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194 · 2010 ı TERESITA GALIMANY

hondo en mi memoria y me las arrojaba a la cara, lastimándome


los ojos y obligándolos a ver. Los cabos sueltos de toda mi vida co-
menzaban a unirse, y las piezas recortadas de mi rompecabezas
iban completando al fin una figura.
En esos días me sentía Perséfone, la hija, para quien la tierra se
había abierto, reteniéndola y alejándola de todo su mundo. Como
a ella, fuerzas desconocidas me empujaban sin retorno posible. Y
me sentía a la vez Deméter, la madre, buscando; por primera vez
activa en esa búsqueda que había comenzado, sin saberlo, cuando
tenía la edad de mi hija.
Por encima de todo, encontrar la verdad se había hecho impres-
cindible para seguir viviendo y ahí, en medio del terror al vacío que
amenazaba llevarme, descubrí que dando el primer paso la tie-
rra aparecía bajo mi pie. Ya no podía seguir, como me reprochaba
Kiara, “haciéndome la que no oía”; ahora sabía. Sabía al fin que
era mi nombre el que ella escuchaba en sus pesadillas. Era mi
nombre ese grito en el ensayo. Era a mí a quien estaban llamando
desde la más oscura noche del pasado. Y ahora mi nombre tenía
el poder de tirar abajo todas las paredes de mentiras en las que

EPÍGRAFES
había vivido. Mi nombre ahora tenía poderes mágicos, sí, porque
era mi nombre verdadero.
(Pausa.)
Nunca supe cómo fue que mi hija asumió mis sueños, mis te-
rrores, las pesadillas que debieron acosarme y yo no podía so-
ñar. Quizás no lo sepa nunca. Hay misterios enormes que nos
sacuden y nos aterran, pero que también nos cobijan y un día se
abren y nos bendicen. Misterios que engendran gritos poderosos,
Pedro Patzer
imposibles de acallar, que seguirán corriendo en la sangre has-
ta que todos los nombres verdaderos sean pronunciados. Hasta
que todos los nombres verdaderos sean oídos. De generación en
generación, corriendo en la sangre, hasta que cada uno de esos © Ana Ferrari

nombres conozca su verdadero hogar.

FIN
© Julia M. Denazis
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PROFESOR Preámbulo.

ALUMNO Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reuni-


dos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de
las provincias que la componen, en cumplimiento de pactos pre-
existentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar
la justicia…

PROFESOR Huesos del pie derecho.

© Ana Ferrari
ALUMNO Calcáneo; Astrágalo; Escafoides; Hueso cuneiforme lateral; Hue-
so cuneiforme medial; Hueso cuneiforme intermedio; Hueso cu-
boides; Metatarsiano; Falange proximal; Falange media; Falange
Se ilumina un lateral del escenario, allí se encuen- distal.
tra El Relator, viste un elegante smoking.
PROFESOR ¿Quién dijo que la escuela argentina no enseña a ejercitar la me-
moria?
RELATOR El hombre de la prehistoria pintaba en la caverna al animal que
podía matarlo; así pintaba al bisonte, porque esta era una manera (Apagón. Se enciende un seguidor que ilumina al Relator que tiene
de crear a la muerte y también una forma de destruirla. una calavera en la mano. Se pasea por el proscenio.)

(Se ilumina el centro de la escena y vemos al Hombre I y II. Siempre RELATOR En el año 399 a.C, Sócrates fue acusado de ateo y corruptor de la
estarán vestidos con uniformes similares a los de los empleados juventud y fue condenado a muerte. Rechazó cualquier posibilidad
de Mc Donald’s e irán interpretando los distintos personajes que de fuga porque en caso de aceptar la propuesta habría reconoci-
aparezcan a lo largo de la obra. Escuchan atentamente lo que el do su culpabilidad. Sócrates murió al beber cicuta, se dice que ni
Relator dice. Cuando este acaba, uno se para frente al otro como si siquiera en ese instante perdió su ironía, pues antes de vaciar la
fuera un Profesor y el otro se acomoda como si fuera el Alumno.) copa preguntó si debía ofrecer a los dioses una gota de brebaje.

PROFESOR Capitales de Europa. (Se enciende la luz del centro del escenario. Vemos al Hombre I,
quien lleva puesta una peluca de mujer y tiene una cartera entre

ALUMNO Tirana Lek, Berlín, Erevan, Viena, Baku, Bruselas, Minsk, Saraje- sus manos. Le habla al público como si estuviera siendo entrevis-
vo, Bulgaria, Nicosia, Zagreb, Copenhague, Bratislava, Liubliana, tada por un periodista.)

Madrid, Tallin, Helsinki, París, Tiflis, Atenas…


MUJER Yo amo la cultura, los sábados me leo todos los suplementos cul-
PROFESOR Preposiciones. turales, los domingos voy a los museos, muestras, librerías, tam-
bién asisto a conciertos de música clásica, jazz, bossa, y si llega a
ALUMNO A, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, algún bar de Palermo, algún folclorista con onda, también escu-
para, por, según, sin, so, sobre, tras. cho folclore… (Pausa.)… Amo la cultura… (Pausa.)… No, en reali-
dad no trabajo en nada que tenga que ver con la cultura, mi marido
PROFESOR Tabla del ocho. es empresario, tiene una pyme, fabrica rulemanes y bulones, que
exportamos a Suiza y Bélgica. Yo trabajo con él…. (Pausa.)… ¿Qué
ALUMNO 8x1=8; 8x2=16; 8x3=24; 8x4=32; 8x5=40; 8x6=48; 8x7=56. escritores me gustan? Ah, Borges, amo a Borges.
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(Ingresa el Hombre II, ciego, con un bastón. Habla con las difi- (Se apaga la luz del Relator y se enciende la luz del centro del
cultades que tenía Borges.) escenario, están losHombres I y II sentados como si estuvieran en
un bar.)
CIEGO Disculpe señora, ¿me ayuda a cruzar la calle? ando perdido, sien-
to como si el sendero se bifurcara en jardines… HOMBRE I Voy a escribir un libro.

(La mujer se siente asustada e incómoda, alevosamente cambia su HOMBRE II ¿Para qué? Si las editoriales no publican a desconocidos, además
cartera de mano.) ya nadie lee.

CIEGO Señora, perdone pero, ¿no me indica cómo llegar a la calle Ga- HOMBRE I Entonces me voy a presentar a un concurso literario.
ray? dicen que allí hay un objeto que nos permite ver la totalidad
de las cosas desde todos sus lados. HOMBRE II Olvidate, están todos arreglados, puro acomodo.

SEÑORA Tome una moneda, estoy ocupada, disculpe. HOMBRE I Sabés que quiero averiguar por un crédito hipotecario.

(Le da un empujón al Ciego, este sale tropezándose de escena. La HOMBRE II No te conviene, con lo que te prestan ni una parrilla te comprás.
mujer mira al público.)
HOMBRE I Entonces, me voy a sacar un crédito para poner un negocio.
CIEGO ¡Aaaleeeeph!
HOMBRE II ¿Un negocio? Estás loco, tomás a un empleado, trabaja un mes. Te
SEÑORA Este país está cada vez peor, lleno de locos…en qué estábamos, chorea, lo rajás, te hace juicio y tenés que pagarle una fortuna.
ah, sí, ¡Borges es maravilloso!
HOMBRE I Sabés que estuve pensado, tengo ganas de ponerme de novio, de
(Se apaga la luz del centro y se enciende la luz sobre el Relator, conseguirme una buena mina.
este está jugando con una ballena inflable, luego de unos se-
gundos se da cuenta de que el público lo está mirando. Se quita la HOMBRE II Ojo que las minas no son lo de antes, ahora solo quieren guita y
ballena encima, acomoda su traje y lee.) encima cuando pueden te adornan .

RELATOR Jonás hostiga a la Ballena, la insulta, la provoca, le dice que se (Hace los cuernos con la mano.)
aprovecha de los peces pequeños pero que es incapaz de devorar a
un hombre, la llama arenque, mojarrita y otros epítetos injuriosos. HOMBRE I Bueno, entonces, seré padre soltero, adoptaré un hijo.
Al fin la Ballena, harta de verse así vilipendiada o acaso para hacer
callar a ese energúmeno, se traga a Jonás sin hacerse el menor HOMBRE II Y como es la burocracia en este país, cuando tengas ochenta
daño. Una vez dentro del vientre de la Ballena, Jonás empieza a co- años te entregan al pibe.
rrer de aquí para allá. Profiere ladridos, da puñetazos y puntapiés
en las paredes del estómago de la Ballena. Al cabo de unas horas HOMBRE I No importa, algo tengo que hacer… ya sé, me voy a ir de viaje a
la Ballena, enferma de náuseas, vomita a Jonás sobre la playa. Jo- Salta y Jujuy.
nás cuenta a todo el mundo que permaneció un año en el interior
de la Ballena, inventa aventuras heroicas, afirma que la ballena le HOMBRE II Justo, con el dengue, vas en Chevallier y volvés en la carroza fú-
tuvo miedo. Moraleja: si eres grande y poderoso como una ballena nebre.
y algún Jonás te desafía no lo devores, porque lo vomitarás trans-
formado en héroe… Del libro Falsificaciones, Marco Denevi. HOMBRE I Vamos a ver el partido.
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HOMBRE I ¿El partido? Para ver cómo sudan esos veintidós millonarios, de- MANUEL Cómo nos equivocamos. Estamos aquí suma que te suma, y por
trás de una pelota, no… dejate de embromar. la ventana no hacen nada más que pasar barcos que van a otras
tierras. (Pausa.) A otras tierras que no vimos nunca. Y que cuando
HOMBRE I Bueno, yo me voy a tomar un poco de aire. fuimos jóvenes pensamos visitar.

HOMBRE II Tené cuidado, el otro día el vecino salió a sacar la basura y le (Los Hombres I y II se salen de sus respectivos personajes y co-
pegaron cuatro tiros. mienzan a caminar en dirección a una de las salidas del escena-
rio.)
(El Hombre I uno se acerca desesperado al Hombre II.)
EL JEFE Roberto Arlt era un ingenuo, creía que había buques…
HOMBRE I (Increpándolo.) Pero escuchame una cosa, debe haber algo que
te guste, alguien que admires. MANUEL y creía que había hombres que miraban a los buques a través de
las ventanas…
HOMBRE II Sí, claro, hay un hombre que admiro, un estadista que dijo una
frase maravillosa: Mi voto no es positivo. EL JEFE y no solo que creía que había buques… y hombres que miraban
a los buques a través de las ventanas… sino que creía que había
(Se apaga la luz del centro del escenario y se enciende el lugar islas desiertas…
del Relator.)
MANUEL Era un ingenuo Arlt: ¡Islas Desiertas!
RELATOR Un guardacárceles se pasa veinte años trabajando en la prisión.
¿Quién puede decirle a este hombre, que no estuvo dos décadas (Apagón, se escuchan los siguientes sonidos: timbres de teléfonos
preso? celulares que suenan y, se mezclan con las voces de locutores.)

(Se apaga la luz del Relator y se enciende la luz del centro del LOCUTOR I OFF Estamos las 24 horas con vos informándote cada minuto…
escenario, El Hombre I es un empleado de oficina, está escribien-
do a máquina, mientras que el Hombre II asume el personaje del LOCUTOR II OFF Entre tú facebook y vi las fotos de tus vacaciones.
Jefe.)
RINGTONES III OFF Señor saque su veraz usted tiene muchas deudas.
MANUEL Yo creo, jefe, que estos buques, yendo y viniendo, son perjudicia-
les para la contabilidad. RINGTONES IVOFF Sonría lo estamos filmando…

EL JEFE ¿Lo creé? RINGSTONNES V OFF Para entrar al local debe dejar el bolso en las gavetas.

MANUEL Todos lo creemos. ¿No es cierto que todos lo creemos?… Yo nun- RINGTONES VI OFF Mi celular tiene GPS, es por si me raptan, para que sepan dónde
ca he subido a un buque, pero lo creo. Jefe, ¿ha subido a un buque buscarme.
alguna vez?
(Se enciende la luz sobre el Relator.)
EL JEFE ¿Y para qué un jefe de oficina necesita subir a un buque?
RELATOR Hamlet utiliza para su célebre monólogo de Ser o no Ser, la ca-
MANUEL ¿Se dan cuenta? Ninguno de los que trabajan aquí ha subido a un lavera del bufón, que tanto lo había divertido cuando niño. Van
buque. ¿Y por qué no ha viajado usted? Gogh se corta la oreja, para que la humanidad escuche qué tan
tremendo son los alaridos del color del mundo.
EL JEFE (Irritado.) ¡Basta! ¡Basta de charlar! ¡Trabajen!
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(Se apaga la luz del Relator. Se enciende la luz del centro de “Here I began to sing
la escena, aparece el Hombre II con una caja de bagualera en la Along with the rhythm of the “vigüela”
mano.) For the man who kept awake
By a great sorrow
SNOB Ustedes dirán que los yanquis son imperialistas y armamentis- Just like the lonely bird
tas, y tantas cosas más: pero ninguno puede negar que New York Find solace on the song”
es la capital universal de la cultura, se fijaron, ¿no? dije universal,
porque hasta los marcianos quieren hacer arte en New York. No Ya sé, ustedes no hablan inglés… traduzco.
sé, boludos, yo flashié, ellos tienen otra cabeza, sori, no quiero
ofender a nadie, pero ellos tienen otra cabeza. Sus poetas son “Aquí me pongo a cantar,
extraordinarios, vanguardistas, posvanguardistas, son increíbles. Al compás de la vigüela,
Escuchen lo que escribió este: Que al hombre que lo desvela
Una pena extraordinaria
Como el ave solitaria
Con su cantar se consuela.”

Ya sé, la letra les suena conocida. A mí también me pasó, pero lo


descubrí: Cómo les robó Manu Chao a estos tipos. Pero ¿qué me
dicen? ¡Qué poetas estos newyorquinos! pero no solo hay grandes
poetas en N.Y, también abundan geniales músicos, grosos, que
cantan, y no cantan boludeces, sino que dicen cosas alucinantes,
escuchen esta letra:

“The sorrows are ours; the little cows are from others.”
Ya sé, no saben inglés… traduzco.
“Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas.”

Impresionante, qué artistas. Estos locos tienen otra cabeza. Mi-


ren lo que está de moda allá.

(Saca una caja de bagualera, con su palito.)

(Con acento inglés.) A esto lo llaman “the box”, es lo más, y lo


utilizan para tocar un ritmo extraño, llamado Baguala.

(Golpea la caja e imita de mala manera a una bagualera, Lo hace


con acento inglés. Deja de cantar y sigue hablando.)

Estoy tan emocionado con este instrumento, que acabo de abrir


un bar que se llama Palermo Baguala.
© Ana Ferrari

(Se apaga la luz del centro del escenario y se enciende el lugar


del Relator.)
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RELATOR Sarmiento, padre de la educación argentina, y de los derechos MARIONETA No hay nada más triste que una marioneta vieja, aunque creo
humanos de los gauchos y los aborígenes, sostenía que la pala- que hay algo mucho más triste: una marioneta sin su marione-
bra argentino es un anagrama de la palabra ignorante. Es decir, tista. Necesitamos de él, nuestros movimientos dependen de su
que con las mismas letras de la palabra argentino, podemos for- habilidad para manejar los hilos. Recuerdo que una vez apareció
mas la palabra ignorante. Lo que olvidó decir el prócer de la to- una marioneta revolucionaria, que pretendía que aprendiéramos
lerancia, es que con las letras de la palabra Sarmiento podemos a andar sin hilos: ¿Cómo podría sobrevivir una marioneta sin la
escribir la palabra mentirosa. voluntad del marionetista? ¿Qué gracia tendría una marione-
ta sin hilos? La cuestión es que la Che marioneta convocó a una
(Se apaga la luz del Relator y se enciende la luz del centro del asamblea de marionetas. Recuerdo que los marionetistas y los
escenario. El Hombre I luce un moño y lleva una pipa en su boca y vendedores de hilos estaban tan ofendidos que incluso llegaron
el Hombre II con una peluca de mujer y una cacerola de teflón.) a amenazarnos: “El que vaya a la maldita asamblea se queda sin
hilos, para siempre”. Por supuesto que dicha advertencia pudo
HOMBRE ¡Seguridad, seguridad, seguridad! con la voluntad de las marionetas que desistimos de asistir a la
asamblea. Nadie supo nada de la marioneta revolucionaria, todos
VIEJA BARRIO NORTE Queremos seguridad, no se puede vivir más en este país. la recuerdan como una loca y fracasada. Aunque yo, cada día me
pregunto ¿cómo sería una vida sin estos hilos?
HOMBRE ¡Seguridad, seguridad, seguridad!
(Se apaga la luz del centro del escenario y se enciende el lugar
VIEJA BARRIO NORTE Claro, lo que pasa es que los acostumbraron mal, le dieron todo del Relator.)
sin trabajar. El otro día un villero tocó el timbre de la torre. Me pe-
día un peso. Yo, que soy del Rotary Club, que estoy acostumbrada RELATOR Los hombres que se juntaban a hacer la revolución, encarnaban
a la solidaridad, le dije: Mire, yo le voy a dar dos pesos, pero usted los sueños de la razón y la realidad de las utopías.
se lo tiene que ganar.
(Se enciende la luz del centro de la escena, los Hombres I y II
HOMBRE ¿Y qué le pidió? tienen Banderas y gorros de fútbol.)

VIEJA BARRIO NORTE Le pedí que enterrara al perro que se me murió hace tres meses, HINCHA I ¡La puta madre que te parió, paragua, corré, corré…!
que lavara el cuarto de la nena con paperas, que me dejara probar
en sus ojos el gas paralizante, que le cambiara los pañales a mi HINCHA II Ese tipo no puede jugar al fútbol… ¡maricón! ¡Andá a jugar a las
abuelo, hasta le ofrecí que bebiera un poco de la leche, apenas muñecas!
vencida hace dos semanas… y claro, como lo mal acostumbraron
al clientelismo, me dijo que no: ¡¡¡los negros no quieren trabajar!!! HINCHA I ¿Qué cobrás hijo de puta?, ¿qué cobrás la concha de tu madre?,
¡te vamos a matar!
HOMBRE ¡Seguridad, seguridad, seguridad!
(Se apaga la luz del centro del escenario y se enciende el lugar
(Se apaga la luz del centro del escenario y se enciende el lugar del Relator.)
del Relator.)
RELATOR Señoras y señores, les presentamos el último boletín de Inter-
RELATOR Beckett continúa esperando a Godot. Los judíos siguen esperan- continental Radio News. Desde Toronto, el profesor Morse de la
do al Mesías. Dicen que la espera es el mismo Mesías. Universidad de McGill informa que ha observado un total de tres
explosiones del planeta Marte entre las 7:45 pm y las 9:20 pm.
(Se apaga la luz del relator y se enciende el centro de la escena, Señoras y señores, esto es lo más terrorífico que nunca he presen-
aparece el Hombre I con hilos gigantes como si fuera una mario- ciado… ¡Esperen un minuto! Alguien está avanzando desde el fon-
neta anciana.)
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jode, en cambio acá, entran por una puerta y salen por la otra… el
que mata tiene que morir.

(El pasajero cada vez más incómodo.)

¡¡¡Qué hacés, pibe!!! Sacá la esponja del parabrisas, no me toques


el vidrio que te rompo el alma… ves, estos están en las esquinas,
vos te descuidás y te chorean, lo hacen para comprar drogas… de-
jame a mí tomar un día el poder, van a andar todos derechitos, no
jode nadie más: al que saca la patitas del plato: pum… pum!!!

(El Pasajero no aguanta más.)

© Ana Ferrari
PASAJERO Me bajo acá por favor.

REMISERO Pero si faltan veinte cuadras.


do del hoyo. Alguien… o algo. Puedo ver escudriñando desde ese
hoyo negro dos discos luminosos… ¿Son ojos? Puede que sean PASAJERO Me siento mareado.
una cara. Puede que sea…” (Pausa.) Los oyentes que sintoniza-
ron la emisión de “La Guerra de Los Mundos” y no escucharon REMISERO Bueno, son veinte pesos.
la introducción pensaron que se trataba de una emisión real de
noticias, lo cual provocó el pánico en las calles de Nueva York (El Pasajero le da un billete de cien pesos.)
y Nueva Jersey, donde supuestamente se habrían originado los
informes. La comisaría de policía y las redacciones de noticias REMISERO ¡Uuh! no, uno de cien… me matás, me sacás todo el cambio…
estaban bloqueadas por las llamadas de oyentes aterrorizados y
desesperados que intentaban protegerse de los ficticios ataques PASAJERO Perdoná, pero no tengo cambio.
con gas de los marcianos.
(El Remisero se queja, pero saca la billetera y le da el vuelto.)
(Se apaga la luz del Relator y se enciende la luz del centro del
escenario. El Hombre está sentado, hace de Remisero, atrás sen- REMISERO Tomá. Me sacaste todo el cambio.
tado se encuentra el Hombre II, quien interpreta a un Pasajero.)
(El Remisero arranca bruscamente y se va. El Pasajero se queda
REMISERO No, porque yo te explico cómo es la cosa, al que agarran choreando parado con el vuelto en la mano.
Luego de unos segundos, se re-
hay que matarlo, fusilarlo, vas a ver cómo andan todos derechitos… pone y revisa los billetes.)
ahora, hablan de derechos humanos y esas cosas, antes con los
milicos esto no pasaba… los argentinos necesitamos rigor. PASAJERO ¡Pero estos billetes son falsos!

(El Pasajero se siente incómodo, se lo ve como asombrado.) (Se apaga la luz del centro del escenario y se enciende la del
Relator.)
El otro día vi en la tele un documental de un negro que en Texas
había matado a una mina. No sabés cómo lo frieron. Protestaron RELATOR Los grandes hombres de la cultura mundial, todavía sienten or-
los de Greenpeace, los de las organizaciones, y los hippies, y ni fandad por los pensadores que la humanidad ha perdido con el
bola, al negro lo hicieron churro… así es la cosa, ahí nadie más incendio de la Biblioteca de Alejandría.
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(Se apaga la luz y se enciende la luz del centro de la escena. RELATOR La verdadera heroicidad del lobo no está en querer comerse a
Aparece el Hombre I, luce unas prominentes patillas y el Hombre Caperucita, sino en intentar comerse el cuento.
II vestido con una túnica de filósofo.)
(Se apaga la luz del Relator. El Hombre II habla y el Hombre I lo
FILÓSOFO Posiblemente se hayan extraviado estudios revolucionarios de escucha con atención.)
astrónomos.
ARGENTINO Somos el granero del mundo… La 9 de Julio es la avenida más
HOMBRE DE PATILLAS (Con tonada riojana.) Pronto llegaremos de Argentina a Japón en ancha del mundo… La avenida Rivadavia, la más larga del mun-
una hora volando en cohete por la estratósfera. do… Maradona fue el mejor jugador del mundo… Messi es el me-
jor jugador del mundo… El Río de la Plata es el más ancho del
FILÓSOFO Se habrán quemado altas obras de la filosofía universal. mundo… Nuestra carne es la mejor del mundo… La mujer argen-
tina es la más linda del mundo.
HOMBRE DE PATILLAS Me he leído todos los libros de Sócrates, tengo sus obras completas.
MEXICANO ¿Cuándo la profecía del 2012, habla del fin del mundo, hace refe-
FILÓSOFO Me imagino entre las llamas, las reflexiones más lúcidas acerca rencia al ego argentino?
de la Literatura.
(Se apaga la luz del centro del escenario y se ilumina al Relator.)
HOMBRE DE PATILLAS Pero lo que más me gusta, son las novelas de Borges.
RELATOR En el mismo año que Galileo Galilei murió, nació Newton. Shakes-
FILÓSOFO Estudios de ciencias naturales, libros irrecuperables acerca del peare y Cervantes murieron el mismo día: el 23 de abril de 1616.
medio ambiente. Pinochet murió el día de los derechos humanos y Bernardo Neu-
stad el día del periodista.
HOMBRE DE PATILLAS En 1995, vamos a ir al Riachuelo a tomar mate, a pescar y a ba-
ñarnos. (Se apaga la luz del Relator y se enciende el centro de la escena.
El Hombre I lleva una peluca de mujer, está sentado como en el
FILÓSOFO Mapas de los primeros y más sabios viajeros. living de la casa, donde hay un gran televisor. Luego de unos
segundos ingresa el Hombre II.)
HOMBRE DE PATILLAS Acá no se trata de sacarles a los ricos para darles a los pobres,
como hacía Robinson Crusoe. MUCHACHO Hola, mi amor, buen día.

FILÓSOFO Proverbios que nunca llegaremos a aprender. MUJER Hola cosita, ¿descansaste bien?

HOMBRE DE PATILLAS Pende sobre nuestras cabezas la espada de Penélope. MUCHACHO Espectacular, la verdad es que dormí rebién. Me siento nuevo.

FILÓSOFO En fin, la humanidad ha extraviado los más importantes oráculos, MUJER Bueno, voy a traer el desayuno.
los grandes anuncios del porvenir.
(La Muchacha sale de escena. El Muchacho enciende la televisión.)
HOMBRE DE PATILLAS Estamos al borde el precipicio… pero hemos dado un gran paso al
frente. PERIODISTA OFF Asesinaron a un remisero en Lanús; la inflación sería de un cin-
cuenta por ciento; atención: está previsto un alerta meteorológico
(Se apaga la luz del centro de la escena, se enciende la luz del para todo el país, así que salga preparado para la tormenta y el
Relator.) alud…
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(El Muchacho se toca la panza.) (Los Hombres I y II se acercan al Relator y lo sacan por la fuer-
za, luego lo colocan en el centro del escenario. Ellos ocupan el
PERIODISTA OFF Una escuela ha sido completamente destruida cuando el globo lugar del Relator.)
de Jorge Newbery se presentara misteriosamente y cayera sobre
dicha institución pública: 200 niños muertos; posible rebrote de HOMBRE I Ahora los relatores somos nosotros.
gripe A, lepra, sífilis, sarna, tuberculosis, paperas y fiebre ama-
rilla. En otro orden de cosas, hubo un derrame de petróleo en el HOMBRE II Y vos vas a actuar las gansadas que nosotros digamos.
Océano Atlántico, dejando una mancha enorme frente a la costa
de Mar del Plata… Una escuela ha sido completamente destruida RELATOR Pero muchachos, sean razonables…
cuando el globo de Jorge Newbery se presentara misteriosamen-
te y cayera sobre dicha institución pública: 200 niños muertos; (El Hombre I y II sacan dos revólveres y le apuntan al Relator.)
posible rebrote de gripe A, lepra, sífilis, sarna, tuberculosis, pa-
peras y fiebre amarilla. En otro orden de cosas, hubo un derrame RELATOR Bueno, pero solo por respeto al público, y pido por favor manten-
de petróleo en el Océano Atlántico, dejando una mancha enorme gan el nivel de mis epígrafes.
frente a la costa de Mar del Plata…
(Se apaga la luz del centro del escenario y se enciende la del
(El Muchacho se toma la panza con dolor, entra la muchacha con lugar del Relator, ahora ocupado por el Hombre I y II.)
el desayuno.)
HOMBRE I ¡Carajo, mierda!
MUJER Amor, ¿desayunamos?
HOMBRE II Mirtha Legrand.
MUCHACHO No, no sé por qué, pero me siento como el culo.
(Se enciende la luz del centro del escenario. El Relator mira con
(Se apaga la luz del centro del escenario y se ilumina al Relator.) enojo a losHombres I y II.)

RELATOR En los momentos y las circunstancias más adversas, el hombre HOMBRE I No, era una joda.
se las ingenia para acceder a la maravilla; ¿acaso el enano, pier-
nas cortas de Toulouse Lautrec no pintó las piernas más hermo- HOMBRE II Ahora vamos en serio.
sas de París? ¿Acaso Cervantes no escribió el Quijote, en prisión?
¿Acaso en el medioevo, la época más oscura de la humanidad, HOMBRE I El dinosaurio está vivo.
no se crearon las más luminosas pinturas? El hombre ante la
dificultad, busca la luz. HOMBRE II Susana Giménez… te embromamos.

(No se apaga la luz del Relator, aunque sí se enciende la del (Se apaga la luz del lateral y se enciende la del centro de la
centro del escenario. Los Hombres I y II miran al Relator.) escena. El Relator mira al público, se lo ve muy seguro.)

HOMBRE I (Al relator.) ¡Naah!, con eso te fuiste al carajo. RELATOR Primero pensó que era un problema de ansiedad, el tipo no podía
dormir; lo que se le ocurrió fue dejar el café y caminar unas cua-
HOMBRE II Sí, qué creés que somos: vamos hablar con el sindicato de acto- dras antes de acostarse. Nada. El tipo se metió en la cama y vol-
res, hace páginas que nos estás boludeando. vió a sentir el mismo aullido. Un alarido espantoso, jamás había
experimentado algo parecido. La cuestión es que esa noche, tam-
RELATOR Muchachos, no se pongan así, estamos casi al final de la obra. poco pudo pegar un ojo. Un compañero de trabajo, adicto a las
pastillas le recomendó unas que según él: eran infalibles. Y podés
212 · 2010 ı PEDRO PATZER

creer que nada, che. El tipo ingresó en el duermevela, se estaba


quedando dormido y de nuevo el feroz rugido de sus adentros.
Pasó una semana, el asunto se volvía realmente preocupante,
hasta que decidió ir al hospital. Apenas llegó a la sala de espera
cayó desmayado. Despertó en una habitación, un médico le mi-
raba los ojos con una linterna. “Dónde estoy”. Cálmese, le dijo el
doctor, usted está en una habitación del hospital… Ah, sí recuerdo
vine porque… Y el médico le dice: es un varón… ¿Qué cosa? Dijo
nuestro amigo… El dinosaurio es varón, un auténtico dinosaurio
argentino… ¿pero cómo un dinosaurio, de qué está hablando?… El
doctor que era canchero para estos asuntos le dijo: Amigo, todos
dicen lo mismo, se pasan la vida gestando al monstruo y luego
cuando nace la bestia, nadie se hace cargo de la criatura.

LA
(Se apaga la luz del centro de la escena y se enciende la que ilu-
mina al Hombre I y II.)

HOMBRE I Nos cagó.

BIBLIOTECA
(El Relator aparece junto a los dos Hombres y mira en dirección
a la cabina de luces.)

RELATOR Apagón.

FIN Virginia Kaufmann

© Ana Ferrari

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