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Rut 1.
Introducción:
Rut es un libro que nos hace sentir identificados. Donde vemos migración, necesidad,
muerte, desconsuelo, trabajo, esfuerzo, conversión, etc. Cosas que nos suceden en la vida cotidiana,
pero confiamos que detrás de ellas está Dios gobernando.
Hay 3 palabras que describen este capítulo del libro: Desamparo, incertidumbre y amargura. Este
capítulo nos tiene la mala noticia de la historia, para luego en los próximos capítulos veremos la
solución de Dios en este asunto; nuevos motivos de gozo y alegría para los personajes bíblicos.
En medio de esta escena de dolor resalta la manera en que Dios obra en el corazón de una mujer
moabita. Nótese que el libro no se llama Noemí, sino Rut. Porque habla de la obra maravillosa de
Dios en una mujer moabita, que venía de un pueblo pagano.
Veremos estas 3 cosas que mencione en primera instancia el capítulo, primero:
I.- El desamparo de las viudas.
V.1-5.
Es por eso que llamamos esta sección: “El desamparo de las viudas”.
Moab quedaba a unos 100 km de Belén. Esta familia se fue allá en búsqueda de pan; aunque la
Escritura no nos señala si fue una buena decisión, es notorio que no fue lo más correcto, pero Dios
está en medio aun de nuestros errores. Cuántas veces no hemos tomado malas decisiones en la
vida.
Estas mujeres quedaron desamparadas. El desamparo para una viuda era terrible. Sus hombres
habían muerto, no tenían quien las defendiera, ni quien las sustentara. Las viudas estaban
totalmente solas y así, volvían de Moab a Belén.
Esta familia pensó que podía haber estado viviendo muy bien en Moab, ahora está viviendo una
pesadilla. Muere Abimelec, los 2 hijos se casan con moabitas y luego mueren. Pero ¿Qué pensaba
Dios con respecto a los moabitas?
Deuteronomio 23:3-5. No entrará amonita ni moabita en la congregación de Jehová, ni hasta la
décima generación de ellos; no entrarán en la congregación de Jehová para siempre, 4 por cuanto no
os salieron a recibir con pan y agua al camino, cuando salisteis de Egipto, y porque alquilaron contra
ti a Balaam hijo de Beor, de Petor en Mesopotamia, para maldecirte. 5 Mas no quiso Jehová tu Dios oír
a Balaam; y Jehová tu Dios te convirtió la maldición en bendición, porque Jehová tu Dios te amaba.
Dios no quería que los moabitas entraran a la congregación, porque era un pueblo pagano,
adoraban a otros dioses y habían querido destruir a los hijos de Israel a través de Balaam. Pero el
escritor describe a Rut como la moabita.
Segundo:
II.- El regreso y la conversión de Rut.
V. 16.