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GUIZAR PAEZ EMMANUEL DE JESUS

Universidad Autónoma de Sinaloa


Facultad de Derecho Virtual

TEMA: Resumen.

materia :derecho civil i II

Profesora: Lic. Lizbeth Leticia Terrazas Rubio


Grupo: 1
Nombre del Alumno: Emmanuel de Jesús Guízar Páez
Fehca 07/09/2023
Responsabilidad objetiva, su concepto y antecedentes históricos.
La responsabilidad objetiva, también llamada teoría del riesgo creado, es aquella
en la cual, quien emplea cosas peligrosas, debe reparar los daños que cause, aun
cuando haya actuado lícitamente. Por otro lado, la responsabilidad subjetiva
procede de un elemento personal, consistente en la negligencia, culpa o dolo.

La responsabilidad civil objetiva no tiene entre sus elementos a la culpa, pues


parte del uso lícito de cosas peligrosas, pero sólo por crear ese riesgo, se tiene la
obligación de indemnizar si se causa un daño.

La principal excluyente de responsabilidad civil objetiva, y en opinión de algunos


autores, la única, es la culpa o negligencia inexcusable de la víctima.

El Derecho no es estático. Lo anterior constituye una premisa fundamental en el


ámbito jurídico. El Derecho tiene que adaptarse a las nuevas circunstancias de la
sociedad de una manera eficiente, y sobre todo, con la mayor rapidez que sea
posible, conservando las formalidades que requieran la creación de las diversas
normas jurídicas, todo esto con el objeto de evitar situaciones injustas que se
originen con motivo de que los individuos aprovechen los vacíos legales para
causar daños u obtener alguna ventaja desproporcionada.

Como anteriormente mencionamos, en un principio sólo existía la responsabilidad


civil derivada de la culpa (subjetiva), pero debido a los avances tecnológicos que
se presentaron en la humanidad, fue necesario introducir este supuesto jurídico,
en el cual se responsabiliza al sujeto por el simple hecho de causar un daño, sin
importar la culpa, con motivo del detrimento que ocasionen los objetos peligrosos
utilizados por el mismo.

Derechos de la personalidad y daño moral.


Constituyen la protección civil de los derechos de la persona y la máxima garantía
del sujeto en materia de Derecho privado. Si bien resulta difícil aproximarse a una
clasificación de los mismos, dado el carácter enunciativo de los derechos de la
persona, se sigue en términos generales una triple clasificación, a saber: el
derecho a la identidad, los derechos relativos al cuerpo o a la integridad física y los
derechos relativos a la integridad moral o psíquica.

Se anuncian como una medida preventiva en dos sentidos: primero, para que los
integrantes de la sociedad sepan de los derechos que poseen, y segundo, la
obligación de terceros para respetarlos y que conozcan las consecuencias que
surgen en caso de transgredirlos.

Se considera que existen derechos morales o de la intimidad, por lo cual puede


existir el daño moral, cuando se atenta contra aquéllos. Los derechos morales son
aquéllos que se refieren a la protección del cuerpo, al respeto a los sentimientos y
al honor de la persona; los derechos morales se pueden enumerar como los
"componentes del patrimonio moral, el afecto del titular del patrimonio moral por
otras personas, su estimación por determinados bienes, el derecho al secreto de
su vida privada, así como el honor, el decoro, el prestigio, la buena reputación y la
cara e integridad física de la persona misma.

El daño, entendido como menoscabo a una persona física o moral, se origina


mediante conductas contrarias a la norma, o bien contrarias a la obligación en el
rango del deber ser, consistente en respetar los derechos, tanto públicos como
privados, de los entes de la colectividad.

Gestión de negocios, su concepto, fundamento social, sus elementos.


La gestión se puede definir como "un hecho jurídico estricto sensu, en virtud del
cual una persona que recibe el nombre de gestor, se encarga voluntaria y
gratuitamente de un asunto de otra persona que recibe el nombre de dueño, con
ánimo de obligarlo, y sin ser su representante por mandato de la ley o por
convenio.

En el derecho civil se refiere a una figura jurídica en la cual una persona “llamada
"gestor" toma decisiones y realiza actos en nombre de otra persona “llamada
"dueño", sin haber recibido una instrucción o autorización específica para hacerlo.

La figura de gestión de negocios se presenta cuando el gestor actúa en una


situación de urgencia o necesidad, con el fin de proteger los intereses del dueño,
quien no ha podido actuar por sí mismo. Por ejemplo, si el dueño de un negocio se
encuentra enfermo y no puede tomar decisiones importantes, un gestor puede
tomar decisiones en su nombre para evitar perjuicios a la empresa.

Derechos y obligaciones del gestor.


El gestor debe desempeñar su encargo con toda la diligencia que emplea en sus
negocios propios, e indemnizará los daños y perjuicios que por su culpa o
negligencia se causen al dueño de los bienes o negocios que gestione.
Obligaciones del gestor.
 Debe de obrar conforme a los intereses del dueño del negocio.
 Debe de desempeñar el cargo con la diligencia que utiliza en
sus propios negocios.
 Está obligado a darle aviso del dueño y esperar su respuesta / decisión, (al
menos que exista peligro en la demora).
 El gestor debe de continuar con la gestión hasta concluir el asunto.5. Rendir
cuentas.

Deberes del dueño del negocio.


El gestor que interfiere en los negocios asume una serie de obligaciones por solo
el hecho de su intervención. No obstante, la ley prevé obligaciones para el dueño
del negocio.
La ratificación de la gestión por parte del dueño del negocio produce los efectos
del mandato expreso. En este caso la ratificación opera retroactivamente, por lo
que la gestión se convierte en mandato expreso y así el dueño del negocio tendrá
las obligaciones propias del mandante.

Si no se da la ratificación, el dueño del negocio solo resulta obligado a


consecuencia de la gestión en los siguientes casos.

Cuando el dueño del negocio se aprovecha de las ventajas de la


gestión. Este aprovechamiento excluye la posibilidad de alegar que no ha habido
voluntad de ratificar.

Cuando a un sin obtener provecho o ventaja alguna. La gestión hubiera tenido por
objeto evitar algún perjuicio inminente como de obtener un provecho nuevo y
cierto y un peligro conjurado siempre significa un beneficio.

En atención a esto, en ambos casos las obligaciones del dueño del negocio se
reasumen frente a terceros y será responsable de las obligaciones contraídas en
su interés y frente al gestor de los gastos necesarios y útiles que hubiese hecho.

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