Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Tuvo sus primeras manifestaciones en la Italia del siglo XIII y XIV, con las
figuras de Dante Alighieri (1265-1321), Francesco Petrarca (1304-1374)
y Giovanni Bocaccio (1313-1375).
Presenció la reaparición de los motivos clásicos grecorromanos, así
como de la concepción del arte imitativo que Aristóteles desarrolla en su
Poética. El predominio de la religión como tema cede terreno de manera
significativa.
Surgieron nuevos géneros, nuevas formas de la métrica y nuevos temas,
influenciados por la filosofía del humanismo.
Los principales países en que se desarrolló una obra literaria
renacentista fueron Italia, Alemania, Holanda, España, Portugal, Francia
e Inglaterra.
Temas de la literatura renacentista
El Renacimiento trajo consigo la revalorización de la antigüedad grecolatina y de
su vasta mitología, de modo que muchos de sus motivos narrativos y poéticos
comenzaron a reaparecer en la literatura occidental, luego de haber sido ignorados
durante el medioevo.
El individualismo y la fe en la razón eran las ideas filosóficas detrás de muchos
textos de la época, lo cual en parte se debía a que muchos de los nuevos autores
habían podido tener una educación clásica, en lugar de una estrictamente religiosa.
Estos cambios se vieron reflejados en la frecuente interrogación existencial de los
personajes literarios, como es el caso de Don Quijote, o bien en la ironía y la sátira
tan frecuentes en el teatro de Shakespeare, o incluso en la imaginación de
sociedades distintas a la real.
El debilitamiento de la Iglesia Católica permitió, por último, que muchos autores
escribieran críticas y sátiras anticlericales, lo cual tuvo una influencia
determinante (aunque en algunos casos involuntaria) en el surgimiento de la
Reforma Protestante de Lutero.
Géneros de la literatura renacentista
La lírica. El género más cultivado durante el Renacimiento fue la poesía, a partir de la
influencia de los autores italianos. En este género, apareció una ramificación de índole
religiosa, conocida como poesía mística o poesía ascética, las cuales eran dos corrientes
de un mismo deseo de aproximarse poéticamente a la experiencia de lo sagrado.
La novela moderna. El gran género nacido en el seno del Renacimiento fue la novela
moderna, cuyo primer texto fue El Quijote de Cervantes. Este género cobró popularidad
en los siglos posteriores y se instaló, de manera paulatina, como el gran género
moderno que Europa perfeccionó y exportó a todas las latitudes.
La dramaturgia. Esto se debió a que el teatro era la gran forma de comunicación masiva
heredada de tiempos anteriores, y una que no exigía del público mayormente analfabeto
la capacidad de leer. Por eso las grandes obras de Shakespeare o del Siglo de oro
español, eran piezas teatrales.
Ensayo. Disertación en prosa sobre un tema específico, el ensayo hizo su aparición en el
Renacimiento. Diversos filósofos y pensadores lo cultivaron con entusiasmo, ya que les
permitía reflexionar sobre los temas centrales y las inquietudes del momento. Este
género, reflejaba la vocación de la razón humana por dar cuenta del universo alrededor,
cosa sólo posible gracias al humanismo y al racionalismo de la época.
Autores y representantes del renacentismo
El ritmo de cambios reales y literarios del mundo desde el primer tercio del siglo XX
hasta el del siglo XXI es vertiginoso. Aparece la literatura de las segundas
vanguardias (1945-1970) y la literatura del nuevo milenio (2000-actualidad).
Se valora la experimentación y la ruptura de los patrones tradicionales,
especialmente en la literatura vanguardista, trasgenérica o posmoderna. La novela
absorbe las posibilidades de experimentación literaria.
Surgen diversas tendencias de literatura de género (es decir, literatura popular): la
ciencia ficción, el policial negro o noir, la literatura fantástica, la novela de terror, etc.
Se da lugar a nuevas variantes del realismo: realismo sucio, realismo socialista,
realismo mágico, etc. Algunas tienden a cumplir agendas políticas o ideológicas,
mientras que otros se aproximan al periodismo en su búsqueda de anécdotas y en
su manera magra, objetiva, de contar.
Abandonan la anécdota y se dedican a la meditación o la descripción, al meta-texto,
lo fragmentario y el juego de referencias, construyendo artefactos literarios, más
que novelas.
La reversión, el homenaje y el guiño a la tradición son frecuentes, especialmente en
abordajes satíricos y en reelaboraciones posmodernas, que intentan actualizar
algún clásico moderno.
La reversión, el homenaje y el guiño a la tradición son frecuentes, especialmente en
abordajes satíricos y en reelaboraciones posmodernas, que intentan actualizar
algún clásico moderno.
Tiene una enorme cabida el testimonio y la no ficción como formas de elaboración
literaria de los horrores de la guerra, la dictadura y la pobreza.
Hacia fines de la segunda mitad del siglo XX surge una industria editorial de las
lenguas occidentales, con distribución internacional, consolidando así un mercado
editorial más o menos globalizado.
Surge el interés por lo alternativo, especialmente a finales del siglo XX e inicios del
XXI, cuando la literatura escrita en países del llamado Tercer Mundo (África,
Latinoamérica, Asia menor) comienza a ganar interés en los grandes circuitos
letrados y editoriales. A esto se le conoce como World Literature.
Géneros literarios contemporáneos
La poesía. Continúa su camino libre de rimas y métricas, abarcando así un conjunto
enorme y dispar de textos cuyo único rasgo afín es la sonoridad, la ausencia de
relato y el lenguaje descriptivo. En algunos casos, los formatos breves de Internet
permitieron cierto revival del haikú (la poesía hiperbreve japonesa) y subgéneros
parecidos.
La narrativa. Prioriza la novela como el gran género, bastante por encima del relato
breve (que aún se cultiva), pero cediendo a las presiones de la experimentación: el
hipervínculo, la novela de no ficción, la novela posmoderna, distintas
aproximaciones que intentan revolucionar el género de la novela se han producido
a lo largo de casi un siglo, sin demasiado éxito en realmente reformular lo que es
una novela. Por otro lado, la crónica y la no ficción, de la mano del periodismo, han
surgido como una importante tendencia entre los escritores de narrativa, así como
el diario y otros formatos breves que se creían extintos, como el microrrelato. La
novela parece haberse convertido en el género en el que todo cabe.
La literatura infantil. Surge también en la contemporaneidad, y comprende una
rama entera de relatos y juegos poéticos dedicados a lectores infantiles. Este
género no habría sido posible anteriormente, dado que el concepto de “infancia” es
relativamente reciente para la humanidad.
El ensayo. Ha variado muy poco desde su aparición en la Edad Moderna, pero se ha
restringido a un ámbito académico o letrado, siendo quizá el género menos
popular en la literatura contemporánea.
La dramaturgia. Atravesó enormes cambios durante el siglo XX, especialmente de
la mano de las vanguardias, las cuales vieron en el montaje teatral la herramienta
para alcanzar grandes públicos, algo que luego el cine conquistó para sí.
Además, las obras transgenéricas prometen una fusión de géneros o una
experiencia lectora al margen de ellos, lo cual es un rasgo único y característico de
la época moderna: lo diverso, lo múltiple y el collage. Sin embargo, la mayoría de
estos libros “transgenéricos” pueden ser clasificados como novelas o como
ensayos.
Temas frecuentes en la literatura
contemporánea
Antes de la invasión española existía una rica y variada literatura oral en el área
del Tahuantinsuyo. Algunas muestras de poesía religiosa, narraciones y leyendas
quechuas han llegado a nosotros gracias a que fueron transcritas por varios
cronistas.
Entre ellos destacan: Cristóbal de Molina, el Cuzqueño, autor de Fábulas y ritos de
los incas (1573); Santa Cruz Pachacuti, indio evangelizado defensor de la Corona
española, que escribió la relación de antigüedades de este reino del Perú (1613),
donde describe la religión y filosofía quechuas y recoge en lengua quechua algunos
poemas de la tradición oral; el Inca Garcilaso de la Vega (1539-1616); y Felipe
Huamán Poma de Ayala (c. 1534-c. 1617), cuya obra Nueva crónica y buen
gobierno permite reconstruir buena parte de la historia y genealogía de los incas,
así como numerosos aspectos de la sociedad peruana posterior a la conquista.
Gracias a ellos y a otros cronistas del siglo XVII, una parte de este legado pervivió y
es una fuente viva para la literatura posterior, como José María Arguedas, que
subraya la importancia del carácter plurilingüe y multicultural del país.
Literatura colonial
Inca Garcilaso de la Vega, hijo de un capitán español y de una ñusta (princesa)
incaica. En sus Comentarios reales narra la historia del Imperio inca; su visión del
mismo tendría una enorme repercusión en la historiografía colonial. Otra obra
fundamental es la Primera parte de la crónica del Perú (1553), de Pedro Cieza de
León.
Durante el periodo de literatura colonial, surgieron expresiones que rescataban las
tradiciones del pueblo quechua. Ejemplos de ello son el poema Apu Inka
Atawallpaman, que documenta la muerte del último Inca, y el Ollantay, drama de
tema incaico en lengua quechua de fines del siglo XVIII. Los escritores coloniales
eran españoles residentes en el país, como los poetas satíricos Mateo Rosas de
Oquendo (c. 1559-c. 1612), y Juan del Valle Caviedes (c. 1645-c. 1698); o criollos,
como el cuzqueño Juan de Espinosa Medrano, El Lunarejo (1632-1688), alta
expresión de la prosa culterana.
En el siglo XVIII sobresalen: la figura del erudito y literato Pedro Peralta
Barnuevo (1663-1743), paradigma del escritor de su época; el libro de
viajes, con elementos satíricos y costumbristas, Lazarillo de ciegos
caminantes, de Concolorcorvo (1715-1783), seudónimo del español Alonso
Carrió de la Vandera; la obra filosófica y novelística de Pablo de Olavide; y
el aporte intelectual de los escritores agrupados en torno al Mercurio
Peruano.
Desde la época de la colonia, principalmente después del asesinato de
Túpac Amaru II, hay un drama llamado "Relación del Inca", en el que se
trata de justificar la invasión de los godos y el asesinato de Atahualpa. Hay
un estudio de Wilfredo kapsoli y aparece en una antología de Mildred
Merino de Zela. Este drama se escenifica en las fiestas patronales y en los
pueblos andinos vecinos del Camino del Inca o Qhapaq Ñan, hasta la
actualidad. "Ollantay".
Literatura republicana de comienzos del S.
XIX e inicios del S. XX