UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL PERÚ

TAREA ACADEMICA 2

Ensayo que como parte del curso de Ciudadanía y Reflexión Ética presentan los
alumnos

GRUPO N°3

INTEGRANTES:

1. Briem, Terrones Heras Cod. U22315637

2. Delsy Camila Yupanqui Huaman Cod. U19219547

3. José Maria, Martines Lobaton Cod. U22209158

4. Sebastian, Tenorio Vilca Cod. U23244100

Lima, 05 de noviembre de 2023

A lo largo del tiempo en todo el mundo, las protestas y manifestaciones públicas son una vía

de comunicación para que la sociedad exprese sus necesidades y demandas. Sin embargo,

la manera en que las autoridades dan respuesta ante estas protestas ha sido objeto de

escrutinio constante en términos de justicia. El Perú, un país bendecido en diversidad

cultural y étnica, ha sido escenario de una serie de protestas que han tenido un importante y

profundo impacto en la sociedad y la política del país; si bien la protesta es un derecho

fundamental en cualquier sociedad democrática, las acciones de las autoridades a estas

manifestaciones han generado preocupación y debate a nivel nacional e internacional. En

este contexto emerge la siguiente controversia: ¿Es justificada la represión de las

autoridades con un marcado prejuicio racial en las manifestaciones peruanas? Ante esta

interrogante consideramos que este tipo de acciones debe ser enfáticamente desaprobada,

al transgredir de manera patente los principios esenciales de equidad y derechos humanos.

A continuación, se expondrán los argumentos que resguardan esta postura:

En primer lugar, la discriminación es uno de los problemas más graves que afecta a la

sociedad pues perpetúa un contexto de desintegración de parte de ciertos sectores e

instituciones contra aquellos que son considerados como diferentes y hasta inferiores. La

existencia de prácticas discriminatorias en nuestra colectividad es amplia y frecuente, sus

manifestaciones se encuentran presentes en la mayoría de las interacciones sociales. Sin

embargo, frente a esta situación, el Estado no ha desplegado una política consistente y

eficaz que permita revertir esta problemática. Es fundamental que las autoridades peruanas

tomen medidas concretas para erradicar cualquier forma de discriminación racial en la

represión de las protestas. Es necesario implementar políticas y programas de capacitación

que promuevan la igualdad y el respeto a la diversidad, tanto dentro de las fuerzas de

seguridad como en la sociedad en su conjunto. Es importante destacar que la

discriminación racial y étnica no solo se manifiesta en la violencia física, sino también en la

criminalización de las protestas por parte de las autoridades. Se ha denunciado el uso de

leyes y normas de manera selectiva para reprimir a determinados grupos étnicos, lo que

refuerza la idea de que existe un marcado sesgo racista en la represión de las

manifestaciones peruanas. Amnistía Internacional acusó a las autoridades peruanas de

actuar con "un marcado sesgo racista" en la represión de las protestas que han sacudido al

país desde diciembre, diciendo que están atacando "poblaciones que históricamente han

sido discriminadas".

En segundo lugar, el caso de Ayacucho se registraron graves violaciones de Derechos

Humanos que deben ser investigadas con debida diligencia y con un enfoque étnico racial

anota que al ser perpetradas por agentes del Estado las muertes podrían constituir

ejecuciones extrajudiciales Asimismo indica que al tratarse de múltiples privaciones del

derecho a la vida dadas las circunstancias de modo tiempo y lugar podría calificarse como

una masacre ,en cuanto a lo sucedido en Juliaca región puno la Comisión Interamericana

de Derechos Humanos indica que en esa ciudad se habrían presentado situaciones de uso

excesivo e indiscriminado de la fuerza por parte de policías y militares En primer lugar, se

registraron casos de violencia física por parte de las fuerzas de seguridad contra los

manifestantes. Imágenes y videos difundidos en redes sociales mostraban a agentes

policiales haciendo uso excesivo de la fuerza, golpeando y maltratando a personas

indefensas. Estas acciones constituyen una clara violación del derecho a la integridad física

y moral, así como el derecho a la protesta pacífica. Además de la violencia física, se

reportaron detenciones arbitrarias durante las protestas. Muchos manifestantes fueron

arrestados sin una causa justificada y sin las debidas garantías procesales. Esta práctica

vulnera el derecho a la libertad personal y el derecho a un juicio justo. La falta de

transparencia y el uso abusivo de la fuerza por parte de las autoridades contribuyeron a un

clima de temor e inseguridad en la región. Otra preocupación relevante fue la censura y

restricción de la libertad de expresión. Durante las protestas, se bloqueó el acceso a internet

y se limitó la cobertura mediática de los hechos, impidiendo que la sociedad tuviera

información veraz y oportuna sobre lo que estaba ocurriendo. Estas acciones vulneran el

derecho a la libertad de opinión y el derecho a la información, elementos esenciales para

una sociedad democrática. Conclusión: La vulneración de los derechos humanos en el caso

de Ayacucho durante las protestas contra Dina Boluarte pone de manifiesto la importancia

de promover y proteger estos derechos en todo momento. Las violaciones cometidas, como

la violencia física, las detenciones arbitrarias y la restricción de la libertad de expresión, son

inaceptables en un estado de derecho.

En conclusión, la acusación de Amnistía Internacional respecto al "marcado sesgo racista"

en la represión de las protestas peruanas plantea una problemática de gran relevancia en el

país que no puede ser ignorada. Los informes y testimonios presentados por la organización

evidencian una discriminación racial sistemática que afecta a comunidades indígenas y

afrodescendientes, y constituye una clara violación de los derechos humanos

fundamentales. La existencia de un sesgo racista en la represión de las protestas no solo

afecta a las personas que protestan legítimamente por sus derechos, sino que también

erosiona la confianza en las instituciones y pone en entredicho el compromiso del Estado

peruano con la igualdad y la justicia. Para abordar esta problemática, es fundamental que

las autoridades peruanas reconozcan y asuman la responsabilidad de erradicar cualquier

forma de discriminación racial en la represión de las manifestaciones. Esto implica

implementar políticas y programas que promuevan la igualdad y el respeto a la diversidad,

tanto dentro de las fuerzas de seguridad como en la sociedad en su conjunto. Además, es

necesario fortalecer los mecanismos de rendición de cuentas y garantizar que aquellos

responsables de actos de violencia y discriminación racial sean llevados ante la justicia.

Esto enviaría un claro mensaje de que la impunidad no será tolerada y que se tomarán

medidas efectivas para garantizar la protección de los derechos de todas las personas, sin

importar su origen étnico o racial. En última instancia, la lucha contra la discriminación racial

en la represión de las protestas debe ser abordada de manera integral, no solo a través de
cambios institucionales, sino también a través de la educación y sensibilización de la

sociedad en general. Solo así se podrá construir un país más inclusivo y respetuoso de la

diversidad, en el que todos los ciudadanos puedan ejercer sus derechos sin temor a la

violencia o la discriminación.

Benavides, S. (2023, 16 de febrero). Amnistía Internacional acusa a las autoridades

peruanas de “marcado sesgo racista” en la represión de las
protestas. CNN. https://cnnespanol.cnn.com/2023/02/16/amnistia-internacional-sesgo-
racista-represion-protestas-peru-trax/

Perú: Continúan la represión racista y lentitud en investigaciones a 100 días de inicio de las
protestas . (2023, 17 de marzo). Amnistía
Internacional. https://www.amnesty.org/es/latest/news/2023/03/peru-racist-repression-slow-
investigations-100-days/

(S/f). Cultura.pe. Recuperado el 5 de noviembre de 2023, de

https://centroderecursos.cultura.pe/sites/default/files/rb/pdf/el-racismo-peruano.pdf