Patrimonio

Derechos Derechos
reales Personales

Patrimonio

Derechos
Derechos
Personalísimos
universales

¿Qué es Patrimonio? Múltiples definiciones tiene esta palabra, según el diccionario de la

RAE: ”conjunto de bienes pertenecientes a una persona natural o jurídica, susceptible de
estimación económica”; según la definición contable: “Agrupa el conjunto de las cuentas
que representan el valor residual de comparar el activo total menos el pasivo externo,
producto de los recursos netos del ente económico que han sido suministrados por el
propietario de los mismos, ya sea directamente o como consecuencia del giro ordinario de
sus negocios. Comprende los aportes de los accionistas, socios o propietarios, el superávit
de capital, reservas, la revalorización de patrimonio, los dividendos o participaciones
decretados en acciones, cuotas o partes de interés social, los resultados del ejercicio,
resultados de ejercicios anteriores y el superávit por valorizaciones.”; desde el punto de
vista fiscal: “El patrimonio bruto es la totalidad de los bienes y derechos que están a
nombre del contribuyente, de la persona o de la empresa y el patrimonio líquido es el
resultado de depurar los activos restándole los pasivos.”.
Jurídicamente, desde la teoría clásica, hemos visto en clase que el patrimonio corresponde
al conjunto de derechos del cual es titular una persona y esa persona solo puede tener un
patrimonio.

Al respecto, la Corte Constitucional ha manifestado en múltiples ocasiones: “El patrimonio

de las personas es un derecho fundamental constitucional porque a falta de él, el hombre
no podría cumplir su cometido de ser social, ya que lo necesita para realizarse como tal y
ha de contar con él para atender por lo menos las exigencias económicas de supervivencia
suya y de su núcleo familiar.”

El patrimonio está conformado por: los derechos reales, derechos personales, derechos
universales y los derechos personalísimos. Los derechos reales corresponden, o mejor,
están representados por las propiedades, las cuales se explican ontológicamente, es decir,
se pueden identificar las características esenciales que determinan la identidad y la
existencia de las cosas.

Los derechos personales corresponden a las obligaciones, entendidas como el vínculo que
existe entre acreedor y el deudor; los derechos universales no están representados en
cosas físicas o tangibles, corresponden, entre otros, a los derechos adquiridos en las
sociedades comerciales de hecho o de derecho, a los derechos formados en la sociedad
conyugal (excepto cuando se han efectuado capitulaciones) o en la sociedad patrimonial
de hecho y, a los derechos adquiridos en procesos herenciales. Por último tenemos los
derechos personalísimos, aquellos relacionados con la vida, la honra, la integridad, la
libertad y que por su condición de pertenecer a la persona se encuentran fuera del
comercio.

Por todo lo anterior, se considera que el patrimonio es una universalidad, considerado

uno de los atributos de la personalidad y es inseparable de la persona, como lo
mencionamos al inicio, de hecho existe una sentencia T-537 de septiembre 23 de 1992
donde considera el patrimonio como un derecho fundamental y constitucional.
Dato curioso: nuestro código civil menciona la palabra patrimonio 29 veces, pero no esta
definido como tal, lo que hay son interpretaciones; en el código de comercio la misma
palabra figura 25 veces y tampoco define patrimonio.