SEÑORES SECRETARIA DE EDUCACIÓN MUNICIPAL FLORENCIA
ASUNTO: SOLICITUD DE INGRESO AL CARGO DE AUXILIAR
ADMINISTRATIVA CON BASE EN ESTABILIDAD REFORZADA POR RAZONES DE SALUD
Yo, Leidy Diana Pérez Erazo, identificada con cédula de ciudadanía
No. 1.117.504.742, me permito presentar ante su despacho la presente solicitud en beneficio de mi derecho a la ESTABILIDAD LABORAL REFORZADA consagrada en la Constitución Política de Colombia, en el artículo Número 25 y en la Ley 902, debido a la condición de salud que presento desde hace varios años, además de ser madre cabeza de familia lo que genera mi pertenencia al grupo de población vulnerable. A pesar de contar con esta protección especial, he sido objeto de actos que han afectado esa estabilidad laboral y me he visto desprotegida en ese sentido. La Corte Constitucional ha sostenido que las personas con disminuciones físicas –o mentales, -incluso temporales, o que no han sido calificadas, tienen derecho a gozar de estabilidad laboral reforzada (artículos 13 y 53 de la Constitución). No sólo las personas declaradas inválidas son sujetos de especial protección constitucional. La jurisprudencia de la Corte Constitucional, en línea con el modelo social de discapacidad señala básicamente, por ejemplo, que no se necesita una pérdida de capacidad laboral calificada para ser titular del derecho y “que el derecho a la estabilidad ocupacional reforzada no deriva únicamente de la Ley 361 de 1997, ni es exclusivo de quienes han sido calificados con pérdida de capacidad laboral moderada, severa o profunda. Desde muy temprano la jurisprudencia de esta Corporación ha indicado que el derecho a la estabilidad laboral reforzada tiene fundamento constitucional y es predicable de todas las personas que tengan una afectación en su salud que les “impida o dificulte sustancialmente el desempeño de sus labores en las condiciones regulares”. Precisamente la honorable Corte Constitucional en un reciente pronunciamiento llamó la atención sobre la necesidad de seguir el enfoque social de discapacidad para la determinación de la procedencia de la estabilidad laboral reforzada. “Por último, la Sala Plena hizo un llamado respetuoso a los jueces para que se abstengan de utilizar la expresión “discapacidad severa, moderada y leve” para hacer alusión a la pérdida de capacidad laboral que se debe probar en algunos casos para gozar de la protección derivada de la estabilidad laboral reforzada. La expresión que se está utilizando no se adecúa al enfoque social de discapacidad que acoge la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, pues la discapacidad, a la luz de este enfoque, no es una condición médica, que pueda tildarse como severa, moderada o leve. Además, distintos instrumentos internacionales consagran el derecho al trabajo de las personas en situación de discapacidad. Por un lado, conforme al Convenio 159 de la OIT sobre la readaptación profesional y el empleo de personas en condición de discapacidad, los Estados se obligan a posibilitar la readaptación profesional de este grupo poblacional. Este deber conlleva a que la persona obtenga y conserve un empleo adecuado y progrese en el mismo, y que se promueva así su integración en la sociedad. En este orden de ideas, corresponde a los Estados formular, aplicar y revisar periódicamente la política nacional sobre la readaptación profesional y el empleo de personas con discapacidad. Aquella debe basarse en el principio de igualdad de oportunidades entre los trabajadores con discapacidad y los trabajadores en general. Por otro, en el sistema regional de protección, se destaca la Convención Interamericana para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Personas en condición de discapacidad. Aquella fue adoptada por la Asamblea General de la OEA en 1999 e incorporada al derecho interno por la Ley 762 de 2002. Esta Convención consagra que los Estados deben adoptar medidas para eliminar progresivamente la discriminación y promover la integración por parte de las autoridades gubernamentales y/o entidades privadas en la prestación o suministro de bienes, servicios, instalaciones, programas y actividades. En concreto, el empleo, el transporte, las comunicaciones, la vivienda, la recreación, la educación, el deporte, el acceso a la justicia y los servicios policiales y, las actividades políticas y de administración. Asimismo, el artículo 27 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de 2006, ratificada por la Ley 1346 de 2009, establece que aquellas tienen derecho a trabajar en igualdad de condiciones con las demás. Lo anterior, en un entorno laboral que sea abierto, inclusivo y accesible. Estos actos acaecidos violan flagrantemente mis derechos fundamentales a la estabilidad laboral reforzada, al trabajo digno y a la igualdad, consagrados en la Constitución Política de Colombia. Es importante destacar que, de acuerdo con la normativa colombiana, tengo derecho a la estabilidad reforzada en el empleo, debido a mis condiciones de salud, las cuales han sido corroboradas por los informes médicos adjuntados a esta secretaria. Esta estabilidad reforzada me ampara y me otorga el derecho de solicitar mi cargo, de manera que pueda seguir siendo productiva y contribuir al desarrollo de la entidad y a mi desarrollo como persona. Por tanto, solicito de manera respetuosa que se considere mi solicitud de ingreso al cargo de Auxiliar de servicios generales. Estoy dispuesta a participar en cualquier proceso de selección o evaluación que se requiera para llevar a cabo este cambio de cargo. En cumplimiento de lo establecido en el artículo 23 de la Constitución Política de Colombia y en el artículo 7 de la Ley 361 de 1997, solicito que esta petición sea atendida de manera diligente y se me brinde una respuesta fundamentada en mis derechos y en la normatividad vigente. Agradezco su atención y consideración en este asunto. Quedo a disposición para ampliar cualquier información o aclaración que sea requerida.