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Problema de la calidad del

voto

Debate:
Andrey Bautista Arango
Heydi Huaman Valencia
Jeampier Hualpa
Patricia Gomes Huarcaya
Rosa Gomes Rivera
Damaris Gomes Rivera
Sandra Espinosa Huarcaya
Calidad del voto
El voto de calidad, denominado también preponderante o decisivo es el
que corresponde en una junta, asamblea, colegio o Consejo a
determinada persona o miembro del mismo, casi sin excepción a su
presidente, para resolver en caso de empate, adhiriéndose al parecer que
mejor le parezca. Además, en caso de votar el Presidente por uno de los
criterios o dictámenes o candidatos, si tiene voto de calidad decide
también aun motivando su voto ordinario el empate; por ejemplo, si tres
vocales han votado por un parecer y dos por otro, cuando el presidente se
adhiere a la opinión de esos dos, establece la mayoría, que ya es un voto
de calidad doble cuando así se determina.

¿Por qué votar es tu derecho?


Incrementar el número de votantes en cada elección significa una mejor
representación, más ayuda económica para nuestras comunidades y una
mejor calidad de vida. A los políticos solo les llama la atención dos cosas,
el dinero y los votos. Si trabajamos juntos como comunidad e
incrementamos nuestros votos, nuestros Legisladores Estatales y
Nacionales escucharan nuestras necesidades. Aspectos como la
educación, servicios médicos, inmigración, infraestructura, economía,
veteranos, etc. son afectados por nuestro voto.
La posibilidad de elegir a nuestras autoridades es un derecho y un deber.
Se trata de un derecho fundamental que permite la participación de los
ciudadanos en un aspecto esencial: decidir, en el caso del presidente y
vicepresidentes, quiénes conducirán los destinos del país por los próximos
cinco años; y quiénes tendrán, por el mismo periodo, la responsabilidad
de legislar, fiscalizar y ejercer la función de representación política, si nos
referimos a los congresistas.
En nuestro país, el voto es obligatorio, de modo que acudir a las urnas es,
indiscutiblemente, un deber de carácter constitucional y legal; pero más
allá de lo establecido por normas y principios jurídicos, votar es un deber
moral y cívico, pues nos convierte en protagonistas del sistema
democrático, en la medida en que la esencia de la democracia es la
posibilidad de que sea el pueblo el que exprese libremente su voluntad en
las ánforas, eligiendo a sus representantes.
Como bien sabemos, la democracia representativa, que es la que rige en
nuestro país y en la mayor parte del mundo, es un sistema de gobierno
conforme al cual los gobernantes son elegidos por la mayoría de los
ciudadanos, en procesos electorales que deben estar marcados por la
transparencia. Así, el pueblo, que es el mandante o soberano, delega, a
través de su respaldo en las urnas, la facultad de gobernar en terceros,
que se convierten en autoridades por voluntad popular, la misma que se
traduce en un número mayoritario de votos, aspecto que, técnicamente,
se denomina “mensurabilidad”.
Ahora bien, el desafío es votar responsablemente, es decir, hacerlo luego
de informarnos bien acerca de los perfiles de los candidatos, sus
propuestas, el comportamiento de los partidos o alianzas electorales a los
que representan y los intereses que defienden.
Preocupa que, según recientes encuestas, cerca del 30% de electores
formen parte del grupo que aún no ha decidió su voto u optaría por un
voto blanco o viciado; ese alto porcentaje de peruanos ganados por el
desinterés y el rechazo a la clase política refleja la crisis de legitimidad de
nuestra democracia.
Aunque no hay fórmulas mágicas para cambiar la realidad descrita, no
debemos declinar en nuestro esfuerzo de invocar a los ciudadanos a votar
bien, como consecuencia de una seria reflexión y habiendo asumido la
importancia de expresar libremente su voluntad en las ánforas, de modo
que la democracia deje de ser una hermosa construcción teórica y
adquiera una auténtica dimensión existencial.

Importancia
El voto consiste en el evento por el cual una persona brinda su apoyo por
una propuesta o bien por un candidato o lista de candidatos, ya sea en
forma secreta o por medio de un acto público. La importancia del voto
radica en su naturaleza de recurso para definir los caminos a seguir por
parte de una comunidad, incluidos grupos reducidos o también grandes
regiones administrativas, como los municipios, las provincias o el Estado
nacional.
El voto forma parte esencial de los sistemas de organización democrática.
Así, en las democracias modernas, el sufragio universal es un componente
relevante del voto, por el cual no existen exclusiones formales para este
acto, dentro de los límites jurídicos que demarca la ley de cada nación.
Muchos historiadores han hecho énfasis en que uno de los sostenes de las
sociedades democráticas del siglo XX ha sido la amplificación de la
cantidad de individuos en condiciones de votar, con la progresiva
incorporación de sujetos de menor edad, mujeres y otros grupos
tradicionalmente marginados en muchos de sus derechos cívicos.
Asimismo, el voto suele considerarse como igual, esto es, no se registran
diferencias en la cantidad o la calidad del voto emitido por cada elector.
En los sistemas colegiados, sin embargo, se destaca que ante la igualdad
en la cantidad de sufragios, el presidente del cuerpo legislativo puede
emitir un segundo voto para quebrar un empate y definir un camino final
ante una propuesta.
La condición de secreto es una de las características de mayor importancia
del voto en la actualidad. De este modo, se evitan las presiones que
pueden surgir de factores como el temor, la represión política o ciertos
aspectos prebendarios, en especial en las democracias de los países no
industrializados.
La obligatoriedad del voto es acaso una de las condiciones que ha
experimentado mayor debate a lo largo de las décadas, dado que quienes
avalan esta situación fundamentan que su implementación hace más
eficaz a la universalidad del voto. No obstante, sus detractores creen que,
al ser obligatorio, el voto pierde su condición de derecho para convertirse
en un deber, restando así su condición democrática.

De un modo u otro, no puede concebirse a las sociedades


contemporáneas sin entender en el día o día la indudable importancia del
voto en su conformación y funcionamiento.
Tipos de voto:
Según las opciones
Voto positivo
Voto sustractivo
Voto en blanco
Voto nulo
Abstención (si no se ejerce el derecho a voto)
Según el fin
Voto útil
Voto inútil
Voto castigo
Según el modo
Voto presencial Voto por Internet
Voto electrónico
Voto a distancia
Voto por correo
Voto delegado
Otros:
Voto cantado
Voto rogado
Voto observado
Voto en blanco computable
Voto de calidad
Voto aprobatorio
Voto recurrido
Voto libre

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