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Faltando pocos días para la segunda vuelta, fervientes seguidores de una y otra opción arremeten
contra el voto en blanco y lo acusan de favorecer al otro. ¿Qué hay de cierto en eso? ¿Favorece a
alguien votar en blanco? ¿Es lo mismo en cualquier elección? Aquí, algunas respuestas.
A.S.
( o si queres poné Redacción, porque esto es como un “servicio a la comunidad”)
Cada vez que se acerca una segunda vuelta en la Argentina, reaparecen las voces de un lado y del
otro que arremeten contra el voto en blanco. En los medios periodísticos y en las redes,
comunicadores y militantes alineados con una y otra opción psicopatean a potenciales votantes
recriminándoles que los “neutrales” o quienes voten en blanco, “ayudan” o “favorecen” al otro.
Paradójicamente ambos bandos hacen lo mismo, con lo cual la confusión es grande. ¿Favorece a
uno o a otro que una persona vote en blanco? ¿Es válido votar en blanco?
En esta nota respondemos algunas pocas preguntas en relación con ese tema, tratando de esclarecer
el asunto y de borrar fantasmas. Y sobre todo, para intentar reducir esa psicopateada que sustituye
argumentos y suele generar tensiones y malestares innecesarios (y además injustificados).
Y en el balotaje o segunda vuelta ¿el voto en blanco incide, o ayuda a alguna de las opciones?
No, en absoluto. Ya que al ser solo un cargo en disputa, el que saque un voto más que el otro es el
ganador, y no tiene relevancia el porcentaje que obtenga. De ese modo, el voto en blanco (por más
elevado que sea) no tiene incidencia alguna en el resultado.