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Capitulo A
-es frecuente que un sueño sobrevenido a continuación de otro permita asegurar y proseguir
la interpretación adoptada tentativamente para el primero.
-una serie de sueños se arrastra por semanas o meses suele brotar de un terreno común y
debe entonces someterse a la interpretación como urdimbre.
Condición principal para que se forme el sueño: alma encontrada en el estado de dormir.
“el estado de dormir posibilita la formación del sueño por cuanto rebaja la censura
endopsíquica”
Por más que ejerzamos sobre nuestra vida anímica es imposible establecer sin
representaciones-meta; e ignoro los estados de desorden psíquico en que semejante
pensar podría establecerse.
Como signo inequívoco de asociación exenta de cualquier representación-meta se ha
considerado al caso en que las representaciones emergentes aparecen unidas por los
lazos de la llamada <<asociación superficial>>, es decir, por consonancia, ambigüedad
de las palabras, coincidencia en el tiempo sin relación interna de sentido, todas las
asociaciones que nos permitimos usar en el chiste y en el juego de palabras.
“Toda vez que un elemento psíquico se enlaza con otro por una asociación chocante y
superficial, existe también entre ambos un enlace correcto y que cala más hondo,
sometido a la resistencia de la censura”.
Presión de la censura no cancelación de las representaciones-meta: ahí el verdadero
fundamento del predominio de las asociaciones superficiales.
- No todas las ocurrencias del trabajo de interpretación precisan ser atribuidas al trabajo
nocturno del sueño.
- El trabajo del sueño emprendió el camino inverso, y no es probable que tales caminos
sean transitables en dirección opuesta.
B La regresión
El sueño es un acto psíquico de pleno derecho; su fuerza impulsora es un deseo por cumplir; el
que sea irreconocible como deseo, así como sus múltiples extravagancias y absurdos, se deben
a la influencia de la censura psíquica que debió soportar en su formación.
El carácter psicológico mas general y llamativo del soñar; un pensamiento, por lo común el
pensamiento deseado, es objetivado en el sueño, es figurado como escena o según creemos,
es vivenciado.
Dentro de la forma en que se manifiesta este sueño hay impresos 2 caracteres casi
independientes entre sí:
Hay sueños compuestos solo por pensamientos y a os que no por eso se les niega el carácter
de sueño.
Este carácter del sueño toda vez que se presenta, nos aparece como el más notable, a
punto tal que no podríamos concebir sin él la vida onírica.
Fechner: consagra al sueño la conjetura de que el escenario de los sueños es otro que el de la
vida de representaciones de la vigilia.
Este aparato compuesto por sistemas tiene una dirección. Toda nuestra actividad ´síquica
parte de estímulos (internos/externos) y termina en inervaciones.
El aparato psíquico esta construido como un aparato de reflejos; en él queda una huella (huella
mnémica) y a su función atinente la llamamos <<memoria>>.
Debemos mantener las alteraciones que dejan huellas y estar abiertos a captar nuevas.
3 modos de regresión:
A regresión tópica: en el sentido del esquema aquí desarrollado de los sistemas psíquicos.
- En el fondo los tres tipos son solo uno, en la mayoría de los casos coinciden.
Clausura del mundo exterior: durante el día hay una corriente continua desde el sistema
psíquico de las P hasta la motilidad; ella cesa durante la noche y ya no podría oponer
impedimento alguno a una contracorriente de la excitación.
Miramiento por figurabilidad: atracción selectiva de las escenas visualmente recordadas y con
las cuales los pensamientos oníricos entran en contacto.
El soñar en su conjunto es una regresión a la condición más temprana del soñante, una
reanimación de su infancia, de las mociones pulsionales que lo gobernaron entonces y de los
modos de expresión de que disponía.
Nietzsche: en el sueño sigue actuándose una antiquísima veta de lo humano que ya no puede
alcanzarse por un camino directo.
C Acerca del cumplimiento de deseo
A los sueños de deseo no desfigurados los encontramos sobre todo en los niños; y breves
sueños de deseos francos parecen ocurrir también en adultos.
Génesis de un deseo:
1. Puede haberse excitado durante el día sin obtener satisfacción a causa de condiciones
exteriores; así queda pendiente para la noche un deseo admitido y no tramitado.
2. Puede haber emergido de día, pero topándose con una desestimación; queda
pendiente, pues, un deseo no tramitado pero que fue sofocado.
3. Puede carecer de relación con la vida diurna y contarse entre aquellos deseos que sólo
de noche se ponen en movimiento en nosotros desde lo sofocado.
Los sueños infantiles no nos dejan duda alguna de que un deseo no tramitado durante el día
puede ser excitador del sueño.
A medida que vamos dominando nuestra vida pulsional mediante la actividad del pensamiento
renunciamos cada vez más, por inútil, a la formación o conservación de deseos tan intensos
como los que el niño conoce.
“el deseo consciente sólo deviene excitador de un sueño si logra despertar otro deseo
paralelo, inconsciente, mediante el cual se refuerza.
El deseo que se figura en el sueño tiene que ser infantil. En el adulto proviene del Icc; en el
niño en quien la separación y la censura entre Prcc e Icc no existe, es un deseo incumplido, no
reprimido, de la vida de vigilia.
1. Lo que durante el día, a causa de una coartación contingente, no se llevó hasta el final
2. Lo que por desfallecimiento de nuestra capacidad de pensar quedó sin tramitar, lo no
solucionado.
3. Lo rechazado y sofocado durante el día.
4. Lo que por trabajo de lo prcc. Fue alertado durante el día en nuestro Icc.
5. Las impresiones del día que nos resultaron indiferentes y por eso quedaron sin
tramitar.
A las excitaciones nocturnas en el interior del Prcc no le queda entonces otro camino que el
que toman las excitaciones de deseo que provienen del Icc; tiene que buscar un refuerzo de lo
Icc y acompañar en sus rodeos a las excitaciones inconscientes.
El pensamiento diurno, una preocupación, tuvo que preocuparse por algún camio el
anudamiento con un deseo infantil sofocado y ahora Icc; permitió después nacer para la
conciencia.
A) El trabajo del sueño consigue sustituir todas las representaciones penosas por sus
contrarias y sofocar los afectos displacenteros correspondientes. Esto da por resultado
un sueño de satisfacción puro, un cumplimiento de deseo palpable en el que no
parece preciso elucidar nada más.
B) Las representaciones penosas, modificadas en mayor o menor medida, reconocibles,
alcanzan contenido manifiesto del sueño.
Estos sueños de contenido penoso, pueden sentirse como indiferentes, provocar el despertar
por un desarrollo de angustia.
El carácter esencial de los sueños punitorias reside, en que en ellos el formador del
sueño no es el deseo Icc que procede de los reprimido, sino el deseo punitorio que
reacciona contra aquel; este último pertenece al yo, aunque es también Icc (prcc).
Existe toda una clase de sueños cuya incitación proviene de manera predominante,
exclusiva, de los restos de la vida diurna.
La actividad diurna ha incitado un deseo inconsciente, que crea entonces al sueño.
Existen sueños sostenidos por más de un deseo onírico.
En la mayoría de los sueños puede reconocerse un centro provisto de una particular intensidad
sensible, la figuración directa del cumplimiento de deseo, la intensidad psíquica de los
elementos incluidos en los pensamientos oníricos fue sustituida por la intensidad sensorial de
los elementos del contenido del sueño.