Está en la página 1de 22

OMAR DE JESÚS RESTREPO OCHOA

Magistrado ponente

SL402-2020
Radicación n.º 67587
Acta 004

Bogotá, DC, once (11) de febrero de dos mil veinte


(2020).

Decide la sala el recurso de casación interpuesto por


HAZEL LILIANA CARREÑO VARGAS, contra la sentencia
proferida por la Sala Laboral del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Bogotá, el 13 de noviembre de 2013, en
el proceso que ella instauró contra AXEDE SA.

I. ANTECEDENTES

Hazel Liliana Carreño Vargas llamó a juicio a Axede


SA, con el fin de que se declarara que, como empleadora, le
terminó, por decisión unilateral y sin justa causa, el
contrato de trabajo que habían suscrito; en consecuencia
reclamó el pago de la indemnización por despido
injustificado, indexada, el del salario variable debidamente
liquidado por el lapso entre el 1 de julio y el 19 de
septiembre de 2011, las vacaciones teniendo en cuenta el

SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 67587

promedio real del salario variable, las cotizaciones a cada


subsistema de seguridad social, la indemnización moratoria
por el no pago de la totalidad de los salarios percibidos a la
finalización del contrato y las costas del proceso.

Fundamentó sus peticiones, básicamente, en que


inició su contrato de trabajo a término indefinido el 23 de
junio de 1998, el que estuvo vigente hasta el 19 de
septiembre de 2011, fecha en la cual se desempeñaba en el
cargo de vicepresidente comercial y de mercadeo; que a
partir del 1 de enero de 2011 su remuneración consistió en
un salario integral integrado por una parte fija, en cuantía
de $23.700.000 mensuales, más otra parte, variable, que
equivalía al 80% de lo calculado a partir de la sumatoria de
ciertos indicadores de logros impuestos por la empresa,
porción móvil que debía liquidarse trimestralmente.

Relató que el 19 de septiembre de 2011 recibió una


comunicación en la que se le informaba que la sociedad
daba por terminado el contrato de trabajo con justa causa,
sin adelantar descargos ni ningún procedimiento que le
permitiera dar explicaciones frente a los hechos que le
imputaron; que la empleadora no indicó las circunstancias
de tiempo, modo y lugar que justificaban esa decisión; que
en las semanas previas al despido le ejercieron presiones
para que renunciara; que nunca recibió llamados de
atención y que, por el contrario, el 25 de julio de 2011
recibió una prima extralegal no salarial por su buen
desempeño.

SCLAJPT-10 V.00
2
Radicación n.° 67587

Expuso que, al finalizar el nexo contractual, la


demandada liquidó de manera errada el salario variable del
periodo comprendido entre el 1 de julio de 2011 y el 19 de
septiembre del mismo año, porque no tuvo en cuenta el
promedio de los primeros trimestres (Q1) y (Q2) de 2011,
como lo dispuso el otrosí al contrato de trabajo, suscrito el
15 de mayo de 2009.

Al dar respuesta a la demanda, la parte accionada se


opuso a las pretensiones y, en cuanto a los hechos, admitió
la existencia del contrato de trabajo, sus extremos
temporales, la modalidad y el cargo desempeñado, así como
la existencia de un salario que tenía una parte fija y otra
variable, pero aclarando que esta última se encontraba
sujeta al cumplimiento de unas metas en los indicadores de
gestión expresamente señalados; también aceptó que
despidió a la actora, pero con justa causa, y agregó que
siguió el procedimiento establecido por el artículo 62 del
CST; de los demás, dijo que no eran ciertos.

En su defensa propuso las excepciones que denominó:


«el despido fue con justa causa», «pago íntegro de las
acreencias laborales durante y a la terminación de la
relación laboral» y «buena fe de mi representada e
inexistencia de mala fe en la misma».

II. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

SCLAJPT-10 V.00
3
Radicación n.° 67587

El Juzgado Treinta y Cuatro Laboral de Oralidad del


Circuito de Bogotá, mediante fallo del 5 de septiembre de
2013, resolvió:

PRIMERO: DECLARAR que entre HAZEL LILIANA CARREÑO


VARGAS en su calidad de trabajadora y la sociedad AXEDE S.A.
existió un contrato de trabajo a término indefinido vigente desde
el 23 de junio de 1998 hasta el 19 de septiembre de 2011.

SEGUNDO: DECLARAR que el contrato de trabajo aludido


anteriormente fue terminado unilateralmente y sin justa causa
por parte de la empleadora AXEDE S.A. teniendo en cuenta los
razonamientos que preceden.

TERCERO: CONDENAR a la demandada AXEDE S.A. a pagar a


su ex trabajadora HAZEL LILIANA CARREÑO VARGAS la suma
de $197’288.790,69 por concepto de indemnización por despido
teniendo en cuenta los argumentos expuestos en la parte motiva
de esta providencia.

CUARTO: ORDENAR a la demandada indexar dicha suma a


partir del 20 de septiembre de 2011 hasta cuando se verifique su
pago total conforme lo certifique el DANE o BANCO DE LA
REPUBLICA (sic).

III. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA

La Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito


Judicial de Bogotá, mediante fallo del 13 de noviembre de
2013, decidió:

1. MODIFICAR el numeral tercero de la sentencia apelada, para


definir como valor de la indemnización por despido injusto a
cargo de la sociedad demandada AXEDE S.A. y en favor de la
demandante HAZEL LILIANA CARREÑO VARGAS la suma de
$252’671.152.

En lo que interesa al recurso extraordinario, el


tribunal consideró que las partes podían convenir
libremente el salario en cualquiera de sus modalidades y

SCLAJPT-10 V.00
4
Radicación n.° 67587

que el acuerdo era obligatorio, siempre y cuando no


desconociera el mínimo legal.

Observó que el pacto de folios 31 a 34 del expediente


informa que las partes acordaron, a partir de mayo de
2009, y con ocasión del ascenso al cargo de vicepresidente
comercial y de mercadeo, el pago de salario en la modalidad
integral, compuesto por la suma fija de $23.700.000, sobre
la cual no hubo controversia, y otra parte, variable,
equivalente al 80% de su salario fijo integral, de la que citó
su literalidad, pues dijo que le correspondía interpretarla
«[…] para desentrañar su sentido frente al tema objeto de
controversia». A ese efecto, tuvo en cuenta las siguientes
circunstancias:

i) que la parte final del texto leído –que regula la liquidación del
salario variable en períodos inferiores al trimestre cumplido–
constituye una excepción a la regla general que contiene la
primera parte. Por ello la hermenéutica adecuada de su
contenido debe ser restrictiva, so pena de dar a la excepción el
efecto que las partes quisieron para la regla común. En este
orden de ideas, según el pacto de salario integral variable, en la
eventualidad de que el contrato de trabajo de la demandante
terminase antes de concluir un trimestre —como ocurrió-, debía
liquidarse el salario en forma proporcional al tiempo servido
dentro del trimestre, salvo —así se debe entender por la forma
como se pactó- aquellos indicadores o metas cuya medición no
fuera posible efectuar antes de que éste termine, para las cuales
se acordó tomar como porcentaje de cumplimiento el promedio de
los indicadores de trimestres anteriores dentro del mismo año; y
ii) […] que la razón de ser o de la excepción a la regla general
citada —según se deduce de su contenido- es la imposibilidad de
medición de algunos indicadores antes de que termine un
trimestre calendario. Por ello, todos los indicadores cuyo
cumplimiento se tase en unidades de producto (es decir aquellos
de naturaleza cuantitativa y por ello mensurables en cualquier
momento) forman necesariamente parte de la regla común, y solo
aquellos indicadores de contenido cualitativo, y no medible en
unidades de producto, pueden ser tratados como lo indica la
excepción.

SCLAJPT-10 V.00
5
Radicación n.° 67587

Así las cosas, y en lo que interesa a la materia que fue objeto de


apelación, resulta de claridad meridiana para la sala que la
liquidación efectuada por la demandada del salario variable de
la actora por cumplimiento de metas en el último periodo de
servicios se ajustó estrictamente al contenido del pacto salarial al
que se obligó.

En efecto, de la lectura de los documentos aportados en folios 35,


36 y 37 del expediente se advierte que los indicadores de gestión
que venían considerando las partes para definir el salario
variable de la demandante (denominados «objetivos personales»)
en el último año de servicios (2011), fueron cuatro (4), a saber: i)
factor «competencias y clima organizacional» cuya medición se
hace, según se lee de los documentos citados, por «el
cumplimiento trimestral del plan de desarrollo definido para el
empleado con respecto a las dos competencias organizacionales
orientación a resultados e innovación». Este indicador tiene
indudable carácter cualitativo, y por ello, solo es susceptible de
medición una vez ha terminado cada trimestre, razón que lo hace
parte de la excepción, como lo entendió la demandada al tomar el
promedio de trimestres anteriores del último año en el momento
de efectuar la liquidación salarial […] (folio 268 en armonía con
folio 35 y 36); ii) factor «crecimiento de ingresos y racionalización
de costos», que se mide, según lo acordaron las partes, por «la
utilidad operacional real de la compañía versus el presupuesto
acumulado a la fecha de evaluación –lo dice textualmente el
pacto- Se calcula proporcionalmente», lo que le otorga un
indudable carácter cuantitativo y susceptible de medición en
cualquier momento del trimestre, por lo cual se aplica para él la
regla general, como lo hizo la demandada al tomar para la
liquidación el porcentaje de cumplimiento dentro del tercer
trimestre de 2011 […] (folio 268 en armonía con folio 37); iii)
factor «estrategia», que se mide, según lo acordado por las partes
«de acuerdo con la meta de ingresos para el CEBP». Este
Indicador, a juicio de la Sala también resulta ser de carácter
cuantitativo y mensurable de acuerdo a la cantidad de ingresos
obtenidos en un momento determinado del trimestre, por lo cual
debe aplicarse a él la regla general, como lo hizo la demandada
(folio 268 en armonía con folio 37); y finalmente iv) factor «order
input», indicador cuya medición se efectúa, según lo definieron
las partes «a partir de la información del cuadro de resultados
consolidando el resultado de las tres gerencias comerciales», por
lo cual también tiene evidente naturaleza cuantitativa y
susceptible de medición en cualquier momento del trimestre,
como lo entendió la demandada al tomar para este indicador el
porcentaje de cumplimiento dentro del trimestre respectivo, como
lo acredita el documento de folio 236 en armonía con el
documento de folio 37.

Las conclusiones anteriores […] encuentran soporte adicional en


el testimonio de Ángela María Anaya Suarez (empleada de la
demandada en el cargo de Gerente de Recursos Humanos se

SCLAJPT-10 V.00
6
Radicación n.° 67587

escucha en cd 5 min 1:04) quien manifestó que la liquidación del


salario variable del último periodo de la demandante (Q3) se hizo
conforme al contrato de trabajo, y que el indicador competencias
era trimestral y los otros tres acumulados, por lo cual se
pagaban en forma proporcional al tiempo laborado en caso no
terminar el trimestre completo.

No resultan relevantes frente a este punto de la controversia, los


testimonios de Sandra Patricia Ordoñez (empleada de la
demandada en el cargo de Vicepresidenta de Operaciones (cd 4
min 33:30); Edgar Osorio Trillos (exempleado de la demandada
quien ocupó como último cargo el de Gerente Comercial sector
gobierno, cd 5 min 1:00); Yadira Afanador Vaca (miembro de la
junta directiva de la demandada) (cd 5 min 3:29); Ana Lucia
Bohórquez Zuleta (exempleada de la demandada en el cargo de
Analista de Marketing, cd 5 min 7:20:15); o Luz Mireya
Rodríguez (exempleada de la demandada en cargo de Asistente
de presidencia, cd 7 min 24:30), pues todos estos últimos
testigos afirman desconocer la forma como se debió liquidar el
salario del último periodo laborado por la demandante. Ni es
pertinente la declaración de María Claudia Garzón Cifuentes
(exempleada de la demandada en el cargo de Jefe de Control
Interno, cd 7 min 1: 07) quien manifiesta que solo conoció de los
indicadores relacionados con ventas, y que el salario variable de
la actora con relación a estos indicadores dependía de lo que
vendieran los gerentes comerciales que estaban a su cargo.

Asimismo resulta insuficiente para dar validez al argumento que


expone el apoderado de la demandante en el recurso, la
declaración de Carlos Alberto Sierra Murillo (expresidente y socio
de la demandada, cd 5 min 4:34), pues si bien afirma que por
«tradición» de la empresa, cuando una persona se retiraba antes
de terminar el periodo trimestral se promediaba el salario
variable con base en los indicadores de los otros trimestres del
año, reconoce sin embargo, en su declaración, que el cargo de
vicepresidente en la compañía se creó cuando él fue presidente, y
que desde la fecha de creación de dicho cargo fue ocupado por
las mismas personas, lo que descarta la existencia de la
«tradición» o costumbre anterior a la fecha de terminación del
contrato de trabajo de la demandante. Además hace notar la
Sala que aún si dicha costumbre existiese respecto de cargos de
otro nivel en la demandada (como gerentes) —lo que tampoco se
demostró que ocurriera- para su extensión a cargos como el que
ocupó la demandante (vicepresidente) existía un escollo
insalvable: la cláusula de folio 31 u otrosí al que hemos hecho
referencia en esta audiencia, en la cual la demandante
expresamente acordó con su empleador una forma de liquidación
del salario variable distinta a la que reclama en este proceso.

En el mismo sentido, resulta insuficiente para probar en contra


de lo dicho, el correo electrónico de folio 185, enviado por Ingrid
Cogollo —asistente de Recursos Humanos- a Ricardo Egas

SCLAJPT-10 V.00
7
Radicación n.° 67587

gerente comercial del cual se envió copia a Edgar Osorio Trillos,


Mauricio Mora Alonso y Ángela Anaya —los dos primeros
gerentes comerciales y la última gerente recursos humanos-, en
el cual aquella afirma —como asistente de Recursos humanos-,
que «en los casos que la persona se retira antes de cerrar el
trimestre para los indicadores a nivel compañía se toma el del Q
anterior», pues la conclusión que anuncia en el citado correo bien
podría aplicarse a las personas a quienes iba dirigido (todos ellos
gerentes) pero no a la actora, quien para la fecha de terminación
de la relación laboral ocupaba el cargo de vicepresidente
comercial y de mercadeo, esencialmente distinto de los otros;
nótese de los cuadros de liquidación de rendimiento de Ricardo
Egas y Edgar Osorio -ambos gerentes comerciales- (folios 234 a
236) que los indicadores de rendimiento para el cargo de gerente
comercial son diametralmente distintos en cantidad (cinco), y
contenido, a los cuatro (4) indicadores bajo los cuales las partes
acordaron la evaluación del desempeño de la demandante como
vicepresidente comercial.

Por todo lo dicho, el tribunal desestima las razones que expone el


recurso de la parte demandante en punto de una condena al
pago de salarios insolutos, y confirmará en lo pertinente la
sentencia apelada.

IV. RECURSO DE CASACIÓN

Interpuesto por la demandante, concedido por el


tribunal y admitido por la corte, se procede a resolver.

V. ALCANCE DE LA IMPUGNACIÓN

Pretende la recurrente que la corte case la sentencia


impugnada:

[…] en lo que respecta al pago del salario variable debidamente


liquidado por el periodo comprendido entre el 1º de julio de 2011
y el 19 de septiembre del mismo año, el pago de las vacaciones
teniendo en cuenta el promedio real del salario de la
demandante al término de su contrato de trabajo, a pagar las
cotizaciones al sistema general de seguridad social adeudadas
por la errada liquidación del salario variable de la demandante y
a condenar a AXEDE S.A. a pagar la indemnización moratoria
por el no pago de la totalidad de los salarios percibidos a la
finalización del contrato.

SCLAJPT-10 V.00
8
Radicación n.° 67587

Posteriormente, constituida la corte en sede de


instancia, solicitó que se revoque la sentencia del a quo:

[…] en cuanto absolvió a la demandada del pago de los salarios


variables correspondientes al periodo comprendido entre el 1 de
julio de 2011 y el 19 de septiembre de 2011, debidamente
liquidados de acuerdo a lo señalado en el contrato de trabajo, en
cuanto no ordenó el reajuste de las vacaciones con el salario
variable real devengado por la demandante, al término de su
contrato de trabajo, en cuanto no ordenó a pagar las cotizaciones
al sistema de seguridad social con el verdadero salario variable
devengado al termino (sic) del contrato, en cuanto absolvió a la
demandada del pago de la indemnización moratoria por el no
pago de la totalidad de los salarios percibidos a la finalización
del contrato y debe condenar en costas a la demandada.

Con tal propósito formuló un cargo, por la causal


primera de casación, que fue objeto de réplica.

VI. CARGO ÚNICO

Por la vía indirecta, acusó la aplicación indebida de los


artículos 65, 127, 132 y 189 del CST y la Ley 100 de 1993.

Le atribuyó al tribunal los siguientes errores de hecho:

1º Dar por demostrado contra la evidencia que el Tribunal aplicó


en debida forma el pacto de salario variable consagrado en el
contrato de trabajo suscrito entre las partes que aparece de fl. 31
a 34 del expediente y que se complementa con los documentos
aportados en los fls. 35, 36 y 37 del expediente.

2º No dar por demostrado estándolo que la interpretación


correcta que debe darse al salario Variable pactado entre las
partes en el documento que obra a fl. 31 a 34 del expediente y
que se complementa en los fl. 35, 36 y 37 del mismo, implica una
suma superior a la reconocida por la demandada como salario
variable al término del contrato de trabajo.

SCLAJPT-10 V.00
9
Radicación n.° 67587

3º No dar por demostrado estándolo que las vacaciones pagadas


al término del contrato de la demandante debieron reconocerse
con el verdadero salario variable que devengó la demandante en
el periodo comprendido entre el 10 de julio de 2011 y el 19
septiembre de 2011.

4º No dar por demostrado estándolo que el pago de las


cotizaciones para los riesgos de vejez, invalidez, muerte y salud
debieron reconocerse a las entidades correspondientes con el
salario variable real devengado por la demandante entre el 1º de
julio de 2011 y el 19 de septiembre del mismo año.

5º No dar por demostrado estándolo que existió mala fe de la


sociedad AXEDE S.A. al liquidar el salario variable
correspondiente al 1º de julio de 2011 y el 19 de septiembre de
2011, en forma diferente a la que se encontraba pactada en el
contrato de trabajo y complementada en el documento de fl. 35,
36 y 37 del expediente.

Aseguró que los errores de hecho que puntualizó se


originaron en la equivocada apreciación del documento
denominado contrato de trabajo, que obra a folios 31 a 34
del expediente y de los legajados a folios 35, 36 y 37, así
como de la liquidación que se insertó en el folio 268.

En la demostración del cargo dijo que la correcta


interpretación y aplicación del otrosí al contrato de trabajo
(f°. 31 a 34), en cuanto a la forma de liquidación del salario
variable integral, en el evento de terminación del nexo
laboral, es:

Debe tomarse la fracción del trimestre trabajado en este caso 79


días y como lo señala la cláusula debe tomarse el 80% del
salario mensual fijo que con la proporción del trimestre laborado
equivale a un 87.78% del salario fijo, para aplicar los índices que
se encuentran establecidos en los documentos a fl. 35, 36 y 37
del expediente es preciso determinar que han trascurrido dos
trimestres completos antes de la terminación del contrato y el
indicador promedio obtenido en los trimestres trascurridos
101.76% este es el que debe aplicarse tal como lo señala la
documental de fl. 32, en donde se establece el salario variable
integral en caso de terminación del contrato de trabajo.

SCLAJPT-10 V.00
10
Radicación n.° 67587

Determinados los factores el salario variable para la fracción del


tercer trimestre laborado se deduce de la siguiente formula:

Salario variable = fracción del trimestre por 3 meses por


salario variable mensual por indicador. (El resaltado está en
el original).

Salario variable fracción tercer trimestre igual 87.78% por 3 por


80 por 23.700 por 101 .76% igual a $50.806.733.00, de acuerdo
a la documental de fl. 268 el valor pagado en la liquidación como
salario variable del trimestre proporcional trabajador (sic) por la
demandante fue de $16.099.466.00, en estas condiciones se
adeuda a la demandante como salario variable la suma de
$34.707.267.oo, aplicando e interpretando lo pactado entre las
partes que obra a fl. 32 del expediente y que se complementa con
los documentos que obran a fl. 35, 36 y 37 del expediente en
donde se deducen los indicadores que debían aplicarse para
reconocer el salario variable en lo trabajado proporcionalmente
en el trimestre.

Con este salario variable de $34.707.267.00 debían haberse


liquidado las vacaciones compensadas al término del contrato de
trabajo y sobre este salario debería haberse cotizado durante el
último trimestre trabajado proporcionalmente para los riesgos de
vejez, invalidez, muerte y salud.

Luego indicó que, al adeudarle parte del salario


variable, se causa la indemnización moratoria del artículo
65 del CST, porque no hay lugar a atribuir la buena fe, ya
que la incorrecta aplicación de la fórmula pactada indica lo
contrario.

VII. RÉPLICA

Observó que el casacionista señaló tres pruebas


documentales, sin explicar, de cada una, qué es lo que en
verdad acreditan, o de qué manera incidió su incorrecta
valoración, luego no cumplió el requisito de exponer la
existencia de un yerro ostensible y trascendente derivado de
ellas, máxime cuando dicha documental demuestra que la

SCLAJPT-10 V.00
11
Radicación n.° 67587

liquidación del salario variable quedó hecha de conformidad


con el acuerdo laboral celebrado, de manera que no se
daban los supuestos para emitir condena por
indemnización moratoria. Agregó que, como el recurrente
no siguió las pautas legales y jurisprudenciales, no existe
en realidad una indebida apreciación, o la omisión de esta
que den lugar a la casación del fallo.

Concretó sus reparos en que se argumentó de manera


genérica sobre la apreciación errónea del otrosí al contrato
de trabajo, en lo que respecta a la liquidación de la parte
variable del salario, en tanto que, a juicio del recurrente, los
indicadores a que se refieren los folios 35 a 37 suponen
medición durante todo el trimestre y, como el tercero no
había transcurrido en su totalidad, para la liquidación
censurada debió tomarse el promedio de los indicadores de
los trimestres ya cumplidos hasta entonces, durante el año
2011.

También señaló que el censor se limitó a


consideraciones subjetivas sobre la manera en que debió
interpretarse el otrosí, cuando se demostró en el proceso
que la suma variable incluyó el tiempo transcurrido del
tercer trimestre del año 2011, así como el cumplimiento
real de los indicadores para el momento del despido.

Adujo que los indicadores de gestión, que son la base


del salario variable, tienen diferente forma de medición,
pues unos son trimestrales y otros no. Puntualizó que el de
competencia y clima organizacional suponía medición

SCLAJPT-10 V.00
12
Radicación n.° 67587

trimestral, pues se verifica su cumplimiento al finalizar ese


periodo, mientras que los demás suponían medición
acumulada, lo que dio lugar a una liquidación acorde con lo
pactado entre la trabajadora y la empresa.

Concluyó que, si quedó establecida la cabal


liquidación salarial, no podía resultar procedente la
condena al pago de la indemnización moratoria, en la
medida en que las manifestaciones del impugnante en pro
de la misma, eran enunciados sin sustento.

También acusó la existencia de una petición de adición


de la sentencia por vía de casación, en la medida que la
reliquidación de las vacaciones con el promedio real del
salario y el pago de las cotizaciones a la seguridad social
bajo la misma revaluación de la base de pago de ellas, no
podían ser revisadas por el tribunal, dado que no fueron
objeto del recurso de apelación interpuesto por la parte
activa.

VIII. CONSIDERACIONES

Es importante recordar que, de conformidad con el


artículo 7 de la Ley 16 de 1969, el error que es capaz de
derruir la presunción de legalidad y acierto de una
sentencia es el que aparezca protuberante, notorio y
manifiesto en los autos, es decir, aquel que no requiera de
mayores disquisiciones para colegir que el tribunal pasó por
alto lo que con toda evidencia decía la prueba, o le hizo
decir algo que de ella no dimanaba, de suerte que debe

SCLAJPT-10 V.00
13
Radicación n.° 67587

determinar el recurrente, en forma meridiana, lo que en


verdad acredita y su incidencia en la equivocada decisión
judicial.

Dicho lo anterior, es necesario recordar que el ad


quem confirmó la decisión consistente en negar el reajuste
de la porción salarial variable, tras advertir que, en el otrosí
del 15 de mayo de 2009, las partes convinieron que a partir
de esa fecha se pagaría el salario en la modalidad integral,
compuesto por una suma fija, indiscutida en esta litis, y
otra, cambiante, del siguiente tenor literal:

[…] Un salario integral variable mensual equivalente al 80% de


su salario fijo integral, que ya incluye el factor prestacional del
30%, y se causara (sic) sobre el cumplimiento de los indicadores
establecidos para su cargo y responsabilidad, los cuales le serán
informados a través de su jefe inmediato y se encuentran anexos
a este otro si (sic); tendrán vigencia a partir del 15 de mayo del
año 2009 y se liquidara (sic) de la siguiente manera:

[…]

La forma de liquidación del salario variable integral, se hará de


forma trimestral vencida […].

El salario variable integral, en caso de terminación del contrato


de trabajo por cualquier causa o motivo, se liquidará en forma
proporcional al tiempo de servicio en el respectivo trimestre
calendario. Es decir que, si EL EMPLEADO no desempeña su
labor en la totalidad del trimestre objeto de liquidación, por
cualquier causa, la base de liquidación, causación y pago del
salario variable integral correspondiente se efectuará en forma
proporcional en la medida del tiempo laborado durante dicho
trimestre hasta la fecha de retiro.

Para aquellos indicadores que supongan medición durante todo


el trimestre serán sustituidos por el resultado correspondiente al
promedio de los indicadores del trimestre (s) transcurrido (s) del
año en curso.

SCLAJPT-10 V.00
14
Radicación n.° 67587

El tribunal explicó que, al regular la liquidación del


salario variable en periodos inferiores al trimestre cumplido,
se configuró una excepción a la regla general contenida al
inicio, lo que implicaba que aquella debía ser entendida de
manera restringida para no darle los efectos de la
regulación común, de manera que, como el contrato de
trabajo finalizó antes de que terminase un trimestre, el
salario debía liquidarse en forma proporcional al tiempo
servido dentro del mismo, salvo para aquellos indicadores
que no fueren medibles antes de terminar ese lapso, pues
en ese evento se acordó tomar el promedio de los
indicadores de los trimestres del año ya concluidos como
porcentaje de cumplimiento, de lo que extrajo que la
liquidación de ese salario variable efectuada por la
demandada al dar por finalizado el nexo laboral, se ajustó al
contenido del pacto salarial al que se obligó.

De otra parte, apuntó que, la lectura de la documental


de folios 35 a 37 permitía conocer los cuatro indicadores de
gestión que se incluyeron para definir la parte variable del
salario en el año 2011, a saber: i) competencias y clima
organizacional, cuya medición se hace por «[…] el
cumplimiento trimestral del plan de desarrollo definido para
el empleado con respecto a las dos competencias
organizacionales orientación a resultados e innovación», del
que dijo que era un índice cualitativo, y, por ello susceptible
de medición solo al final del trimestre, de manera que hace
parte de la regla de excepción, tal como quedó establecido
de la lectura de la liquidación salarial de folio 286; ii)
crecimiento de ingresos y racionalización de costos, pactado

SCLAJPT-10 V.00
15
Radicación n.° 67587

como indicador proporcional; iii) estrategia, que a juicio de


la sala seguía la regla general, por tratarse de un elemento
medible en términos de ingresos obtenidos, según el
contenido del acuerdo, y iv) order output, que correspondía
a un consolidado del resultado de las tres gerencias
comerciales y, por ende, también cuantitativo, en tanto era
medible en cualquier momento de un trimestre, según el
folio 236.

La recurrente cuestiona esas premisas desde el punto


de vista fáctico, según los argumentos ya reseñados,
básicamente, indicando que el otrosí al contrato de trabajo,
el documento que consignó los objetivos personales del
cargo de la recurrente para el año 2011 y la liquidación
final, debían ser analizados de tal forma que dieran lugar a
una mayor base liquidatoria de las prestaciones que se
estimaron calculadas en déficit por el ente empleador.

Establecida la discrepancia planteada por la censura,


importa resaltar que esta corte, en sentencia CSJ SL5159-
2018, traída a colación en la CSJ SL5474-2019, sobre la
interpretación de los acuerdos suscritos entre los sujetos de
una relación de trabajo, puntualizó:

No hay que olvidar que los acuerdos y contratos suscritos entre


los sujetos de la relación de trabajo, deben analizarse a la luz de
elementos pragmáticos-contextuales que permitan desentrañar la
intención de las partes. Por este motivo, para descifrar
adecuadamente sus intenciones y propósitos es imprescindible el
contexto, así como los sobreentendidos, presuposiciones e
inferencias razonables que dan por sentadas las partes al emitir
los actos jurídicos.

SCLAJPT-10 V.00
16
Radicación n.° 67587

Pues bien, a efectos de determinar si se cometieron los


desaguisados que se endilgan a la sentencia, se impone
abordar las pruebas acusadas, según el siguiente análisis:

El otrosí de 15 de mayo de 2009 (f°. 31 a 34), cuya


vigencia al momento de fenecer la relación laboral las partes
no discuten, señala que el salario variable integral se
causaría «[…] sobre el cumplimiento de los indicadores
establecidos para su cargo y responsabilidad»; esos
parámetros son los que aparecen a folios 35 a 37, y
corresponden a los cuatro que describió el tribunal, de los
cuales esa colegiatura entendió que el primero, denominado
«competencias y clima organizacional», solo podía ser
establecido al finalizar cada trimestre, dado su carácter
cualitativo, que implicaba que su incidencia no se podía
fraccionar –como sí ocurría con los otros tres– al momento
de liquidar esa parte del salario, y en los eventos en que el
contrato laboral finalizara antes del cierre de dicho periodo.

Pues bien, a juicio de la sala, esas conclusiones no


fueron combatidas por el recurrente, quien se limitó a
presentar su propia exegesis de cómo debe ser liquidado el
salario variable para que resulte más alto, sin indicar en
qué consistió el error cometido por el tribunal al definir el
efecto de la existencia de un factor que no se podía calcular
en fracciones inferiores a un trimestre; dicho en otras
palabras, el cargo no se adentra en razonamientos que
derruyan el argumento según el cual, de los cuatro
parámetros indicados, el primero no podía ser tenido en
cuenta de la manera en que lo entendió el tribunal, pues el

SCLAJPT-10 V.00
17
Radicación n.° 67587

casacionista no dice por qué ha de considerarse de forma


diferente a la que se expuso por el juez de apelaciones.

En ese sentido, el alegato planteado por el impugnante


no analiza el contexto en el que se pactaron los términos del
otrosí, ni indica por cuál motivo el factor «competencias y
clima organizacional» –contrario a lo que dijo el tribunal– era
de aquellos que suponían medición proporcional al tiempo
servido y no durante todo el trimestre, de modo que no
pudiera ser sustituido por el resultado correspondiente al
promedio de los indicadores de los dos trimestres que
transcurrieron íntegros antes de la fecha del finiquito
contractual.

De esa suerte, no quedó establecida siquiera una


razón por la cual se habrían cometido los yerros endilgados
al juez de alzada, y mucho menos en el grado de
protuberantes, notorios y manifiestos, ni se puede extraer
del cargo una conclusión en cuanto a cuál era la genuina
intención de los contratantes, pues la censura se limita a
establecer que la forma de cálculo era diferente, según su
conveniencia, sin explicar las razones que orientarían la
casación del fallo.

De otra parte, tampoco quedó explicado por qué la


interpretación probatoria del tribunal daba lugar a violentar
las normas señaladas en la proposición jurídica del cargo,
de cara a las cuales no se hizo ninguna concatenación en el
desarrollo del embate, pues, como se ha venido diciendo,
las elucubraciones de la recurrente se contraen a buscar la

SCLAJPT-10 V.00
18
Radicación n.° 67587

aplicación de una liquidación más favorable, pero sin


explicar por qué esa es la que se apega al texto del otrosí
que se dijo mal valorado.

En el anterior orden de ideas, es dable colegir que la


recurrente no alcanzó a derruir los juicios fácticos del
tribunal, conforme al cual, la empresa demandada no podía
liquidar y pagar el salario integral variable promediando
todos y cada uno de los indicadores señalados en el
documento de folios 35 a 37, sino que el primero de ellos
debía ser establecido con el promedio de los resultados
correspondientes a los trimestres ya finalizados del año, sin
considerar la porción laborada durante el tercero, que fue
en el curso del cual se dio por terminado el contrato de
trabajo. En la medida que este fue el respaldo de la decisión
criticada, y que el objetivo de la censura fue argumentar
todo lo contrario, sin lograr convencer a la corte de su
acusación, la sentencia debe quedar intacta.

De todos modos, es menester destacar que, si no se


demostró que la valoración de los dos documentos primeros
analizados fuera defectuosa, tampoco se puede entender
que se haya causado detrimento a la trabajadora conforme
a lo consignado en la liquidación final (f.º 268), pues esa
conclusión solo procedería, de conformidad con los
planteamientos del cargo, en caso de demostrarse que la
forma de cálculo salarial que avaló el tribunal no era
idónea.

SCLAJPT-10 V.00
19
Radicación n.° 67587

Cabe advertir, que, por tratarse de errores enrostrados


a la sentencia atacada con base en el análisis del material
probatorio, este puede ser susceptible de decisiones
contrarias o similares a las que tomó el tribunal, tal como lo
plantea el recurso, sin embargo, la decisión del juzgador de
segundo grado no luce irracional, ni ajena a un
entendimiento plausible del texto que analizó,

Por último, el hecho de que la sentencia no le haya


sido favorable en el aspecto criticado, no releva a la parte
interesada de demostrar la existencia del error, que, como
se dijo, tiene que ser evidente, ostensible, que brille al ojo,
pues el artículo 61 del CPTSS que habla sobre la libre
formación del convencimiento, permite al juez en las
instancias tomar su decisión con libertad: «[…] inspirándose
en los principios científicos que informan la crítica de la
prueba y atendiendo a las circunstancias relevantes del
pleito y a la conducta procesal observada por las partes […]»,
lo que no quedó desvirtuado en este caso.

Al respecto, en la sentencia CSJ SL5477-2019 se dijo:

En el recurso extraordinario se tiene la carga de acreditar


razonadamente el error del Tribunal en el análisis de los medios
de prueba, de modo tal que se demuestre a la corte que se dio
por probado lo que no está, o que no se dio por probado lo que
está; también le corresponde evidenciar aquello que nace de la
errada valoración o de la falta de estudio de pruebas calificadas,
que a la luz del artículo 7 de la Ley 16 de 1969, solo son los
documentos auténticos, la confesión y la inspección judicial, […].

Como el recurrente no cumplió con dicha carga, el


ataque no prospera.

SCLAJPT-10 V.00
20
Radicación n.° 67587

Las costas en el recurso extraordinario serán a cargo


de la parte recurrente, por cuanto la acusación no tuvo
éxito y hubo réplica. Se fija como agencias en derecho la
suma de cuatro millones doscientos cuarenta mil pesos
($4.240.000), que se incluirá en la liquidación que realice el
juez de primera instancia, con arreglo a lo dispuesto en el
artículo 366 del CGP.

IX. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando justicia
en nombre de la República de Colombia y por autoridad de
la ley, NO CASA la sentencia dictada el trece (13) de
noviembre de dos mil trece (2013) por la Sala Laboral del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, dentro del
proceso ordinario laboral seguido por HAZEL LILIANA
CARREÑO VARGAS contra AXEDE SA.

Costas, como se dijo en la parte motiva.

Notifíquese, publíquese, cúmplase y devuélvase el


expediente al tribunal de origen.

ANA MARÍA MUÑOZ SEGURA

SCLAJPT-10 V.00
21
Radicación n.° 67587

OMAR DE JESÚS RESTREPO OCHOA

GIOVANNI FRANCISCO RODRÍGUEZ JIMÉNEZ

SCLAJPT-10 V.00
22

También podría gustarte