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Capítulo 7

UES pRJNCIPALES EN y\ CIENCIA POLÍTICA


ENfOQ CONTEMPORANEA

.núdad entre todos los autores en considerar a la Ciencia


Exis~e una;~ una disciplina plural en la que co~~i~en distintos enfoques.
polfnca ~~ s de tal fluidez, que este consenso 1ruc1al se rompe cuando se
La situacl ~ :ea de elaborar el repertorio de dichos enf?ques. La primera
ac?rnete ª 1: unanimidad se produce a la hora de elegir el término para
qu~ebra en da una de estas perspectivas, que son denominadas según los
calificar camo enfoques, teorías, corrientes, escuelas e incluso sectas. El
1~
a:~ede obra de Gab~iel Al~on? (1990) Una disciplina ~ue- 1ividida.
fas y Sectas en la C:iencta Poltttca ilustra de modo muy gráfico esta situa-
ción de segmentación.
Teniendo.en cuenta esta diversidad de calificativos, aquí se ha preferi-
do optar por el término «enfoque», dejando de lado el resto. En primer
lugar, la palabra «secta» d~stila toda ~na ~~ríe de connotaci?n~ n~as
que, por lo demás, no se aJusta a la situacion actual de la Cienoa Polínca,
en la que el eclecticismo y la comunicación entre las distintas perspectivas
de análisis es la actitud dominante. Por otra parte, la denominación «~
cuela» evoca la presencia del binomio «maestro/discípulo», con su consi-
guiente carga de relaciones jerárquicas, concepción que tampoco parece
ª?ecuada para describir el panorama actual. En cuanto al término «teo-
na», resulta insuficiente, puesto que la teoría es un elemento constitutivo
de los distintos enfoques, pero no su único componente: referirse a los
eto9ues como teorías sería nombrar al todo por la parte. Finalmente, el
t r~mo «corriente» proyecta una imagen de debilidad, fluidez e inconsis-
~encJ3 que ':1<;> hace justicia al arraigo adquirido por las distintas perspecti-
C
as análisis de la Ciencia Política contemporánea.
doble ~lº sostiene ~oiz (1980: 7), el concepto de enfoque encierra una
ª de «cammo a la realidad» más «estrategia»1• El concepto de

ach 1. De acuerdo R . . .J-1:-1 - ~


• que irnp11· con o1z (1980: 17) el término «cnf.oque» es una traducción~ W6'~..,,,,--
ca accrcarse a, aproximarse a, abordar. Por tanto, ademis de 1a connotaet"6O v~ en

133
,
POLITICA
CIENCIA POLITICA Y TEO"fA '
CON T~l1 p
. 1 º11~1-.¡
' de st ~A.s
enfoque se construye en re1erenc1a a objeto , la
bine ."dio
epistemológicas y la metodología, o a una com dete rm .ªC1ó11 de es as~,1c'
ros. De ello deriva un interés específ
.
ico por
tnad 0 s tenias 'º~
Stas ele1¡¡ ~
de invcstigaaó n. . . . 0 á%·'~.
o de la Cie ncia Pol ítica es tal, que .
El plur alism

11
res a la hor a de con tabi liza r exis te e. 0s
entre los distintoS auto d~' 11cide~ .
situe ~Úfller0
En el cuadro IX se resume de modo gráfico estacion ~~•ón. Algu enfoqu~a
les señalan cinco enfoques: conductismo, fun 15 0 , teor11r os ll¡ªnues.
y
mas, teoría de la elección. públicab . 'd 'fi teor ía de jue go/ (c °:
aneq Ue 19a de s,ste. . a.
tra a10 1 ena ca cinc o en 94
por su parte, en u~ pnmer
enfoque d foques: le). ~o¡~
formalista O formalismo, enfoq~e de. poder, iz l 9BO) pe cultura &alis11¡0
enfoque sistémico y enfoque rac10nal1sta (Ro °
ajo (Ro iz 199 7) cam bia la den omin · . nsterior inpeºUtica,
un segu ndo trab , . d ac1 6 de esto nte.1 en
enfoques yañade un sexto: 1a po1ltlca ,e teo grupos. e
ría de j~tarelo eleva iac,~co
hasta ocho: conducrismo, funcionalismo raciona1¡8ctfra
tica y teeg~s,
teoría general de sistemas, marxismo, ciberné
pública (Cotu-clo 1;89). Fin~me~te,.M~ona sh y Stoker ; 9de %
1
5
~a eleec%º
. . ) tdentifir,~
1

seis enfoques: teona nor manva, msntuc1 lismo, an a,11s1s condUctist""'a,,


· al fi · ·
-6n raaon , em1rusmo y análisis del di
teoría d e la e Icea
tivo: se:~urso..
El listado anterior dista mucho de ser exhaus 0s1
intas variaci~: P ble seguir
añadiendo autores que nos aportarían dist
concierto ini c: sobre estas
clasificaciones. Pero, una vez superado el des
encontradas en j u~~~h
más reposado nos revela que las diferencias repancias terrninasió 1•stJntas
monomías obedecen con frecuencial a disc · que siguen se hagicas
, i~as
0
optadalo
denomm. arfr Ios enfi_oqu~.dAs'1pues,_en_ aals pag
oques, exponiéndolo5
por o ecer una smtes1s e 1os pnnc1p es enr por
orden cronológico de aparición.

ISMO INSTfJ1JCIONALISTA)
l ENFOQUE JURÍDICO-FORMAL (FORMAL
cidiendo con la insritucio•
Alo largo del siglo XIX y comienzos del xx, coin
, la ,perspectiva jurídica fue
nalización académica de la Ciencia Política
una aproximación de la que
dominante en el análisis político y determinó
aquellos países en lo~ qu~ !ª
todavía existen epígonos, especialmente en dios políticos se realizó, mi·
institucionalización universitaria de los estu lí .
echo.
cialmente, en el marco de las Facultades de Derte ninguna Teo~ía PoJ:
Detrás de los estudios legal-formales no exis nes metodológicas ( ¡
que nos aclare cuáles son sus supuestos y asuncio ausencia se debeª que la
des 1997: 53; Roiz 1990: 105). La razón de esta ¡-~~lo-
behaviorista, en la 1
enfoque legal-formal surgió en la época pre- de la agenda de los po
preocupacíón por el método estaba ausente
'ó d1
~~ ~ ·
hay que incorporar este conren
b i_r~ucaóo española como «enfoque,,, tambifo
.
aam dad moto ra.

134
r' ,-,c1PALE S
EN LA C IEN C IA l' OLI T I C A COPIH H, o
~
A
NO.
p lt 1
tJ ES
f ,J
,oº Cuadro IX
Enfoques y corrientes de la Ciencia PoUtica

ROIZ (1 997) CoTAllE.LO


~ ·,s-r,~
Formalismo Conductismo T eoria normaón
conductismo
~¡slflº
foí
~lista

fo<llle
funcionalismo
Poder y conducta
Funcionalismo

Teoría de ~gos ,. --\


:paaer Cultura política Racionalismo Teoria de la
Teoría y poder elección raaooal
11e de de sistemas Teoría general
fl\Ío<I lftiC3
c11llllra pO Visión informática de sistemas Feminismo
Teoría de la
elección pública de la política
Enfo<llle Marxismo
, tttJIÍC0
sis Teoría de la Análisís
Teoría elección racional Cibernética del discurso
Enfo<!IIC de juegos
racionalista
Política de grupos Teoría de la
elección pública


f,iente: r,iaboración propia.

a partir del análisis de las obras de los


autores cultivado--
b te,
gos.dNo o stan · · al · ·cas
enfoque es posible entresaca r sus pnnc1p es caractensn
res e este
(Rhodes 1997): . . · 1- · · d 1
a) Objeto de estudio: . Las ms_ntuc1ones po 1?~- El mteres
·
e ~
trabajos legal-formales ~e circunscr_1be a un doble ~bito: 1) L~yes consn-
tucionales leyes orgámcas o eqmparab les y sus mterpreta aones en la
práctica p~lítica y 2) Organiza cione_s gubernam entales formales y el Dere-
cho Público que de ellas emana (Roiz 1980; 1990).
b) Método: El método de los estudios institucionalistas es descriptivo-
in~u~ivo, formal-legal e histórico- comparat ivo. En primer lugar, es des-
cnpnvo po~que emplea las técnicas del historiado r para analizar institucio-
nes espe~fficas en una suerte de «hiperfactualismo». Partiendo de estas

~~::h~
o~servaciones, se emplea la inducción para extraer consecuencias de las
En_ se~undo lugar, es formal-legal porque privilegia el estudio d~l
nistr . Pú~hc? (compone nte legal) y de las organizaciones de la Admi-
6
hanaª~mb•:ubhca (compone nte formal). Por último, la comparación se
1
llegar a u n pre~e~te, puesto que este enfoque sostiene que sólo se puede
cornparac~ii~ocimi~n~o en profundid ad de las instituciones a partir de la
la~ distintas ntre_dis~mtas formas de gobierno, con el fin de apreh~nder
nuento en d.~xperienc1as acerca de su utilidad, rendimiento y funaona-
1 cremes contextos .

135
p O L ¡TIC A Y T E O R I A PO LIT I C A e O ..'", l ..... p
.,,..,
ª
CIE N e 1" OA.~N
~~s

e) Teoría: Los aut ore s_de est~ enfpol oqu ~ asu me n que el fu .
rac ia es dec ir,d la vid a ític a de un p a fs (vanci • 011 a111¡
, . I nto
de la dem OC eru1_ctduras ed~al-fomales bie clepeenrdta
dien.te) se explica ~ p~r tir e( su~aebslt n epe n ten te) 0 (R. . , e su
tos e insnru c1ones van . 0~leyes·
1 1 s sub yac ent es, se asu th 1•z 199
re~ ª~ eno en cua nto a los'dval ore
Asmusmaci' a liberal com o I ea1 nor ma tiv o.
. ..,e ad '
e,ensa ).
. los l
democr «se ocu pa de 1 de la
E síntesis el enf oqu e leg al-f orm al ªj
r~glas, Pr
gob ier no, util iza
. ~ y orga~izaciones for ma les del .
exp lica r los condic~ Utillaje tan~ced¡
~1~nta com o del his tor iad or par a antes queºhde!
1urb1s el com por tam ien.to lpol ític o y sob re la efic aci a d etoln a de""' a
. l
so reueve la dem ~ra c1a i'bera1, esp eci a me nte el mo del o r ~,,ocracia Y
rom epresentati' Y
7: 58) .
ilamado de We stn uns ter» (Rh ode s 199 Vo
ent e (co mo ya q d O,
El Derecho Político y má s mo der nam señalado
áuinas anteriores) el De rec ho Co nst itu cio nal , se con vir t~e tero n en J con. en
P ~- d ' d. e la pol'tt•<: · As ' l
a ?1~ yor par te de los os
tinenres del ~sru io 3· i, «
a del reg 1m en con stit u . autores de
Ciencia Políoca del siglo XlX -ep oc
con tem por áne os enf o cion1al de cuño
libe ral- - com o par te de los aut ore s °s Proble.
os des de un áng ulo jur ídi co. Se tra ta fun dam can 1
mas pol ític
' 1a c·1enc1a . P o l'ltlc · a com o Cie nci d men te de
ent a
aquellos que con cep tua n I
, par a los cul tiv ado res de es~ e f Estado,
(Ferrando 199 5: 28) . Y es que
ee una s car act erís tica s úni en oq~e, el
Estado es una forma pol ític a que pos no pue de encats Ysin~.
lares. Es la única org ani zac., ión for ma l de la que unofu rarosali r
' b. '' l
·co y tamb 1en o es su nci ón puest
a volunt ad . Su am 1to es um las
demás organizaciones for ma les que
dan sub sum ida s en él. El Esta~ que
e en su cap aci dad de coe rció nº pos~ e
un estatus mo ral y ético, que se tra duc ~·
Las reglas legal-formales gar ant iza
n el fun cio nam ien to del Estadom(irO!Z
1980: 23).
), el enf oqu e institucional que
Co mo ha señ ala do Ap ter (1991: 487
rtu alm ent e un sin óni mo de Ciencia
dominó en esta pri me ra épo ca fue «vi ble dil em a ent re innovación y es-
olu
Política, que pro cur aba res olv er el ins
ám ico y una pol ític a abierta». La op•
tabilidad me dia nte un equ ilib rio din ·
n glo bal de esta ten den cia era la dem ocr aci a y sus reglas de funciona
ció
aba má s hac ia la descripción que hacia
miento. Pero su exp lica ció n se dec ant
ren tab a a fen óm eno s no formaliza·
el análisis, especialmente cua ndo se enf
udi aba cóm o los der ech os, los princi-
bles. En efecto, esta per spe ctiv a est
titu cio nes , sie ndo par tes integrantes
pios y los fines se com bin aba n en ins
aba que cie rto s pri nci pio s fundamen·
de ciertos sistemas políticos. Co nsi der
ono cie ndo que ést os sólo podían ~~r
tales era n derechos «inalienables», rec ·
dab an alie nad os po r el sist· ema'60polin
auténticamente inalienables si no que Por.
los en la ley y en la ~on snt uci 1991
co, es decir, era necesario pre ser var ·
hab ían de ser sól ida s (Apter
eso, tan to la ley com o la Co nst ituc ión . d la
.
489).
est udi o, el uni ver so de mtj~t
;ta·
. ~i~ndo la d_e ~oc rac ia su obj eto de eur ope as, que
: las dem ocr aci as
disciplina era lirrutado, etn océ ntr ico pue Sro
dos Unidos Y, ext ensiva me nte los dom
inions bri tán ico s. Pero,

136
p,t!NCIPALES EN LA C IEN C IA POLI
ues r, cA e
er.JFºº ON TEt1P o11,~N
. ·s de la socieda~ qu edaba muy alejado de su EA
1
1 ¡1náhS z la profundidad de los movimientos . s pre0cupaci
~ relectllª1es ~jedad política/sociedad civil quedabOCta1es y las compres
,n . nes so .. an, salvo e1as
relílc10 rados. No es extrano que 1a Constitución de . exccpc¡ 0 nes
irlusvalo rgidos de la dislocación del Imperio Aust :cunar (y las d;
fll oS países sunto de referencia fundamental para com ro- dúngaro) consti-
uiYlln un pu f que. Al mismo
. . 1d pren er los b'
uem~o, a estrucción de aqu II o Jetivos
°
de este en del universo político que se intentaba est/ os conglomera-
dos leg~~d: forma característica su ?ehilidad y sus lími~~~\con cl~os,
evidenc~ y el ascenso de los fascismos, que marcaron 1 ~~oluc16n
bolchevtqUl~berales, constituían realidades que escapaban a i3 cns,~ de los
{menes . os parametros
reg . •wciona1ismo.
del ¡0Stl

11. EL BEHAYrORISMO

mo se adelantó en el capítulo dedicado al objeto de estudio d


1
T~I Y~ºpolítica las insuficiencias del enfoque institucional dieron p,·e e 1ª
Ciencia ' d , d a a
lac ión de nuevos postu1a os, mas centra os en la consideracio' n del
formu
d orno centro del ana' l'1s1s. de la c·1enc1a
. Pol'mea,
. más abienos haci
0
P e~ c1,ón amplia y globalizadora de los fenómenos sociales que constiru~
1entorno de 1a rea l'd
una vis i ad pol'1t1ca
· y mas
' sensi'bles hac1a
· las mterrelacio-
·
yen :ntre fenómenos sociales y realidad política. Después de la primera
nesrra mundial, en el marco
gue . de la tradición cultural anglosajona y espe·
cialmente de la ~ortean:iencana, to~~~on cuerpo nuevas ~ercepciones de
la actividad política, alejadas ya defm1t1vamente del formalismo jurídico, y
tendentes a profundizar aún más en el realismo. Esto significó -tanto en
los Estados Unidos como luego, por extensión, en Europa- una ciena
concesión de la Ciencia Política ante la Sociología (Benedicto y Morán
1995). Esta situación no tuvo el mismo significado en Europa que en
América. En los Estados Unidos, donde la organización de la culrura tiene
unos contornos más informales, la relación entre Ciencia Política y Socio-
logía fue desde el principio mucho más fluida y, por otra parte, no estaba
tan fuertemente condicionada como en Europa por el peso que en la
estructuración escolar ejercía el predominio de las orientaciones jurídicas.
En lo que se refiere a la tradición europea, conviene recordar que una
buena parte de las nuevas orientaciones surge a partir de la vincuJación de

2· . El institucionalismo «combinaba al menos cuatro grandes proble013S interrelacionad_os


~e políti_ca: el derecho, los legisladores y la legislación; ·1a índole de la magistratura Y la sober.irua;
as relaciones entre la nación (una entidad primordial) y el Estado (una entidad jurídic:i Y coa~rac-
~ª1)• d?nde la Filosofía Política constituía el marco lógico y normativo. Recapitulando, el 3110~ 0
tnstituc10 ar • diseñado para abordar el problema de cómo extgu .· . respo11S3hil1-
dad 3I
n ismo era un coniunto
•fi1 . poder, Y cómo determinar políticas mediante leyes formuladas y aplicad.'.ls por el se-:-ror
' crcnte del Est dO
ycnd0 a Yapoyadas por el sector ceremonial (según l:i expreSJ'ón de R""&e oo hot) consotu·
'
ambos sectores una obligación para el ciudadano y el Estado• (Apter 199 l: 493).

137
OLITICA y TEOII.IA POLITI CA CONH .. p
" 01\~~
CIENCIA P E~s

. . Sociales con las instituciones políticas y adm. .


las Ciencias fses son las responsables últimas de los plan ll~1strativas
en algun~s p~mpartidas en los establecimientos de enseii:s e estud¡~ %r
",rz~
las mda~~ó1ans ~mericana, la proximidad entre· la Ciencia Po ttcasuperio/E y1 •
odc
la tra 1c1 • a Ad .
. ción PlÍblica tiene otras consecuencias, ya que, con f
mds~ . rraa·ón actúa como motorí de la deman da de recuenc¡ a rn,.
A nums · ((Ptodu , 1a
comunidad intelectual, ~ por ebsta vi ªes~ eJe~cepunl a_relativa influenct?s- a la
líneas de la Administración so re a 1enc1a o ft1ca: c1a de las

La nueva Ciencia de la Sociedad (la Sociología) tiende


io ámbito a la Ciencia Política, y por·lo tanto a la apretrª~so
0 ttca ·
rber en
!'Op · 16 • 1 · 1 · SU
«reduccionismo socio g1co» o . a s?c10 og1zac16n de fa polític llti_sllla. El
p
blementc unida a la democrat1zac16n _de la política y encu/ va Ulduda.
rcft-rencia tanto su fuerza como su límite (Sartori 1984: lll).ntra en~

El énfasis se sitúa entonces en el análisis del proceso ,.


1
contraposición a las estructuras, tan apreciadas pordlos instir/cionaJ1st ? •tic? en
I' ·bf b ·d ·
El proceso _po 1t1c~ conc~ 1 o como u~ ~onJu~to e interacciones en:·
las insrituc1olnes p_u 11ca~ y ?ós gdruplos sC0~1a e_s y Ses~mboca finalmente' dee
la mano de a ps1co og1zac1 n e as 1enc1as octales en gener 1
análisis del comportamiento político, dando lugar a ·und deba:e' entre en el
. . t C ll d ,
· · onar1st~s y bbehhav1_on_s as. on e o q ue ~ entbromza a, como ya se
·msntuc1
vio, la «revo1uc1ón e av1onsta» que para 1os nuem ros de esa tende .
constituye de hecho la piedra angular de la fundación de una nu:cia
Ciencia Política. En realidad, se trataba de una protesta alternativa a;:
limitación de los viejos métodos y un esfuerzo de profundizar en las
estrategias científicas y la ampliación de los campos de observación.
La primera guerra mundial provocó un auténtico seísmo intelectual
entre los estudiosos de la Ciencia Política: crisis de identidad y de legitimi-
dad, nuevos p~oblemas y cambio de escala en la dimensión de los mismos
al enfrentar la reconstrucción posbélica, pérdida de confianza en los pará·
metros mantenidos desde la Ilustración respecto del progreso social. To-
dos estos factores configuraron un paisaje que propició un cambio radical
de perspectiva, al pasar del análisis volcado en la Historia, la Filosofía
Política y las instituciones, a la indagación sobre las expectativas d_el futu-
ro. Roben Dahl (1964: 85-109) destaca «seis poderosos estímulos 1_nrerre·
lacionados de carácter específico», que condujeron a la implantación del
enfoque behaviorista:
1) La influencia de Charles E. Merriam. 'd
2) La influencia de especialistas europe os, llegado s a Estados Unt os
entre 1930 y 1940, especialmente refugiados alemanes. . Li
3) La experiencia administrativa y política adquirida por los especia s-
tas noneamericanos durante la segunda guerra mundial.
. 011
.~) El aliento del Social Science Research Counc il y de su Comitte e
PolmcaJ Behavior.

138
pfl.lNC IPALE S EN LA CIENC IA l'OLIT ICA
CONH Hl'O-A N(A
ali E 5
0

r11étOdos de encue sta y los resultados de las inv..-.ugac


EtJF
_; .
S) 1,0s 1oncs
.
ndidas, d s funda cione s: Carnegie, Rockcfeller y f ord
ef11P re) 1,as gran eJ·rse que Char les Merr iam constituye la primer
6 nven . . . .. a gran
suele 1'0corri ente behav1onsta,ba~nq~e 1ª¡fpnm erda ntihzaci6n del con-
ra de .ª. / Behavior en un tra aJ~ c1ent _ico se ebc a un
fig\110 polittctl t Tigst en, en _un e~tudto considerado precursorpolitólogo
sobre
ce~co, J-{erbeEuropaJ. Mern am, mstalado en el departamento de Cienclas
s0 ia
,¡0 nes enh. go conv ocó en 1923 , 1924 y 1925 tres conferencia
e1ec)frica d~ C ,ca ' s a 131
selec ta repre senta ct.6n de sus co1egas norteamericanos,
poates invitó 3. ~nade enfre ntars e a los nuevos problemas suscit
ados por \a
c1.I 11 }a pretens1. ºacio nalid ad bélica. El resul tado de esos
,o . tld de 1a irr encue ntros fue el
ainplit b que adop tó, a parti. r d e enton ces, una buena parte de la
cambi~ de rum o . . .
disciph~3 • de la Psicología Social y la eclos16n de las Ciencias del
El impa~to to marc aron ese salto, cuyas claves recogería el
propio
corn~ortamJe: t~xto que se consi dera refer ente originario del
enfoque
Merr1~m. en_ Merr iam traba jó sobre algun os de los t«:~as discu
tidos en
1,ebavio;;t~ects of Politics (1925), que se c<;>nv1rt16 en el punto su
de
obr~ N d que a parti r de ese mom ento se confi guró como
par:"da e 1~entando con sus plant eami entos la actividad del Social Scien
la Escuela de
ce
Chi:~h ~oun cil, presi dido por _él mism_o. D~ec hada la_His~oria ~orno
R:od o de traba jo, las interpretac1one~ p~1c ológi ~,. las ps1co
b1~afías, el
:álisis factorial, la estadísdnc~ ydel an~sis cuanntaf:Iodvo sedconvrrn
¡ nuevos instru ment os e m agac16 n en e1 pen o e entregeron en
J~d o plena vigen cia inme diata ment e después de la segun uerras,
da guerra
mundial. Frente a otras orien tacio nes, sus cultivadores proclamaro
n la
exclusividad de su méto do científico. El mode lo del «inve
stigador de
biblioteca» debía ser supe rado y sustit uido por el del investigad
or centrado
en el trabajo de camp o práct ico, al modo de los antropólogQS, sociól
ogos o
geógrafos, y ocup ado tamb ién en la exper imen tació n, propi a de
los psicó-
logos (Lasswell 1971 : 31-7 8).
Junto con Merr iam, las otras dos figuras intelecruales que protag
oni-
zaron la fundación del enfoq ue behav iorist a fuero n George Catlin
y Ha-
rold Lasswell, a los que ya nos refer imos en el capítulo prime
ro. Baste
recordar que el punto en comú n de la obra de estos tres autores
consiste en
la cara~ter~zación de la Cien cia Política como una cratología, esto
es, como
una _Ciencia del Pode r. La persp ectiv a de estos pioneros se
impondrá a
Parttr de la décad a de 1930 , ocup ando las décad as centrales del
0ercz 1999: 152-153). siglo xx.
¿Cuáles son las carac teríst icas del behaviorismo? De acuerdo
con Eas-

3. Previamente
1(
cnt, en un trab . • en 1928, el concepto fue utilizado por un periodista nortc- . - -L
ª10 sobre los modos de actuar de los políticos americanos (Dahl.imcnan o. Fnw,.
1964: 86).

139
CIENCIA POLITIC A Y TEO"IA
.
POLfTl cA

ton (1969: 24-25) , éstas pueden ser sintetiz adas en el d


CoN,-Et 1
Po~~
1-it~,
r
. . eno 111 •
del Behav1onsmo»:
1) Regttlaridades: En la conduc ta polític a se PUe 'nado t1cr
midades cxpresablcs en teorías . den dese b . edo
2) Verificación: La v-Jlidez de esas genera lizad u tir u11¡f
0
3) Técnicas: Los medios para recoge r e intcone s debe ser t-
rigurosos. . . rpretar datos \?ificable
4) Cuantificaet6n: Para que el registr o de datos 1a for ebe1¡ ~·
· 't d' Y
rnuJación d
t
hallazgos sean prectsols se _nóeceés~ a me) ir y cuantif icar
5) Valores: La eva uac1 n t1ca y a explica ción · , . el0s
Jos clases de propos iciones que deben disting uirse ernf'~•ca requ·
6) Sistematización: La investi gación debe ser sis~na ~ta~arnente•ere11 de
ción no respald ada por la teoría puede resulta r triviatr n¡r•ca: la in~es .
apoye en datos, vana. . Y ª teorfa que tiga.
11
7) Ciencia pura: La compr ensión y explica ción d 1 cond º~
· · l f e ª
son 1 _ógicamente anterio res a. os es uerzos por aplicar I Ucta _Políti
políoco a los p~oble?1as_prácr:icos_. ,. e conoc1rn¡en~
8) lntegrac,ón: S1 la mvest1gac1ón pohttc a prescin de d 1
oo-as disciplinas, corre el peligro de reduci r la validez d e os hallazgos de
socavar su genera lidad. e sus resultados Y
Como señala Sander s (1997: 69), la pregun ta central d l f
ducrista es ¿por qué la gente se compo rta como lo hace~ ; en o~uecon.
gante se derivan las dos señas de identid ad básicas del c~ndeucet~te interro.
. b bl . 1smo•
a) El compo rtanuen to o serva e, sea a mvel individ ual s · .
agregad o, debe ser el centro del análisis . ' ea ª nivel
ier explica ción debe poder somete rse a una comprobac1on •,
, . Cualqu
b)
empmc a.
Esta orienta ción, con su preocu pación por el método , condicionó tam•
bién el rechazo de los grande s temas y la dedica ción a objetos muy concre-
tos y fácilme nte aborda bles (Roiz 1980: 31). Comen zaba así el cultivo
empíri co de la microp olitolo gía o análisis de los compor tamien tos indivi•
duales. Puesto que el estudio de las norma s y de las instituciqnes era inca-
paz de explica r el funcion amient o «real» de los movim ientos políticos y en
especial de los fenóme nos de cambio , el behavi orismo intentó profundizar
en los método s de modo que por lo menos éstos fuesen in~ontestables,
analiza ndo todos aquellos fenóme nos suscep tibles de ser cuan~c ados. Esto
produj ? avances muy ~P?rta ntes en el conoci mie~~o , por, e1emplo, de lde
mecarusmos de parnc1 paaón elector al, lo cual abno una hnea fecunda .
trabajo: la Sociología Elector al. El recurso a )as técnica s de encueSfa pe~
mitió progre sar tambié n en el estudio de la opinió n pública Y en la maqui·
naria de toma de decisiones. . · ras su
Por otra parte, el cultivo de la ciencia no impidi ó a los
_ beh~j°r! ~istra·
vincuJación -no sólo técnic a- con el quehac er político . La / durante
ción Roosevelt se sirvió de ellos en la edifica ción del New Dea Y eración
la segund a guerra mundia l, Jo cual marcó e) inicio de una coop

140
pl' tN CI PA LE S EN
oo ll ES LA CIE NC IA 'OL ITI
CA
'"' ' CO NT (M
, ,ou.
e la Ac ad em ia y la Admm , .
clcote en t~ na ca ra cte rís tic 1s tra ci6 n Pú bl' NEA
a de la Ci en cia Política ica f
cre virti6 en . ón be ha vi or ist , den6f!'eno que se
'º,.11 st
pretett es De sp ué s de la
11 .. d va.1or .
a de rea liz ar un a activida
se gu nd a gu err a mundial cie
~ta . oUntdensc, pese
·bre e f (a y las pe rse cu . ntífica neutra y
11
n11erra r l e~n las in st1 ~, o ~e s d e Mac Cart hy , se ' con el CStal\'d
1ll i,- or a ,, tuc1one s académicas lo introdu' _1 o de
err or rn d
cc r las pr op ue stas e ref ' CU"'\ Jo un
°' atenu6 · a de clim
~t d sa pa re or ma so cia l
hiZº e . as. En es tas co d . . y el de \ 0 incluso
n ,~ ton es, e l be hav1o . . sar ro
rfas CdttC er ac i6 n co n
el s1s~em~ y la d~fensa demo
ns signific6 \o de Te~
casos la co ~ 93: 9) . _Es ta
O la Pax A m er : a\gunO\
9
y ¡kenberg. oc ias So cia les
de r_1va ,d eológica co nd ujo
a una sir ua c:(Ha\\
oc cid en tal es se las arreglab
C ual ~las teda en gr an m ed id a de an para ma en \a
ar ta l fu nd am en tal pa pe
vista aPco mo po ten te~ y au 6 l exp lica h,~ tcn dcr
t. . . .... o \su
Estados to do ca so , la mvest no_mos a~to~es organizativos» (Skocpol le ~:
1gac16n ob¡ettva, ne utr al 989
g1)._ En d va lo r re pr es o desvinculada de las
en tó un a su er te de zo na
0 pc1oneds. eo s un te rre franca, que garantizab
no út il e int ele ctu alm en te leg
\os _estu de io sun
a ab ier ta co n fro nta c1'6 ~ l'ltl·ca. D · itim ado par.a huir ªd ª
pehgr? la ép oc a co m o «u n pe po l
ame Belt (1977 : 52) ca- e1
racteriz .
desconc1e
6
:to cu ltu ra l. Po lít ica me nt e,
-
rio do de conservadurismo político
fue un pe rio do de desilusi
ón,._
y

111. EL ANÁLISIS SISTÉMI


CO
íticas
de Ea sto n a
~ -~:s pr ec ed en tes , le cola or to do xi a be ha vio ris ta,
nd uj er on a pla nte ars
ya reseñadas en \as
~~foque de l es tu di o de la e la necesidad de un nuevo
polít.~ca. qu e, ~u nq ue segu
andes co or de na da s de l be ía
ha vt on sm o, in ten tab a au enmarcado en tas
~p \ic ati va y co mp re ns iv a me nta r la capacidad
de l an áli sis po lít ico . En est
Easton pu ed e co mp ar ar se e sentido, la figura de
a la de Po pp er . En efe cto
revisión el po sit iv ism o clá , si Popper sometió a
sic o, Ea sto n rea liz ó idé
behaviorismo. Y de la mi nti ca operación con el
sm a ma ne ra en qu e la
revisando as pe cto s su sta nc ob ra de Popper, aun
ial es de l po sit ivi sm o clá
fuera de l po sit iv ism o, tam sico, no puede situarse
bi én la ob ra de Ea sto n int
llos e ins uf ici en cia s de l be en ta superar los esco-
ha vi or ism o or igi na rio , pe
del mismo. En cie rto m od ro situándose dentro
o, la ob ra de am bo s au tor
de Kuhn, se gú n el cu al cu es responde al esquema
an do un pa ra di gm a en tra
interior de l pr op io pa ra di
gm a pr ac tic an tes de la cie en crisis surgen del
ran ref or ma s y aju ste s en ncia normal, que elabo-
el pa ra di gm a pa ra qu e ést
retos pla nte ad os . Re alm en e pueda afrontar los
te, Ea sto n no fo rm ul ó un
que su es qu em a er a un a a nueva teoría, puesro
ap lic ac ió n de la Te or ía
ámbito de la po lít ica , pe ro General de Sistemas al
su pl an tea mi en to pe rm iti
fragmentado un iv er so be ó u.na ordenación del
ha vi or ist a de la eta pa an
terior-4.
L,_ ~- El pro pio Ea sto n, co
1
WilOrta de la e· . po \ittc. a nomo se rec.oge en el cap. ítulo primero, al establecer bs et:ipa1 de
d~ d 1cnc1a
la
ª de 1960 com o "et apa bchrteaviam enc ana , den om uu al pcn.
orista •. Las obr as clásicas
odo que ~ catre 1vº.W y 12
.
de Easton. pu bl i~ en el
periodo

141
CIENCIA POLITICA Y TEOI\IA POLITICA
co11,1Ttl'1po1'.4.

La ~bra de un biólogo, Lud_wig von Bertalanff . NtA.s


influencia no sólo sobre Easton, smo también sobr e1erc¡6 J'
su formulación de la política comparada desde un Pe nbriel J\lrnlllla &t
lista, y sobre Karl Deuts~h, que_encontró en Beunto de vista f°llcl, c~I\
inicial para su propuesta c1bernéttca. Bertalanffy rtalanffy un ll11c¡0 n tt
1920 venía trabajando en esta línea, tras la segundaque desde la d~eferen:·
so un cuerpo de doctrina global: al elaborar su Teor7uerra rnundi tªda d:
pretendía unificar ~a ciencia mediante la aplicación : Gen~rat de\ProPu.
1
de algunas aportaoones procedentes del campo de 1 ;s ~•encias Sst~lllas
gia. Easton _se hizo eco de <:5ta orientación, al afirma: ísaca o de la i ·'ªles
puede considerarse como sistema de conducta y el s· que «la Vida 1010.
st
principal unidad de análisis» (Easton 1965a· 46) A • e~a PolfticoPsol(tica
lló su esquema sob re cuatro conceptos prmcipale . S. de ah'1, deserá su
· . · Partir
Respuesta y Retroalimentación (Easton 1965a: 24-2~)· i stema, Entirro.
a) Sistema: Es útil considerar la vida política · rno,
comportanuento. . como un .
sistema d
b) Entorno: Un sistema es distinguible del medio en . e
abierto a influencias pro~en!entes del mismo. 1
e que existe y está
e) Respuesta: Las var1ac1ones en las estructuras y p
·
un sistema se pued en mterpretar
· correctamente como esfu rocesos dentro de
vos construcnvos • o posinvos,
•• rea1·izad os por 1os miembros derzos . alternati-
regular o hacer frente a la tensión dimanante de las fuerzase
dantes como internas.
1 st
em~ Para
' ~nto circun.
t
d) Retroalimentación: La capacidad de un sistema para in
haciendo frente a la tensión es una función de la presencia y natuanaltenerse
. ormac1.6n, as1, como d e otras m
la inf . fl . r eza de
uenc1as que recaen sobre sus act
y sobre quienes son responsables de las decisiones. ores
En palabras de Easton (1965a: 48):

Tal como yo lo concibo el análisis sistémico arranca en general de la


concepción de la vida política como un conjunto delimitado de interaccio-
nes, enclavado en otros sistemas sociales y rodeado por ellos, y a cuya
influencia está continuamente expuesto. En tal sentido resulta útil inter·
pretar los fenómenos políticos como constitutivos de un sistema abierto,
que debe abordar los problemas generados por su exposición a las influen·
cías procedentes de estos sistemas ambientes. Para que subsista es necesa·
rio que el proceso consiga retroalimentarse en grado suficiente de sus
realizaciones pasadas y que pueda tomar medidas para regular su condu~a
futura. Dicha regulación exigirá tal vez la adaptación simple a un ~edio
cambiante segu'n las metas fi1·adas pero también modificar metas annguas
o transformarlas por entero. Quizá · 1e, y sea
' no baste la adaptac1'6n simp

que transcurre entre 1953, afio de la publicación de The Political System,_~ 1965.; a.ño de
danla plena·
publi·
cación de A Frameworir. for Political Analysis y A System Analysis for Pobt,cal U,e, qu~b'rse como
mente incluidas dentro de esta etapa. Por lo tanto, el propio Easton tiende a. a.utopcrc• 1
1 panc integrante del bebaviommo.

l 142
ªª
EN LA CIENCIA l'OLfTICA CONTIP1'0U,UA
,-,c1PALES
1

... ,ooLI 1s "" . tema cuente con la capacidad de tran~formar 50 prorua


ff" , ue e1 sis . ,,.
sartO q ocesos internos.
Jle'~ctura y pr
estr ......,isas Easton desarrollará su conccpcí6n del siste-
tas pre .. "' ' . d . .
•r
1
de es · ·f· ará como una sene e mteracc1ones abstraídas de
art
A P . 0 que identl ic d · 1 1
d eta social me 1ante as cua es se asignan · autoríta-
rflª pol~d~l de la co~n~ sociedads. En el interior de las soci~adcs Easton
cota!• .,atores en . d miembros, algunos de los cuales c1erccn como
1a 11 ce T • cenc1a e ·
,¡a111eoce la e,c1s capacidad para impone_r sa~c1one~, y aud~qul~ no _podrá
re'ºº·dades con . al Estado, lo ~enommara _c<;>n cierta 1sp 1ccnc1a «esa
3uc~r• la referencia olítico societario que convm1m_ o s en llamar Estado. En
ªf
ob"1 e de sist~ma ae la fuerza está en manos de quienes actúan en nombre
esPe'uso Jegít1_mo d» (Easton 1965a: 85). . . .
él, el da la soc1eda , 'tes sistémicos» permite a Easton separar el sistema
d to de « 1im1 . 1 . b. .
e El ,onceptoy en consecuencia, disce i:_m~ os m~erca~ 1osd entr~ SJSdte-
entorno ' z conocidos los 11mttes sera pos1 61e espeJar os
de suy entorno. U~ablve_ las «variables dependientes principales,., que se
(113 d vana es. . 1 . bl
categorías ne el interior del propio s1sdtem~, y as «v_a_n a es ext~mas»,
oducen e El entorno e1 sistema po1meo Io consoruyen
P~oducida~ por e de1 torno.
la sociedad (sistemas intrasocietales) y los sistemas
fos otro~ s1stemas en la terminología de Easton se corresponden con el
e,ctrasociet~l~s, 9nuteernacional. El criterio para la determinación de éstos es
1 . . . . . l
sistema P 1 Así Easton distingue os s1gu1entes sistemas mtrasoaeta es:
o ltJCO I
bastante lax •\6 gico el sistema biológico, los sistemas de personalidad y ~
0

el si~tema eco ciales.' Entre estos últimos destacan particularmente el siste- ;,c;)E"
10 s sistemas1so la estructura socia1, e1 sistema . , . y e l sistema
economJco . demo-
1
ma cu tura , , . . . )
ráfico (Figura I, en pagma s1gu1e~t~ . , . .
g Siendo el sistema político un sistema «abierto», esta somendo al influ-
jo de las relaciones con su entor!lo, tanto_ co~o a las que se prod~cen en s_u
interior. Esas relaciones concebidas en ~ermmos de proceso,_es~ sornen-
das a perturbaciones que generan tensiones (estrés). O, meJor dicho, ex-
presan en sí mismas la existencia de tensiones («internas» si proceden del
entorno intrasocietal, «externas», si proceden del entorno extra-societal),
frente a las que el sistema reacciona buscando el equilibrio entre estabili-
dad y cambio, con el objetivo de asegurar su persistencia mediante la
«asignación autoritaria de valores». Persistencia no significa inmovilidad y,
en cons~cuencia, la_ garantía del sistema consiste en la adaptación al entor-
n_o Y la mco~I?or_ac16n de alteraciones sustanciales y significativas. La no-
C)Ón ~e equ1hbno es esencialmente dinámica y sus distintos cambios de
51
~ ación dependen del funcionamiento de los mecanismos de autorregu-
1ac1 6n.

• S. Hago mía la · · b • . . .
a_utoritariamcnt , siguiente O • scr.:ac16_n de Cotarclo (1979: 120): •Por cerro que: este termino
distribución quee ch una, traducció_n infeliz del inglés autboritatively; se trata. más bien, de una
conlleva nuestro se ace con autoridad' y que no implica la idea de rigor y de ordcnancismo que:
concepto de autoritarismo (la correspondiente inglesa seria aMlhoritarialusm)•.

143
CIENCI A POLITIC A Y TEOl'.IA POLITI CA
co,...,.E~p
o 11.AN
~" s
Figurn 1

Componentes del ambiente total de "" s,ste,,,a
,, ,.,
(.'J o frt
0

(1 ambittltt IOW dt U11 sislfflla pofíb('o

El ambitntt
(la 100tdad ·'•trti~
~ ~ Sis~ ~ los snttmu lllttrna~
tcDl6cico ~ at pt!IO~alidad SO<ia!fs políticos El sist,rna
lts ~
~~ l int,macion11ts . 'col6fico
tnt,rnaoonai . ~
~ O~s lhft~
Cibal social ~ cltinocrifico sabsimnw

rr--- ,---41_ ~
SitttllllS NATO 'E ,-__,
. J ATO Nacion,s Otros
poli·neos U.
indmdlllles n,du subs~tt111¡¡

Sisttrm Es1n,ctura Sist,ma


Olltural socj¡J
. tconómico
tnttmuion¡J int,rmcional int,macionaJ

FMmte~ Easton (1969: 106).

Para analiza r las relaciones entre el entorn o y el sistema, Easton


d ·
recurn·ra' a )os concep tos e mput ·
y output , que pueden traducirs
d e como
L
·
«msum os» y «pro d uctos» . os .msumo s proced . entes del entorno se trans•
6

fonnan en prod uctos en e I sistema, y me 1ante el procedimiento d


retroal imenta ción son devuel tos al entorn o, de modo que este procesi
revela que un sistema polític o no es sino un medio para convertir en
produc tos ciertas clases de insumos. A su vez, los insumo s pueden clasifi•
carse en dos tipos: deman das y apoyos . Las deman das son «afirmaciones
articul adas, dirigidas hacia las autorid ades, propon iendo que se establez•
ca algún tipo de adjudicación autorit ariame nte» (Easton 1965a: 120). Los
apoyos «estará n en relación directa mente propor cional a la cantidad de
deman das satisfechas y serán una buena radiog rafía de la activida~ ge~_e-
ral del sistema. Los apoyos, por otro lado, signifi can una denominaat°0
de relativ a modes tia funcional del princip io de legitimidad» (Cotare 5
1979: 123). Gráfica mente, la concep ción del sistem a político de Ea con
aparec e en la figura 2.

. das (inputs) Y salidas


6. Otros amores como Courclo (1979) prefieren denorrunarlos entra 1
uts).
(outputs). Por su panc, Roiz (1980) los denomina insumos (inputs) Y cxumos (ou P

144
•tL •C ll' AL ES
EN LA CI EN CI A l'O
ol lf S l' " ro
LI TI CA ,.
Er,1 f ° Figura 11
'- ON T( M PO • •
" "'t-ll-'
Un modelo de sistem
a polftico de respuesta
di námica

1
---·•-.
¡e=- •""••

O de . rtt ntt

fuente : Easton (1969: 15


4).

I El sisféina po lí ti co
ts"son transmitidos fu.nciona de l m od o siguiente: las de
re s tales co m o parn ndas ~ ~po-
al si st em a po r ac to ~a
~ po s de presión,
si nd ic at os y ot ro s do
Estas organizaciones canales previament~ s políacos,
ac
filtros, seleccionando tú an a la vez co m o canales transn establecidos. /
de l co nj un to de de usores y como
m
de be n se r tr as la da an da s de los individuos aquellas
que consideran qu e
portante pa ra ev it ar da s al sistema. Esta
un fu
sar al sistema. Ya en a so br ec ar ga de de m an da s, qu e amen nción es im-
el in te ri or de l sistem ac
son procesados y tr an a político, las deman e con colap-
sf or m ad os en pr od da
en definitiva, va lo re s uc to s: leyes, decision s y apoyos
ad es
gía eastoniana. P or úl ju di ca do s co n au to ri da d, po r utiliza , normas y,
ti m o, el m ec an is m r la terminolo-
las autoridades de l si o de retroalimentaci
st ón informa a
el medio. Esta in fo rm em a de có m o ha n sido recibidos sus
ac ió n pe rm it e a las productos por
acertado de su ac tu ac autoridades del sist
em
como demandas qu e ió n, y pr ov oc ar á qu e de l medio surjan a evaluar lo
pu ed an se r at en di tanto apoyos
1..as.crí.ticas qu e el da s.
en 1as siguientes (C ot m od el o de E as to
ar el o 19 79 : 126-13n ha merecido se pueden resumir
real~ ~epres~nta un 2):
1 m od el o de co m po
Prop1 .ª poHt~ca en cu an rt am ie nt o m
as au to nd d d 1 to a iniciativas: en ba ecánico, que ignora la
a es e si.st em a pol . stantes ocas nes so
íttco las que toman . . io n las
truct.an.vas con el

145
CIENCIA POLITICA Y TEORIA POLITICA
CON'tEt-,p

0 b. . d d º"AN~
Jetlvo . e esencadenar un proceso de insumos (d A.s
sea proclive a la continuidad del poder político d emandas y a
) b) La_ ubicación del sistema político en el co:jJue se trate.PºY0 s) %
no está bien delimitada: el medio del sistema polft' nto del sistelll e
80
(pode~es públicos) es la ciudadanía, pero al mis~~º ~n sentido : .cia¡
st
el c?nJunto formado por la ciudadanía y los poder tl~tnpo resut r1q0
\ el sistema político. ¿Cuál es entonces el medio d!i P~bhcos
stst
con ta. que
e) El esquema manifiesta una incapacidad parad etna Polrtt'tuye
el ca~bio siempre _es una respuesta del sistema fren~: ~uenta del ca~b~
10
proviene del exterior. Pero, dado que no hay posihilidun estfrnulo :
adecuadamente hasta dónde llegan las fronteras del si t ad de distin q~e
llegan las del medio, esta inconsistencia se traduce : ema Yhasta dó:,r
tratamiento del cambio. n un Insatisfactori~

IV. LA CULTIJRA POLITICA

El enfoque de la cultura política aparece ligado a las figura d 1 .


logos norteamericanos Gabriel Almond y Sydney Verba q ~ e os P 0 ht6-
~ . . l ' menes en 1963
con su o b ra La cultura civtca, sientan as premisas fundament l d 1 '
a es e alen.
, .
foque. Las b ases teoncas sob re las que se e d'f•
i 1can los supuestos
, . l , . d l centr es
. es: 1a teon~ soc10 og1ca ~ ª. Acción Social (Parsons
d e l enfº'!ue s<:>n d?bl
y la teona ps1c?logica co~~ucttsta del ap~en~izaJe (Skinner; Roiz 1980!
79). A estos prestamos teoncos hay que anad1r la adopción del concepto
de sistema político eastoniano7 •
El enfoque de la cultura política trata de establecer una conexión entre
dos niveles de análisis: la micropolítica (por eso da cabida a la presencia de
conceptos psicológicos) y la macropolítica (de ahí la presencia de concep·
tos politológicos como el de sistema político) (Torcal 1997: 231). Como
punto de partida, Almond y Verba consideran que los ind~viduos tie_nen
una serie de actitudes ante los elementos de la realidad política. El co~¡un-
to de estas actitudes --orientaciones, en su terminología- confi~ra la
cultura política de un determinado país. Basándose en los plan_teanu~ntos
de Parsons y Shils Almond y Verba distinguen tres tipos de onent~~iones
básicas: comcion~s afectos y evaluaciones. Las orientaciones '?gmtivasr~
a:.:: z - --.---- 1 . d. .d s tienen ace
cogniciones consisten en los conoc1m1entos que os m i~i uo . afecti-
ca del sistema político en el que viven. L~s afectos ~ ?rientaci;;,~ca. Por
vas se refieren a los sentimientos que el sistem~ pohtic? !e~ P ue el siste·
último, las evaluaciones u orientaciones evaluativas son Juicios q

· 13 1 nfogue de Alm
!nd conl1urael
7 . Esta presencia de las teorías de Talcott Parsons vmcu e e de ..enfoque de cu ser
funcionalismo. Por ello no es de extrañar que ciertos auw res, mis qu~ Almond vendría ªhué·
política», hablen del "enfoque funciona.Jisca,,,. De este mod?, la .obra esoniano, que canta
considerada como la traducción a la Qencia Polltica del func1onahsmo par
Ua dejó en la Teoría Sociológica.

146
T
LA CIE NC IA
S pR INC IPA LE S EN POLfr1c.-. ij
,oauE CO Nre .. p
.., OII.A f
EN . d' 'd juic' Ne,.
. merece a 1os m 1v1 uos. Estos
fflª po lltt'~c ion al (eJ co no cim ien 1
to) y Jo irr a~ se °mponen de u
njunto cohere~~~~ (los SCntimie;ª
~ezcla
entre lo .~11es constituyen un co y se refieren e actitudes que c°s ·f.Las
ís,
oriet1tac1Jtura po1ftica de un pa a cuatro d'1mensioon nes
1gu

la cu Jítico: ; . el
,at1 0
ltttc ~ gl? ba l.
lfl ici a eJ sis tem a .J?O
5¡5ce tttucionales que .
1) B da los mecanismos ms insu-
lo, partidos políii::rc1onan los
2)1 si:rema político (p or ejem~ tema político (p .
mos a P. t.1acia los pr od uc tos del sis or e¡emplo, poi '1t1c . as
3)
. )
. . . embro participante d .
' bltcas 1 1stem
pu Bacía un o mismo como m1 en tre s tip os ide ale s de ecusl ª ~lítico.
J)ra A] mo nd y Ve rba , ex ist tur a poh nca•
. l · S . inte gra nre s no r~
lJa
a) Cultura p~rrodquta ·. .e nes caradctenza .pdorque sus de r d
e auton ad políti ca I
I la existencia e pos1c1o ~u~ et s: :
óx im o y fam iliar. No se es~ era
n~~e:ilá del ám bit o má s p~
molítico tenga qdue P;bºd~orc11on a~ PdZ:º~ductos.
P( b) Cultura e ~u rto: os m 1v1. uolos qu muestran un gran interés hacia
hacia e pueden obtener de e, ,1 o
du cto s del sis tema, esto• es, per
.
l . ere;s h acta los msumos, esto es, hacia los aspeaos de
1ospro aso o. nu o mt
muYesc 1
;.
_1~ 1ca.. .
po
la participac ión
pa rltctp att va : Su s mi em bro s muestran un gran interés hacia
¡ e) Cultura lítico (insumos y productos}, des
tacando
todos los asp ect os de l sis tem a po
ítica.
cipar activamente en la vida pol
el alto grado de interés po r partipolítica son tipos ideales que no existen en
Estas tres formas de cultura son híbri-
bien, las culturas políticas reales
la realidad en estado pu ro . Más onentes de todos los tipo s ide ales. La
los cu ale s se me zc lan co mp
dos en por ser
tipos híbridos. Está caracterizada
«cultura cívica» es un o de estos en la cultura de súbdito y en la cultura
tes
una mezcla de elementos presen rati-
resultado una cultura altamente ope
participante, mezcla que da como rendimiento del sistema político demo-
no
va para el funcionamiento a ple sente en
la cultura cívica se encuentra pre
crático. Para Almond y Verba, lat erra: la democracia liberal ion ~c a
o Es tad os Un ido s e Ing
paí~es com asiado) Y
dadanos participan (pero no dem
me1or Y es más estable si los ciu
siva) (Torcal 1997: 234):
obedecen (pero no de forma pa
jos en los que siempre coexisr~n es los rres
Los individuos son seres comple naa
afectiva y evaluativa; las· ecu1rur don ram-
tipos de orientaciones·· cognitiva' en este caso los ~es ~pos di 'd eqw·-
a
b'ién lo son a su modo coexistiendo · · · s1un·rua 111 v1 uo yo,
· básicas: parroq'uial, subjetiva y parnc1panva. vas de su
f¡º ttca aquel que sabe integrar las distintas partes conSO es culturales

ibrado es la que posee sus componeOn) r
una nación estable y productiva escongruente (Roiz· 1980·· 9 ·
· s en forma equilibrada y
P0 líttco
.. • 1st · olítico se forman
la 0 · . ind ividuos hac ia el s e~ a ~ los procesos de
du s rte nta c1 on es de los
tud, como consecujf h: cristali
so~:lite l~ adolescencia y juvunena vez que la persona
J;d zado, la
zactón. Por lo tanto,
!
147
CI EN CI A PO LI
TI CA
.J
Y TE Ol '.IA PO LIT tC A_

cu ltu ra po lít ic a de 1os . d.. d C oN i-


au nq ue d sis te m a po lít m 1v 1 uo s re su lta
ex t ~i-,"º""-
tacioncs pn__:u..1 om m
ic o tie ne ca pa ci da d P~rar~n1 ad an ~t._

an te en tr e su s cm • d d ,e n
a an os l •n. flutr
i
y pe rs ist en ci a de la s · en te
or ie nt ac io ne s qu e co el .est.\b¡
las po si~ ili da de s rea~es ns ti ~; ci er to es qu tip
qu e un si st em a po lít ic o dee. ~
ra. po lin ca de su s au da o t~~ la culturae la estab 1
da no s; la tr an sf or m ~rett'.
revela co m o un pr oc es ac ió ne de lllod~?litica 1
D e aa ie rd o co n To rc
o le nt o y di fíc il.
n de las or~e•car la 1
.d~d
al (1 99 7: 23 5- 24 0) ~ll\ita.
m ie nt oS de A lm on d y lltacion 1t\i.
V er ba pu ed en re su m 1
1) El concepto de cultu ir s; as cr í~ ca s a
ra po lít ic a: Se tr a dcomo sigue: 1os Pla
es ~
co )' sesgado 1·deo16gi· ca at
nt
m en te , qu e as um e qu
y eficaces se en ai en tra e la sedun e 0 nc ep t ta.
n en el en to rn o an gl os
tc rta ), co ns id er an do qu aj ón &_01 0cracias0~ :0
e un a m ez cl a eq ui lib céntt¡.
no m ía de la s élites es la ra da d stado~ lJnido est
fó rm ul a id ea l pa ra lo ables
de la s de m oc ra ci as lib gr ar e P~ ci pa ci ó~ e lng
er al es . A m bo s as pe ct 1a.
po lít ic a co nt rib ui rá n a os d ~n °P tu no re n~ U
es tim ar qu e el de La cu to.
m uy co ns er va do r. ltu~a•~~:)'¡cepto de cu~to
2) La relación entre cu ca es un enfoq ra
nos: D es de el en fo qu e de ltura política y co m po rt am .
la el ec ci ón ra ci on al se lle
m ie nt o de lo s ci ud ad an so st i~ :n to de los ciudada.
os ob ed ec e a un cá lc
ba sa do en su s interese ul
za d s. Po r lo ta nt o, lo s ci ud o ra ci on ~ du~ el ~ºn:t~ona.
d
__, or es elasurul be fi · ad an os actúane os indivi
ne oolí~l:1 fu nc1· 'on d e · duos
:~ t~ ..1. ~us m ter es es individu como maxitn¡
tu ra po ne a pa ra ex p1 ales,
1c ar e 1 co m po rta m ie nt no siend~
['Cl 'l

OS Vl uU OS .
o político de
3) la relación entre sis
te ma político y cu ltu
de Alm_ond y V er ba , ~s ra política: Se cuestiona el
m od el o de cau_salid~d
ca no es la variable m tim an do qu e la cultura
_ · de lo s ci ud ad an os (v de pe nd ie nt e qu e ex pl ic a el co m po rta m ie nt políti- ·
ariable de pe nd ie nt e) . o
las ac tim de s qu e lo s ci Se pl an te a, po r el contr político
ud ad an os tie ne n an te ario, que
m ed id a se co ns tru ye n su si st em a político en bue
co m o re sp ue st a a la ex na
tie ne n de l fu nc io na m ie pe rie nc ia qu~ es_os indivi
nt o ~uos
ci ón de la causalidad: se de l si st em a. D e es te m od o se mv1erte la dire
ría la ex pe rie nc ia de lo c-
po lít ic o la qu e explicar s ciudad~r:ios con el si5tem
ía ac tit a
Estas críticas pr ov oc ar ud es ha ci a el si st em a P<;>lttico. d bo
on un a re vi si ón de l pa
po r el pr op io Almond ra di gm a, lleva ª ª ~on
en The Civic C ul tu
es ta re vi sió n, las
davsky y Pu tn am han pr
obras de au to re s co m re Revisited <1989>¡
o Ba rn
{º:º Wil·
op ic ia do un re na ci m ie es , Kaase, Ing e q~e 'en los
úl tim os añ os se ha reve
lado co m o un o de lo s nt o de l enfoque, la Ciencia
Po lít ic a. m ás in flu ye nt es en

v. EL NEOlNSTITUC IONA
LI SM O
. . . f ¡os
El "n ue vo _mst:Jtuc1ona . de ec
lis
de Ja co rn en te hasta en mo » su rg ió co m o re ac lo s excesos y I beha·
tonces he ge m ón ica en ci ón .ª cía política, e
la Ci en

14 8
_J
r NCIPAL
ES EN LA CIENCIA li'OLITIC A CONT("l i'OltANe •
"'
S p 1t 1
.~,oau' . excesiv o que éste había deposit adó en el "''mpo
é fas1s 1 . d h b na-.
• en sus va ores y act1tu es, a ía supuesto la
'-V
s _el n .
. ,¡sr11°d · )os suJ~toS~ nes del análisis político :
marg,-
t'I 0 tO e . jnstttUCIO
Jfl¡efl de )as .
ci6r1 . . do a un retorno importa nte de Ela categoría (instítuc'6 n)
,ia isuen d , .
J ana11s1s. I' •
po 1t1co... n este sentido el 1
neoi
~os as . •ficativa e
f
f:st O var!able s1 ~ne un intento de superar , o al _meno, completar,n:í
'.ºo;¡0 nah~rn° ~~todo lógico, tan J?Oderos o en !os ~~os sct~ta y ochenta
~•~jviduahsmoafirmando que no e~1ste un a~or 1_nd1~dual smo sujetos que
lfl[d I siglo XX], d en tro de comple1as tramas mst1tuc1onales (Morán 1998:
e . sertos
actÚªn in
22-23)- . . .,
. • fluenci a del behav1 onsmo tambaen quedó patente en
1
"a.. 0 ra bien, . ª m pues el rigor metodo. lógico y la reflexión teórica
J'lJ' corrien te, . . a1·1stas9 .
d e l os neomst1tuc1on
nueva . nes central es
::on pre?cup acili6 mo que emerge de nuevo en la década de 1970 no
El instttuciona ección del que había sido desplazado por el behavio-
era resurr . . ton
d e 1 msntuc . n coment
. al"1smo conVIve . es
es una rn . lugar dentro
risrno, ~n ;~~:{e acu;rd o con Ha~I ~ !aylor (1~9~), _tendría m~ que
muY dider grupos distinto s: el histonc o, el soc10logico y el raaonaJ.
hab~ar St:i::0 y Thelen ~19,9~), se tr~ta ~ási_c am~nte de dos ori~~ o-
Se~~l institucionalismo ~~ston c? y el msntuc1onal1smo de l~ P~d:m os
nesl. t ori'as de la elecc1o. n raciona l. En segund . cona-
o lugar, el 1.DSOtu
de e
as históric - . . tos formales
1os constrenuruen
li o no sólo tiene en cuenta
/mJrucionales) a la acción política , sino que tambié n subraya la impor-
::iscia de los condic ionante s inform ales (valores, reglas, tradiciones). No
obstante, aJgunos autore s de esta corrien te han decidid o, en aras de una
mayor claridad concep tual, incluir estos último s constreñimientos infor- .
males en sus investi gacione s, pero sin Uegar a considerarlos «instirucio--
nes», con el fin de que el excesiv o «alarga miento » del concep to no Jo acabe
haciendo analític amente inoper ante.
. Según los instituc ionalis tas históric os (Hall, March, Olsen, Katzens-
tem,_ Be~ger~, los conflic tos polític os están condic ionado s por los entrama-
dos mst1tuc1onales ~n los que tienen lugar. Thelen y Steinmo (1992: 7)
4r~af que las caracte rísticas central es de este enfoqu e son las siguientes:
;:lít¡" ªs1~ en las instituc iones interm edias que modulan las estrategias
pode;as, ª forma en que las instituc iones estruct uran las relaciones de
proces:~tr1 los g,r':1pos en lucha y, especia lmente, la atención prestada al
e ª po1ltlca Y a la ejecuci ón política dentro de unos parámecros
8· Desde el beh · .
lalllos grupos soc·a1 aviorism o resulta muy difkil explicar por qué los recursos coa los que cuco-
I es y polít'
. de un p;us• 3
otro Su falta de rig h. . icos, a pesar de estar sujetos a desafíos comunes. vanan
d' :
d:llltas Políticas e;r ¡'tón~o les impedía entender •por qué los grupos de interés
demandaban
crenre en cada ar ~a ses_ dtferenre s y por qué los intereses de clase se manif-estaban de
forma
re el 9. Dentro de :st~Stean ~o y T_hele~ 1992: 5). .
capítulo relativo re~cción se mscnben también las teorías estadocénmcas a !:is que se rcfic-
a I ob1eto de estudio de la Ciencia Política.
CIENCIA POLITICA y TEOI\IA POLITICA
CONrt~p
0
· I
rinstitu~IOna
~~N
es». Ahora bien, lo cierto es que la m l~s
ist~s históricos reconocen que, a pesar de su gra~orfn de los ins .
tuc~~nes no_son los únicos elementos que explic tra¡cendcncia ti[ttcio 11a
acc1 n polínca. an os result das insr·
. _Un~ de las diferencias clave entre los instituci . ª os de 1~
st
mst1tuc1onalistas partidarios de la elección racion;l~th as históri
Ostrom), es que éstos incorporan las institucione epsle, levt~Y las
0
~características importantes de un contexto estra~/~ sus análisis tth,
llllponer restricciones al comportamiento interesadgt co Y a la hocollJo
O
Por ejemplo, según el clásico dilema del prisionero de los indiv¡~ª de
reglas (instituciones), las opciones de los prisioner~~uand~ carnbianuf·
puesto que dichas reglas estructuran las opciones tambié~ cainb¡ as
1
comportamiento interesado de los actores» (Steinmo ~~h~ax rnizaránani
Para los «hi~tó~i~os», las _instituciones tienen un mayor eren, 19?2: 7).
además, los mdiv1duos, le1os de comportarse siempre comp otag~nisrno y
res de utilidad», se dejan llevar en muchas ocasiones por t~d?l~rniZado.
gadas en la sociedad y por las rutinas que forman parte de s;cione~ arrai-
cotidiana con las instituciones (March y Olsen 1989). convivencia
Otro de los grandes motivos de disentimiento entre ambas c .
· ' d,e. pre~erenc_1
· do .co~ 1a . « fon_nac101! ornenres
es~ re1ac10na
' r ·as» de los individuos
Mientras que los mst1tuc1onahstas histoncos mvest1gan el origen y la co ·
titución de dichas preferencias, los partidari~s ?e la acción racional las d:
por establecidas de antemano? dentro de la }og1ca de los s~pue~tos teóricos
de los que parten. Para los pnmeros, «no solo las estrategias, sino también
los objetivos que persiguen los actores es~n modulados por el contexto
institucional [cursivas de los autores]» (Stemmo y Thelen,. 1992: 8).
. sn·tucionalistas históricos tienen en cuenta al suJeto como actor
Los lll d 1 d .. l'. P
olítico, pero también como objeto e_ as. ec1s1o~es po 1a~6s. or o1tra
P b", · oran en sus investtgac1ones 1a mterre1aci n entre_os
parte? ~ ien ~co_rp . ales y otros condicionantes estructurales de ttpo
condic10Il:antes mst1tuc10n d clases de una sociedad dada, osu grado
más amplio (como la e_structura e iniciales esta nueva corriente fue
de desarrollo econónuco). En ~~s ffuases . . da p' or llevar a cabo estudios
tachada de deterrmms .
. . ta T r . tituciones ya establec1 as Yconso.
amb1en e cnttca 'd
de tipo estático, esto es, por ana tz~r •~stentado paliar de diversas formas
lidadas. En una segunda fase, se .ª ~ n que las infraestruc~ras sdn
estaS deficiencias. D~ un liado,. sóe tpnso1fí~~c~ pero que no determm: ~
xplicar a acc1 n actores. , , • pre conserv
relevantes para e . de los Estos s1em . . s Por otro
forma absoluta las est~a:g1as la hora de adoptar sus ~ec1~10~fo~es, como
cierto margen de m~mo r~ a tanto el origen de las_mstttu.namismodd
lado, comenzaron a mvesttg~se el fin de introducir un.d1 es. }-{ay que
:S
sus procesos de transform ac16J/f investigaciones ar:r~~;stirucionales
que carecían la maror parte modificaciones, los estu io .
reconocer que, gracl3S a estas mismos defenSO
mejoraron notableJn:ien~~cionalismo histórico, como sus
Es cierto que e msn
150
-
•lll N C tPA L ES EN LA CIE NCI A ' OLI TIC A COJfTf
ufS ~

1
,.,,oº are ce de 1 tip
. o de herr · M'O llAN (A

, 00 ocen! (<C igu alm ente uni


am,enta universal de
versal con los que cuen~ 1~ con
ccp-
res ree aplic~c•~"Más qu ~ _ded uc_ir
ta' dJeduct 1 "º· ~ip6~esi, .~ re \a
s al análisis, los ins t1tu ba; ': tco r'~ de
tiPt,aleS y preVJhipótesis de forma mác1onaltstas his tór í~ SU?UCJto,
~o rroUao srs op io ma terial em pír s inductiva, al m"mo~l m cm c
des3r¡,retafl e pro rta mi ent o pol ític o ico . De hecho, citos rccha-zen ,~ _que
iftteque el corn~edan res ult ar útiles e~
pue da ser ana liu do con Í: .
la Econ?1Tlí~ (Steinmo ; Thcisma,
idea
d;, 11¡cas que ~ con clu sió n, est os te~ nco
\ 99 12). Te ant es teo rías ded_uct1v~ s mantienen que no es ~
z: _
reeurrtr ~ e ~ra llev ar a cab o mvest1 c~n alto . grado de ÍOnnalízación
gac1o nes n~ ros as, cuyas var íab b
1113,ern~oca/ef ini das , y qu e sea n cap ace s . de exp li~ r
.c.t~O bien . to pol ític o y «variaciones en el
"" rtarn1e n res ult ado s a lo larg o del tiem po [cursiv35 de los
,o111Pº dis tin tos pa1, ses, y con stn11r .
csq u~m . .
autores] Y en nd er los orí gen es y las as mte rpretattvo s que
roútall ent e consecuencias del cambio ínstitucio
-
~. (,
. bidb · tJ) . · c1o
· na1·
t nte otr os inst1tu 1stas han ·ms1·st1·do en la capacidad
l)lll,,

j
No O ª ne~esidad de com bin ar
los log ros de
e
ÍJlduso e~ ~ den tro de est e par adi las dis tin ~ cor rien tes
gm a, con el fin de contrarrestar su res-
que ~onvd:~ventajas. Seg ún Ha ll y Ta
ylo r (1996: 955), «el comportamien
pefvas act or pu ede est ar inf lui do -
tan to po r un cálculo estratégico ace
de 1~ ':1srrategias pro~ables de los otr os act?~es, como rca
tillas' familiares de tip o m?ral_ o c_o gn por una serie de ·p~ -
osa ~v o, y ambos casos depcndcran
de la configuración de _las mst1tuc1o
corrientes teóricas rela1en sus pos tulnes ex1 st: nt~~- Se trata ~e que ambas
ado s ma s ngidos, pues nenen mucho
en común. Las do s obs erv an cóm o
las instituciones influyen sobre la ac-
ción política est ruc tur and o las exp
ect ativ as acerca de las acciones futu
de los demás, aun qu e su for ma de dis ras
eña r las fuentes a partir de las cuales
se originan estas exp ect ati vas es lig
era me nte diferente. Una propuesta
fusión analítica ent re am bas cor rie de
nte s significaría consensuar que los
tores históricos elig en nue vas ins titu ac-
cio nes con propósitos instrumentales
-co mo presume el análisis de la ele
cci ón rac ion al- , si bien las e:maen
un me~ú de alt ern ati vas dis pon ibl es de
po r raz one s históricas, y mediante los
mecanismos esp eci fic ado s po r el ins
titucionalismo sociológico.

VI. LAS TEORÍAS DE u\ ELECCI


ÓN RACIONAL1'
Los rrincipios en los qu e se bas an los
rAcsu taron, en sus orí gen es abs olu estudiosos de la elección racional no
tam ent e a1·enos a la Ciencia Política.
nutores e1asi
• ·cos
com o Pla ' Ho
tón bb • r 50•10 al
0s, expresa es o Rousseau, por ora ª gu-
ron en sus tex tos' un enf oqu e rac la
ional de polínea· . Ine luso
10 Ta b'
tconó~ icas llld ifo conocidas com o .
teorías de la elección pública, ceoria de
e la política. juegos O rronas

151
j

CIE NC IA PO L(T ICA Y TEO "(A PO LIT ICA


CO NT Et1 p
hubo algunos aut ore s com o Lapla o 1\ ~fil
ce, Ga lto n l . t._ s
si~lo >..'VOi se pla nte aro n ~a ~o~ibilida O
d de est udi ar c~~s C:nrron
miento pol(nco de los md1vtduos
análisis matemático (Roiz 1990: 37) a tra vés de
.
h;
tta
cs~rtbir el que e"
rn 1entas pcºlllp0 tttl
De l mismo mo do que el enf oqu e
~ó n a la política de una teo ~a de
sis tém ico de E
~lcance gen era l ªst0n era una
topias d\
sistemas, la teo ría de la elecc,ón rac e
ion al es un a a 'i¡~ª ~eor(a &en ªPliea.
mi ent o político de una teoría de alc
anc e gen era l l~ t ac_ión al co era\
Los precedentes que posibilitan la de
for mu lac ión d~1rta de iueg~ºtta.
gos po r Vo n Ne um ann y Mo rge ste
rn
bi\idades y la teoría de la decisión col en 19 44 est án e ª t:or(a del .
ectiva. El pro pó~ el calculo de ;s IUe.
bor ar una «ciencia de la acción» que
al estudio de las situaciones de con per mi tie ra un a aSito ~e arnbos e/ºba.
flic to: prox,mación rat ela.
10 nal
Aq uí, \a teo ría de los juegos par
ece esp eci alm ent e .
obj eto es el de ser una cien cia de
la dec isió n rac ion aie rtt en~e, ya
con flic to [...] La teo ría de los jue
cst ra~'gic
· o y el ·
1
gos es una codificac~ón ads situacion
que
es dsu
pensam1en~o est ratégt~<· 1 n
con flic to, parece un par adi gm a de ?,. sob re tod o én lasel .pen~rnientoe
anahs1s rac ion a\ (Rap s1tuac1one
s de
opo n 1969: 4).
El con cep to de juego se car act eri za
po r los si~ ien tes rasg .
1) Un juego es una situación en
• cuyos intereses están en conflicto. la qu e po r lo me nos hay do~~- d
. 2) ~ estrategias son el esp ect Juga ores,
Jugador dispone. ro de ele cci one s posibles de que cada
3) Una par tid a consiste en la ele
pan e de cada uno de los jugadores cci ón sim ult áne a de una estrategia por
.
4) Una vez que cada uno de los
jug
res ult ado está determinado. Una ma ado res ha escogido su estrategia, el
triz des cri be ese resultado, que depe
de de la estrategia elegida por cad n-
a un o de los jugadores.
5) El resultado significa, par a cad
pér did a, a las cuales cada jugador a jug ado r, cie rta ganancia o cierta
atr ibu ye det erm ina do valor. Este valo
se den om ina utilidad. r
·
De lo ant eri or se deduce que los jug
ció n de interdependencia. La pér did ado res se enc uen tra n en una reir
a o gan anc ia de cad a jugadorbdlepen
no so' lo d e su pro pia
· estrategia
· , sm
· o d e la · · ' n qu e se esta ece en·
e
tre las estrategias de tod os los partici mte rac c1o . d'stin·
pantes. La teo ría de los iuegos 1
gue var ios tip os de juegos:
1) Lo s juegos de suma cero: Son das de
aqu ello s en los que las gana~eversa,
un o de los participantes significan
pér did as net as par a el otr o, Yvncias
Su den om ina ció n es el resultado de con
la con tab iliz aci ón de las ganatal de
sig no pos itiv o y de las pérdidas con ga·
signo neg ativ o. La suma to
nan cia s y pér did as es igual a cero.
2) Lo s juegos de motivación mix ta aquellos en
los qu e am bos jug ado res pueden gan (Sc hel ling 196 4): Sod los ¡ugad0·
ar algo. Pu ede que uno e

152
"'"' c1PA LES EN LA CIE NCI
ol.JES
,. A ,ou r,c, . C
0Nr o,,o u,N EA
E"''º el otro , per o se adm ite la posibilidad d
e más que
0 e que existan va-
res Sª 0 ado~es. de coo
r) rdin ació
ri05 ios ,ueg05s de mo do que tod os
:J com une '
n: En esto s juegos los •u
resultan favorecí~ ga~ ,c~
.
tienen
. ,ereses .3 . os ! 1 COordinan
111 trateS1 •
1con cep to de Juego, e l otro ptla
.
r sobre el que
stl esJuflto con elec ció n rac ion al es la idea
la ,eorf~ de la e de raci
men te orig ina) ; . es udn pr éstam_o tom a d d
onalidad
. noci
Es::
co~ruyc
ón no
roP 'ª D dos dos JUga ore s que inte ntan omaxe_ la Tcorla del Hom o
~,.P,,0 ,nicUS· á ª de que sus dec isio nes sea n acer imizar sus gan 135 .
f;J"o atar n tadas. Serán ,1 __~ ,
..,boS tr Has que sea n rac .ion a les, en el sent1.d
a •· etas aqu e
1
.d d o de satis~~,faceonc
r s
corre. de rac ion ah a : tres
criterios ERf NcIA : Si A es may or que B,
ento nce
Col-1 MENTALIDAD: Dad os los resu ltad os s B es menor que A.
Rl y R2, y las acciones Al Y
I~S ~~d as resp ecti vam ent e a cad a uno
A2, vincul sult ado Rl al resu ltad o R2, el com de dich_os resultados, si se
fiere re port am.1ento se orientará en
pre .de de la acc.ión Al •
el sen ~~s mv ioA D: Si A es may or que B y
B es mayor que C, entonces A
mayor que C. . al d
es E tod os los jueg os exp enm ent es e mot1vac . .,
1on mixta, el que
m:¡r,: ntr: enc i6n ha rec ibid o es el «dil ema del
prisionero» 11 • Este interés
al hec ho de que el .d ilem a del pris ion ero plan
tea una situación en
1 u: los dos con ten die nte s qui ere n gan ar
~l¿ se ven obl igad os a col abo rar. Sin emb
a expensas del otro, pero para •
arg o, hay una serie de supuestos
~estrictivos que alej an el dile ma del pris
ion ero de lo que ocurre en la
realidad. En prim er lug ar, amb os jug ado
res tien en que tener un conoci-
miento per fect o de sus pre fere ncia s, así
com o de las dd contrario. Ya
11. La situación cono cida com o "dile ma
del prisionero,. es la siguiente: dos sospecho-
sos de haber com etido junt os un crim en son
arres tado s por la polióa y colocados en cdda
separadas. Cada sosp echo so pued e eleg ir entr s
e conf esar o callar, y cada uno de dios sabe
posibles consecuencias de lo que deci da hace las
r. Éstas son: a) si uno confiesa y su compañero
no, el que confiesa se conv ierte en únic o
testigo y con su testimonio saldrá libre, mien
que su comp~ñero será cond enad o a vein te tras
años de prisión; b) si ambos sospechosos confi
san, ambos irán a la cárc el por un año, e-
bajo la acusación menor de tenencia de arma
Suponemos que no exis te el "hon or entr s.
e ladr ones,. y que la única preocupación de
:spcc~oso bajo tales cond icio nes es su prop cada
opciones es el siguiente: io interés. ¿Qué harán los criminales? El cuad
ro

LADRÓN 2
lADRóN 1
CONFESAR NoCONruAA
CONFESAR
5 años / 5 años libre / 20 años
~ No CONFESAR
fuen, 20 años / libre l :uio / l año
D
e: avis (197 0).

153
CIENCIA POLITICA Y TEOl\(A POLITICA
CONTEt1pOf\A

hemos visto que la incertidumbre y el cambio de 1 1-le~s


ajenas son rasgos inherentes a cualquier situación~ P siciones
1
segundo lugar, los jugadores no pueden comunicar e ª Vida Pot?Pias
m.is recordar que la comunicación entre los antag se _entre s(. Nlttca, ~~
central en la vida real. Por último, hay que señat"1stas iuega O está l
prisionero, como cualquier otro juego experimental ª~ que .el diln Papt1
ción cerrada, de la que los jugadores no pueden es~:Jernphfica u~lll~ dtl
conseguido el acuerdo. Par hasta qu ª8ttua.
La primera aplicación de los supuestos de la ra . . e hayan
nómica a las decisiones políticas vino de la manOci~nahdad tnic
Anthony Downs, con la publicación en 1957 de su , \ un econoro~co.
1
o/
nomic Theory pemocra_cy. Downs el~bora un mo~eeÍo re o~ra A,¡tnista,
proceso de deas16n política en un gobierno democr' . teórico sobE.cor·
at1co q e e}
,,--. supuesto de que tanto los gob ernantes como los gob ' Ue Parte d
·---• c~to es, ~1a_
fo. mta.raauu«t, · d O_!_R~i¿.!!U!!te~s
• ernados . e1
egoístas. Lle ~
\ sión de que .
los nuembros del gobierno adoptan
b' . . . 1 .
sus
décfs· ga ª la conclu.
10nes con. el finde
, consegwr su o 1envo prmc1pa , que consiste en maximiz
· votos de su partido, mientras· que los ciudadanos votan ai~
e17mero de
· ha reportado en el pasado, o creen que les reportará en fuo que les
, máxima utilidad.
1
ª1
e turo, la
.._ Downs introduce en su análisis la incertidumbre, entendida c f
. . d 1 d 1
d_e con0Cllll:1ento ~eguro a~er~a e curso e os acontecimientos. La inten-omo alta
sidad de la mcerndumbre mc1de sobre el grado de confianza de los vot .
tes y de los partidos a la hora de adoptar sus decisiones. Pero la ince!.
dumbre no afecta a todos por igual, puesto que depende del coste que
conlleva la obtención de la información y del acceso que tenga cada indivi-
duo a las fuentes informativas. Los individuos mejor informados serán los
más influyentes; por eso constituirán el principal foco de atención de los
partidos políticos. Ambos factores, el acceso desigual a la información y el
coste derivado de su obtención, resultan cruciales a la hora de analizar cómo
funcionan las democracias, y sirven para entender por qué los ciudadanos
peor situados en la escala social son más proclives a abstenerse e~ las elec·
ciones. Downs subraya, además la racionalidad del comportainiento abs·
tencionista, dado el coste en tiempo ' · ¡·1ca ir
y esfuerzo que 1mp · avoª t r y el
conocimiento, por parte del votante, del ínfimo impacto que su voto ten·
drá sobre el resultado final de las elecciones. . . Políti·
Las teorías de Downs produjeron un gran revuelo en la Cie~cid ctiva
ca Por una parte, la lógica de la argumentación dejaba de s~r mAdernás:
como había sido con el behaviorismo, para pasar a ser deductiva. erca del
se había procedido a la importación de una serie de supuest05 ª'esultaba
comportamiento económico de los individuos. Por otra parte, rrnpulsos
inquietante imaginarse a los individuos guiados únicame~te ~ores altruis·
egoístas, carentes de sentimientos de solidaridad y de mouva~t°ºque dicho
tas. Finalmente, a muchos les parecía moralmente reproba e
comportamiento, además, fuera considerado racional.

154
'
tJ'ºªu ES
pp.1N CIPA LES EN LA C IENC IA POL1

pareció publicado el trabajo de


r1cA
C01•nE11,o~ÁNEA
1
otro d•
eo 1965 avolucionar la e·1enc1·a pol'1t1ca
· , Man ... 1os econo ·
cur tn1Stas que
01
brhtfl de ~e o( Collective Action de los mismos supu son. Olson partía
na 1he iog:ra se trataba de dar cuenta del com port ami :: que ~ow
e~lo que ah upos de los que forma parte. Según Olso ns,
n los. de_l?Stndívi-
d 05 en los grla lógica racional,. no participarían en los 'gru individuos, de
~,erdo co~ 'bilidad de sus acciones fuese mínima y en
ª""
\oS que ta. v1s1 .1d al siendo costosa, fuera .ms1g . m. f'1can
lospos grandes en
te dadoque su apona·
¡6n in~•" um'ismos beneficios sin ningún coste graci
e utr 1os
, 011seg enómeno denominado ,ree
. 1. 'd f
as a la !!- ~~n
t''" ,tc1pac16n
rt er o «e ecto gorrón•). Sólo seña
ajena (f rticipar en aquellos grupos en los que se ofrec
iera a su.s m·
radon~l Pª t'ivos selectivos», es decir, beneficios que
pudieran 0 ~em -
bros •.incen nte a través de la part1.c1pa . c1'6 . a en
n activ el grupo en cuestión me
eidu~ivamepodría decirse de aquellos casos en los
que, para lograr eÍ
LO ..,,s01
,,.. fi ° (la participac1·6n), se h'1c1er
· a uso de la coerción ·
0 . Ahora bien, esta
111isl1_1° ~ al igual que la de Downs, dejaba sin
60 respo nder el hecho de
e......,,1ica
r
c1hos'
individuos parti.cipa
. sen di .
en stmtos grupos sm . perci
qu~ muetivos selectivos previstos por Olson, ni estar sujet bir el tipo
deincen, os a ningú n tipo
de 'fo~~ 6
d;spués de ,la publicació~ del li~ro de Olson, Ga_rr
et Hardin
(196 8) escribió un articulo que habna de deJar una profu
nda tmpronta en
1
estudios de acción colectiva. Este autor centraba su
análisis en los
hl~nes de uso y disfrute colectivo, como las tierras comu
nales, el medio
ambiente, el agua, etc. (c~mmom pool goods). Dích
os bienes, dada su
peculiar na~~aleza, te~denan a degr~darse y_finalme~
te desaparece~, po~-
que los individuos, gmados por los 101peranvos ego1S
tas
dad, procederían a su sobreexplotación. Como en los casosde su raaonali-
de Downs y de
0lson, algunas evidencias empíricas vinieron a desmentir
esta predicción
general, pues era obvio que, en determinadas ocasiones
, los individuos son
capaces de negociar entre ellos para autoimponerse restri
cciones en d uso
de dichos bienes colectivos, de forma que estos puedan
ser aprovechados
durante más tiempo. La revisión de la teoría de Garret
vendría de la mano
de Elinor Ostrom (1990), quien, partiendo igualmente
de los supuestos de
la teoría de la acción racional, demostró que, en ciertos
casos, las comuni-
dades son capaces de cooperar sin intervención de agen
tes externos.
d Algunos au~ores de esta corriente decidieron aban
donar el s~puesto
el comportanuento «maximizador de utilidad». Otros,
la mayona, pasa-
ron ª centrarse en el análisis de los «constreñimientos instit
ucionales» del
d°1~~ortamiento individual. Lo cierto es que los individuos
ecisi?nes en el vad o sino en un contexto social del que adoptan sus no
unas forman parte
f inst1·tucio ·
nes que' condicionan las opciones de los su1et · De esta
orma, el énfasis pasó a depositarse en las •restricciones» o~5
:~portamiento de los individuos egoístas. La incorporac exi rent~ ~
cione ión de las t~Stl·
Posib1Tds ser{a determman .
te en aque • · d O nde
llas situaciones , • no hubiera
1 ad de equilibrio, o
donde los equilibrios fueran muluples. Apartt.r

155
- •• 1 E f'1
"º~~
de ese punto, ~l f~co de interés se d~splazó hacia el . t-il~s

equilibrios instttuc1onales que produjesen compro,11180 . d1se110 d


resultados seríand' diferentes. o· s de d'e dist¡h•1tl\.
entre los actores, cuyos . e me 1ante la « 1 IVe
le 108 e tso tj
según los autores, podían consegmrs
v~

0
nea» entre los interesados, a través de lail'b negociacicóonvergenc,· qu¡libr¡0~
. d . 11 o p a es l4~
coerción. Los modeIos teÓricos e equ I no institu . or llled·~oPode11 ·
típicamente al estudiar las tomas de decisión en las ci_ost~al se 1
dichas comi sio~~ ~• ones Pfrtllte a~
tarias, y en las interacciones e~tre
instituciones, por tanto, se consideran elementos de equihb ~ !os Plenoªlllen.
rior. rio · s. 1-
dos desd eeI exte
. . , . tntrod ~
Es posible 1dennficar cuatr o fuentes de critic as a Uc1.
este e f
1997: 89-100): . n oque (W
a) La crítica interna prove mente de aquel los autor ard
. . .. , es que d d
del propio parad1gma, sosnenen una pos1c1on reform.1st , es e de0
insistir en el concepto de «racionalidad vinculada». ª' que les lle tro
vaª
b) La crítica sociológica, que señala la importanci d
social y las formas de explicación holística a la hora deªexpe1tea _la estructu
I ta
portamientos. . , . r os co111•
e) La crítica ps1cologica, que establece que los seres h
túan racionalmente en el sentido que a este término se le d/rn~nos no
ac.
de
la dección racional, por cuanto las _motivaciones que expli C: e~ teoría compor-
tamiento humano son muy comple1as.
d} La crítica politológica, que pone de relieve lo inverosímil d 1
.?s
supuestos así como los fallos de predicción del modelo de la e I e~
raao. n.al
La conclusión de un autor simpatizante con esta corriente como Mili
(1997: 1174), es que el efecto revulsivo provocado por la teoría de la
a~~
icioso , dado que
ción racional en la Cienci~ Política e_s en sí mismo ben~f
«como resultado del conflicto se ha mcrementado el mvel de rigor argu-
a re-
mentativo». Además, «los propios economistas se han visto forzados
a la
pensar sus nociones básicas de racionalidad, incentivos y equilibrio,
luz de las paradojas que la aplicación de sus teorías producían en el ámbito
e se
de lo político». Como contraste, los autores críticos con este enfoqu
~o·
preguntan si los modelos deductivos de explicación de los fenómenos
líticos «han permitido avanzar en nuestra comprensión de cómo la polínca
con·
funciona en el mundo real, dado que una parte muy importante de las
sido ~on~a sta·
jeturas teóricas de los teóricos de la acción racional no han
das empíricamente» (Green, Shapiro 1995 : 91). Existe una posición ~nter·
media, según la cual «la teoría de la elección racional es un práctico c ;ii.
de mét?dos Y utensilios de investigación que puede a~adirse
un~o
al u~i a¡e u: 1
st st1 q a
los politólogos. Su posición es simila r a la de las técmcas e adíparacasd.1gm
· das es un ¡·d d»
resuItan apropia .para diferentes tipos de datos.l'No . su cota i a
. dependiente que strva para entender la esfera po mea en
m
(Ward 1997: 101).

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