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Psicología Sistémica.

Resumen unidad 3
Ciclo vital tradicional de la familia según Haley:
2. El ciclo vital de la familia:
existe una perspectiva más amplia aún, implícita en la terapia de Milton Erickson. Los
síntomas aparecen cuando el
ciclo vital en curso de una familia o de otro grupo natural
se disloca o interrumpe. El síntoma es una señal de que la
familia enfrenta dificultades para superar una etapa del ciclo
vital.
Por ejemplo, el ataque de angustia que sufre una madre al nacer su hijo está expresando la
dificultad de la familia
para pasar a la etapa de la crianza

la estrategia terapéutica de Erickson se centra muy precisamente en los síntomas, su


objetivo más amplio es la resolución de los problemas de la familia, para que el ciclo vital se
ponga nuevamente en movimiento.
Poca información sobre el ciclo vital de las familias e investigaciones basadas en
autoinformes poco confiables sumado a Un problema adicional es que cualquier
comprensión que
podamos alcanzar del desarrollo de una familia puede quedar
rápidamente desactualizada, debido a los cambios culturales
y a la aparición de nuevas formas de vida familiar. La familia nuclear compuesta por padres
e hijos que viven separados
de la familia extensa es un desarrollo relativamente nuevo.
Cuando comenzamos a comprender a la familia nuclear, nos
encontramos con la aparición de nuevas formas de familias
comunales; un terapeuta que trabaje con gente joven puede
descubrir que está pensando en términos de un modelo conceptual obsoleto. Un clínico
debe ser tolerante hacia las diversas formas posibles de vivir y, al mismo tiempo, tener
una captación del proceso evolutivo de las familias, que le
sirva como guía para reconocer etapas críticas.
Hay dos maneras de «adaptar» una persona a su situación
sin producir un cambio en el sentido del crecimiento. Una
es estabilizarla mediante el uso de medicamentos. Si una
persona joven ha alcanzado la edad de independizarse y la
familia no puede pasar por la etapa de liberarlo, esa persona
manifestará síntomas. En este punto la medicación impedirá
el surgimiento de dificultades, pero también impedirá el
cambio y cronificará la situación, tanto para el joven como
para la familia. El otro método «adaptativo» es la terapia
individual de largo plazo, centrada en ayudar a la persona
a comprender su desarrollo infantil y sus distorsiones perceptuales, más que en la realidad
de su situación vital presente. Es el caso de muchas esposas descontentas por las
estrechas pautas de la vida suburbana, que han sido estabilizadas por años mediante el
análisis intensivo. En lugar de
alentarlas a emprender acciones que las llevarían a una vida
más rica y compleja, la terapia impide ese cambio, al imponer la idea de que el problema
está dentro de sus psiques
y no en la situación
Galanteo:
En lo atinente a la conducta de galanteo, conocemos menos
de los adolescentes norteamericanos que de otros animales
(p.ej., el galanteo del ganso salvaje se ha estudiado a lo
largo de medio siglo); pero sabemos que hay un factor
temporal y otro de riesgo. Existe un período de la vida en
que la gente joven aprende a galantear y a participar en esta
actividad, y cuanto más se demore dicho proceso en un chico, tanto más periférico llegará a
ser este respecto de la red
social. El joven que ha cumplido los veinte años y todavía
no ha salido con chicas será un desviado cuando alterne con
otros muchachos de su edad que ya llevan años de experiencia en cuanto a técnicas de
galanteo

Así como la gente joven puede evitar el matrimonio por


razones intrínsecas a la familia, también puede lanzarse prematuramente al matrimonio en
un intento de liberarse de
una red familiar desdichada. A menudo, la tarea de un
clínico consiste en refrenar un pasaje demasiado rápido del
joven a la etapa siguiente de la vida familiar, para que
pueda reconocer la posible diversidad de estilos de vida.
El matrimonio y sus consecuencias:
Aunque el acto simbólico de contraer matrimonio tiene un
significado diferente para cada uno, es, ante todo, un acuerdo de que la joven pareja se
compromete mutuamente de
por vida. En estas épocas de divorcio fácil, es posible que
se ingrese en el matrimonio con reservas, a manera de
ensayo. Sin embargo, y en la medida en que es un compromiso, los jóvenes encontrarán que
se están respondiendo de una manera nueva. A veces se sienten atrapados y
comienzan a rebelarse, disputando por cuestiones de autoridad; o se sienten libres para
«ser ellos mismos» y se comportan en formas que al otro cónyuge les parecen inesperadas.
No es posible separar fácilmente las decisiones de la pareja reciente de la influencia
parental. Por ejemplo, el punto de vista de los padres influye en si la esposa ha de trabajar,
o en dónde va a vivir la joven pareja. Esta debe establecer su territorio, con cierta
independencia de la influencia parental, y a su vez los padres deben cambiar los modos
de tratar a los hijos, una vez que estos se han casado. Para
la pareja joven, el exceso de ayuda benevolente puede ser
tan dañino como la censura no constructiva
El tipo de juego elaborado por una pareja antes del primer
hijo es un juego íntimo de dos. Han aprendido a tratarse y
han encontrado los modos de resolver muchas cuestiones.
Con el nacimiento de un niño, están automáticamente en un
triángulo. No es un triángulo con un extraño o un miembro de la familia extensa; es posible
que se desarrolle un
nuevo tipo de celos cuando un miembro de la pareja siente
que el otro está más apegado al niño que a él o a ella. Muchas de las cuestiones que
enfrenta la pareja empiezan a ser
tratadas a través del hijo, en la medida en que este se convierte en chivo emisario y en
excusa para los nuevos problemas y para los viejos aún no resueltos.
El nacimiento de hijos y el trato con ellos:
El inminente nacimiento de un niño representa la convergencia de dos familias y crea
abuelos y tíos de ambos lados.
Ordenamientos tan simples como los acuerdos sobre las visitas son objeto de revisión
cuando aparece un nieto. Las
dos familias quizá discutan por asuntos tales como cuál
será el nombre del chico, la forma en que se lo criará y educará, qué familia influirá en su
desarrollo, etc. A menudo,
la parentela ha considerado al matrimonio como temporario hasta que la llegada de un niño
fuerza la cuestión. La
posibilidad o la realidad de un niño defectuoso puede levantar dudas potenciales acerca de
todas las ramas de la
familia, y usarse como munición en una batalla familiar.
Con el nacimiento de un hijo, la joven pareja queda más
distanciada de sus familias y a la vez más enredada en el
sistema familiar. Siendo padres, son menos hijos, y se individualizan en mayor medida como
adultos; pero el niño
los introduce más en la red total de parientes, en cuanto
se modifica la índole de los viejos vínculos y se forman
otros nuevos.
Cuando surgen aflicciones durante este período, suelen
adoptar la forma de síntomas o perturbaciones de uno de
los cónyuges. Sin embargo, la persona aquejada no es necesariamente el foco adecuado
para el tratamiento. Una esposa perturbada quizás esté respondiendo a un marido que
ahora se siente atrapado porque un hijo se halla en camino,
o esté respondiendo a una crisis en la familia extensa
El matrimonio tal vez empiece a erosionarse, en
la medida en que la esposa requiere más ayuda de su marido en la crianza de los niños, y
más actividades adultas,
mientras él se siente agobiado por su mujer e hijos y estorbado en su trabajo. A veces una
madre intentará exagerar
la importancia de la crianza, alentando a un hijo para que
tenga un problema emocional, al que entonces pueda dedicar su atención. La tarea del
terapeuta es resolver el problema del niño ayudando a la madre a desengancharse de él
y a descubrir una vida propia más satisfactoria.
. Los
conflictos entre los padres acerca de la crianza de los niños
se hacen más manifiestos cuando su producto es exhibido
en público. La escuela representa, además, su primera experiencia con el hecho de que los
hijos terminarán por dejar
el hogar y ellos quedarán solos frente a frente.
El problema más
habitual es que un progenitor, generalmente la madre, se
alíe sistemáticamente con un hijo en contra del otro; ella
protestará porque él es demasiado duro con el chico, mientras él lo hará porque ella es
demasiado blanda. Este triángulo puede describirse de muchas maneras; una de ellas,
muy útil, es ver a un progenitor como «sobreinvolucrado»
con el chico. Frecuentemente, la madre se muestra a la
vez servicial y exasperada con el chico, y frustrada en sus
intentos de manejarse con él. El padre es más periférico, y
si interviene para ayudar a la madre, ella lo ataca y él se
retira, dejándola incapacitada de manejarse eficazmente con
el chico. Esta pauta se repite incesantemente, impidiendo
que el niño madure y que la madre se desenganche de la
crianza en beneficio de una vida propia más productiva.
el divorcio legal no modifica necesariamente este tipo de problema. Si una madre que está
criando sola a su hijo lo presenta como un problema, el terapeuta perspicaz buscará al
marido separado que todavía
está involucrado, y su meta será ayudar a la familia en el
proceso de desenganchar realmente a un miembro.
En las familias con un solo progenitor, un problema estructural típico de esta etapa es el de
la abuela que sistemáticamente se alinea con el chico en contra de la madre. Si la madre es
joven, la abuela suele tratarlos a ella y a su hijo como
si fueran hermanos, y el chico es atrapado en una lucha generacional entre madre y abuela.
Esto es especialmente típico en las familias de ambientes pobres. 1
En la clase media, lo frecuente es que una madre se separe de su marido
después de una disputa respecto del niño, y la abuela la
sustituya para continuar la disputa.
Las disputas intergeneracionales dentro de una familia suelen hacerse evidentes recién
cuando el chico alcanza la edad
en que debiera involucrarse en la comunidad externa a la
familia. En este punto se derrumban las pautas familiares
que habían estado funcionando con éxito aceptable, y se
pide la intervención de un terapeuta para ayudar a la familia en el tránsito a la nueva etapa.
Dificultades matrimoniales del período intermedio:
. Los
progenitores humanos deben seguir siendo responsables de
sus hijos durante muchos años y continuar su vínculo con
ellos mientras hacen la transición de tratarlos como niños
a tratarlos más como pares. Por último, a medida que los
padres envejecen, los hijos empiezan a cuidar de ellos. Este
ordenamiento es único, y obliga a los miembros de la familia a adaptarse a extraordinarios
cambios en su relación
mutua a lo largo de los años.
En la familia tal como la conocemos hoy, la pareja que ha
estado casada durante diez o quince años enfrenta problemas que pueden describirse en
términos del individuo, de
la pareja o de toda la familia. En esta época marido y mujer están alcanzando los años
medios de sus ciclos vitales.
Suele ser este uno de los mejores períodos de la vida. El
marido tal vez esté disfrutando del éxito y la mujer puede
compartir ese éxito por el que ambos han trabajado. Al
mismo tiempo, ella está más libre porque los niños plantean menos exigencias; le es posible
desarrollar su talento
y continuar su propia carrera. Las dificultades iniciales que
eventualmente experimentó la pareja se han resuelto con
el paso del tiempo, y su enfoque de la vida ha madurado.
Es un período en el que la relación matrimonial se profundiza y amplía, y se han forjado
relaciones estables con la
familia extensa y con un círculo de amigos. La difícil crianza de niños pequeños ha quedado
atrás, y ha sido reemplazada por el placer compartido de presenciar cómo los
hijos crecen y se desarrollan en modos sorprendentes.
s. Uno de los inevitables dilemas humanos es que
si un hombre alcanza la mitad de la vida y ha progresado
en status y en posición se vuelve más atractivo para las
mujeres jóvenes, mientras que su mujer, más dependiente
de su apariencia física, se siente menos atractiva para los
hombres.
Los años medios quizás obliguen a una pareja a decidir si
seguirán juntos o tomarán caminos separados. Este período, en que los niños están menos
en casa, también obliga
a los padres a comprender que los hijos terminarán por irse
del todo, y entonces ellos quedarán solos y frente a frente.
En muchos casos han acordado seguir juntos en interés de
los hijos, y al ver aproximarse el momento en que estos se
marcharán, entran en un estado de turbulencia conyugal.
En estos años medios pueden sobrevenir graves tensiones
y también el divorcio, aun cuando la pareja haya superado
muchas crisis previas.
El destete de los padres:
A veces la turbulencia entre los padres sobreviene cuando
el hijo mayor deja el hogar, mientras que en otras familias
la perturbación parece empeorar progresivamente a medida
que se van yendo los hijos, y en otras cuando está por marcharse el menor. En muchos
casos los padres han visto, sin
dificultad, cómo sus hijos dejaban el hogar uno por uno;
súbitamente, cuando un hijo particular alcanza esa edad,
surgen las dificultades. En tales casos, el hijo en cuestión
ha tenido, por lo general, una especial importancia en el
matrimonio. Puede haber sido el hijo a través del cual los
padres hicieron pasar la mayor parte de su comunicación
mutua, o por el cual se sintieron más abrumados o se unieron en un común cuidado y
preocupación.

Cuando los padres llevan a la consulta a un adolescente definido como problema, el


terapeuta puede centrarse en él y
ponerlo en tratamiento individual, u hospitalizarlo. En tal
caso, los padres parecen más normales y preocupados, y el
hijo manifiesta conductas más extremas. Lo que, en realidad, está haciendo el experto es
cristalizar a la familia en
esta etapa de su desarrollo, rotulando y tratando al hijo
como «el paciente». De ese modo los padres no necesitan
resolver su mutuo conflicto y pasar a la siguiente etapa
matrimonial, y el hijo no tiene que avanzar hacia las relaciones íntimas fuera de la familia.
Una vez establecido este
ordenamiento, la situación se estabiliza hasta que el hijo
mejora. Si este se hace más normal e intenta seriamente casarse o mantenerse por sus
propios medios, la familia entra
nuevamente en la etapa del abandono del hogar por parte
del hijo, y así resurgen el conflicto y la disensión. La respuesta de los padres a esta nueva
crisis es retirar al hijo
del tratamiento, o rehospitalizarlo por una «recaída», con
lo que, una vez más, la familia se estabiliza. En la medida
en que este proceso se repite, el chico se vuelve enfermo
«crónico». A menudo, el terapeuta verá el problema en términos de «hijo vs. padres» y se
pondrá del lado del hijovíctima, acarreando mayores dificultades a la familia. Con
una perspectiva similar, el médico del hospital aconsejará
a veces al joven que abandone a su familia y no vuelva a
verla nunca más. Este enfoque fracasa sistemáticamente
El terapeuta de familia a quien le ofrecen un adolescente
como caso no ve el problema de este, sino en la situación
familiar global. Su meta no es generar comprensión y unión
entre el hijo y la familia, sino funcionar a la manera de una
ceremonia de iniciación, interactuando con la familia de tal
manera que el hijo se una al mundo adulto y los padres
aprendan a tratarlo y a tratarse de modo diferente. Si el terapeuta facilita la salida del chico
de la familia y resuelve
los conflictos que surgieron en torno de la separación, el
hijo abandona sus síntomas y queda en libertad de desarrollarse a su manera.
El retiro de la vida activa y la vejez:
Cuando una pareja logra liberar a sus hijos de manera que
estén menos involucrados con ella, suelen llegar a un período de relativa armonía que
puede subsistir durante la
jubilación del marido. Algunas veces, sin embargo, el retiro de este de la vida activa puede
complicar su problema, pues se hallan frente a frente veinticuatro horas al
día. No es raro que en esta época una esposa desarrolle
algún síntoma incapacitante; el terapeuta debe centrarse
entonces en facilitar a la pareja el acceso a una relación
más afectuosa, en lugar de tratar el problema como si sólo
involucrara a la esposa.
Con el tiempo, por supuesto, uno de los cónyuges muere, y
el otro queda solo y buscando una manera de involucrarse
con la familia. A veces una persona mayor puede encontrar
una función útil; otras veces, en la medida en que los tiempos cambian y los viejos son vistos
como carentes de importancia para la acción de la generación más joven, resulta
meramente superflua. En esta etapa la familia debe enfrentar el difícil problema de cuidar
de la persona mayor
o enviarla a un hogar de ancianos donde otros cuidan de
ella. Este también es un punto crítico, que no suele ser de
fácil manejo. Pero del modo como los jóvenes cuidan de los
viejos deviene el modelo de cómo se cuidará de ellos cuando, a su vez, envejezcan, pues el
ciclo familiar se renueva
sin fin.
Resumen comprimido del ciclo vital familiar del libro (mediando
sistemas familiares de Marines Suares)

Ciclo de vida tradicional


Minuchin, Haley, Erickson y otros han utilizado un concepto
de ciclo de vida basado fundamentalmente en los hijos, y han delimitado
claramente diferentes etapas. Consideran que los momentos más difíciles
para las familias son aquellos en que ésta debe pasar de una etapa a otra, lo
que implica abandonar, entre otras cosas, las pautas de interacción que habían logrado
establecer y buscar nuevas. Los momentos que implican mayores cambios se producen
especialmente cuando se incorporan personas
a la familia (casamientos, nacimientos, noviazgos, etcétera), y cuando personas que
pertenecían a la familia la dejan (sea por mudanzas, casamientos,
muertes, etcétera). Si bien son momentos evolutivos, que generalmente se
relacionan con el crecimiento de uno de los miembros, también son considerados
momentos de crisis y porlo tanto de gran movilidad para todos los
miembros de la familia. Sobre esta base se han dividido las diferentes etapas del ciclo de
vida familiar.
1. Cortejo: es la etapa de formación de la pareja. Muchas de las pautas
interaccionales que se crean en este momento, dado que tienden a
mantenerse, marcarán “la danza” de esta familia.
2. Pareja: la pareja que se ha conocido en el cortejo constituye un nuevo
sistema. Se considera que la pareja se constituye en el momento en que
deciden vivirjuntos y tener un proyecto de vida en común. No depende de la ceremonia
legal o religiosa.
3. Llegada de los hijos: para muchos autores, éste es el momento en el que
aparece la familia, porque existen dos tipos diferentes de vínculos: de
cónyuges y de padres-hijos. La pareja necesita realizar grandes cambios
en sus relaciones para enfrentar esta nueva etapa. Las mismas personas
que formaban el subsistema cónyuges pasan a constituir otro subsistema,
el parental, que deberá funcionar en relación con otro ser humano: el
hijo. Nuevos roles necesitan ser generados y desempeñados. El subsistema conyugal
también se ve afectado. En nuestrasfamilias es habitual, aunque no deseable, que los roles
de padres quiten mucho tiempo y se sobrepongan al rol de la pareja. La mujer, usualmente
a cargo de la crianza de los hijos, insume muchashoras en el desempeño de ese rol. El
hombre se siente más solo. Es un período de gran reacomodamiento.
4. Lactancia: el o los hijos están en los primerosmomentos de la vida, y son
necesariastareas específicas por parte de los padres, y especialmente de
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la madre, que provocan modificaciones importantes dentro de la organización familiar. Este
período demanda muchas horas a la madre, el
lactante necesita mucha atención. Si son doslos hijoslactantes, la situación se complica. Es
necesario mucha flexibilidad para poder adaptarse a las necesidades de esta etapa. '
5. Jardín de infantes:la concurrencia de los hijos aljardín de infantes marca
una nueva etapa. Generalmente generay/o coincide con una nueva etapa en la vida de las
mujeres, que suelen retomar sus trabajos fuera de la
casa. Comienza la interacción con otros sistemas “extramuros”. Los compañeros deljardín,
las madres de éstos, las maestras, las rutinas escolares, etcétera, traen desde el exterior la
exigencia de reacomodaciones.
6. Escolaridad primaria: las obligaciones escolares de los hijos cambian nuevamente la
organización familiar. Aun en el caso de haber concurrido
aljardín de infantes, el carácter de obligatoriedad de la educación primaria modifica las
interacciones. Suele aparecer el tema de las "tareas
escolares” de los hijos. En nuestro medio, generalmente las madres se
hacen cargo y responsables por su cumplimiento, lo cual es recursivamente incentivado por
el sistema educacional. También la relación de
la familia con el mundo externo a través de las nuevasrelaciones de los
hijos, que ya había comenzado en la etapa anterior, se complejiza. Esto
ocasiona modificaciones a la familia.
7. Escolaridad secundaria: coincide con la llamada “crisis de la adolescencia". Hay una
modificación sustancial en las relaciones de los hijos, ya
que suplantan la relación con sus familiares y se desarrolla una nueva
relación característica de esta etapa: el grupo de pares. Estas relaciones
nuevas de uno de los miembros de la familia influye en el resto. Además es la época de los
noviazgos, de las grandes pasiones, la sexualidad
activa ya deja de ser exclusiva de los padres. Las costumbressexuales de
las familias de los novios y novias crea, en el mejor de los casos, confusiones y en otros,
grandes peleas. Nuevos modelos de familia entran a
competir con el modelo propio, que se ha establecido después de varios años de constantes
“negociaciones” entre los diferentes miembros.
Los cambios continuos de los adolescentes llevan a que la familia deba
establecer un nuevo sistema de normas, más flexible y sujeto a constantes revisiones. Por
ejemplo, en la Argentina, el tema de los horarios a la
vuelta del “boliche bailable” crea grandes dificultades.
8. Ida de los hijos: el crecimiento de los hijos lleva a que éstos comiencen,
ya sea por estudios, trabajo y/o casamientos, a abandonarla casa paterna. Coincide
generalmente con la “crisis de la edad media de los pa-
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dres”. En la Argentina esta etapa se ha alargado considerablemente,
probablemente porvarios motivos, pero entre ellos los másremarcables
son la dificultad de losjóvenes para acceder al mercado laboral y las diferencias en cuanto a
costumbres sexuales. En muchas familias hay hijosjóvenes de edad cercana a los 30 años,
que conviven en el hogar
paterno. Este cambio ha generado nuevos problemas de convivencia,
ya que es una casa con varios adultos.
9. Nido vacio: es el momento en que los hijos abandonan la casa paterna.
Después de más de veinte años de estar la familia abocada a la crianza,
termina con ella. La pareja se vuelve a encontrar sola. Si el subsistema
conyugal no ha crecido a lo largo de la vida, los miembros de la pareja,
sin los hijos de por medio, se reencuentran y pueden sentirse como dos
extraños. A veces se dilata la ida del último hijo por temor a estos cambios. En esta etapa se
producen muchos divorcios. En nuestra cultura
es un momento particularmente difícil para la mujer que no ha trabajado fuera de su casa,
ya que se siente “jubilada sin sueldo” de su función de crianza y con mucho tiempo libre, en
tanto su cónyuge, en
muchos casos, está muy preocupado por su trabajo, escalando las últimas posiciones y sin
tíempo para dedicar al hogar.
10. Recortejo: una vez superada la crisis de la etapa anterior, la pareja comienza, a veces,
una larga etapa que puede durar veinte años o más. Algunos la definen como la másfeliz de
la vida y dicen: Es como soltarse en
el balcón a mirar lo realizado a lo largo de nuestra existencia. Generalmente
coincide con un nuevo rol (abuelo), que llena de felicidad, ya que se
disfruta de los niños sin cargar con el peso de su educación.
11. Viudez: inevitablemente uno de los dos integrantes de la pareja, si han
convivido hasta ese momento, ha de fallecer. La viuda o el viudo deberá reajustar todas sus
costumbres y su forma de vida. La pérdida de la
pareja es considerada como uno de los momentos más estresantes de
la vida de una persona. No sólo el viudo o la viuda debe rcacomodarse,
sino que esta muerte afecta a los otros miembros, que generalmente ya
se han ido de la casa, y muchas veces deben hacerse cargo del cónyuge
sobreviviente.
12. Muerte: el viudo fallece. Esta familia que comenzó con el cortejo ha llegado a su fin.

Nuevo ciclo vital familiar según Steinglass:


Peter Steinglass, en su libro Lafamilia alcohólica (1989), desde
otra perspectiva, ha desarrollado un “Nuevo ciclo de vida de la familia” y lo
realiza teniendo en cuenta el devenir familiar como una unidad, como un
todo, y no sobre la base de las edades de algunos de los integrantes, por
ejemplo, los hijos, como lo hacen Minuchin, Haley, Erickson y otros.
Los conceptos desarrollados por Steinglass tienen validez tanto para
aquellas familias 'jóvenes” o “primeras familias” como así también para las
que se constituyen como familias binucleares o expandidas, o sea, las que
se forman por la unión de uno o más divorciados y/o viudos. Siempre, ya
sea primera familia o familias expandidas, se trata de la unión de individuos
que vienen con sus propias “identidades familiares” que deben negociar
para formar la nueva y propia identidad familiar. Por este motivo prefiero
detenerme más ampliamente en este “ciclo de vida”, ya que es posible apli-
carlos a distintas constelaciones familiares y también a familias numerosas,
los dos aspectos que he criticado del ciclo de vida familiar tradicional.
Steinglass establece tres fases de la vida familiar, a las que podemos relacionar con las tres
fases de todos los organismos vivientes: nacimiento, crecimiento y muerte. Al utilizar el
término “fase" nos da la idea de evolución,
o sea que cada una es diferente de las otras, pero son sucesivas y se hallan
interconectadas. Las denomina:

1. Fase inicial: establecimiento de límites y formación de la identidad familiar.


2. Fase intermedia: compromiso y estabilidad.
3. Última fase: aclaración y legado.
Steinglassrealiza su clasificación sobre la base de observablesy tareas. Los
“observables” son:
a) Las rutinas cotidianas (horarios, almuerzos, organización de placares, tipos de comidas,
etcétera).
b) Los rituales de lafamilia (forma de festejos [Navidad, cumpleaños], vacaciones, velorios,
etcétera).
c) Lasformas de solucionarlos problemas (hablándolos, llorándolos, consultando a un
tercero, compartiéndolos con lasfamilias de origen, manteniéndolos en secreto, evitándolos,
etcétera).
las tareas son especificas para cada fase.
2.1. Fase inicial: Establecimiento de límites y formación
de la identidad familiar:
Cualquiera sea la edad de las personas que integran la nueva
familia, hayan estado anteriormente casados o no, van a provenir por lo
menos de dos familias diferentes. Toda familia va a pasar indefectiblemente
por esta primera fase, y a veces no logra superarla. Este es el momento en el
cual deben establecer cómo va a ser la identidad de la nueva familia, qué
pautas de las familias anteriores de cada uno van a continuar, cuáles van a
desaparecer y cuáles se van a mantener en suspenso, a veces esperando secretamente que
con el tiempo se logren imponer.
En esta etapa, la familia parte de un caos o de una simple copia de alguna de las familias
previas en cuanto a rutinas, rituales y formas de resolución
de conflictos, y debe crear sus propias rutinas, sus propios rituales y su propia forma de
resolver los conflictos. Si se observan, por ejemplo, las rutinas
de una familia y las de las familias anteriores, se puede saber si han logrado
establecer sus modelos o simplemente están repitiendo uno de los modelos
anteriores
# Una de las tareas más importantes en esta fase consiste en crear y establecer nuevas
relaciones con las familias anteriores, sean éstas las de origen o las de un matrimonio
anterior. Al ser dos o más los integrantes de
la nueva familia, estos problemas, por lo menos, se duplican.
#Se establecen las pautas comunicacionales y/o conversacionales. Quiénes, cómo, cuándo,
sobre qué y de qué forma van a conversar. Gran parte de la identidad de la familia estará
dada por las conversaciones que
van a tener lugar en la familia. Este es un tema central, porque las diferentes subjetividades
de todos sus miembros se van a ir conformando en
y a través del conversar.

2.2. Fase intermedia; Compromiso y estabilidad


La familia, después de muchos años de negociación permanente en la fase inicial, llega a una
nueva etapa, que probablemente durará
muchos años. Steinglass la ha denominado “compromiso y estabilidad”.
Podemos describir tres características:
1. No sólo las formas se han debatido en el período anterior, sino que dada
la cantidad de opciones que existen en la actualidad para que la familia
desarrolle, se deben, obviamente, elegir algunos “temas”, que van a constituirse en los
temas centrales de la vida de la misma dejando otros de lado.
2. En la negociación anterior ha quedado también establecido un grupo de
reglas estables y coherentes en cuanto a las relaciones familiares, la asunción y adjudicación
de roles dentro del seno de la familia, los roles o lugares que ocuparán las familias de origen
o los integrantes de las familias
anteriores (ex mujer, ex marido, ex suegros, hijos de otros matrimonios,
etcétera). Estas reglas a vecesse han acordado explícitamente, pero la mayoría de las veces
se han formado de manera implícita e inconsciente, y
han quedado como un subproducto de la negociación realizada.
3. Hay un acuerdo más o menos coherente en cuanto a las rutinas, los rituales y la
resolución inmediata de problemas.

Tareas en la fase intermedia:


La familia, después de transitar y superar la fase inicial, ha llegado a acuerdos explícitos e
implícitos que permiten establecer su identidad. Un grupo importante de temas han sido
elaborados, y hay una clara
elección sobre cuáles serán los temas principales pero también se ha acordado dejar de lado
otros. Este es el momento en que pasa a la fase intermedia, que se caracteriza por ser una
fase de crecimiento ordenado de todos
los miembros. Hay una base ordenada y estable que ayuda a los crecimientos individuales y
de la familia como un todo.
2.3. Última fase: Aclaración y legado:
Hacia el final de la fase intermedia han aparecido dos desafios:
1. Pérdidas: personas queridas comienzan a separarse para terminar desapareciendo o
alejándose en forma significativa: abuelos, padres que se enferman y se vuelven frágiles, y/o
hijos que se van a fundar su propia familia. También se producen pérdidas del trabajo, que
hacen ingresar a
las personas en el mundo de losjubilados.
2. Adquisiciones: de nuevas personas (amigos, novios, yernos y nueras, nietos, etcétera) y
de nuevas ideas; las personas que se unen temporal o definitivamente a la familia vienen
con sus propias ideas y costumbres.
Esto comienza a ejercer presiones en el interior de la familia y los bordes empiezan a
romperse. La etapa intermedia ha sido una etapa estable, a
la que se llegó después de un etapa inicial de mucha inestabilidad. Por esto,
hay mucha resistencia a dejar ese estado predecible ya adquirido. Hay familias que luchan
desaforadamente para que estos cambios no se produzcan,
y entonces es probable que la familia en su totalidad se estanque, que aumente la rigidez y
abandone su crecimiento. Otras familias aceptan que
entran en una nueva fase e intentan encontrar una forma de perdurar, de
redefinir su identidad, de ver cuáles son los rasgos distintivos, los aspectos
más centrales, más claramente representativos de la esencia de la familia,
que quieren dejar de legado. La realización de este “testamento”, de este
“legado”, se va haciendo de a poco, tiene innumerables revisiones y corree-
ciones. Nuevamente, el tema central en esta etapa es la identidad de la familia.
Tareas en la última fase:
La tarea de esta fase es revisarlo hecho, para ratificarlo o rectificarlo. Esta
revisión y la movilización producida por otros modelos que traen otros integrantes de la
familia lleva a que algunos de sus miembros puedan
cuestionarse lo hecho o lo que no han hecho o los roles estereotipados ejercidos a lo largo
de los años, y muchas veces se niegan a que sea ésa la imagen que va a perpetuarse.
Entonces deciden realizar cambios o tomar nuevos rumbos.
2.4. Maduración de la familia:
La familia se halla continuamente en un proceso de maduración que llamamos maduración
sistémica, y se encuentra permanentemente
influida por varios elementos, distribuidos en tres ejes.
1. Eje horizontal: el desarrollo o crecimiento de la familia como una totalidad, a partir de las
fases y teniendo en cuenta las características de los
observables y las tareas que cumple la familia en cada una de las fases.
2. Ejes verticales: el desarrollo y crecimiento de todos y cada uno de los individuos que
componen la familia, teniendo en cuenta las características “especiales” de estos individuos.
Muchas vecesse piensa sólo en el crecimiento de los hijos, y se postergan las realizaciones
de los padres por el bien de
aquéllos. Esta forma de proceder es, generalmente, una forma de ir confeccionando
“facturas a cobrar”. Si los padres, generalmente las madres,
no se sienten realizados}’ contentos con su vida, más tarde o más temprano una nube de
depresión y resentimiento caerá sobre la familia. El problema que suscitan las
postergaciones es que a veces, cuando uno quiere
subirse al tren, éste ya ha pasado, y comienzan las recriminaciones.1
3. Eje contextual: el contexto en el cual se desarrolla la familia es otro elemento que tendrá
influencia positiva o negativa en su desarrollo. Estados de revoluciones, crisis, guerras,
hacen que las familias transiten muy
rápidamente etapas y, a veces, que prácticamente las salteen.

2.5. Utilidad para los mediadores del ciclo de vida nuevo


de Steinglass:
En los procesos de mediación en disputas en familias, que conducimos en nuestro rol de
mediadores, nos encontramossiempre con familias que están en algún punto del proceso de
maduración.
Si bien ha quedado claro que estas fases no son universales sino que deben ser
contextualizadas en relación con las concretas condiciones de existencia de la familia (no de
las condiciones de existencia del mediador, que
pueden ser muy diferentes de las de las familias), nos sirven como una reja
para poder comprender mejor cuáles son las preocupaciones y las tareas que
la familia trae al proceso de mediación. A los mediadores jóvenes (igual que
a los terapeutas familiares jóvenes) les cuesta entender alguno de los temas
o problemas que traen las familias, los que ahora pueden ser comprendidos
si se ubica a la familia en la tercera fase; o no entienden que personas grandes de 50 años o
más, que están conformando una nueva familia, construyan problemas que el mediador
joven piensa que pertenecen a la etapa de
los 25 años, por ejemplo, dónde se van a pasar las Fiestas. Este tema también
es motivo de arduas negociaciones cuando se constituye una nueva familia
expandida.
Lo novedoso de este ciclo de vida es que cuestiona un supuesto básico,
el de que la edad es un factor determinante, e incluye, aunque sin decirlo
expresamente, como otro factor determinante (tanto o más que la edad) la
Relación, tal como la he definido previamente.

Holones en el sistema familiar de Minuchin:


( El holon individual,conyugal,parental,el holon de los hermanos)
El holón individual:
complementariedad.
El holón individual incluye el concepto de sí mismo en contexto. Contiene los determínantes
personales e históricos del individuo. Pero va
más allá, hasta abarcar los aportes actuales del contexto social. Las interacciones específicas
con los demás traen a la luz y refuerzan los aspectos de la personalidad individual que son
apropiados al contexto. Y recíprocamente, el individuo influye sobre las personas que intera
túan con él en papeles determinados porque sus respuestas traen a la
luz y refuerzan las respuestas de ellos. Hay un proceso circular y continuo de influjo y
refuerzo recíprocos, que tiende a mantener una pauta
fijada. Al mismo tiempo, tanto el individuo como el contexto son capaces
de flexibilidad y de cambio.
ahora alternativas más viables para la solución de problemas. —
Las familias son sistemas multi-individuales de extrema complejidad
pero son a su vez subsistemas de unidades más vastas: la familia ex holones más vastos
engendra buena parte de los problemas y tareas de
la familia, así como de sus sistemas de apoyo.
Además, las familias tienen subsistemas diferenciados. Cada individuo es un subsistema,
como lo son las díadas, por ejemplo marido y mujer. Subgrupos más amplios son los
formados por los miembros de
la misma generación (el subsistema de los hermanos), el sexo (abuelo, padre, hijo varón) o
la tarea (el subsistema parental). Las personas se
adecuan caleidoscópicamente a estos diferentes subsistemas.

El holón conyugal:
En la terapia de familia s útil conceptualizar el comienzo de la familia como el momento en
que dos adultos, hombre y mujer, se unen con el propósito de formarla. Este acuerdo no
necesita ser legal para poseer significación; la limitada experiencia clínica que hemos
recogido en parejas homosexuales con niños nos ha demostrado que los conceptos de
la terapia de familia es tan válidos en su caso como en el de las parejas
heterosexuales con hijos. Los nuevos compañeros, individualmente, traen
un conjunto de valores y de expectativas, tanto explícitos como inconscientes, que van
desde el valor que atribuyen a la independencia en
las decisiones hasta la opinión sobre si se debe o no tomar desayuno. Para que la vida en
común sea posible, es preciso que estos dos con- juntos de valores se concilien con el paso
del tiempo. Cada cónyuge debe resignar una parte de sus ideas y preferencias, esto cs,
perder
individualidad, pero ganando en pertenencia. En este proceso se forma
un sistema nuevo.
Construya la base de las interacciones de los cónyuges. Una de las más vitales tareas del
sistema de los cónyuges es la fijación de límites que los protejan procurándoles un ámbito
para la satis- facción de sus necesidades psicológicas sin que se inmiscuyan los parientes
politicos, los hijos u otras personas. El tino con que estén trazadas
estas fronteras es uno de los aspectos más importantes que determinan
la viabilidad de la estructura familiar.
plataforma de apoyo para el trato con el universo extrafamiliar, y proporcionarles un refugio
frente a las tensiones de fuera Pero si las reglas de este subsistema son tan rígidas que no
permiten asimilar las experiencias que cada esposo hace en sus interacciones fuera de la
familia, los «cónyuges dentro del sistema» pueden quedar atados a reglas inadecuadas de
supervivencia que son el relicto de acuerdos del pasado; en ese caso, sólo cuando estén
lejos uno del otro podrán desplegar aspectos más
diversificados de su personalidad. En esta situación, el subsistema de los cónyuges se
empobrecerá más y más y perderá vitalidad, volviéndose
por último inutilizable como fuente de crecimiento para sus miembros. Si estas condiciones
persisten, puede ocurrir que los cónyuges encuentren necesario desmantelar el sistema. El
subsistema de los cónyuges es vital para el crecimiento de los
hijos. Constituye su modelo de relaciones íntimas, como se manifiestan
en las interacciones cotidianas. En el subsistema conyugal, el niño con- templa modos de
expresar afecto, de acercarse a un compañero abrumado por dificultades y de afrontar
conflictos entre iguales. Lo que
presencia se convertirá en parte de sus valores y expectativas cuando Entre en contacto con
el mundo exterior.
Si existe una disfunción importante dentro del subsistema de los cónyuges, repercutirá en
toda la familia.
El holón parental;

Las interacciones dentro del holón parental incluyen la crianza de


los hijos y las funciones de socialización. Pero son muchos más los aspectos del desarrollo
del niño que reciben el influjo de sus interacciones dentro de este subsistema. Aquí el niño
aprende lo que puede esperar de las personas que poseen más recursos y fuerza. Aprende a
considerar
racional o arbitraria la autoridad. Llega a conocer si sus necesidades
habrán de ser contempladas, así como los modos más eficaces de comunicar lo que desea,
dentro de su propio estilo familiar. Según las res- puestas de sus progenitores, y según que
éstas sean adecuadas o no a su
edad, el niño modela su sentimiento de lo correcto. Conoce las conductas recompensadas y
las desalentadas. Por último, dentro del subsistema
parental, vivencia el estilo con que su familia afronta los conflictos y
las negociaciones, El holón parental puede estar compuesto muy diversamente. A veces
incluye un abuelo o una tia. Es posible que excluya en buena medida a
uno de los padres. Puede incluir a un hijo parental, en quien se delega la autoridad de cuidar
y disciplinar a sus hermanos. El terapeuta tiene la tarea de descubrir quiénes son los
miembros del subsistema; de poco valdrá instruir a una madre si quien realmente cumple
ese papel para
el niño es su abuela.
cuidar a los niños, de protegerlos y socializarlos; pero también poseen derechos. Los padres
tienen el derecho de tomar decisiones que
atañen a la supervivencia del sistema total en asuntos como cambio de domicilio, selección
de la escuela y fijación de reglas que protejan a
todos los miembros de la familia. Tienen el derecho, y aun el deber, de proteger la
privacidad del subsistema de los cónyuges y de fijar el papel que los niños habrán de
desempeñar en el funcionamiento de la familia.

El holon de los hermanos;


Los hermanos constituyen para un niño el primer grupo de iguales
en que participa. Dentro de este contexto, los hijos se apoyan entre sí,
se divierten, se atacan, se toman como chivo emisario y, en general, aprenden unos de
otros. Elaboran sus propias pautas de interacción para
negociar, cooperar y competir. Se entrenan en hacer amigos y en tratar
con enemigos, en aprender de otros y en ser reconocidos. En conjunto
van tomando diferentes posiciones en el constante toma y daca; este
proceso promueve tanto su sentimiento de pertenencia a un grupo como su individualidad
vivenciada en el acto de elegir y de optar por una alternativa dentro de un sistema. Estas
pautas cobrarán significación cuando ingresen en grupos de iguales fuera de la familia, el
sistema de
los compañeros de clase de la escuela y, después, el mundo del trabajo.
En las familias numerosas, los hermanos se organizan en una diversidad de subsistemas con
arreglo a etapas evolutivas. Es importante que
el terapeuta hable el lenguaje de las diferentes etapas evolutivas y esté
familiarizado con sus diversos recursos y necesidades, Es conveniente
escenificar en el contexto de los hermanos secuencias interactivas donde
ejerciten aptitudes para la resolución de conflictos en ciertos campos, por ejemplo, la
autonomía, la emulación y la capacidad, que después
puedan practicar en subsistemas extrafamiliares.
Los terapeutas de familia tienden a descuidar los contextos de la
relación entre hermanos y s recurrir en demasía a estrategias terapéuticas que existen
incrementar la diversidad del funcionamiento parental.
Pero reunirse con los hermanos solos, organizar momentos terapéuticos en que ellos
debatan ciertos temas mientras los padres observan o promover «diálogos» entre el holón
de los hermanos y el holón parental
pueden ser recursos eficacísimos para crear nuevas formas de resolver
cuestiones relacionadas con la autonomía y el control. En familias divorciadas, los
encuentros entre los hermanos y el progenitor ausente
son particularmente útiles como mecanismo para facilitar un mejor funcionamiento del
complejo «organismo divorciado.

Tipología familiar según Minuchin:

En la primera etapa de su obra, Minuchin nos habla de dos tipos de familias, la familia
aglutinada y la familia desligada, que tienen muchas semejanzas con las familias
epileptoides y esquizoides de PichonRiviére. Esta tipología es la más conocida y los términos
de familia aglutinada
y desligada se utilizan mundialmente. Posteriormente desarrolló el concepto de familia
psicosomática.
No es que Minuchin divida a las familias en tres tipos: aglutinadas, desligadas y
psicosomáticas. Veremos que dentro de estas últimas, como una característica importante,
se encuentra el aglutinamiento, y como señala la
teoría de los tipos lógicos de Russell, no se puede ser miembro de una clase
y clase al mismo tiempo.
No debemos olvidar que no existen familias puras, y por lo tanto ésta,
como cualquier tipología, es útil para comunicarnos entre las personas que
operamos con ellas.
Salvador Minuchin es un terapeuta sistémico, por lo tanto su tipología
está basada en conceptos tomados de la terapia familiar de la teoría general
de los sistemas.
1.1. Familia aglutinada:

Este tipo de familias se caracterizan porque las fronteras o


límites son muy difusos, tanto entre sus integrantes como entre los distintos subsistemas
que la conforman. La cantidad de interacciones por unidad de tiempo es altísima, no pasan
mucho tiempo sin verse o, por lo
menos, hablarse por teléfono. Los valores, normas, principios y otras pautas, son comunes e
indiscutibles para todos los miembros. Al observar a
una de estas familias uno se asombra de cómo mueven la cabeza, las manos,
etcétera, a un mismo tiempo. Todos hacen lo mismo y dicen lo mismo.
Como veremos en el caso de las familias epileptoides, la individuación
está dificultada, en tanto se es un Pérez o un Kennedy, por ejemplo. Parecen clanes. Cada
uno de los individuos debe hacer un gran esfuerzo para
lograr su nombre propio y dejar de ser sólo un apellido.
En cuanto a la flexibilidad, estas familias están más cerca del polo de la
rigidez en la repetición de pautas, o sea que tienen dificultad en la creación
de pautas alternativas.
r de extrañeza.
Las fronteras o límites con el exterior son rígidos. No se permite o es muy
dificultosa la entrada de algún miembro del exterior dentro de la familia.
Pero una vez que ha entrado, le cuesta salir.

1.2. Familia desligada:

Los límites entre cada uno de los individuos y entre los


subsistemas son rígidos. Las interacciones son mucho más espaciadas. Si establecemos
hipotéticamente una relación entre la cantidad de interacciones en una unidad de tiempo,
el resultado seria un número muy bajo. Pueden pasar mucho tiempo sin verse y sin
hablarse, sin tener noticias uno del
otro y sentirse perfectamente bien.

Tienen como ventaja la posibilidad de individuación de cada uno de sus


miembros con mucho menor esfuerzo que en el caso de las familias
aglutinadas, pero, a diferencia de éstas, tienen menor sentido de pertenencia y menores
“apoyos” en los buenos y malos momentos
Veremos que tiene una gran semejanza con la familia esquizoide
descripta por Pichon-Riviére.

1.3. Familia psicosomática:

La conceptualización de este tipo de familias corresponde a


otra etapa de Minuchin. Después de un prolongado estudio sobre familias
que tenían un integrante con una enfermedad considerada psicosomática
-anorexia nerviosa, bulimia, asma, etcétera-, él llegó a determinar algunas
características que se encontraban presentes en estas familias.
Minuchin consideró como elemento necesario pero no suficiente la existencia de una
predisposición constitucional, o sea que no “tiene asma el que
quiere sino el que puede”. Es condición necesaria que exista un elemento
somático, en general, genéticamente adquirido, que haga posible la aparición de esa
enfermedad. Pero con esto sólo no basta, dice Minuchin, son
necesarias además otras características.

1. Familia aglutinada: es el tipo de familia en la cual se presenta con mucha mayor


frecuencia la sintomatología psicosomática. Las fronteras o
límites son difusos entre los distintos integrantes, y rígidos hacia el exterior. Este último tipo
de frontera o límite es una de las características que
dificultan el ingreso de un profesional dentro de la familia y por lo tanto disminuyen las
posibilidades de cura.

2. Una persona sobreinvolucmda con el enfermo, generalmente la madre: con


esto se quiere,indicar que falta una clara demarcación de los límites o
fronteras individuales entre esta dupla, por ejemplo: “pónete el saco que
tengo frío”. Esta sobreinvolucración es una pauta de interacción a la cual
todos los integrantes del sistema familiar contribuyen.

2. Evitación de conflicto: los conflictos, comunes e imposibles de eliminar en


cualquier familia, son sistemáticamente evitados por las familias
psicosomáticas. Los conflictos no se abordan, no se enfrentan, sólo se
evitan. Por supuesto nunca pueden solucionarse y, al quedar inabordables, se agravan y se
vuelven cada vez más temidos, lo cual los hace aún
más inabordables, y así sucesivamente. En el momento en que pareciera
que el conflicto va a presentarse, misteriosamente se desencadena el síntoma
psicosomático, y toda la interacción, que estaba gestándose para enfrentar la situación
conflictiva, queda en suspenso frente al problema urgente presentado por el paciente con el
síntoma

4. Pautas rigidas: ya hemos hablado anteriormente de esta característica que


implica la imposibilidad de crear pautas alternativas. Frente a una situación semejante o no,
siempre aparece la misma interacción. Una de las
pautas rígidamente mantenida es evitar la entrada dentro del sistema de
“los de afuera”. En el contexto de la mediación, esta rigidez de pautas se
pone de manifiesto por la dificultad de la familia para generar alternativas o aceptar
opciones.

Modelos de familia de nardone:


Modelo hiperprotector:
Con esta definición hacemos referencia a lo que aparece como la tendencia dominante de la
familia italiana de los últimos años una familia cada vez más pequeña sellada y protectora
en lo cual los adultos sustituyen continuamente los jóvenes hace su vida más fácil intentan
eliminar las dificultades de intervenir directamente haciendo las cosas en su lugar
Aparece muy a menudo un clima familiar y social y protector que no ha llevado a reflexionar
sobre este fenómeno hasta la formulación de una clase de modelo de la tipología de
interacción entre padres e hijos que lo definen.
Modalidades comunicativas:
Prevalece en la la hiper protección se nota las siguientes redundancias comunicativas la
palabra y los gestos de los padres enfatizan la dulzura y el cariño el calor la protección y el
amor la modalidad no verbal más significativa es la asistencia rápida es la intervención
inmediata del adulto cada mínima dificultad del hijo.
Relaciones:
las relaciones constantemente de tipo complementario con los padres situados en posición
de superioridad y el hijo en posición de inferioridad los intentos del hijo en tomar iniciativas
son la mayoría de las veces desalentados de forma mórbida como dinos lo que te falta y
nosotros te lo daremos.
Las reglas:
soy la número 1: la madre o aún es la responsable designado a culturalmente preocupada
por no ser una madre lo suficientemente buena.
segunda regla: el padre es a menudo como la madre por lo que vamos a estar
perfectamente de acuerdo su sumisión de padres y olvida que antes que nada son una
pareja o bien el padre ya no representa reglas sino que es un observador externo que nadie
escucha descalificado por la mujer por su escasa intervención.
tercera regla: hacen todo lo posible porque el hijo está a la altura del estatus simbólico qué
quiere decir esto que debe tener más que los demás.
cuarta regla: los padres raramente pueden intervenir con activos autoritarios no pueden
castigar.
Quinta regla: cada suegra se puede modificar mientras sea muy positiva o frustrante para el
hijo.
sexta regla: el hijo debe aceptar los privilegios con el único vínculo de no ofrecer resistencia.
séptima regla: quien se opone no pierde ni el amor ni el privilegio de los padres solamente
hacerlo sufrir se arriesga

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