día. 1

Período de un día y una noche

Aproximadamente, la duración de una rotación de la Tierra sobre su eje. Los hebreos

calculaban el día calendario o civil de tarde a tarde (Lv. 23:27, 32; cf Gn. 1:5, 8, 13; etc.);

es decir, de puesta de Sol a puesta de Sol (Lv. 22:6, 7; cf Mr. 1:32). Los babilonios también

comenzaban sus días con la puesta del Sol; los egipcios lo hacían con la salida del Sol; los

romanos los contaban a partir de la medianoche, de donde se deriva la costumbre actual. 2

Período de luz en contraste con la noche

En tiempos postexílicos y del NT el día constaba de 12 horas* que se dividían en 4 partes

(Jn. 11:9; cf Mt. 20:1-12): Hora prima (desde la salida del Sol [más o menos las 6] hasta las

1
William H. Shea, Selected Studies on Prophetic Interpretation (U.S.A: Review and Herald Publishing
Association, 1992), pág. 67.
2
Día , Diccionario bíblico adventista del séptimo día, eds. Francis D. nichol y Ampuerto Matta
( Argentina : Asociación Casa Editora Sudamericana, 1966), pág. 220.

4
9 de la mañana), Hora tercia (desde las 9 hasta las 12; Mt. 20:3; Mr. 15:25), Hora sexta

(desde las 12 hasta las 3 [15]; Mt. 20:5; 7:45; Mr. 15:33; Juan 4:6; 19:14), Hora nona

(desde las 15 hasta la puesta del Sol [más o menos las 18]; Mt. 20:5; 27:45, 46; Mr. 15:33,

34). Tales horas se contaban entre la salida y la puesta del Sol (llamado "día natural"), o

entre el amanecer y la oscuridad de la noche* (cf Mt. 16:2; existían variaciones de duración

según fuera verano o invierno). Generalmente, la "mañana" (heb b^qer) era hasta las 10, y

el "calor del día" (mediodía; heb. tsohorayim; gr. mes'mbría) duraba hasta las 14. Es muy

probable que Juan, al registrar los eventos finales del juicio y de la crucifixión del Jesús,

usara el sistema de computar de los romanos (Jn. 19: 14; las 6 de la mañana según el

siistema romano [a partir de la medianoche], las 12 del mediodía según el sistema judío).

En la Biblia también se mencionan la hora séptima (Jn. 4:52, BJ; la 1 [13] de la tarde), la

hora décima (1:39; las 4 [16] de la tarde) y la hora undécima (Mt. 20:6, 9; las 5 [17] de la

tarde). 3

Tiempo o condición específicos sin tomar en cuenta su duración

Como "el día de conflicto" (Sal. 20:1), "el día del bien" (Ec. 7:14), el "día de salvación" (2

Co. 6:2), el "día de Jehová"* (ls. 2:12), etc.4

A menudo el término "días" se usa en igualdad con los "años" de la vida de un individuo.

Por ejemplo, 1 R. 1: 1 declara que "el rey David era viejo y avanzado en días"

(literalmente; pero se puede entender muy bien "años").5

3
Día , Di io ario í li o adve tista del sépti o día, eds. Fra is D. i hol y A puerto Matta
( Argentina : Asociación Casa Editora Sudamericana, 1966), pág.
4
Ibid.
5
William H. Shea, Selected Studies on Prophetic Interpretation (U.S.A: Review and Herald Publishing
Association, 1992), pág. 68.

5
CAPITULO II

NARRACIONES HISTORICAS

En Ezequiel 4:6 encontramos " Cumplidos éstos, te acostarás sobre tu lado derecho segunda

vez, y llevarás la maldad de la casa de Judá cuarenta días; día por año, día por año te lo he

dado. " Literalmente, "día para el año". Esta expresión puede compararse con una

afirmación similar en Núm. 14: 34: "Conforme al número de los días, de los cuarenta días

en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada

día". En estas declaraciones se encuentran las primeras insinuaciones de la escala profético

que más tarde sería tan importante en la interpretación de las grandes profecías de tiempo,

tales como la del "tiempo, y tiempos, y medio tiempo" (Dan. 7: 25) y la de "dos mil

trescientas tardes y mañanas" " (Dan. 8: 14).6

En Ezequiel4:6, el profeta, basado en la regla de día por año, simbolizó los años de la

iniquidad de Israel y Judá acostándose sobre su costado una determinada cantidad de días.

Esos días correspondían a los años que Israel y Judá vivirían en iniquidad. Por lo tanto,

Ezequiel, quien profetizó en el mismo tiempo de Daniel, conocía y utilizó esta regla

concerniente al tiempo profético.7

A. El término "días" fue usado para representar un "año" cuando se refería a un evento

anual. Por ejemplo, la Pascua debía ser guardada, literalmente, "de días en días"; es decir,

6
Ed. Nichol, Francis D., Comentario bíblico adventista ( District of Columbia : Review & Herald
Publishing Association, 1966), pág. 621.
7
William h. sea, Daniel una guía para el estudioso (Buenos Aires: asociación casa editora
sudamericana, 2009), pág. 139.

6
"de año en año" (RVR) o cada año (Ex. 13: 10). De un sacrificio hecho una vez al año se

decía que era el "sacrificio de los días" (1 S. 20: 6; "anual" en RVR).8

A menudo el término "días" se usa en igualdad con los "años" de la vida de un individuo.

Por ejemplo, 1 R. 1: 1 declara que "el rey David era viejo y avanzado en días"

(literalmente; pero se puede entender muy bien "años"). Es en el Génesis donde

principalmente se encuentra esta clase de declaraciones de tiempo en su forma más plena.

Por ejemplo, Jacob hace la siguiente declaración al Faraón: "Los días de los años de mi

peregrinación son ciento treinta años; pocos y malos han sido los días de los años de mi

vida, y no han llegado a los días de los años de la vida de mis padres en los días de su

peregrinación" (Gn. 47: 9).9 1 Reyes 1: 1 presenta a David al final de su reinado: viejo e

incapaz de calentar incluso cuando está cubierto de ropa. La versión ampliada de Josefo

(7: 343a) explica la conexión entre la edad del rey y su Condición corporal: 'Ahora como

David ya era muy viejo, y, debido a Su edad, su cuerpo se sentía frío y entumecido, de

modo que ni siquiera por el apilamiento De muchas prendas podía mantenerse caliente.10

La poesía del Antiguo Testamento La literatura poética del A T no nos provee del principio

un-día-por-unaño con que interpretar los períodos de tiempo en la profecía. Sin embargo, lo que sí

hace es proveernos de ejemplos (semejantes a los de las narraciones históricas en prosa citadas

más arriba) en que estas dos unidades de tiempo son usadas lado a lado en una correspondencia

particularmente estrecha. En esta clase de literatura, la relación surge del empleo por parte del

poeta de una figura literaria conocida como paralelismo. De esta manera, la poesía hebrea nos

8
William H. Shea, Selected Studies on Prophetic Interpretation (U.S.A: Review and Herald Publishing
Association, 1992), pág. 69.

9
Ibid. 70.
10
Begg, Christopher T. 2006. "Josephus' retelling of 1 Kings 1 for a Graeco-Roman
audience." Tyndale Bulletin 57, no. 1: 85-108. (accessed April 18, 2017).

7
proporciona nuevos ejemplos de los modelos de pensamiento a partir de los cuales se desarrolló

naturalmente el principio día por año. El libro de Job proporciona varios ejemplos en los cuales

"días" y "años" ocurren como un par poético: ¿Son tus días como los de un mortal? ¿tus años

como los días de un hombre? (Job 10: 5, BJ). Todos sus días vive el malvado en tormento, contados

están los años asignados al tirano (Job 15: 20, BJ). Yo decía: Los días hablarán, y la muchedumbre

de años declarará sabiduría (Job 32: 7). Si oyeren, y le sirvieren, acabarán sus días en bienestar, y

sus años en dicha (Job 36: 11). 11

11
William H. Shea, Selected Studies on Prophetic Interpretation (U.S.A: Review and Herald Publishing
Association, 1992), pág. 70.

8
Capitulo III

AUTORES Y SU INTERPRETACIÓN

Joaquín flores

Desde el principio se ha afirmado que los eruditos no interpretan de la misma manera el

tiempo profético. Es decir, no todos usan el principio un día profético equivalente a un año

literal. Normalmente lo usan los que pertenecen a la escuela historicista de la interpretación

profética. El primero en usar este principio es Joaquín de Flores. Ya en el siglo XII aplico

el principio de un día por un año al periodo de 1260 días. Él decía: “La mujer vestida de

sol, que representa la iglesia, permaneció en el desierto oculta de la faz de la serpiente,

siendo indudablemente aceptado un día por un año y 1260 días por el mismo número de

años”12

Arnoldo Villanova

Su discípulo, el científico y médico Arnoldo de Villanova (1297), estuvo de acuerdo con

Joaquín en aplicar el principio a los 2300 días. Walter Brute sugirió también la teoría día-

año al final del siglo XIV.13

William Shea

En su estudio sobre las profecías de Daniel, el autor ya mencionado William Shea se

pregunta: “¿Es realmente posible que todo lo enumerado en Dn 9: 26, 27 pudiera haber

12
URIAS Smith. Las profecías de Daniel y Apocalipsis (Mountain View: PPPA, 1949), Tomo I; p. 115
13
AMIESON, Roberto y et al., Comentario Exegético y explicativo de la Biblia. Buenos Aires: Casa
Bautista de Publicaciones, 1967, Tomo I; p. 838.

9
ocurrido en una semana literal que se extiende, por ejemplo, de domingo a

sábado?” Luego el añade que: “Todos los comentadores de Daniel concuerdan en que los

eventos profetizados en Dn 9: 24-27 no se pudieron haber completado dentro de 70

semanas literales o 1 año y 5 meses.”

También él dice: “Esta relación ya era evidente para los esenios de Qumran en el siglo I a.

C. Cuando sus escritores llegaron a interpretar las 70 semanas de Daniel, se refirieron a

ellas más comúnmente como a 10 jubileos. Pero los jubileos solo pueden consistir de años.

Por lo tanto, es evidente que a esta profecía de tiempo le aplicaron el principio día por

año, aun cuando todos los usos de la palabra shavu´ a (semana) que han aparecido en los

rollos del Mar Muerto, publicados hasta este momento, indican que para ellos la palabra

para ellos solo significaba “semanas.”14

14
SHEA, William. Estudios selectos sobre interpretación profética (Buenos Aires: SALT, 1990), p. 75.

10
CAPITULO IV

El PRINCIPIO DIA POR AÑO Y LA PROFECIA

2300 tardes y mañanas

La profecía que parecía revelar con mayor claridad el tiempo del segundo advenimiento,

era la de Daniel 8: 14: "Hasta dos mil y trescientas tardes y mañanas; entonces será

purificado el Santuario" (VM). Siguiendo la regla que se había impuesto, de dejar que las

Sagradas Escrituras se interpretaran a sí mismas, Miller llegó a saber que un día en 62 la

profecía simbólica representa un año (Núm. 14: 34; Eze. 4: 6); vio que el período de los

2.300 días proféticos, o años literales, se extendía mucho más allá del fin de la era judaica,

y que por consiguiente no podía referirse al santuario de aquella economía. Miller aceptaba

la creencia general de que durante la era cristiana la tierra es el santuario, y dedujo por

consiguiente que la purificación del santuario predicha en Daniel 8: 14 representaba la

purificación de la tierra por fuego en el segundo advenimiento de Cristo. Llegó, pues, a la

conclusión de que si podía encontrar el punto de partida de los 2.300 días, sería fácil fijar el

tiempo del segundo advenimiento).15

Otro punto para destacar es que los períodos de tiempo están expresados en cantidades que

solo pueden interpretarse simbólicamente. Por ejemplo, un hebreo no dataría normalmente

un evento ubicado en el futuro con la expresión "2.300 días". Él diría "seis años y cuatro

15
Ellen G, White, Cristo en su santuario (Buenos Aires, Argentina : Asociación Casa Editora
Sudamericana, 1990), pág. 63.

11
meses". Tampoco fecharía algo con "setenta semanas". Más bien, diría "un año y cuatro

meses y medio". Los 1.260 días, los 1.290 días y los 1.335 días habrían sido más

comúnmente expresados como tres años y medio, tres años y siete meses, y tres años y

ocho meses y medio. Todas estas consideraciones indican que no estamos tratando con

tiempo literal en las porciones proféticas de Daniel, sino con tiempo simbólico.16

En realidad, la expresión "tardes y mañanas" es una expresión temporal que tiene sus raíces

más naturales en Génesis 1, donde la unidad temporal de un día es expresada en los mismos

términos y la misma secuencia como tarde y mañana (Gén. 1: 5, 8, 13, 17, 23, 31). Así, la

fraseología de las 2.300 tardes y mañanas se capta de forma más natural como 2.300 días

completos. (En la profecía simbólica, este elemento temporal se entendería como 2.300 días

simbólicos.)17

Hasta aquí cada uno de los detalles de las profecías se ha cumplido de una manera

sorprendente, y el principio de las setenta semanas queda establecido irrefutablemente en el

año 457 AC, y su fin en el año 34 DC. Partiendo de esta fecha no es difícil encontrar el

término de los 2.300 días. Descontadas las setenta semanas -490 días- de los 2.300 días,

quedan 1.810 días. Concluidos los 490 días, quedaban aún por cumplirse los 1.810 días. Si

contamos desde el año 34 DC, los 1.810 años llegan al año 1844. Por consiguiente, los

2.300 días de Daniel 8: 14 terminaron en 1844. Al fin de ese gran período profético, según

el testimonio del ángel de Dios, "el santuario" debía ser "purificado". De este modo la fecha

16
William h. sea, Daniel una guía para el estudioso (Buenos Aires: asociación casa editora
sudamericana, 2009), pág. 138.
17
Frank B. Holbrook, simposio sobre Daniel (Florida: Asociación publicadora interamericana, 2010),
pág. 472.

12
66 de la purificación del santuario -la cual se creía casi universalmente que se verificaría en

ocasión del segundo advenimiento de Cristo- quedó definitivamente establecida.18

Los 1290 y los 1335 días de Daniel

La interpretación de los 1.290 y los 1.335 días de Daniel 12:11 y 12

respectivamente como 1.290 y 1.335 años se puede encontrar ya entre los expositores

judíos del siglo VIII d. JC. Esa interpretación, que se basa en el principio del día-año (véase

Núm. 14:34 y Eze. 4:6, 7), continuó siendo defendida por los seguidores de Joaquín de

Fiore (1130-1202), como asimismo por varios otros expositores durante el período anterior

a la Reforma y la Reforma misma, y fue incorporada a la tradición protestante posterior a

ella.19

El Dr. William H. Shea aclara que en el libro de Daniel cada período profético (1.260,

1.290, 1.335 y 2.300 días) aparece como un apéndice regulador del cuerpo básico de la

profecía que le corresponde. Por ejemplo, la visión del capítulo 7 está descrita en los

versículos 1 al 14, pero el tiempo que se relaciona con ella aparece recién en el versículo

25. En el capítulo 8 el cuerpo de la visión se encuentra en los versículos 1 al 12, pero el

tiempo correspondiente recién figura en el versículo 14. De la misma manera, los tiempos

proféticos relacionados con la visión del capítulo 11 se mencionan en el capítulo 12.12

18
Ellen G, White, Cristo en su santuario (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana,
1990), pág. 65.

19
Le Roy E. Froom, The Prophectic Faith of our Fathers (Washington DC: Review and
Herald, 1954), tomo 4, 205, 206.

13
Este paralelismo comprueba que los 1.290 días y los 1.335 días de Daniel 12:11 y

12 participan de la misma naturaleza profético-apocalíptica que el "tiempo, tiempos y

medio tiempo" de Daniel 7:25, y las 2.300 tardes y mañanas de Daniel 8:14. Por lo tanto, si

aplicamos el principio de día por año a los períodos proféticos de Daniel 7 y 8, también lo

debemos aplicar a los períodos de Daniel 12, porque todos estos períodos están

relacionados de alguna manera entre sí, y la descripción de cada visión indica un solo

cumplimiento para el período profético que le corresponde. 20

20
William h. sea, Daniel una guía para el estudioso (Buenos Aires: asociación casa editora
sudamericana, 2009), pág. 217-218.

14
CONCLUSIÓN

El principio de día por año aparece en la narrativa bíblica aun antes de la literatura

profética. Las evidencias en la narrativa histórica y en los salmos muestra la similitud de los

días por año. Además, que la evidencia que se muestra en las profecías de Daniel con

respecto a su cumplimiento utilizando este método dan más evidencia y confiabilidad de

computar de esta manera las profecías. Podemos de esta manera computar las profecías en

base a este principio.

15
Bibliografia

1.- AMIESON, Roberto y et al., Comentario Exegético y explicativo de la Biblia. Buenos

Aires: Casa Bautista de Publicaciones, 1967, Tomo I; p. 838.

2.- Begg, Christopher T. 2006. "Josephus' retelling of 1 Kings 1 for a Graeco-Roman

audience." Tyndale Bulletin 57, no. 1: 85-108. (accessed April 18, 2017).

3.- Diccionario bíblico adventista del séptimo día, eds. Francis D. nichol y Ampuerto Matta

( Argentina : Asociación Casa Editora Sudamericana, 1966), pág. 220.William H.

4.- Ed. Nichol, Francis D., Comentario bíblico adventista ( District of Columbia : Review

& Herald Publishing Association, 1966), pág. 621.

5.- Ellen G, White, Cristo en su santuario (Buenos Aires: Asociación Casa Editora

Sudamericana, 1990), pág. 65

6.- Frank B. Holbrook, simposio sobre Daniel (Florida: Asociación publicadora

interamericana, 2010), pág. 472.

7.- Le Roy E. Froom, The Prophectic Faith of our Fathers (Washington DC: Review and
Herald, 1954), tomo 4, 205, 206.

8.- URIAS Smith. Las profecías de Daniel y Apocalipsis (Mountain View: PPPA,
1949), Tomo I; p. 115

16
9.- William h. sea, Daniel una guía para el estudioso (Buenos Aires: asociación casa editora

sudamericana, 2009), pág. 217-218.

10.- William Shea, Selected Studies on Prophetic Interpretation (U.S.A: Review and
Herald Publishing Association, 1992), pág. 67.

17

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