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EL SECTOR PÚBLICO

Las actividades que se desarrollan en una economía pueden ser


divididas en dos áreas que responden a dos órdenes jurídicos e
institucionales diferentes: el sector privado y el sector público.

En todas las sociedades modernas el sector público influye en la


economía de manera significativa y desarrolla funciones económicas
especiales que justifican su estudio por separado, aunque sus acciones
están cada vez más relacionadas con las del sector privado, por ello
podemos caracterizar a dichas economías como economías mixtas.

El Estado está presente a lo largo de toda la vida de la mayoría de las


personas: muchas de ellas nacen en hospitales públicos o en sanatorios
privados subsidiados por el Estado, cursan estudios primarios,
secundarios y terciarios en instituciones públicas.
Muchos productos consumidos son subsidiados o regulados por el
Estado, en particular los fundamentales para asegurar la alimentación y
la salud, mientras otros son “castigados” o controlados en su consumo
con impuestos, regulaciones o prohibiciones (el tabaco, los
psicofármacos, las drogas).

El Estado presta muchos servicios por los que cobra tarifas


(electricidad, correos, teléfonos, saneamiento, agua potable) y otros
que financia con impuestos: justicia, defensa, seguridad, asistencia
social, cultura, promoción productiva, promoción barrial, recolección
de residuos, por ejemplo. Además, muchas personas son funcionarios
públicos o trabajan en empresas cuyo principal cliente es el sector
público.
Existen cuatro maneras fundamentales de intervención del Estado en la
economía, estas pueden ocurrir a través de:

1. La regulación (o sea estableciendo normas de funcionamiento)


2. Los ingresos (recaudando dinero para desarrollar sus actividades)
3. Los gastos (realizando actividades), y
4. Las empresas públicas (dirigiendo empresas similares a las del sector
privado, muchas veces bajo el régimen de un monopolio legal).

La economía del sector público se ocupa de analizar la organización y


las actividades qué este desarrolla con el fin de lograr comprender y
prever las consecuencias de esas actividades y evaluar otras medidas
alternativas.
En general, no existe una única opinión sobre estos temas y puede
afirmarse que la economía del sector público es una de las áreas de
mayor controversia dentro de la teoría económica.

Hasta principios del siglo XX era común considerar que el gobierno


debía cuidar fundamentalmente de la seguridad y defensa de los
ciudadanos y de sus derechos de propiedad.

La expresión “Estado juez y gendarme” resumía está visión de mínima


acción del gobierno en relación a la economía, limitándose a
establecer el marco jurídico institucional en tanto que el sector privado
era el real y único actor en la actividad económica.
Entre los años 30 y los años 60 del siglo pasado el Estado participó
activamente en la economía constituyéndose en un factor de desarrollo
económico y social.

En ese período, y particularmente después de la Segunda Guerra


Mundial, el mundo asistió a un período de gran prosperidad económica
y de aumento de los estándares de vida asociado a esa mayor
presencia del Estado en la actividad económica.

A partir de los años 70 (1970-1979) ese modelo de desarrollo entró en


crisis y comenzó a cuestionarse el papel del Estado al cual se le acusó
de ser la principal causa de elevación de las tasas de desempleo y del
aumento de la tasa de inflación, fenómenos que ocurrieron,
simultáneamente, desde entonces en casi todo el mundo.
La crisis económica de los años 80 redujo la tasa de crecimiento de los
países desarrollados a la mitad de lo que fueran en los veinte años
posteriores a la Segunda Guerra Mundial, llevó a la mayoría de los
países en desarrollo a un estancamiento de su ingreso por habitante
durante 15 años y contribuyó al colapso de las economías de
planificación centralizada del bloque soviético.

En los últimos años se ha puesto en discusión el papel tradicional del


Estado de Bienestar (Welfare State) en la sociedad. Entre las diferentes
críticas que se realizan desde el punto de vista teórico a la solución
generalizada de resolver las llamadas fallas de mercado mediante la
intervención directa o indirecta (a través de regulaciones) del Estado en
la economía, se destaca la que reconoce que así como el mercado
puede alejar a la economía de situaciones óptimas, dadas determinadas
circunstancias, la acción del Estado, buscando el acercamiento a
situaciones más eficientes, puede dar como resultado situaciones aún
menos eficientes.
En concordancia con la aparición de estas teorías que cuestionan el
papel del Estado en la economía se observa en diversos países procesos
de revisión del papel del mismo.

Esto ha dado lugar, por un lado, a procesos de privatización, como en el


caso de Gran Bretaña o de países como Argentina y Chile en la región.
Por otro lado, a la implementación de cambios en la administración y
funcionamiento del Estado tendientes a la obtención de un Estado más
eficiente, brindando mejores servicios a un menor costo (procesos de
este tipo se observan por ejemplo en EE.UU. y Canadá).
Funciones del sector público

Las funciones del sector público son las siguientes:

1. Establecer un marco legal para la economía,


2. Vender y comprar bienes y servicios y realizar transferencias,
3. Establecer impuestos,
4. Estabilizar la economía,
5. Redistribuir la renta, y
6. Procurar la eficiencia económica
1. Establecer un marco legal para la economía

El Estado modifica el funcionamiento de la economía mediante un


conjunto de normas de diferentes niveles: leyes, decretos,
reglamentaciones, ordenanzas, procedimientos administrativos, etc.,
que se denominan genéricamente: regulaciones.

Se entiende por regulación el establecimiento, por parte del Estado, de


reglas, apoyadas en ocasiones por la amenaza de sanciones en el caso
de no cumplimiento, con la intención de modificar o controlar las
conductas privadas. La existencia de regulaciones presupone entonces
un alejamiento de la situación que surgiría del libre funcionamiento de
los mercados.
La justificación económica de las mismas se basa en, por un lado,
mejorar la eficiencia de la economía (por ejemplo, en lo que hace a
problemas de información imperfecta, externalidades, etc.), y por otro
lado, lograr mejoras en términos de equidad, hecho que no se asegura
con el libre funcionamiento de los mercados.

Las diferentes regulaciones pueden ser clasificadas de la siguiente


manera:

a) Controles directos sobre productos.


Dentro de los controles sobre productos deben incluirse los controles
de precios de alimentos (el pan y la leche, por ejemplo), de
medicamentos y de la cuota mutual del sistema de medicina privada,
de cantidades y los controles referidos a los atributos de los productos
(calidad y estándares técnicos).
b) Controles de entrada y salida de los mercados.
En general, se acepta que cuando el Estado determina quién está
autorizado a ofrecer un producto está en mejores condiciones de
controlar precios y calidades, y de proteger el medio ambiente
limitando aquellas actividades que lo afectan desfavorablemente en un
grado importante. De manera que existen una serie de mercados
donde la entrada presupone un permiso, una licencia o autorización del
gobierno, por ejemplo: en la actividad minera.

c) Controles relacionados a los procesos de producción.


En esta categoría se incluyen aquellas regulaciones que o bien
reglamentan los insumos utilizados en el proceso de producción, o las
características del proceso de producción.
En el primer caso se incluye, por ejemplo: toda la normativa referida a
las propiedades de los alimentos, así como a los procesos de envasado
y conservación. En la segunda categoría se podrían incluir, por ejemplo:
normas tendientes a controlar el consumo de agua potable en una
industria, o la emisión de sustancias tóxicas al medio ambiente.

d) Controles sobre la información.


Esta forma de regulación tiene por objetivo que la información acerca
de los atributos de un producto, un proceso, o situación (por ejemplo:
condiciones de trabajos riesgosas), sean claramente especificadas. Son
ejemplos de este tipo de regulaciones, la obligación de incluir en la
propaganda de algunos productos, que los mismos son nocivos para la
salud, la fecha de vencimiento de algunos productos en los envases,
etc.
e) Derechos de mercado.
El Estado puede vender derechos o permisos de algunos bienes o
servicios de forma de limitar su uso. Un ejemplo típico lo constituyen
los derechos de polución. Una vez que el Estado vende estos derechos
los mismos pueden ser negociados en el mercado libremente, siendo
entonces éste, en última instancia, quien determina su valor.

2. Vender y comprar bienes y servicios y realizar transferencias

Existe una serie de bienes y servicios que el Estado está en mejores


condiciones de ofrecer que los particulares. Así sucede con los servicios
tradicionales: justicia, seguridad y defensa y los servicios sobre los
cuales existe un monopolio natural: transmisiones eléctricas, por
ejemplo.
El Estado, a su vez, compra al sector privado los bienes y servicios que
necesita para el desarrollo de sus actividades. Estos bienes pueden ser
consumidos por el Estado constituyendo sus gastos corrientes o
pueden ser dedicados a la realización de la inversión pública,
constituyendo sus gastos de inversión.

Las transferencias son pagos por los cuales no hay contraprestación en


bienes o en servicios por parte de quien los recibe. El pago de primas
por asignaciones familiares, hogares constituidos, pensiones a la vejez,
subsidios para personas en situación de desempleo, canastas de
alimentos, son ejemplos de transferencias que el Estado realiza a las
personas, a cambio de las cuales las mismas no deben entregar ningún
bien o servicio. Las transferencias a los sistemas de la Seguridad Social
han constituido la principal causa del déficit fiscal en los últimos años
en la mayoría de países.
3. Establecer impuestos

Una de las principales funciones del Estado radica en su capacidad de


establecer impuestos o tributos con el fin de financiar el gasto público y
para promover cambios en algunas variables económicas tales como la
distribución del ingreso, el consumo de algunos bienes o servicios
sobre los cuales existe un juicio de valor favorable o desfavorable; con
impuestos altos se penaliza el consumo del alcohol y de los cigarrillos,
mientras que con exoneraciones se promueven los espectáculos
culturales.
4. Tratar de estabilizar la economía

Los impuestos pueden ser utilizados como parte de las políticas de


estabilización que tienden a combatir las fluctuaciones cíclicas de la
economía (que llevan a extremos no deseados variables tales como el
desempleo o la inflación), junto con acciones sobre el gasto público y la
política monetaria.

5. Redistribuir el ingreso

El funcionamiento de los mercados determina que los bienes y


servicios se canalicen hacia quienes pagan por ellos y no hacia quienes
los necesitan.
Si en un país las personas están más preocupadas por canalizar sus
ingresos en la compra de bienes suntuarios que en la construcción de
escuelas en los barrios más pobres, donde nacen la mayor parte de los
niños, se estará dando una inadecuada asignación del ingreso que
determinará una creciente diferenciación social con condiciones muy
poco equitativas para los habitantes.

Mientras algunos viven en la opulencia con acceso a bienes


sofisticados, otros no están teniendo lo suficiente para subsistir y
carecen de instrumentos para disminuir esa diferencia.

Si la sociedad considera que la equidad es un valor a promover estará


dispuesta a propiciar medidas o políticas solidarias con los sectores
más pobres, con el fin de brindarles oportunidades de mejorar sus
condiciones de vida.
El sistema tributario y los sistemas de transferencias pueden ser
algunos de los mecanismos utilizados para realizar traslados de
ingresos desde los sectores más ricos de la población hacia los más
pobres, o hacia algunos sectores con dificultades específicas tales como
los discapacitados o los ancianos o los niños, o desde las zonas más
prósperas del país hacia las más atrasadas.

6. Procurar la eficiencia económica

Otra justificación teórica para la intervención del Estado se encuentra


en la existencia de fallas del mercado, que se originan en varios tipos
de fenómenos: la competencia imperfecta; los bienes públicos; las
externalidades; los mercados incompletos y la información insuficiente.
Por lo tanto, la actividad económica del sector público tiene su
justificación en que muchas veces el mercado no da la respuesta
adecuada a las preguntas acerca de qué, cómo y para quién producir.

En una economía mixta la respuesta a qué producir viene dada por una
combinación de bienes públicos y bienes privados que en el marco de
la frontera de posibilidades de producción, señalan alternativas en la
asignación de recursos: ¿producimos más defensa a costa de menos
inversión privada?, ¿o producimos más educación pública y menos
consumo privado?

A su vez, el Estado desarrolla acciones para garantizar el acceso


generalizado de la población a bienes que la sociedad entiende como
fundamentales, los cuales se denominan bienes preferentes, como la
enseñanza pública o alimentos básicos. Del mismo modo, existen otros
bienes sobre los cuales la sociedad ha decidido que su consumo es
inconveniente, por lo cual el Estado prohíbe o limita su oferta, como
por ejemplo cigarrillos, drogas, alcohol, etc.

El cómo producir se ve también influido por el Estado: el desarrollo de


las ciencias básicas y la generación y adaptación de tecnología se hace
en todos los países del mundo con un significativo aporte estatal,
asimismo, el cuidado del medio ambiente y de la salud humana suelen
definir regulaciones importantes sobre los métodos de producción del
sector privado.

La cuestión de la distribución aparece en la decisión de para quién


producir. Las políticas sobre ingresos estatales y las transferencias de
los programas de asistencia social inciden en el ingreso disponible de
las personas y en su capacidad de consumo.

11.1 ESTRUCTURA DEL PRESUPUESTO PUBLICO.

1. Ingresos
Existen dos tipos de ingresos que el Estado utiliza como fuente de
financiamiento para atender los gastos gubernamentales y hacer frente
a otras necesidades públicas: los ingresos tributarios y los no
tributarios.
a) Ingresos tributarios
Los ingresos tributarios constituyen las contribuciones obligatorias
impuestas por los gobiernos sobre las personas, las empresas y las
propiedades. Además de utilizarse para hacer frente a los gastos del
Estado, los impuestos pueden establecerse para conseguir otros
objetivos económicos y sociales, como fomentar el desarrollo de una
economía de forma equilibrada, favoreciendo o penalizando
determinadas actividades, o bien para realizar reformas sociales
variando la distribución de la renta o de la riqueza.

En la actualidad los sistemas tributarios varían mucho según los países.


Los sistemas más sencillos sólo son viables cuando la intervención del
gobierno en una economía es mínima. Cuando los objetivos de la
acción pública son múltiples y complejos (por ejemplo, cuando un
objetivo consiste en redistribuir la renta con criterios de equidad), el
sistema tributario tendrá una estructura técnica muy compleja. En este
caso, habrá que elaborar complicados sistemas fiscales de control y
educar a la ciudadanía para lograr su colaboración.
Dentro de los ingresos tributarios cabe distinguir:

El Impuesto:
Tributo que es independiente de toda actividad de contraprestación
estatal hacia el contribuyente.

Los impuestos constituyen los mecanismos de financiamiento


adecuados para la provisión de los tipos de bienes públicos
“puros”(Educación y Salud). Los impuestos son destinados a financiar
servicios esencialmente gratuitos, por ser inherentes al Estado, y
requieren de Ley para ser aprobados.
La Tasa:
Tributo que se caracteriza por ser un pago de un servicio público que
beneficia directamente a quien lo paga. Por ejemplo: permiso de portar
armas, licencia de conducir y otros.

Las Contribuciones Especiales:


Tributo que se caracteriza por el beneficio que recibe el contribuyente
por un servicio o actividad estatal, el cual le trae un aumento de valor
de sus activos o sus condiciones de vida. Por ejemplo: la tarifa por uso
de vías públicas. Las contribuciones especiales son aplicables en el caso
de las externalidades. En la medida que pueda evaluarse el beneficio
que una persona recibe por la presencia de una actividad estatal
simplemente por el hecho de estar ésta disponible, entonces puede
exigirse al contribuyente un aporte al financiamiento de la actividad
que no supere el beneficio económico que éste recibe, aun cuando no
sea usuario de ella.

b. Ingresos
Los ingresos no tributarios a la vez se dividen en:

Los precios:
Es el dinero que se da como contraprestación por la entrega de un
bien, la concesión de su uso o goce, la ejecución de una obra o la
prestación de un servicio de naturaleza económica. El precio
corresponde a un servicio económico que presta el Estado por razones
de oportunidad o por conveniencia económica, que se rigen por el
principio de la onerosidad. Por ejemplo: tarifas de empresas públicas,
venta de mapas, etc.

Otros ingresos voluntarios:


Como las donaciones, legados y empréstitos voluntarios.

Otros ingresos coactivos:


Como las sanciones, los empréstitos forzosos (multas) y las
asignaciones obligatorias de los entes públicos.
2. El gasto público
El gasto público (G) es el consumo de bienes y servicios que realiza el
Estado. Las transferencias son pagos que realiza el Estado al sector
privado que no involucran una contraprestación por parte de éste.

Gasto por clasificación económica


El gasto público se divide en:

a) Gasto corriente:
Es el conjunto de gastos de consumo del gobierno: está formado por el
pago de salarios de los funcionarios públicos y los demás gastos de
funcionamiento en que incurre el Estado para prestar sus servicios.
b) Gasto de inversión:
Es el conjunto de gastos destinados a comprar o elaborar bienes
destinados a la producción de otros bienes.

Gasto por funciones

El gasto público social:

Se caracteriza al Estado de Bienestar por el conjunto de programas de


la seguridad social desarrollados por el Estado y destinados a
proporcionar o garantizar un mínimo nivel de vida a las personas con
menores posibilidades económicas. Los receptores potenciales de estos
programas son las personas que viven en la pobreza, en particular
aquellas familias que no superan determinado límite de ingresos y
tienen a su cargo niños, así como las personas mayores y las
incapacitadas.
3. El equilibrio fiscal

Existe equilibrio fiscal cuando los ingresos públicos igualan los egresos.
En consecuencia, el déficit fiscal es la diferencia que existe entre los
ingresos y los egresos del Estado. Cuando los ingresos son mayores que
los egresos hay un superávit fiscal, cuando los ingresos son menores
que los egresos hay un déficit fiscal.

Déficit Público = Ingresos – Egresos

El financiamiento del déficit


El gasto público puede ser financiado mediante impuestos o precios,
mediante préstamos solicitados al sector privado a través de la emisión
de títulos de deuda pública, o mediante préstamos de organismos
internacionales o países o mediante donaciones de organismos
internacionales.

Cuando los ingresos originados en estas fuentes no son suficientes los


gobiernos pueden acudir a la emisión de moneda para saldar su déficit.

El gasto público y la política fiscal

El sistema tributario no tiene como único fin la obtención de ingresos,


sino que es un instrumento esencial de la política fiscal. La política
fiscal y la política monetaria constituyen los dos principales
componentes de la política económica o política macroeconómica.
Ambas políticas buscan la estabilidad económica. Mientras que la
política monetaria tiene como principal objetivo conseguir una
estabilidad en los precios, la política fiscal busca como objetivo
principal el pleno empleo de los factores productivos y el crecimiento
económico.

Por ejemplo, durante una depresión económica, el gobierno puede


optar por reducir los impuestos para promover un mayor gasto del
sector privado, aunque deba incurrir en un déficit presupuestario,
aumentando de esta manera las posibilidades de consumo de los
individuos y las posibilidades de inversión de los empresarios, que
dispondrán de más capital para invertir, por lo que se logrará aumentar
la producción. Por el contrario, durante los periodos de expansión
económica, podrá ser necesario aumentar los impuestos y gastar
menos de lo presupuestado para evitar presiones inflacionarias debidas
a un exceso de dinero en relación con los bienes disponibles.

Política fiscal en Honduras

La política fiscal se consigna mediante la Ley del Presupuesto General


de la República que se votará anualmente de acuerdo con la política
económica planificada y con los planes operativos aprobados por el
Gobierno. Art.362. de la Constitución de la República.
11.2 LAS FINANZAS PUBLICAS
Las Finanzas Públicas y la Administración Pública.
Las Finanzas Públicas dirigida a los estudiantes de Administración
Pública, constituye una herramienta de fundamentación teórica e
información sobre la historia de las finanzas públicas, la
descentralización fiscal, gestión de ingresos y asignación de gastos y la
política de estabilización.

La finanza pública constituye una disciplina importante para el ejercicio


de la función pública, en mayor o menor grado dependiendo del área
de trabajo, razón por la cual es esencial el conocimiento que sobre la
misma tengan los estudiantes de Administración Pública.
En primer término y para comprender las bases y fines de las finanzas
públicas, al igual que su interrelación con otras disciplinas es
importante iniciar por conocer la perspectiva histórica de las finanzas
públicas en sus aspectos de tributación, gasto público y economía
pública, desde varios puntos de vista de tratadistas como Adam Smith,
Mill, Dupot, Edgeworth, Wicksell, Lindahl, Pigou y Samuelson, los
cuales desde la economía pública impulsaron y dieron desarrollo a las
finanzas públicas

De acuerdo con lo anterior, una de las tareas del Estado es la


consecución de recursos, pero por otra está la de su asignación a través
de los gastos, en procura de la función de redistribución del ingreso, de
tal forma en esta unidad se precisan la estructura, alcances y
características de los gastos regulares del Estado en el contexto
territorial, relacionados con los gastos de funcionamiento, servicio de la
deuda y la inversión.
Hay que tener conocimiento de una serie de conceptos y modelos, que
permiten adentrarse en algunos elementos de presente y futuro de las
finanzas públicas, en su relación con la política de estabilización, la
política monetaria, las correlaciones entre déficit fiscal, deuda pública y
política económica, al igual que la política de estabilización.

Objetivo General

Adquirir conocimiento teórico del pasado y presente de las finanzas


públicas, al igual que de su estructuración, que le permitan al
estudiante sentar bases para la fundamentación de criterios y análisis
de la hacienda pública y del impacto de esta en el desarrollo nacional y
local.
Objetivos Específicos

• Identificar y establecer los orígenes de las finanzas públicas.

• Conocer los principales planteamientos de los teóricos de las finanzas


públicas desde la perspectiva histórica en los aspectos de la
tributación, el gasto público y economía pública.

• Establecer los elementos esenciales de las finanzas públicas desde el


punto de vista .

• Entender la estructuración y asignación del gasto público, al igual que


algunos medios para la redistribución a través de la inversión.
• Conocer algunos postulados y modelos que permiten entender la
relación entre las finanzas públicas y las políticas de estabilización,
déficit fiscal, deuda pública, política económica y monetaria, con
nuevos campos de análisis sobre el futuro de las finanzas públicas.

IDEAS CLAVE

• Las finanzas públicas puede ser la rama más antigua de la economía y


se ha enriquecido con los estudios y actividades después de
mediados de los años de 1960.

• Desde Adam Smith el pensamiento tributario ha puesto su atención


sobre la equidad y la eficiencia.
• Las discusiones sobre la equidad tributaria se han centrado en los
principios del beneficio y de capacidad de pago.

• Las finanzas públicas Normativa (lo que debería ser) diseña las
políticas públicas que puedan resultar más eficaces para alcanzar los
objetivos propuestos de la intervención del Sector Público.

• Las finanzas públicas positiva (lo que es) analiza los criterios que guían
la toma de decisiones públicas y los efectos en la economía de la
decisión de intervención del sector público.

• Desde la perspectiva de Musgrave, el sector público tiene tres


problemas económicos primarios que resolver para que el sistema
logre el óptimo de bienestar: conseguir la distribución más equitativa
de la renta (el problema de la distribución); el mantenimiento de un
alto nivel de empleo con precios estables (el problema de la
estabilización); y el establecimiento de un patrón eficiente en el uso de
los recursos (el problema de la asignación).

• Las finanzas públicas, después de Musgrave (1969), se ha centrado en


el campo microeconómico –asignación y distribución–, pues aspectos
como la estabilización –que por lo general abarca tanto la política
fiscal como la monetaria– se estudian en los textos de
macroeconomía.

• El gobierno para suministrar los bienes públicos que requiere la


comunidad, debe contar con mecanismos de financiación que le
provean los recursos necesarios para adelantar la ejecución de los
programas proyectadas.

• Los impuestos como uno de los mecanismos de financiación del


Estado, se encuentran en diferentes formas tanto en el nivel nacional,
como en el departamental y municipal, los cuales no implican una
contraprestación directa para el contribuyente.

• El gasto público se debe contemplar como un mecanismo de


asignación y redistribución del ingreso y la riqueza, en busca de la
equidad social.

• El gasto público debe buscar tanto el normal funcionamiento del


Estado como el apalancamiento del desarrollo y competitividad de los
territorios.

• Los gobiernos, pueden incidir sobre el nivel de producción a través de


los impuestos, el gasto público y la cantidad de dinero en la
economía, con lo cual hacen que la producción se expanda o se
contraiga, lo que a su vez puede afectar los niveles de empleo y de
salarios, como también se puede incidir en los niveles de precios al
manipular la cantidad de dinero en la economía.

• Cuando el gasto público supera a los ingresos recaudados se genera


un déficit, para lo cual hay dos formas esenciales de resolverlo:
aumentando impuestos o mediante endeudamiento.
PERSPECTIVA HISTORICA DE LA FINANZAS PÚBLICAS

La historia de la economía pública y de las finanzas públicas, refleja el


progreso de la economía analítica; es decir, que los desarrollos de las
finanzas públicas fueron fraguados por grandes teóricos generales y no
por especialistas de las finanzas públicas, entre estos, Adam Smith,
Ricardo, Mill, Dupuit, Edgeworth, Wicksell, Lindahl, Pigou, Keynes y
Samuelson.

Los desarrollos no fueron exclusivamente de la economía, pues


también se debe contar con la influencia de los desarrollos políticos y
sociales; y tampoco se pueden circunscribir a partir de la economía
clásica, puesto que con el surgimiento del mercantilismo, la
complejidad de la estructura impositiva aumento considerablemente.
Los fisiócratas tenían su teoría de la imposición y los cameralistas
habían escrito sobre la administración de las finanzas públicas. Sin
embargo, Adam Smith ofrece un punto de vista adecuado para rastrear
el surgimiento del pensamiento moderno de la economía pública.

Desde Adam Smith, los estudiosos de la tributación han estado


interesados en las cualidades de un buen sistema de impuestos. Tal
requerimiento, tradicionalmente exige que la carga de impuestos sea
distribuida de una manera equitativa. Este requerimiento ha tomado
dos formas, una exige que la tributación corresponda con los beneficios
recibidos, y la otra que la tributación corresponda con la capacidad de
pago.

La Economía como disciplina se ha ocupado tradicionalmente del


estudio del sector privado de la economía (de sus agentes económicos
–individuos, empresas y economías domésticas–); es decir, del
mercado. Sin embargo, el crecimiento del sector público y su incidencia
en las actividades económicas privadas, aunado a sus características
particulares de decisión política, condujeron a la constitución de una
disciplina autónoma para su análisis.

Esta disciplina, denominada en principio “finanzas públicas”, ha


empezado a designarse, desde los años setenta del siglo XX, “economía
pública”. En principio trató los mismos problemas, más allá de las
limitaciones presupuestales de ingresos, gastos y deuda pública.

Ampliando de este modo, su campo de análisis a los bienes públicos, a


la incidencia de los impuestos y gastos en el bienestar, a los efectos de
las regulaciones públicas, los derechos de propiedad, el problema de
las externalidades y los procesos de toma de decisiones públicas.

Subyace un rasgo común a las múltiples definiciones de “finanzas


públicas”: la delimitación de sus actividades a los componentes
presupuestarios de ingresos, gastos y deuda pública. El Libro V de “La
riqueza de las naciones” de Adam Smith se constituye en la base de los
tratados modernos de las finanzas públicas. Smith, al estudiar los
problemas económicos públicos, contempla tres temas referentes a los
gastos públicos, los ingresos públicos y las deudas públicas.

Al conjunto de problemas que se centran en torno al proceso de


ingreso- gasto del Estado se le denomina tradicionalmente Finanzas
Públicas. Aún cuando las operaciones del erario público suponen flujos
monetarios de ingresos y gastos, los problemas básicos no son
cuestiones financieras.
Por tanto, debemos considerar nuestra tarea como una investigación
sobre los principios de la economía pública, o más exactamente, sobre
aquellos aspectos de la política económica que surgen en las
operaciones del presupuesto público.

La economía pública, en una concepción más amplia, se constituye en


el análisis del sector público, lo cual incluye los ingresos, la deuda y los
gastos del sector público como componentes del presupuesto y, a su
vez, base del análisis de las finanzas públicas, cubriendo, además,
todas las actuaciones del sector público: actividades presupuestarias,
de regulación, de diseño de políticas públicas, de gestión de agencias
públicas y de evaluación y control públicos.

Algunos autores consideran equivalentes los términos “economía


pública” y “finanzas públicas”. A partir del trabajo de Musgrave (1959),
se encuentra que autores como Kolm (1964) y Johansen (1970)
reemplazan el concepto de “finanzas públicas” por uno más amplio:
“economía pública”. Los autores más recientes y reconocidos en este
campo han titulado sus manuales como “Economía pública”: Atkinson y
Stigltz (1988), Auerbach (1987), Laffont (1990), Jha (1998) o “Economía
del sector público”: Boadway y Wildasi (1986), Brown y Jackson (1986)
y Stigltz (1988).

Las finanzas públicas y la economía pública en general han


experimentado una evolución significativa desde la segunda mitad del
siglo XX. En esta evolución ha incidido el estudio de los bienes públicos
y su análisis integracionista de los ingresos (tributación) y del gasto.
Al mirar la evolución de los trabajos de investigación y el contenido de
los manuales, puede observarse que han cambiado los temas, su
importancia relativa y las técnicas o instrumentos de análisis, en
esencia provenientes de la economía. Esta evolución también ha
estado ligada a los desarrollos de la sociedad, del Estado, de la misma
economía como disciplina y de la forma de analizar y resolver los
problemas.

IDEAS CLAVE

Las Finanzas Públicas puede ser la rama más antigua de la economía. A


ésta contribuyeron los escolásticos (siglo XVI), los mercantilistas (siglo
XVII), los cameralistas, los fisiócratas, los clásicos, marginalistas,
neoclásicos, la escuela del bienestar, la escuela de la elección pública,
los marxistas, Keynes, etc.

Adam Smith examina porque ciertos servicios deben ser provistos por
el Estado. Esto incluye el sostenimiento de la corte, defensa, policía y
educación básica para los pobres. Beneficio que no sería compensado
por el gasto de algún individuo.

Los Clásicos estudiaron primero las obligaciones del soberano (gasto


público) y después se dedicaron hacia el análisis impositivo.

Desde Adam Smith, el pensamiento tributario ha puesto su atención


sobre dos importantes temas: la equidad y la eficiencia.
La discusión del criterio de equidad, ha seguido dos direcciones
históricas, la del principio del beneficio y la del principio de capacidad
de pago.

El pensamiento marginalista consideró que así como el consumo de


bienes privados se guía por la regla de igualación de la utilidad marginal
con el precio, de igual manera el consumo de bienes públicos se
orientaría por dicha regla. Así, el presupuesto entró a hacer parte de
los modelos walrasianos de equilibrio general.

El concepto de finanzas públicas nació en el siglo XIX y se enriqueció


con un continuo flujo de estudios y actividades después de la mitad de
los años 1960.
En los años 1960, se comenzó a usar el término “economía pública” (o
nueva economía pública) por el de finanzas públicas.

11.3 EL SISTEMA TRIBUTARIO


El Sistema Tributario: Concepto.

El sistema tributario es la organización legal, administrativa y técnica


que crea el Estado con el fin de ejercer de forma eficaz y objetiva el
poder tributario.

Los tributos son obligaciones dinerarias impuestas unilateralmente y


exigidas por la administración pública a partir de una ley, cuyo importe
se destina a solventar el gasto público.
Por lo tanto, es una prestación patrimonial de carácter público que se
exige a los particulares.

Un tributo es:

• Coactivo: se impone de forma unilateral, aunque de acuerdo a los


principios constitucionales.

• Pecuniario: la obligación tributaria en los países capitalistas siempre


se concreta en forma de dinero.

• Contributivo: el tributo se destina a la satisfacción de las necesidades


sociales.
En el sistema tributario son sujetos pasivos de los impuestos tanto las
personas físicas como las personas jurídicas.

La Educación Fiscal: Concepto.

La educación fiscal es una Política de Estado, entre cuyos objetivos


destaca, formar a la ciudadanía en el ámbito de la cultura fiscal, y el
fomento de los valores necesarios para mejorar la conciencia fiscal de
los individuos.

La educación fiscal no ha de limitarse a alcanzar determinados


conocimientos fiscales, la educación fiscal ha de enfocarse en el ámbito
de la responsabilidad fiscal del ciudadano.
El objetivo consiste en transmitir ideas, valores y actitudes que doten al
contribuyente de una conciencia fiscal contraria a las conductas
defraudadoras.

En este sentido, la responsabilidad fiscal se erige como uno de los


valores fundamentales sobre los que se organiza la convivencia de una
sociedad moderna, en un marco en el que el cumplimiento de las
obligaciones tributarias se asume como un deber cívico.
Los Recursos Públicos: Concepto.
Se denominan Recursos Públicos a todas las percepciones e ingresos
que percibe el Estado de cualquier naturaleza que sean con el objeto
de financiar los gastos públicos.

Los Estados Modernos reciben ingresos de los ciudadanos a través


de:
• Los Impuestos
• Las Tasas
• Las Contribuciones Especiales
Los Impuestos: Concepto.

“El impuesto es una prestación pecuniaria, obtenida de los particulares


autoritariamente, a título definitivo, sin contrapartida y para la
cobertura de las cargas públicas”.

Analicemos las principales partes de esta definición:

El impuesto es una prestación pecuniaria: esto significa que se trata de


una prestación en dinero. En efecto, en el Estado contemporáneo no se
concibe un impuesto pagado en especie o en forma de trabajo
personal.
El impuesto es un ingreso obtenido autoritariamente: esto quiere
decir que el Estado exige a las economías privadas el pago de
impuestos porque está provisto de facultades soberanas. El Estado
puede exigir el pago de los impuestos por vía coercitiva (a la fuerza),
siempre y cuando el contribuyente este comprendido dentro de los
términos de la respectiva ley.

En el impuesto no hay contraprestación por parte del Estado: esto


significa que el Estado no está obligado a dar ni bienes, ni servicios
concretos a quienes cobra impuestos. Con los fondos obtenidos por la
vía de los impuestos el Estado financia una serie de servicios que
benefician a la colectividad en cumplimiento de sus fines específicos.
Esta es la diferencia fundamental entre los impuestos y las tasas.
Los impuestos tienen por fin la cobertura de los gastos públicos: los
impuestos tienen por finalidad financiar los gastos públicos que el
Estado realiza en cumplimiento de sus fines.

En el impuesto distinguimos los siguientes elementos:


1. El sujeto activo.
2. El sujeto pasivo.
3. La materia imponible u objeto de la imposición.
4. El hecho generador del impuesto o hecho imponible.
5. La base imponible.
6. La tasa o cuota tributaria.
7. La fuente del impuesto.
Sujeto Activo: es a quién le corresponde el derecho de exigir el pago
del tributo. La figura del sujeto activo recae normalmente sobre el
Estado, sin embargo la ley puede atribuir la condición de sujeto activo a
otros entes u organismos públicos. Por lo tanto, sólo la ley puede
designar el sujeto activo de la obligación tributaria.

Sujeto Pasivo: es la persona física o jurídica, que tiene la obligación de


pagar el impuesto.

La materia imponible u objeto de la imposición: es el elemento


económico sobre el que se asienta el impuesto y en el que directa o
indirectamente tiene su origen. Es decir, es el objeto gravado por el
impuesto y de donde este por lo general, toma su nombre. La materia u
objeto de la imposición puede ser:
• Un bien (Bienes inmuebles o bienes muebles).
• Un producto.
• Una renta.
• Un capital

Hecho Imponible: son aquellos actos o circunstancias que generan la


obligación de pagar un impuesto.

Base Imponible: es la cuantificación económica del hecho imponible,


es decir, es el valor sobre el cual se aplica la tarifa para obtener el
impuesto respectivo.
Tasa o Cuota Tributaria: es el porcentaje que debe aplicarse a la base
gravable para calcular el impuesto.

La fuente del impuesto: se refiere a la fuente económica de donde el


sujeto pasivo obtiene los medios para hacer efectivo el impuesto al
sujeto activo (Estado).

Los impuestos también se pueden clasificar según dos criterios:

1. Según sus efectos sobre la distribución de ingresos


a) Impuestos progresivos: Aumenta la tasa del impuesto cuando aumenta la
base imponible.
b) Impuestos regresivos: Baja la tasa del impuesto cuando aumenta la base
imponible.

c) Impuestos proporcionales: Gravan en la misma proporción cualquiera sea


la base imponible. En casi todos los países industrializados se prefiere
utilizar una estructura tributaria progresiva, por dos razones. En primer
lugar, porque se considera que los impuestos progresivos son más
equitativos (los más ricos tienen mayor capacidad de pago). En segundo
lugar, la riqueza y la pobreza extremas perjudican el bienestar social y
económico de una sociedad, y los impuestos progresivos tienden a reducir
estos extremos.
2. Según sobre qué recaen
a) Impuestos indirectos: Son los que se recaudan sobre los bienes y servicios
y por lo tanto sólo afectan a las personas de manera indirecta. Por ejemplo:
el Impuesto al Valor Agregado (IVA), el impuesto a los bienes suntuarios
(Selectivo al consumo).

b) Impuestos directos: Son los que gravan directamente a las personas, por
ejemplo: el impuesto a la renta de las personas físicas, el impuesto al
patrimonio

Las Tasas: Concepto.

“La tasa es un ingreso monetario recibido por el Estado o ente público


en pago de un servicio público especial y divisible que beneficia
directamente a quien lo paga, al mismo tiempo que beneficia a la
sociedad en general”
Analicemos las principales partes de esta definición:

La tasa es un ingreso monetario recibido por el Estado o ente público:


Al igual que los impuestos las tasas también se abonan en dinero.

La tasa es recibida por el Estado en pago de un servicio especial y


divisible: El Estado está obligado a prestar un servicio público especial y
divisible y si no existiera dicho servicio no tiene derecho a cobrar la
tasa.

Esta es la diferencia fundamental entre las tasas y los impuestos.


La tasa debe ser pagada por quienes reciben directamente el servicio
público: el Estado sólo puede cobrar en concepto de tasa por aquellos
servicios públicos especial y divisibles, es decir, si el Estado ofrece un
servicio de transporte, sólo debe pagar dicho servicio el que lo usa.

Las Contribuciones Especiales: Concepto.

"Las Contribuciones Especiales son los tributos cuyo hecho imponible


consiste en la obtención de un beneficio o un aumento de valor de los
bienes de los particulares como consecuencia de la realización de obras
públicas o de la ampliación de servicios públicos"
Dentro de este tipo de contribuciones, las más frecuentes y conocidas
son las contribuciones de mejoras.

Analicemos las principales partes de la definición:


• Las Contribuciones de Mejoras: consisten en una prestación
pecuniaria que cobra el Estado, es decir, al igual que en el caso de los
impuestos y las tasas, las economías privadas deben pagarlas en
dinero.

Mientras que los impuestos se cobran periódicamente, y las tasas cada


vez que se hace uso de un servicio público; las contribuciones de
mejoras las cobra el Estado cuando realiza obras públicas y se pagan
por única vez.
• Permiten la realización de obras públicas y el mejoramiento de ciertos
servicios públicos: las contribuciones de mejoras permiten al Estado
realizar obras públicas. Ejemplo: Obras de pavimentación. En muchos
casos las obras públicas que se realizan se traducen en el
mejoramiento de determinados servicios públicos. Ejemplo: obras de
desagües cloacales.

• Producen un incremento de valor en el patrimonio de los particulares:


las economías privadas deben pagar estas contribuciones porque
generan directamente un valor adicional a las propiedades
inmobiliarias.
Principios de tributación
Las políticas impositivas y de gastos reflejan el sistema de valores que
caracteriza a una sociedad. Casi todas las democracias modernas
consideran que un buen sistema tributario ha de cumplir cuatro
principios fundamentales enunciados en el siglo XVIII por el economista
escocés Adam Smith.

La Equidad.
Un impuesto ha de ser, por su propia naturaleza, equitativo, es decir,
que las cargas fiscales que se paguen sean proporcionales a la
capacidad de pago de los individuos. Se considera que un impuesto es
equitativo cuando los individuos contribuyen en relación a su
capacidad de pago o, según la situación, la cantidad de servicios que
obtienen del Gobierno.
Por lo tanto, la capacidad de pago y los servicios obtenidos serán
criterios de equidad. Cuando un sistema tributario satisface los dos
criterios anteriores se dice que es verticalmente equitativo (es decir,
que quien tiene mayor capacidad de pago paga más). De igual
importancia es la equidad horizontal, según la cual, a igual capacidad
de pago corresponde igual presión fiscal.

La Claridad y Certidumbre.
La aplicación práctica del sistema tributario tiene que ser clara y
constante para que el sistema tributario resulte creíble. Este principio,
considerado esencial por Smith, suele subestimarse en los actuales
sistemas tributarios (porque se supone que la administración pública es
abierta e imparcial). Sin embargo, si este principio no se cumple y los
impuestos varían cada año y son arbitrarios, los ciudadanos del país
perderían confianza en el sistema económico.

La Aplicabilidad.
El cumplimiento de las obligaciones tributarias dependerá de que su
aplicación práctica sea fácil. El fraude fiscal se ha reducido mucho en
aquellos países que han creado sistemas que permiten la retención de
parte de los impuestos en la nómina de los trabajadores.

La Eficiencia.
Un buen sistema tributario tiene que ser fácil de administrar. Los
sistemas tributarios difíciles de gestionar detraen recursos de
actividades productivas y minan la confianza en el sistema y en el
ejecutivo. Y lo que es peor, un sistema tributario mal diseñado y una
excesiva imposición puede aumentar el fraude fiscal; además, los
impuestos demasiado elevados pueden provocar que los inversores
detraigan recursos de actividades productivas hacia actividades más
especulativas.

Cuando esto ocurre no se cumple un principio que Adam Smith


consideraba implícito: la neutralidad de los impuestos, es decir, que la
imposición no debe modificar el comportamiento de los agentes
económicos de un país.

Los principios establecidos por Smith han superado con creces la


prueba del paso del tiempo. El alto nivel de ingresos tributarios podría
animar a los gobiernos a aumentar sus gastos, en tanto esa mayor
presión fiscal puede tener un impacto negativo sobre el sector privado,
quitando incentivos al trabajo, al ahorro y a la inversión. Esta situación
puede crear un estancamiento económico acompañado de inflación y
puede terminar reduciendo la recaudación tributaria.

Al elaborar un sistema tributario, los gobiernos suelen atender tres


indicadores de la riqueza o de la capacidad de pago del contribuyente:
sus ingresos, sus gastos y su patrimonio.

Incidencia de los impuestos:


Es la repartición de la carga fiscal entre los compradores y los
vendedores, en el sentido de como su ingreso real disminuye producto
de un Tributo.
Los efectos económicos, y por tanto la incidencia de los impuestos, no
puede calcularse con precisión debido a la dificultad de saber sobre
quién recae en realidad el impuesto. Incluso cuando se trata del
impuesto sobre la renta de las personas físicas —y por lo tanto se
supone que su peso incide directamente sobre el contribuyente—
existen una serie de efectos indirectos. Este impuesto afecta a las
decisiones de trabajo, de ahorro y de inversión y, a su vez, estas
decisiones afectarán a otras personas, y así sucesivamente.

Un buen sistema tributario es simple y transparente y recauda recursos


de una manera eficiente y eficaz. También promueve la equidad, a
través de una tributación progresiva. Finalmente, un buen sistema
tributario minimiza las distorsiones económicas y promueve la
competitividad.
¿Cómo se asegura una recaudación eficiente y eficaz?

Si la recaudación efectiva está muy por debajo de la recaudación


potencial, típicamente es una señal de una alta incidencia de evasión,
y/o una administración tributaria poco eficiente y eficaz. El
fortalecimiento de la administración tributaria a través de la
modernización de la tecnología, la mejora de la fiscalización y el
fortalecimiento del régimen de sanciones por incumplimiento son
algunos elementos clave.

Tales reformas han sido exitosas en varios países y han contribuido de


manera significativa a un incremento en la recaudación. Algunos países
establecieron la presentación de las declaraciones juradas del Impuesto
a la Renta y del IVA en forma electrónica a través del internet.
¿Cómo se promueve la equidad a través del sistema tributario?

El sistema tributario – juntamente con un gasto público bien focalizado


- puede contribuir de manera significativa a una reducción en la
inequidad de ingresos. Típicamente son los impuestos directos – sobre
todo el impuesto a la renta personal – los que se pueden diseñar con
tasas progresivas. Esto quiere decir, que se imponen tasas más altas a
los contribuyentes con altos ingresos, y tasas más bajas a los de
menores ingresos.

Este mecanismo de redistribución funciona bien si el impuesto se


impone sobre una base muy amplia. En cuanto a los impuestos
indirectos como el IVA, que por su diseño tienden de ser regresivos, el
principio central es que se deberían evitar subsidios generalizados que
benefician relativamente más a los que consumen más. En el caso del
IVA, por ejemplo, exenciones y tarifas reducidas para ciertos productos
o servicios pueden ser costosos y son menos efectivos que
transferencias focalizadas a las personas con bajo ingreso (bonos de
compensación sociales). Sin embargo, eliminar exenciones existentes
puede ser difícil, y el costo de mecanismos de compensación puede ser
considerable.

¿Cuáles son los elementos más importantes de un sistema tributario


que incentiva la competitividad?

Un sistema tributario eficiente tiene un costo administrativo y de


cumplimiento bajo, además, es simple, transparente, neutro y minimiza
las distorsiones causada por los tributos.
Un sistema tributario que incentiva el crecimiento y la competitividad
permite la movilización de recursos tributarios minimizando las
distorsiones que afectan las decisiones de los agentes económicos de
invertir, ahorrar y participar en el mercado laboral. Para lograr un
sistema más eficiente es necesario reducir las inequidades horizontales
y verticales, minimizando las exclusiones y exenciones.

11.4 LA POLÍTICA ECONÓMICA

El Sector Público para resolver los diversos problemas de la sociedad


como el empleo, la seguridad, la salud, la inflación, la educación, etc.
actúa en la economía con el fin de lograr el máximo bienestar social y
un crecimiento económico sostenible.
Para que los ciudadanos aumenten su bienestar se deberá lograr un
crecimiento económico sostenible, además de asumir, como se han
planteado, otros objetivos como el empleo, la estabilidad de precios, el
control del déficit público o la estabilidad exterior.

La Política Económica consiste en: el conjunto de medidas que toma


el Sector Público con el fin de lograr unos objetivos determinados.

Cuando el Sector Público interviene en la Economía con el fin de lograr


una serie de objetivos, se dice que está realizando una política
económica.
Para definir la Política Económica se determinan los objetivos concretos
a alcanzar y se diseñan medidas que alteren los agregados económicos
para poder lograr dichos objetivos.

Los objetivos de Política Económica que persiguen los gobiernos son


los siguientes:

1. Control de la inflación
2. Reducción del desempleo
3. Crecimiento económico
4. Control del déficit público
5. Estabilidad exterior.
Para poder controlar los grandes agregados económicos, los gobiernos
cuentan con un conjunto de instrumentos que les permitirán influir
bien directa o indirectamente en las variables macroeconómicas
fundamentales.

Estos instrumentos son básicamente los fiscales y monetarios, aunque


también existen políticas sectoriales que afectan a actividades muy
concretas, como son las medidas que fomentan el empleo, el turismo,
el comercio, etc.

En primer lugar, describiremos los instrumentos fiscales que se incluyen


en la política fiscal; después, los instrumentos monetarios que forman
parte de la política monetaria.
La Política Fiscal

La Política Fiscal consiste en la utilización del gasto público y de los


impuestos como instrumentos de la Política Económica para la
consecución de unos objetivos determinados.

El gasto público lo constituyen fundamentalmente los programas del


Gobierno de obras públicas (como carreteras, hospitales, etc.),
programas de compra de bienes y servicios (para ofrecer bienes y
servicios públicos) y el gasto de transferencias (bonos de asistencia
social, subvenciones a instituciones benéficas y a las empresas, etc.).
Cualquier medida de las anteriores influye directamente en la actividad
económica y tendrá efectos sobre los agregados económicos
fundamentales.
El ingreso público lo generan los impuestos creados por ley y
cumplimiento obligatorio por parte de los sujetos contemplados en
ésta. El Gobierno puede alterar los impuestos con el propósito de
actuar sobre magnitudes como el consumo o la inversión, y éstas
afectan a los agregados económicos.

En ocasiones se producen una incompatibilidad entre objetivos. Es


decir, la utilización de un instrumento para controlar una variable
puede afectar negativamente a otra.

La Política Fiscal es Expansiva: Si la puesta en práctica de la política


fiscal tiene el propósito de aumentar el nivel de producción y de
empleo, y para lograrlo se puede actuar sobre el gasto público y/o los
impuestos de la siguiente forma:
a) Disminuir los impuestos. Supone, por un lado, que los individuos
dispondrán de más renta o ingreso para poder consumir. El mayor
consumo supondrá un aumento de demanda, que llevará a las
empresas a incrementar su producción, y para este fin contratarán
una mayor cantidad de factores productivos, entre ellos el trabajo.
Por otro lado, unos impuestos menores supondrán para las
empresas unos costos menores, lo que las llevará a aumentar la
producción y, por tanto, aumentar el empleo y la inversión.

b) Aumentar el Gasto Público. Al aumentar el gasto público, supondrá


aumentar la demanda, ya que el Sector Público comprará más
bienes y servicios a las empresas para poder llevar a cabo sus
programas. Las empresas al aumentar su producción tendrán que
invertir más y contratarán a más trabajadores.
Resumiendo, la Política Fiscal Expansiva logra los siguientes objetivos:

1. Un aumento del PIB


2. Un aumento de la Inversión
3. Un aumento del Empleo.

La Política Fiscal es Contractiva o Restrictiva: Si la puesta en práctica


de la política fiscal tiene el propósito de disminuir el nivel de
producción y de empleo, y para lograrlo se puede actuar sobre el gasto
público y/o los impuestos de la siguiente forma:
a) Aumentar los impuestos. Supone, por un lado, que los individuos
dispondrán de menos renta o ingreso para poder consumir. La
menor capacidad de gasto de los individuos provocará una menor
demanda en la cantidad de bienes de consumo. Por otro lado, unos
impuestos mayores supondrán para las empresas unos costos
mayores, lo que las llevará a disminuir la producción y, por tanto,
disminuir el empleo y la inversión.

b) Disminuir el Gasto Público. Al disminuir el gasto público, supondrá


disminuir la demanda, ya que el Sector Público comprará menos
bienes y servicios a las empresas y no podrá llevar a cabo sus
programas. Las empresas disminuirán su producción, invertirán
menos y contratarán menos trabajadores.
Resumiendo, la Política Fiscal Contractiva o Restrictiva logra los
siguientes objetivos:

1. Una disminución del PIB


2. Una disminución de la Inversión
3. Una disminución del Empleo.

Los gastos públicos y los impuestos están relacionados entre sí y están


integrados en el Presupuesto de Gobierno.

Si los ingresos superan a los gastos habrá un superávit presupuestario;


por el contrario, si los gastos superan a los ingresos tendrá un lugar un
déficit presupuestario.
Los procedimientos que el gobierno implementa para la financiación
del déficit presupuestario son:

a) Incrementar los impuestos: De esta forma aumentan los ingresos


públicos y se reduce el déficit. Este procedimiento tiene una
limitación, ya que, si se aumentan indiscriminadamente los
impuestos, la capacidad de gasto de los individuos disminuirá y la
economía podría entrar en una recesión al descender la
producción. Además, es una medida que tiene costos políticos y
fomenta la evasión fiscal.

b) Emisión de deuda pública: El Estado emite títulos-valores de renta


fija en forma de obligaciones, bonos y letras de la Tesorería General
de la República.
Si el Estado vende títulos, obtiene a cambio dinero para poder
financiar sus gastos.

Este procedimiento presenta el problema de que los fondos financieros


son limitados y la emisión de deuda pública puede reducir las
posibilidades de financiación de las empresas privadas (lo que se
conoce con el nombre de efecto desplazamiento). Asimismo, se
traslada la deuda a las generaciones futuras, que tendrán que
devolverla mediante el pago de impuestos.
La Política Monetaria

La autoridad monetaria es la responsable de diseñar y poner en


práctica la Política monetaria que supone actuar sobre unos
instrumentos de carácter Monetario con el propósito de alcanzar los
objetivos de estabilidad de precios, del tipo de cambio, del pleno
empleo, del crecimiento, etc.

La política monetaria consiste en la utilización del dinero o los tipos de


interés como instrumentos de política económica para la consecución
de unos objetivos determinados, se trata de lograr la estabilidad de
precios y se actúa en los mercados financieros ya sea reduciendo
(Política expansiva) o elevando (Política restrictiva) los tipos de interés.
Los elementos fundamentales a los que afecta la política monetaria son
el control de la oferta monetaria (dinero en circulación) y el precio del
dinero, es decir, el tipo de interés. Como en el caso de la política fiscal,
la monetaria puede ser expansiva, cuando se eleva la cantidad de
dinero o se reduce el tipo de interés, y puede ser restrictiva, cuando se
reduce la capacidad de gasto de los agentes económicos a través de la
reducción de la cantidad de dinero o de la elevación de los tipos de
interés.

Los instrumentos de la política monetaria son:


1. Operaciones de mercado abierto (venta de bonos de Banco Central)
2. Facilidades permanentes.
3. Coeficiente de caja.

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