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Texto Balcells: El estudio científico de la política

El término ciencia política parece encerrar una contradicción inherente. Si la ciencia se


relaciona con un estudio imparcial, riguroso y metódico, la política se percibe como caótica,
asociándose con el poder y el conflicto. Sin embargo, la política puede ser objeto de un estudio
científico. Lo que une el objeto de estudio con el conocimiento científico es la existencia de un
método. Esto es lo que ha permitido la transformación del estudio o la reflexión acerca de la
política en ciencia política.

La aproximación a la política como un ámbito científico profesional se considera un


fenómeno bastante reciente; como profesión, con intereses especializados, apoyo sustancial a
la investigación, énfasis en los métodos, es relativamente nueva. El conocimiento en la ciencia
política se construye a partir del análisis sistemático de evidencia empírica y la cohesión lógica
de argumentos. En tanto que ciencia, la pretensión no es la simple recolección de hechos
políticos, sino la generación de teorías que den sentido y orden lógico y coherente a los
fenómenos estudiados y que permitan explicar porque suceden determinados fenómenos.

La revolución científica llevó a que la pretensión de las ciencias sociales fuese generar un
conocimiento científico de la sociedad aplicando los mismo criterios y métodos que las ciencias
naturales, consideradas el faro a seguir para institucionarse como un saber científico.

¿Una disciplina científica?

Una de las preguntas que ha marcado, y todavía sigue marcando, el desarrollo de la disciplina
es la cuestión de hasta qué punto el estudio de la política puede calificarse propiamente de
ciencia. El debate enfrenta, fundamentalmente, a dos posturas: por un lado, a los que
consideran que los fenómenos políticos y sociales pueden asimilarse a los fenómenos
naturales y, por lo tanto, ser estudiados con los mismos métodos y objetivos, y a los que
sostienen la posición contraria, que no pueden ser abordados del mismo modo debido a su
estatus diferenciado. Se diferencian así por un lado positivistas e interpretativistas. Estas
tensiones ontológicas y epistemológicas se traducen a su vez en desencuentros metodológicos
entre cuantitativistas y cualitantivistas.

Según el positivismo, la ciencia política puede y debe aplicar el mismo rigor, principios y
métodos que sus pares naturales. Asumen que existe una realidad objetiva e independiente
del observador y que el científico social, abstraído de esa realidad social, es capaz de descubrir
las leyes que ordenan la sociedad y por lo tanto, poder predecir su accionar.

Para los interpretativistas, no existen hechos sociales objetivos. Todos los fenómenos,
observables o no, se estructuran y son conformados por el pensamiento y los discursos
humanos. De esta forma, las ciencias sociales y naturales seguirían lógicas distintas . El énfasis
no esta en la objetividad sino en la subjetividad, argumentando que el mundo social tiene unas
características propias que lo distinguen sustancialmente del mundo natural. Los seres
humanos, a diferencia del mundo natural, tienen voluntad propia. En términos weberianos,
hay que apostar por la comprensión de los hechos sociales.

Más allá de los debates en torno a estas posturas, está aceptado en la comunidad académica
que, en tanto ciencia, es necesario un cierto grado de imparcialidad y objetividad, aceptando
que la neutralidad absoluta es imposible de lograr.
¿Una disciplina dividida?

Formar una disciplina académica implica generar un ámbito de conocimiento cohesionado.


Esto acarrea una serie de beneficios para sus practicantes: da cobijo intelectual y facilita el
desarrollo de la actividad científica.

Si bien forma una unidad mas o menos coherente, la ciencia política esta marcada por
divisiones internas que dan a veces la imagen de una disciplina fragmentada. Hay dos factores
fundamentales que promueven esta fragmentación interna. Uno esta relacionado con la
existencia de diversos enfoques sobre la manera de aproximarse al objeto de estudio, mientras
que el otro trta sobre la progresiva segmentación del objeto de estudio y la división del trabajo
entre áreas dentro de la ciencia política, lo que a veces dificulta el dialogo entre partes u
puede dar la sensación de una falta de comunicación entre especialidades.

Los enfoques de la ciencia política

En este apartado el autor hace un análisis de la historia de la ciencia política a través de la


historia política y social de Estados Unidos, donde, el argumenta, está su territorio madre. Esta
aseveración es cuestionable, pero es cierto que el país del norte ha tenido una clara influencia
en el desarrollo de la disciplina a nivel mundial.
El viejo institucionalismo: Este enfoque dominó la práctica académica de la ciencia política
americana desde finales del siglo XIX a las primeras décadas del siglo XX. Centró su análisis en
el estudio de las instituciones políticas utilizando como herramientas metodológicas el derecho
y la historia. Se preocupó por la evolución histórica de estas instituciones, que tipo de limites
experimentaban o que tipo de interacción existía entre ellas.
El enfoque del institucionalismo esta relacionado con la agenda reformista liberal del mundo
intelectual anglosajón que pretende superar el pasado y las viejas formas de hacer política
para lograr la eficiencia que requieren las sociedades modernas. La actividad intrínseca de la
ciencia política debería ser de carácter normativo en relación a mejorar el sistema político,
despertando al publico democrático.
El conductismo: El conductismo apareció en el período post guerra mundial como una
respuesta a la incapacidad del institucionalismo para lograr predicciones basadas en datos
empíricos cuantitativos. El conductismo se centra en el estudio de los actores políticos y su
comportamiento. A partir de las generalizaciones empíricas realizadas inductivamente, se
podían formular otras preguntar e hipótesis, y así acumular conocimiento y acercarse cada vez
más a conocer la realidad. El desarrollo de las encuestas como técnica de recolección de datos
permitió a su vez el paso de estudiar instituciones a estudiar actores. (COMPLETAR OTRO DIA,
HOY NO TENGO GANAS)
El post conductismo: Enfatizó que la ciencia política, además de intentar lograr el rigor
científico de las ciencias naturales, debía intentar responder a las preguntas y problemas
políticos a los que se enfrentaba la sociedad contemporánea. Este enfoque llevó al
reconocimiento y la apertura a nuevos métodos de investigación dando lugar a la diversidad y
fragmentación de enfoques y métodos que caracteriza hoy día a la ciencia política.
Para la época de auge del post conductismo, la sociedad americana vivía tiempos movidos.
Existía una necesidad de una ciencia política implicada en los problemas de si comunidad. El
análisis y estudio de las políticas públicas nació con este espíritu, aunque perdió su impulso
hacia los años 90, abriendo paso a la elección racional.
La teoría de la acción racional se diferencia del conductismo ya que es lleva a cabo un
método hipotético deductivo, antes del inductivo que aquel utilizaba. Los individuos, en sus
interacciones, se comportan de modo que intentan siempre maximizar su utilidad esperada. La
elección racional genera modelos teóricos de los que se puede deducir resultados que explican
la conducta individual, y su vez, la razón por la cual se producen resultados paradójicos o
colectivamente irracionales.
A su vez, se critica esta teoría por la excesiva simplificación de sus modelos formales, no le
permite capturar la complejidad real de los contextos sociales, institucionales e históricos que
pretende estudiar. Y a pesar de que discrepan en algunas cuestiones, tanto la elección racional
como el conductismo están de acuerdo en que se puede llevar a cabo una ciencia política en
términos similares a las ciencias naturales. En cambio, los interpretativistas están en
desacuerdo con esta noción.

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