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RESUMEN: La presente propuesta de investigación busca estudiar la terapia familiar

con pacientes adolescentes transgéneros, observando aquellos patrones interaccionales


que sostienen conductas de rechazo y de neutralidad negativa, así como patrones
interaccionales que estan a la base de conductas afirmativas entre padres/madres e
hijos/hijas adolescentes transgéneros. El proyecto doctoral se inscribe en la línea de
investigación en terapia familiar en el campo de los estudios de proceso,
específicamente en población transgénero adolescente, contribuyendo a desarrollar una
perspectiva distinta en el estudio del rechazo y/o aceptación parental hacia hijos e hijas
transgénero. El objetivo general del proyecto es describir las contribuciones de la
terapia familiar con adolescentes transgéneros y su aporte a la transformación de
patrones interaccionales sostenedores de conductas rechazantes y de neutralidad
negativa y la promoción de patrones interaccionales sostenedores de conductas
afirmativas entre padres/madres e hijos/hijas adolescentes transgéneros. Este proyecto
se enmarca en un diseño de investigación de tipo cualitativo orientado a comprender en
profundidad la contribución de la terapia familiar en el aporte a la transformación de
patrones interaccionales que sostienen conductas rechazantes y/o de neutralidad
negativa en familias con hijos e hijas adolescentes transgéneros. El proyecto contempla
el estudio en profundidad de dos sistemas familiares en proceso de terapia familiar. Las
familias seleccionadas deberán cumplir con los siguientes criterios de inclusión: 1)
familias que inicien y/o estén en proceso de terapia familiar cuyo motivo de consulta se
relacione a temáticas de diversidad de género Para estas últimas, el proceso completo
debe haber tenido una duración máxima de seis meses; 2) cada familia debe tener, entre
sus integrantes, adolescentes entre 15 y 20 años y deben autodefinirse como persona
transgénero; 3) en cada familia debe haber al menos un adulto, sea este el padre, la
madre o cualquier otro adulto que oficie como tutor o tutora en el momento de la
realización de la terapia de familia. El acceso a las terapias familiares se realizará
mediante el contacto con instituciones especializadas que tenga, como parte de las
prestaciones, la realización de terapia familiar orientada a población de la diversidad
sexo/género. Cada terapia tendrá una frecuencia semanal y no debiera, idealmente,
superar los seis meses de extensión (atendiendo, evidentemente, a situaciones
contextuales, pudiera tener una duración menor). Cada uno de los procesos será
videograbado y luego transcrito en su totalidad. Los procesos de terapia familiar
utilizados en este proyecto podrán ser terapias iniciadas con motivo de este proyecto
doctoral, de terapias actualmente en curso o procesos terminados y previamente
registrados. El enfoque metodológico proviene de la Grounded Theory, informada desde
una aproximación constructivista, tanto la recolección de datos, procesamiento y
análisis seguirá un proceso de constante interacción y flexibilidad, poniendo el acento
en la construcción de un conocimiento empírico sujeto a criterios de integridad,
fidelidad y utilidad. El material obtenido, de la observación de las terapias como de la
lectura analítica de las transcripciones, se analizará en función de principios descriptivos
e interpretativos, lo que implica desarrollar un tratamiento de los datos que vaya
seleccionando y reduciendo categorialmente su contenido, para luego generar las
condiciones de posibilidad para el análisis e interpretación de los datos. Los conceptos y
categorías construidos en este nivel de análisis se organizarán en esquemas
clasificatorios con el fin de identificar y describir categorías centrales del material
estudiado. La codificación axial, va a profundizar y densificar las categorías
previamente saturadas, generando procesos selectivos y de reorganización analítica, de
tal manera que se construya un marco comprensivo en torno al material trabajado.

PALABRAS CLAVES: Terapia familiar, patrones interaccionales Rechazo parental,


Neutralidad Negativa, Aceptación parental.

1. PLANTEAMIENTO PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN


La presente propuesta de investigación busca estudiar la terapia familiar con
pacientes adolescentes transgéneros, observando aquellos patrones interaccionales de
rechazo y de neutralidad negativa, así como patrones interaccionales afirmativos entre
padres/madres e hijos/hijas adolescentes transgéneros. Lo anterior, con el fin de
construir una matriz comprensiva sobre las distintas maneras en que estos patrones
sostienen y configuran las relaciones familiares, facilitando y/u obstaculizando los
vínculos al interior de las familias de adolescentes transgéneros.
La relevancia de este estudio radica, por una parte, en la generación de un
conocimiento situado sobre la terapia familiar en el contexto nacional y de cómo esta
contribuye a la comprensión profunda de los patrones interaccionales que sostienen
conductas de rechazo y/o aceptación en padres y madres hacia sus hijos e hijas
adolescentes transgéneros.
Por otro lado, este proyecto sitúa la investigación en terapia familiar en el campo
de los estudios de proceso, específicamente en población transgénero adolescente,
contribuyendo a desarrollar una perspectiva distinta en el estudio del rechazo y/o
aceptación parental hacia hijos e hijas transgénero y al mismo tiempo aportar evidencia
a la disciplina de la terapia familiar.
Uno de los focos investigativos en el campo de la aceptación y el rechazo ha
estado centrado en los resultados de la respuesta parental frente a la identidad de
género y/o expresión de género en adolescentes (Ryan, 2000). El apoyo de los/as
padres/madres a sus hijos/as adolescentes transgéneros incide de manera significativa en
el estado de salud mental, lo que se relaciona con una mejor calidad de vida y, a la vez,
se transforma en factor de protección de la depresión y la ideación suicida (Simons,
Schrager, Clark, Belser & Olsen, 2013; Wilson, Chen, Aeayasirikul, Raymond &
MacFarland, 2016). Por otro lado, la respuesta rechazante por parte de padres y madres
empeora la calidad de vida de el y la adolescente transgénero, potenciando conductas de
riesgo (Clark et al., 2014; Eisenberg et al., 2017; Pérez-Brumer, Day, Russell &
Hatzenbuehler, 2017; Velae, Watson, Peter & Saewyc, 2017; Newcomb, 2019).
Existen otros focos que complementan el estudio de la respuesta parental
centrando la atención en las experiencias subjetivas parentales; de esta manera, se ha
avanzado en reconocer que las conductas de rechazo y aceptación tienen una carga de
significado emocional particular. Es decir, ya no solo se conoce el impacto de la
respuesta parental de aceptación y rechazo en el o la adolescente transgénero sino que,
además, se ha descrito la variabilidad experiencial que el o la adolescente vive frente a
las conductas de aceptación y rechazo. En esta línea destacan los trabajos de Pullen-
Sansfacon y colaboradores (2020), quienes han desarrollado el concepto de neutralidad
negativa para dar cuenta de una experiencia que profundiza y complejiza el estudio de
la respuesta parental frente a la nueva identidad de género y/o expresión de género.
A pesar de ello, la mayoría de las investigaciones con adolescentes transgéneros
y sus familias ha centrado el interés ya sea en la respuesta parental o en la experiencia
subjetiva de los y las adolescentes en relación a dicha respuesta parental. Una revisión
sistemática sobre familias con adolescentes transgéneros concluyó que la investigación
con este tipo de familias es limitada en comparación con familias de la comunidad LGB
(lesbianas, gais y bisexuales) (Dierckx et al., 2016). Esta limitante se suma a que se
habría dejado de lado el estudio de dinámicas familiares, patrones interaccionales u
otras formas más complejas de comprensión del fenómeno. Así, una crítica que se
puede señalar al estudio de la aceptación y el rechazo parental hacia adolescentes
transgéneros, se relaciona con la intensa producción científica de aquellos efectos
individuales y no relacionales producidos por las conductas de aceptación y rechazo
parental, no considerando a la familia como un lugar físico y simbólico de producción
de sentido, en donde se dan aquellas dinámicas familiares que sostendrían estas
conductas (Taylor, 2020).
Como menciona Grossman y colaboradores (2005, 2006), las conductas de
aceptación y rechazo parental no se presentan de manera homogénea ni son expresadas
de igual manera. El carácter idiosincrático y culturalmente situado confiere a estas
conductas elementos importantes a considerar y que la literatura no necesariamente ha
reportado (Grossman et al., 2005, 2006).
Pareciera ser que ha habido escaso interés en explorar otras dimensiones del
problema de aceptación y rechazo parental hacia adolescentes transgéneros. Por
ejemplo, indagar en las experiencias familiares, los estilos de comunicación, las
dinámicas relacionales o patrones interaccionales familiares podrían aumentar la
superficie reflexiva de la relación entre adolescentes transgéneros y sus familias, ya no
desde el campo de la salud mental sino desde un contexto terapéutico, específicamente
la terapia familiar (Vallerand et al., 2019).
En este escenario, la terapia familiar con población adolescente transgénero y la
investigación que se reporta habitualmente, hacen referencia a estudios sobre
tratamientos y marcos terapéuticos específicos en familias con adolescentes
transgéneros. Como muestra una revisión sistemática sobre los tipos de tratamientos
familiares con niños, niñas y adolescentes transgéneros (Malpas y cols., 2021), los
resultados de esta investigación sistematizan se basan la experiencia terapéutica,
modelos de trabajo afirmativo con familias y desarrollo de diversas técnicas específicas
de trabajo con padres y madres, pero no reporta estudios de procesos o de variables más
complejas como dinámicas familiares y/o patrones interacciónales. Por otro lado, los
estudios han puesto atención en otras variables como distintos encuadres, la persona del
terapeuta, alianza terapéutica, etcétera (Pinsof & Escudero, 2014; Vallerand et al.,
2020).
En síntesis, la investigación en terapia familiar no ha estado centrada en el
estudio del rechazo/aceptación parental hacia adolescentes transgéneros de manera
específica como los es el contexto in situ que la terapia familiar provee. Este vacío deja
interrogantes importantes a considerar sobre cómo desarrollar otras miradas del
fenómeno de las identidades de género y/o expresiones de género y su comunicación en
la familia o cuáles son las particularidades relacionales y/o interaccionales familiares
que se ponen en juego con la orientación de género y/o expresión de género.
En este sentido, este proyecto puede ser una contribución al desarrollo de la
investigación en terapia familiar con adolescentes transgéneros, poniendo el foco en la
observación de patrones interaccionales entre sus miembros y la comprensión de la
manera en que estos patrones interaccionales en familias con adolescentes transgéneros,
elicitan y sostienen conductas de rechazo y aceptación parental y/o familiar que la
evidencia internacional ha señalado como respuestas parentales que impactan negativa
y/o positivamente en la salud mental de adolescentes transgéneros (Coohlhart, 2015;
Ryan, 2001).
Por lo tanto, la pregunta de investigación que se desprende de la articulación
argumental hasta acá expuesta es: ¿De qué manera la terapia familiar orientada a
familias con adolescentes transgéneros contribuye a la transformación de patrones
interaccionales sostenedores de rechazo, neutralidad negativa y aceptación entre
padres/madres, hijos/hijas transgéneros?

2. MARCO CONCEPTUAL

2.1 Salud Mental y adolescencia transgénero

El contexto social marca y señala conductas, preferencias sexuales, expresiones


de género según sea hombre o mujer y las normaliza en estándares conductuales según
el sexo biológico asignado al nacer (Kyle et al., 2019). Es en este marco en el cual
niños, niñas y adolescentes que presentan trayectorias identitarias y/o sexuales que no
logran “alinearse” con el mandato cultural y social que especifican ciertas conductas e
identidades a un sexo u a otro, presentan profundo malestar expresado de diversas
maneras e intensidades según el ciclo vital en que se encuentre y/o los entornos y las
personas que los acompañan en el proceso de crecimiento y desarrollo (Kyle, 2019;
Ryan, 2001; LaSala, 2000; Kibrik, 2018).
La denominación transgénero representa un concepto abarcativo respecto del
cual se organiza una serie de sentires y experiencias de subjetivación que problematizan
y tensionan la relación sexo –asignada al nacer– y prácticas identitarias de género
(Ryan, 2001). Es en este contexto social y relacional, que niños, niñas y adolescentes
van construyendo subjetividades sostenidas en una serie de tensiones individuales,
familiares, sociales y culturales que generan condiciones de posibilidad desde las cuales
la salud mental puede verse fuertemente vulnerabilizada (Ryan, 2001a, 2007b).
La evidencia muestra que las personas transgéneros corresponden a una
población particularmente vulnerable en salud mental (Krug, Mercy, Dahlberg & Zwi,
2002; Martínez et al., 2018); la investigación ha señalado que las diferencias en esta
área pueden atribuirse a los efectos del estrés relacionado con la estigmatización basada
en la identidad de género y la orientación sexual diversa (Tomicic et al., 2016). Durante
la adolescencia, los comportamientos que no se corresponden con los estereotipos de
género son socialmente menos tolerados, aumentando el rechazo y la violencia desde
los pares, lo que favorece que las y los adolescentes transgéneros se vean
constantemente vulnerabilizados por sus entornos proximales y distales como la familia,
la escuela, los pares, la cultura y la estructura social en general (Kelly, 2002).
La discriminación hacia los y las adolescentes transgéneros ha sido reportada
consistentemente. Morgan y Sharpe (2004) refieren que el 60% de los y las adolescentes
transgéneros han sido vulnerados y vulneradas en relación a su identidad de género y/o
expresión de género. Según Bevan (2015), durante la adolescencia las expresiones de
género que se desmarcan del estereotipo de género social y culturalmente validados, son
menos tolerados, produciéndose nichos relacionales de violencia, segregación y
discriminación (Kelly, 2002).
La literatura internacional, producida principalmente en América del Norte y
Europa, muestra evidencia empírica importante sobre las disparidades en salud y salud
mental para el caso de los y las adolescentes transgéneros; ellos y ellas enfrentan un
empeoramiento sostenido en las condiciones de salud mental, ya sea por deficiencias en
el acceso a prestaciones en salud mental y/o por prácticas no-pertinentes de los y las
prestadores de salud mental vinculados a discriminación y transfobia (Barrientos, 2019;
Lerner & Robles, 2017; Martínez et al., 2018; Snyder, Burack & Petrova, 2016). Por
ello, los y las adolescentes transgéneros presentan con mayor frecuencia síntomas
depresivos y conductas externalizantes (Clark et al., 2014; Eisenberg et al., 2017; Pérez-
Brumer, Day, Russell & Hatzenbuehler, 2017; Velae, Watson, Peter & Saewyc, 2017;
Newcomb, 2019), abuso de sustancias ilícitas, victimización y bullyng transfóbico
(Chedsen, Hidalgo, Chen & Gorofalo, 2019; Clark et al., 2014; Testa et al., 2015),
conductas suicidas (Diamond, 2011; Ryan 2010; Tomicic et al., 2016) así como altos
niveles de disconformidad corporal (de Vries, Steesman, Doreleijers & Cohen-Kettinis,
2011; MacGuire, Doty, Catalpa, 2016).
En la misma línea, una encuesta realizada, Canadá (n=1519), concluyó que un
tercio de los y las adolescentes encuestados y encuestadas declaró plausible la idea del
suicidio en el último año de estudios secundarios. Además, el 45% declaró que su salud
mental era mala y un 40% regular y tan solo el 16% la describió en términos de
satisfactoria o excelente (Pullen Sansfacon et al., 2020; Taylor et al., 2020).

En Chile, los resultados de la Primera Encuesta para Personas Trans y de Género


No-Conforme (n=315), llevada a cabo por la ONG Trans Diversidades (2017), realizó
una extensa caracterización del estado de la salud mental de la población transgénero
en Chile, mostrando que el 40% de los y las encuestados/as señalan haber sufrido
violencia en su lugar de estudio, 34% declara haber sufrido una alta y muy alta
discriminación durante el proceso escolar (19% en enseñanza básica y 14% en
educación media) (Encuesta T, 2017). Otro dato importante es el que revela que un
56% de los y las adolescentes encuestados declara haber intentado suicidarse, siendo la
edad en que más se cometen los primeros intentos de suicidio entre los 11 y 15 años de
edad con un 46%, mientras que un 26% lo hace entre los 16 y 18 años (Encuesta T,
2017).

Información que viene a reforzar lo anterior son los datos que arroja una revisión
sistemática de diez años de investigación (2004-2014) sobre suicidio y salud mental en
población lesbiana, gay, bisexual y transgénero (en sus siglas LGBT). Este trabajo
concluye que la suicidabilidad es un problema mayor en estas poblaciones,
observándose prevalencias de entre un 20% y un 50% de comportamientos suicidas,
siendo estos siete veces más probables en personas de la diversidad sexual y de género
que en las personas heterosexuales y cisgénero (Tomicic et al., 2016).

2.2 Adolescente transgénero y familia

La familia como sistema social juega un rol importante en los procesos de


socialización, regulación emocional y desarrollo socioafectivo en niños, niñas y
adolescentes, por lo que las interacciones, dinámicas y estilos de funcionamiento son
considerados variables complejas y fundamentales en la comprensión de la familia
como un todo (Toffanatti, 2018).
Hay consenso en que el apoyo familiar desempeña un papel protector en la vida
de los y las adolescentes transgéneros. En un estudio para evaluar el apoyo parental,
Simons & Schager (2013) sugieren que el apoyo de los padres y madres se asocia con
una mayor satisfacción en la vida y es protector contra los síntomas depresivos y la
carga percibida de ser adolescente transgénero.
En el contexto del desarrollo del Trans PULSE Project1 (2005-2018) se realizó
una encuesta con el objetivo de medir la relación entre el apoyo familiar y la salud
mental de los y las adolescentes transgéneros. En una muestra de 433 adolescentes
transgéneros se informó como resultado una relación positiva entre el apoyo que los y
las jóvenes transgéneros reciben de sus padres y los resultados de salud medidos en esta
encuesta (depresión, ansiedad y suicidio). Las diferencias más significativas muestran
que los y las jóvenes transgéneros que tienen un fuerte apoyo familiar a su identidad y
expresión de género, informan de una mayor satisfacción con la vida, aumento en una
visión positiva de sí mismos y sí mismas, una mejor salud mental, incluyendo menos
depresión y menos intentos de suicidio (Nicholas, Bauer, Pyne & Bradley, 2013).
Eisenberg (2017) estudió cómo cierto tipo de funcionamiento familiar incidía
directamente en el empeoramiento o mejoramiento de la salud mental de jóvenes
transgéneros y género-no conformes. Concluyó que las relaciones familiares positivas
eran vividas por el o la adolescente transgénero como factores protectores frente a
conductas de riesgo, como uso de sustancias, conducta sexual precoz, victimización,
bullyng físico y suicidio entre otras (Eisenberg, 2017).Siguiendo la misma línea, Katz-
Wise (2018) constató que la presencia de la variable Buena Comunicación Familiar en
la experiencia cotidiana de jóvenes transgéneros, se asociaba con un descenso en la
presencia de síntomas anímicos (depresión y ansiedad). Asimismo, cuando la
experiencia familiar cotidiana se asociaba a Satisfacción Familiar, disminuía la
presencia de autoagresiones, depresión y cuadros ansiosos (Kat-Wize, 2018; Reisnretal,
2015).
Tal como lo plantea Aramburu (2018), la relación entre adolescencia
transgénero y familia resulta un escenario complejo que debiera suponer la necesidad de
un conocimiento global y complejo respecto de todas y todos los miembros de la
familia. La misma autora, en un estudio cualitativo basado en entrevistas en profundidad
y cuyo objetivo era conocer las experiencias de los padres, madres/cuidadores y

1 El Trans PULSE Project nacido Canadá, fue un proyecto de investigación de base


comunitaria (RBC) que investigó el impacto de la exclusión social y la discriminación en la salud
de las personas trans en la ciudad de Ontario, Canadá. Aportó nueva información que se utilizó
para cambiar las políticas publicas con el fin de mejorar la salud de las comunidades trans. El
proyecto condujo al posteriormente al desarrollo del Research Trans PULSE Canadá.
cuidadores y cómo se ven afectadas sus relaciones familiares frente a la identidad de
género y/o expresión de género de sus hijos e hijas adolescentes, informó que la
identidad transgénero de un miembro adolescente de la familia afecta a todos y todas las
y los integrantes de distinta manera. Los padres y/o madres pueden sentirse culpables,
deprimidos o deprimidas, inseguros e inseguras y valoran el hecho de haber contado con
conocimiento e información sobre las identidades transgéneros y así tener la posibilidad
de considerar respetuosamente las trayectorias de sus hijas e hijos (Amburu, 2018).
La afectación de padres y madres aparece como un elemento que ha sido
abordado y que ayuda a comprender de manera más global los procesos que tanto
adolescentes como padres y madres viven. Aunque el apoyo de los padres es clave,
estos pueden encontrar muchos retos para adaptarse a la nueva realidad y el proceso de
adaptación suele ser largo (Pullen Sansfaçon et al., 2020b). Los padres y madres pueden
experimentar dolor y una sensación de pérdida (Pullen Sansfaçon et al., 2020b;
Aramburu Alegría, 2018; Coolhart et al., 2018; Wahlig, 2015) y negación, incredulidad
o ira (Pullen Sansfaçon et al., 2020b; Aramburu Alegría, 2018; Wahlig, 2015). Por otro
lado, las preocupaciones suelen estar en la línea de la seguridad y la aceptación de su
hijo o hija por parte de los demás (Pullen Sansfaçon et al., 2015; Pullen Sansfaçon et al.,
2020b; Aramburu Alegría, 2018; Lawlis et al., 2017; Wahlig, 2015) y pueden sentirse
impotentes, juzgados socialmente o aislados y aisladas (Pullen Sansfaçon et al., 2015;
Wahlig, 2015). Algunos padres y madres cuentan que experimentan sentimientos de
culpa porque no fueron capaces de reconocer y apoyar adecuadamente a su hijo e hija
desde el principio (Aramburu Alegría, 2018).
La relación adolescente, identidad transgénero y familia reviste una densidad
importante de considerar que obliga a generar marcos explicativos más complejos,
menos binarios y centrados en respuestas conductuales de aceptación o rechazo (Pullen
Sansfaçon et al., 2020b; Aramburu Alegría, 2018; Wahlig, 2015), por lo tanto, implica
avanzar en la comprensión de las dinámicas y/o procesos interaccionales que se dan al
interior de las familias con hijos e hijas transgéneros.

2.3 Rechazo, aceptación y neutralidad negativa

Como se mencionó en el apartado de presentación del problema, los estudios


sobre las conductas parentales frente a la develación de la orientación de género
transgénero en hijos e hijas adolescentes han mostrado que las conductas que más se
repiten en los padres y madres frente a la develación de la identidad de género de un
hijo o hija adolescente transgénero, son el rechazo y la aceptación (Ryan, 2010).

El apoyo de los padres y madres parece ser un factor protector vital para los
jóvenes transgéneros. El nivel e intensidad de ese apoyo se traduce en conductas de
aceptación expresados en interacciones amorosas y de amabilidad con el hijo o la hija
transgénero post develación y, a la vez, el despliegue de conductas reales de apoyo y
validación de la identidad de género mediante el uso del nuevo nombre, términos
neutros y respetando los pronombres elegidos por los y las adolescentes transgéneros
(Ryan, 2010; Pullen-Sasfacon, 2018). Por otro lado, las conductas de rechazo se
articulan en el despliegue de comportamientos hostiles por uno o ambos padres,
negación explícita de la nueva identidad de género y una oposición conflictiva a las
distintas manifestaciones de la expresión de género (Ryan, 2019; Olson-Kennedy et al.,
2016; Aramburu Alegría, 2018; Birnkrant & Przeworski, 2017; Meadow, 2018; Pullen
Sansfaçon, Robichaud & Dumais-Michaud, 2015; Travers, 2018; Wong & Drake,
2017).

Un estudio cualitativo (n=1519), de tipo retrospectivo, basado en entrevistas en


profundidad aplicadas a adolescentes transgéneros y/o género no conforme desarrollado
en Canadá, exploró las experiencias subjetivas en relación a la reacción parental al
momento de comunicar la identidad de género y/o expresión de género diversa (Pullen
Sansfacon, Gelly, Faddoul & Lee, 2020). El estudio arrojó que solo el 33% de los y las
jóvenes sienten un fuerte apoyo (Travers et al., 2012), mientras que otros y otras
experimentan una “falta de apoyo explícito”, neutralidad negativa o incluso un rechazo
absoluto (Pullen Sansfacon et al., 2018).

Esta investigación abre el debate sobre una manera de comprender los procesos
familiares frente a la nueva identidad de género y/o expresión de género no conforme,
por parte de los y las adolescentes. Rompe, de alguna manera, con el binarismo
aceptación/rechazo y articula el concepto de neutralidad negativa. La investigación
canadiense señala, además, que las experiencias subjetivas ayudan a comprender la
respuesta parental no desde una dimensión “objetiva” o solamente centrada en los
resultados respecto de la salud mental de el o la adolescente transgénero, sino que abre
la posibilidad para pensar en otras miradas frente al fenómeno que enlaza la familia y el
o la adolescente transgénero. La neutralidad negativa corresponde a una construcción
lingüística emergente en esta investigación, la que surge en los y las adolescentes como
un recuerdo experiencial que si bien no es de rechazo explícito sí constituía, en la
experiencia de los y las jóvenes transgéneros, la percepción de ambivalencia por parte
de sus padres (Pullen-Sansfacon, Gelly, Faddoul & Lee, 2020). Además, esta
neutralidad negativa era experimentada también como una desconfirmación sutil a la
identidad de género y a las expresiones de género no conforme. Las investigadoras
ejemplifican como expresiones de ello leves comentarios sobre la apariencia personal
(expresión de género), dificultades con el uso de pronombres (identidad de género) o
una “sobre-normalización” de la situación relacional de la familia (Pullen-Sansfacon,
Gelly, Faddoul & Lee, 2020). Por lo tanto, el marco interpretativo de las conductas
parentales frente a la develación de la identidad de género transgénero de hijos e hijas
adolescentes, se apoya en la tesis de respuestas no binarias. Se integra el concepto de
neutralidad negativa como una categoría que agrega complejidad a la compresión de la
respuesta parental de familias con adolescentes transgéneros.

Pensar en la complejidad de la relación familia y adolescente transgénero pasa


por comprender el efecto que ciertas conductas tienen en el o la adolescente
transgénero, sea de aceptación o rechazo. Sin embargo, también es necesario
comprender el impacto que la identidad de género y/o expresión de género del
adolescente, tiene en los padres y las madres. Lo anterior invita a profundizar en
conocer las vivencias subjetivas de adolescentes y sus padres lo que, sin duda, trae de la
mano la complejización y el rompimiento del binarismo aceptación /rechazo. Como se
ha visto, la categoría de neutralidad negativa sirve de puerta de entrada e inaugura un
marco comprensivo, deseable de ser aplicado al dominio de la investigación en terapia
familiar.

3. TERAPIA FAMILIAR CON ADOLESCENTES TRANSGÉNEROS

3.1 Terapia familiar de orientación sistémica e interaccionalmente


orientada

En el estudio de la terapia familiar y adolescente existe amplia evidencia sobre la


eficacia relacionada con una serie de condiciones de salud mental (Baucom, Shoham,
Mueser et al., 1998; Diamond, Serrano, Dickey & Sonis, 1996; Pinsof & Wynne, 1995).
La evidencia en los estudios de procesos terapéuticos en terapia familiar ha puesto el
interés en tres áreas específicas: cómo ocurren los procesos terapéuticos en sesión,
cambios terapéuticos durante la extensión del proceso de terapia familiar, la relación
terapéutica entre terapeuta y familia, así como los procesos de adherencia al tratamiento
(Heatheringhton et al., 2015).

La terapia familiar de orientación sistémica se articula en función de tres


grandes teorías: teoría general de sistemas, cibernética y teoría de la comunicación
humana. La cualidad de la terapia familiar sistémica es que comprende a la familia
como un sistema que se constituye a sí mismo en función de la interdependencia de sus
integrantes. Los problemas y las dificultades se entienden desde una lógica de
afectación global (Bertrando & Tofanneti, 2004). Por ello, las explicaciones que emanan
de la terapia familiar sistémica se organizan bajo la premisa de que las variaciones
interaccionales dentro del sistema familiar se comprenden en función de los impactos
cruzados y mutuamente influyentes al interior del sistema familiar, y no de
disposiciones intrapsíquicas individuales. Lo anterior no niega la subjetividad e
individualidad de los integrantes, sino que pone en relieve que las acciones de cada
integrante de la familia se despliegan en un escenario relacional que las define, organiza
y las hace comprensibles desde una matriz interaccional, la que va conformando e
iterando formas y/o patrones relacionales o interaccionales respecto de los cuales se
organizan las experiencias familiares (Bertrando, Cazzullo, Clereci, Boscolo, Cecchin,
Hoffman Penn, 1988; Watzlawick, Weakland & Fischer, 1999).

3.2 Patrones interaccionales

La orientación interaccional o interaccionalmente orientada en la terapia


familiar es considerada como un marco interpretativo de la vida familiar (Jackson,
1966; Bateson, 1952; Selvini, 1990). Los patrones interaccionales constituyen la
arquitectura y la organización del sistema familiar, siendo ellos la matriz desde la cual
la familia organiza el mundo relacional ya sea implícita o explícitamente
constituyéndose, así, en un marco interpretativo con que el sistema familiar construye
las relaciones intrasistémicas, dota de sentido la cotidianidad y sienta las bases de la
identidad familiar, marcando líneas invisibles sobre lo que se puede o no tolerar en un
sistema familiar determinado (Waztlawick, 1994; Swartz, 2012).

Un patrón interaccional, siguiendo a Waztlawick (1967, 1994), es una


concatenación de información basada en ideas, creencias, experiencias compartidas,
historias y emociones en la que participan dos o más miembros del sistema familiar, con
un carácter repetitivo, y que son empleadas como parte de la función adaptativa,
heurística y protectora por parte de una familia (Watzlawick, 1967, 1994). La idea de
patrón interaccional se articula, además, con los postulados de la Teoría de la
Comunicación Humana (Watzlawick et al., 1989), teoría que sienta las bases
comprensivas del funcionamiento familiar basado en intercambios comunicacionales
organizados en axiomas. Estos axiomas permiten comprender y distinguir patrones
interaccionales repetitivos que sostienen, de manera compleja, conductas eventualmente
sintomáticas que ponen en crisis el espacio sistémico familiar.

Un sistema familiar construye varios patrones interaccionales que sirven de


“mapa” relacional con el fin de regular, metabolizar o combatir ciertas experiencias que
pudieran ser leídas como destructivas o amenazadoras (Keeney, 1993; Fisher &
Schalnger, 1996; Nardone, 1995). Un patrón interaccional está constituido por
dimensiones explícitas del orden de la regulación conductual y emocional, pero también
se articula desde una dimensión implícita que modela aspectos vitales en el sistema
familiar como la estructura y la organización (Minuchin, 1982; Sacvinni & Manzini,
2012). Esta idea es iluminada por la Teoría de la Comunicación Humana (Watzlawick
et al.,1989), la que provee de anclajes conceptuales al momento de observar y definir
patrones interaccionales: la síntesis contenido-relación, la tensión entre lo analógico y lo
digital o el esclarecer los dominios de simetría/complementariedad, corresponden a
puntos cardinales respecto de los cuales un observador puede recrear patrones
interaccionales (Watzlawick et al., 1989; Bertrando & Toffanetti, 2018; Palazoli &
Prata, 1983).

Esta doble mirada de los procesos familiares articula una terapia familiar que el
autor de este proyecto denomina sistémica e internacionalmente orientada. Visto así, la
terapia familiar que entienda el motivo de consulta como una experiencia global de
afectaciones cruzadas, complejas y no lineales entre cada uno de los y las integrantes de
la familia, debe hacerse cargo, además, de las dinámicas familiares expresadas en
patrones interaccionales idiosincráticos, muchas veces rígidos e inconscientes
(Bertalanffy, 1948; Minuchin, 1982; Watzlawick, 1970). Teóricamente, una terapia
familiar sistémica e interaccionalmente orientada permitiría la observación, en
simultáneo, respecto a los impactos pragmáticos expresados hacia los y las adolescentes
transgéneros (rechazo, aceptación y/neutralidad negativa) y contribuiría a describir
cómo estos impactos pragmáticos se inscriben en patrones interaccionales más amplios
que pudieran rigidizarse e impedir la posibilidad de procesos reflexivos (Bertrando,
2018). Por otro lado, posibilitaría la observación de las maneras en que los padres y las
madres interactúan con su propia experiencia, como: rabia, decepción, frustración,
culpa, etcétera, construyendo patrones interaccionales que al rigidizarse generarían
dificultades para tomar distancia emocional, reflexionar o situarse en el espacio parental
como figuras protectoras (Coolhart, 2011; Malpas, 2019; Ryan, 2000).

La idea de crisis familiar es una de las puertas de entrada al estudio clínico de la


terapia familiar con adolescentes transgéneros. El malestar emocional y psicológico de
la familia entendida como un todo, resulta un marco comprensivo del orden de lo
sistémico que posibilita una mirada particular del fenómeno en estudio (Bertrando &
Toffanetti, 2004). Es decir, ahí donde se problematiza la identidad de género y/o la
expresión de género vía rechazo principalmente (todo del orden de lo individual), el
movimiento sistémico e interaccional estará interesado en comprender cuáles son los
patrones interaccionales que elicitan la crisis más allá de los aspectos individuales que,
en la persona de el o la adolescente, aparecen. Es decir, patrones interaccionales que
sostienen y garantizan una cohesión familiar establecida implícita o explícitamente, que
regulan el mundo relacional, conductual y emocional de sus miembros, pudieran verse
rigidizados y/o perturbados frente a la emergencia de dinámicas individuales de
modificación identitaria, como sería el caso de familias con adolescentes transgéneros
(Diamond, Pardo & Butterworth, 2011). En esta línea, Mac-Nish (2014) comenta que
los motivos de consulta para terapia familiar, en el caso de familias con adolescentes
transgéneros, están vinculados a dos grandes grupos de problemas: el primero se
relaciona con la dificultad de metabolizar familiarmente los cambios en los patrones
interaccionales propios del sistema familiar, y de cómo estos cambios involucran y
afectan a cada uno y una de las y los miembros del sistema familiar; y, por otro lado, las
consecuencias globales que esos cambios producen en la relación directa con el y la
adolescente transgénero en términos de un empeoramiento de las relaciones familiares.

Se sostiene, entonces, que mediante la detección y compresión de los patrones


interaccionales que elicitan pragmáticas de rechazo, neutralidad negativa y aceptación,
estos pueden ser modificados en el espacio terapéutico de la terapia familiar sistémica e
interaccionalmente orientada a transformar aquellas conductas productoras de malestar
y sufrimiento entre padres y madres con hijos e hijas transgéneros.
4. METODOLOGÍA

4.1 Objetivo general


Describir las contribuciones de la terapia familiar con adolescentes transgéneros
y su aporte a la transformación de patrones interaccionales rechazantes y de neutralidad
negativa y la promoción de patrones interaccionales afirmativos entre padres/madres e
hijos/hijas adolescentes transgéneros.

4.2 Objetivos específicos

1. Caracterizar los patrones interaccionales sostenedores de condcutas rechazantes y de


neutralidad negativa que emergen/visibilizan durante el proceso de terapia familiar
entre padres/madres e hijos/hijas adolescentes transgéneros.

 Preguntas directrices:
- ¿Cómo se expresan los patrones interaccionales que sostienen conductas
rechazantes y de neutralidad negativa específicos en el funcionamiento de
los subsistemas parental y filial que emergen/surgen durante el proceso de
terapia familiar, en familias con hijos e hijas transgéneros?
- ¿Cuáles son las temáticas específicas que presentan los patrones
interaccionalesque apoyan conductas de tipo rechazante y/o de neutralidad
negativa en el subsistema parental y filial?¿Qué aspectos de la identidad de
género y expresión de género se ven involucrados en patrones
interaccionales sostenedores de condcutas rechazantes y/o de neutralidad
negativa?
- ¿Qué tipo de problemáticas son más recurrentes en el contexto del
despliegue de patrones interaccionales sostenedores de conductas
rechazantes y/o de neutralidad negativa?
- ¿Existen particularidades en los patrones interaccionales sostenedores de
conductas rechazantes en el caso de adolescente trans-femenina? De existir,
¿cómo se manifiestan?
- ¿Existen particularidades en los patrones interaccionales sostenedores
rechazantes en el caso de adolescente trans-masculino? De existir, ¿cómo se
manifiestan?
- ¿Cómo expresan los padres los patrones interaccionales rechazantes y/o de
neutralidad negativa cuando la madre expresa patrones interaccionales
afirmativos?
- ¿Cómo expresan las madres los patrones interaccionales rechazantes y/o de
neutralidad negativa cuando el padre expresa patrones interaccionales
afirmativos?

2. Caracterizar patrones interaccionales que sostienen conductas afirmativas que


emergen/visibilizan/surgen durante el proceso de terapia familiar entre
padres/madres e hijos/hijas adolescentes transgéneros.

 Preguntas directrices:
- Cómo se manifiestan y se identifican aquellos patrones interaccionales
que sostienen conductas afirmativas, en los subsistemas parental y filial,
que emergen durante el proceso de terapia familiar con hijos e hijas
adolescentes transgéneros?
- ¿Cuáles son las temáticas específicas que contienen interacciones que
sostienen conductas afirmativas en el subsistema parental y filial?
- ¿Qué es lo que específicamente se afirma en los patrones interaccionales
que sostienen conductas afirmativas?
- ¿Cómo son las conversaciones específicas, en el contexto de la terapia
familiar, que dan cuenta de patrones interaccionales afirmativos?
- ¿De qué manera los patrones relacionales sostenedores de conductas
afirmativas permean/influyen en el funcionamiento total del sistema
familiar?
- ¿Cómo expresan los padres los patrones interaccionales afirmativos
cuando las madres expresan patrones interaccionales rechazantes y/o de
neutralidad negativa?
- ¿Cómo expresan las madres los patrones interaccionales afirmativos
cuando los padres expresan patrones interaccionales rechazantes y/o de
neutralidad negativa?
¿Qué efectos tiene la presencia de patrones interaccionales afirmativos
entre los padres y las madres?

3.- Caracterizar las intervenciones terapéuticas que tienen efecto transformador


de los patrones interaccionales que sostienen rechazo y/o neutralidad negativa y
que promueven patrones interaccionales sostenedores de conductas afirmativas
entre padres/madres e hijos/hijas adolescentes transgéneros.

Preguntas directrices:
- ¿Qué tipo de intervenciones terapéuticas, en la terapia familiar, promueven
patrones interaccionales productores de conductas afirmativos en el sistema
familiar con hijos e hijas adolescentes transgéneros?
- ¿De qué manera el/la terapeuta interactúa con la presencia de patrones
interaccionales que sostienen conductas rechazantes?
- ¿De qué manera el/la terapeuta resuelve el posible impasse frente a
conductas rechazantes y/o de neutralidad negativa en la sesión de terapia
familiar?
- ¿Expresa el/la terapeuta interacciones que sostienen la neutralidad negativa?
Si es así, ¿de qué manera lo hace?
- ¿Cuáles son las estrategias de intervención que el/la terapeuta utiliza para
disminuir/neutralizar la emergencia de patrones interaccionales productores
de conductas rechazantes?
- ¿Promueve el/la terapeuta intervenciones afirmativas en la identidad y
expresión de género del adolescente transgénero o la adolescente durante el
proceso de terapia familiar? De hacerlo, ¿de qué manera las lleva a cabo?

Este proyecto se enmarca en un diseño de investigación de tipo cualitativo


orientado a comprender en profundidad la contribución de la terapia familiar en el
aporte a la transformación de patrones interaccionales rechazantes y/o de
neutralidad negativa en familias con hijos e hijas adolescentes transgéneros.
El enfoque metodológico proviene de la Grounded Theory (Glaser &
Strauss, 1960), informada desde una aproximación constructivista (Charmaz, 2004;
Gale & Dolbin-MacNab, 2016). Es decir, tanto la recolección de datos,
procesamiento y análisis seguirá un proceso de constante interacción y flexibilidad,
poniendo el acento en la construcción de un conocimiento empírico sujeto a
criterios de integridad, fidelidad y utilidad (Lepper & Riding, 2006; Levitt, 2020).
Siguiendo a Lepper & Riding (2006), la selección de un diseño cualitativo
de investigación resulta pertinente en la medida de que responda a una pregunta que
interroga al campo de estudio en sus dimensiones de profundidad y complejidad. En
el caso del presente proyecto, se espera producir conocimiento denso en el campo
de la terapia familiar como objeto de estudio.
La investigación cualitativa implica mantener coherencia epistemológica en
la elección del método y una correspondencia entre este y la o las preguntas de
investigación (Gale & Dolbin-MacNab, 2016). En este sentido, la elección del
método asegura una consistencia epistemológica que recoge las siguientes
cuestiones: a) naturaleza construida del conocimiento; b) implicación del
investigador como parte del proceso a investigar, y c) necesidad de implementar
condiciones de transparencia metodológica en todo el proceso investigativo (Levitt,
2020; Miller & Johnson, 2014; Charmaz, 2004).
Para efectos de este proyecto, todo el proceso investigativo está informado por
estos principios epistemológicos y éticos, y se expresan en la elección de la Grounded
Theory, pues esta genera un marco operativo, sistemático y de validación constante que
permite producir, como propone Martucelli (2018), el salto interpretativo necesario
para, desde lo empírico, construir, articular, dar sentido y producir conocimiento que
facilite el entendimiento de la contribución de la terapia familiar a la transformación de
patrones interaccionales rechazantes, promoviendo la emergencia de patrones
interaccionales afirmativos en sistemas familiares con adolescentes transgéneros.

4.3 Participantes y técnicas de muestreo


El proyecto contempla el estudio en profundidad de dos sistemas familiares en
proceso de terapia familiar. Las familias seleccionadas deberán cumplir con los
siguientes criterios de inclusión: 1) familias que inicien y/o estén en proceso de terapia
familiar o bien hayan cursado el alta terapéutica. Para estas últimas, el proceso completo
debe haber tenido una duración mínima de seis meses; 2) cada familia debe tener, entre
sus integrantes, adolescentes entre 15 y 20 años y debe autodefinirse como persona
transgénero; 3) en cada familia debe haber al menos un adulto, sea este el padre, la
madre o cualquier otro adulto que oficie como tutor o tutora en el momento de la
realización de la terapia de familia.
Las familias serán vistas en terapia familiar por un profesional, psicólogo y/o
psiquiatra con formación especializada en terapia familiar de a lo menos dos años y
deberá contar con experiencia clínica mínima de cinco años. Cada terapia tendrá una
frecuencia semanal y no debiera, idealmente, superar los seis meses de extensión
(atendiendo, evidentemente, a situaciones contextuales, pudiera tener una duración
menor).
Cada uno de los procesos será videograbado y luego transcrito en su totalidad.
Los procesos de terapia familiar utilizados en este proyecto podrán ser terapias iniciadas
con motivo de este proyecto doctoral, de terapias actualmente en curso o procesos
terminados y previamente registrados.

Selección de la muestra
El acceso a las terapias familiares se realizará mediante el contacto con
instituciones especializadas (Instituto Chileno de Terapia Familiar, Unidad de Terapia
Familiar del Centro Médico San Joaquín-UC, Proyecto T-CEPPS-UDP) o cualquier otro
centro de salud mental que tenga, como parte de las prestaciones, la realización de
terapia familiar.
El procedimiento de contacto se realizará mediante comunicación directa con los
y las responsables de las instituciones mencionadas u otras. Esta comunicación tendrá el
propósito de dar a conocer el proyecto, tanto en sus aspectos metodológicos como
operacionales. Junto con ello se propone construir, en conjunto con los equipos, un
protocolo de acercamiento a las familias y terapeutas que potencialmente pudieran
participar.
Basado en las consideraciones éticas que el trabajo en investigación con
personas impone, se prevé la creación de un documento de Consentimiento Informado
para cada uno de los pacientes involucrados en las terapias, así como para el o la
terapeuta. En el caso de haber adolescentes menores de 18 años, se redactará un
documento de Asentimiento Informado para su firma.
Respecto al protocolo de inicio, se realizarán actividades de presentación del
proyecto doctoral extensivo a la familia, terapeuta y encargado del equipo clínico (si es
que estos así lo requirieron), colocando énfasis en la videograbación de cada sesión y la
posterior transcripción de ese material, la frecuencia de las sesiones, la extensión de
cada sesión y el lugar donde se realizarán las sesiones.
Junto con ello, se explicarán detalladamente los asuntos relacionados con la
firma del documento Consentimiento Informado y/o Asentimiento Informado, según sea
el caso, a cada integrante de la familia y al o la terapeuta a cargo, dejando
explícitamente, de manera verbal, la voluntariedad de la participación como familia, la
posibilidad de abandonar la investigación sin que eso signifique descontinuar con el
tratamiento explicitando, además, que el material hasta ese momento recolectado no
será usado ni en este proyecto ni en ninguna otra investigación por este investigador u
otro. Lo anterior aplica también para el o la terapeuta.
Se leerán en conjunto con cada familia, en voz alta, los documentos éticos
respectivos y se responderán, en el momento, dudas y comentarios. Si la familia lo
requiere, se harán las reuniones que se estimen necesarias (dentro de un marco
razonable), asegurándose el investigador que tanto el terapeuta como la familia hayan
entendido claramente las condiciones de la investigación.
Si se llegara a trabajar con material previamente videograbado, el investigador
doctorante se contactará personalmente y/o por medios digitales (zoom u otros) y se
procederá con el protocolo antes mencionado.
Todo el material referido a las terapias familiares, ya sea en formato video y/o
escrito, estará bajo el cuidado y cautela del investigador doctorante, quien deberá velar
porque este material esté resguardado físicamente, asegurándose la confidencialidad de
los y las involucrados en el proyecto.

Procedimiento de análisis
El material obtenido, tanto de la observación de las terapias como de la lectura
analítica de las transcripciones, se analizará en función de principios descriptivos e
interpretativos, lo que implica desarrollar un tratamiento de los datos que vaya
seleccionando y reduciendo categorialmente su contenido, para luego generar las
condiciones de posibilidad para el análisis e interpretación de los datos (Levitt, 2017).
En coherencia con el método Grounded Theory, el tratamiento de los datos se
realizará mediante distintos tipos de codificación del material. La recolección y un
primer momento de reducción del material se efectuará mediante procedimientos de
codificación abierta, asegurándose que la producción de los datos esté guiada por
criterios de saturación categorial (Miller & Johnson, 2014).
Los conceptos y categorías construidos en este nivel de análisis se organizarán
en esquemas clasificatorios con el fin de identificar y describir categorías centrales del
material estudiado (Miller & Johnson, 2014). La codificación axial, entonces, va a
profundizar y densificar las categorías previamente saturadas, generando procesos
selectivos y de reorganización analítica, de tal manera que se construya un marco
comprensivo en torno al material trabajado.

Procedimientos de aseguramiento de calidad


El aseguramiento de la calidad en el contexto de la investigación cualitativa
apunta a sostener criterios de calidad, de tal forma que tanto la recolección de los datos,
su tratamiento y posterior análisis sigan protocolos que aseguren criterios de validez y
fiabilidad suficientes.
Para ello, se ha pensado desarrollar procesos de triangulación a fin de poder,
constantemente, comparar con un otro la producción de los datos en las distintas etapas
de la investigación. Este proceso de triangulación constante se realizará
fundamentalmente con la asistencia de la tutora guía del proyecto, Dra. Alemka
Tomicic. Junto con ello la creacion de instancias de trabajo colaborativo tanto con los y
las profesionales de las instituciones patrocinantes así como también con investigadores
e investigadoras del CEPPS-UDP específicamente mediante el análisis de las distintas
fases del trabajo investigativo.
Otro proceso a desarrollar es el que se refiere a la saturación, la que podrá
llevarse a cabo, por ejemplo, revisando y revisitando los procesos constantemente para
asegurarse de que los resultados se mantengan una y otra vez.
Además, como criterio de calidad, se pondrá atención a la pertinencia de los
datos obtenidos y su consistencia y coherencia con la realidad estudiada. Acá se
utilizarán diarios de campo, notas, fuentes escritas y cualquier otro tipo de registro que
testimonie todo el proceso de investigación, de tal manera de fortalecer y asegurar el
criterio de credibilidad.
Y, junto con ello, el criterio de confirmabilidad, apoyado por la generación de
registros sistemáticos, mecánicos, digitales o de cualquier otro tipo dispuestos con
facilidad para el acceso de estos a un tercero, transcripciones textuales del material
estudiado.
Se trata de que el material, desde sus inicios, pueda circular entre el investigador
principal y la tutora doctoral, aplicando todos los protocolos de cuidado de la
confidencialidad (datos respaldados en disco duro externo, uso memorias virtuales
como i-cloud, Dropbox, Google Drive u otros especialmente creados para el proyecto).
En todo el extenso proceso de investigación, obtención de datos, codificación,
análisis y aseguramiento de la calidad del material en estudio, se cuenta con la
participación de la tutora doctoral, Dra. Alemka Tomicic.

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