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FACULTAD DE HUMANIDADES

AUTORAS:
ABREU PEREZ ZULEICA (2009-528)
ALCANTARA, ROSA ESTELA (MAT. PENDIENTE)
PAYAN, ALBA MORAYMA (MAT. PENDIENTE)

PROFESOR:
DR. SAMUEL PEGUERO
ASIGNATURA: ETAPAS DEL CICLO FAMILIAR
(CICLO PROPEDEUTICO)

TEMA:
CUANDO LOS HIJOS SE VAN: “ SINDROME DEL NIDO VACIO”

Santo Domingo, Rep. Dominicana


31 de octubre, año 2021

CUANDO LOS HIJOS SE VAN: “ SINDROME DEL NIDO VACIO”


INTRODUCCION

Los orígenes de la familia se encuentran registrados en el libro del Génesis, primer libro

de la Santa Biblia; señalando a la humanidad quien es el autor y consumador de la unión entre

varón y hembra y quién por demás, es el fundador de la familia como núcleo de la sociedad. Una

vez conformada, la familia tiene como una de sus funciones principales formar y nutrir nuevos

individuos que serán incorporados más tarde a la vida social y productiva.

La familia es un organismo vivo y dinámico que va cambiando a medida que los cónyuges

van avanzando por las diferentes etapas del ciclo vital y, tal y como fue concebida por Dios, inicia

con la unión de la pareja y se consuma con el proceso de envejecimiento natural y el fallecimiento

de los cónyuges. En este punto cabe mencionar que en esta entrega trataremos específicamente

con la etapa familiar denominada “Nido Vacío”, en la que la pareja experimenta la emancipación

de los hijos o los despiden para que pasen a formar nuevas familias.

Comprendemos que la familia del siglo XXI atraviesa por diversas crisis que se intensifican

en la medida en que el secularismo y las ideologías que contradicen el mandato divino prosperan

en las sociedades occidentales, intentando reemplazar el fundamento de la Palabra de Dios y la

vida piadosa por el humanismo, el individualismo, el hedonismo y un estilo de vida que tiene como

protagonista y motor de la conducta el relativismo moral, la apropiación individual de la verdad

(post-verdad) y las emociones, por mencionar algunas de las características que han moldeado la

mentalidad del hombre y la mujer post-modernos. Junto con lo anterior, reconocemos el

rompimiento cada vez más frecuente del pacto matrimonial y del compromiso adquirido por las

parejas, contradiciendo el mandato divino de Génesis 2:24 “Por tanto el hombre dejará a su padre
y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” (LBLA), con todas las lamentables

consecuencias que derivan de tal rompimiento.

Ante esta situación que amenaza el fundamento de la institución más importante de la

humanidad, debemos levantarnos como defensores de esta, tomando como herramienta el

fundamento de Su Palabra y aceptando la autoridad y la guía divina como elementos esenciales

para la supervivencia del diseño familiar que Dios nos regaló en el principio.

A continuación ofreceremos algunos conceptos relacionados con la etapa familiar que nos

ocupa: “El Nido Vacío”, detallando sus características y/o efectos y cómo se manifiestan en la

vida de la pareja.

“Síndrome del Nido Vacío”: Conceptos Generales.

Se llama “Síndrome del Nido Vacío” a un conjunto de sentimientos que abarcan tristeza,

abandono, sensación de pérdida etc. Que los padres experimentan cuando se va el último de los

hijos que crecieron en el hogar. Los profesionales de la salud mental y la conducta están de acuerdo

en que la mayoría de las parejas extrañan no solo a sus hijos, sino también la compañía, las tareas

cotidianas que realizaban por ellos y la protección que les ofrecían. Junto con el sentimiento de

pérdida, pueden surgir los miedos existenciales y cambios biológicos propios de la mediana edad,

y el reto que implica reinventar la relación de pareja sin la presencia de los hijos como vínculo

conector entre ambos.

Es importante resaltar que las emociones que surgen en esta etapa del ciclo familiar pueden

ser dolorosas y difíciles de tratar o superar; y que la recuperación y/o adaptación a la ausencia de

los hijos va a depender de la capacidad de cada uno de sobreponerse al hecho (resiliencia) y de

las decisiones que tome la pareja acerca de cómo enfrentar el futuro juntos.
Según Cuartas y Garavito, dos profesionales colombianas estudiosas del tema “Uno de los

causales más frecuentes de la depresión en mujeres es el Síndrome del Nido Vacío que afecta a cientos de

Colombianas. Constantemente se habla de la independencia de los hijos, en algunos casos de forma

positiva como un “descanso” para los padres y porque “ya era hora”, otras de forma negativa como acto

de rebeldía por parte de los adolescentes y otras de forma natural porque los hijos se casan o deciden

independizarse porque tienen estabilidad económica y lo ven como un crecimiento personal; sin embargo,

esta independencia deja en el hogar un vacío que las mujeres en su mayoría no saben afrontar. Según

Peyton, (2007). El síndrome de nido vacío afecta la estabilidad emocional de los padres provocando la

aparición de síntomas neuropsicológicos como los cambios en el estado de ánimo, la capacidad de

concentración y memoria, la emisión del lenguaje, los patrones de sueño- vigilia, el deseo y el disfrute

sexual. El nido vacío ha sido descrito como un factor que afecta el bienestar psicológico de los padres de

manera especial en la madre que causa el sentimiento de la pérdida del rol maternal. Hui-Ling, (2002).

Aunque el Síndrome del Nido Vacío afecta más a las madres, el estado de las mujeres se ve reflejado en

sus relaciones con los demás, con su pareja se pierde la habilidad para interactuar, pues después de tantos

años dedicados en su mayoría a los hijos, cuando estos se van se debe efectuar un proceso de re-

aprendizaje del rol en pareja; otro de los actores que se ve directamente afectado con este síntoma es el

hijo, pues ya que la madre no se encuentra preparada para esta etapa, el hijo puede sentirse sobreprotegido

o por el contrario sentir que su madre no le brinda el apoyo suficiente en esta etapa de la vida,

deteriorándose así la relación entre ambos. Además de las relaciones más cercanas, la mujer también se

ve afectada en sus relaciones con amigos, vecinos, compañeros, primos, sobrinos, entre otros, pues el

ánimo baja y de la mano disminuyen las ganas de interactuar con otros, sienten que no son entendidas y

que le pierden el sentido a la vida. Este Síndrome aunque se genera en una etapa normal del ciclo de vida

de una madre, si no se trata de manera oportuna se puede convertir en depresión a futuro y causar daños

mentales e incluso físicos en las mujeres que lo viven.”


Queremos dejar aclarado aquí que el llamado “Síndrome del Nido Vacío” no está tipificado

en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM) por sus siglas en inglés

como un diagnóstico clínico, sino los profesionales de la conducta utilizan el símil del ave cuyo

nido queda vacío cuando ya sus crías son capaces de volar y sobrevivir de manera independiente.

“El llamado Empty nest syndrome de los norteamericanos o Síndrome del nido vacío, aunque se

conoce hace pocos años, existe desde siempre y es tan antiguo como el mundo. De por sí, la

comparación encierra una gran belleza poética, con una gran dosis de verdad y de nostalgia, la

que se produce como decía Dante, en el medio del camino de la vida.”

Desafíos en esta etapa del ciclo familiar:

1. ¿Cómo lidiar con lidiar con las emociones durante el proceso?

2. ¿Cómo fomentar relaciones positivas antes y durante la crisis?

Las emociones que tanto el esposo como la esposa pueden experimentan pueden ser distintos,

y van a depender de ciertos factores, por ejemplo:

 Enfoque centrado en los hijos: Muchos padres sobreprotegen a sus hijos y crean

vínculos de co-dependencia, hacen girar todas sus actividades en torno a ellos. En

consecuencia los hijos se van muy tarde o el proceso de separación puede ser muy

doloroso para todos. Esto no es saludable para las relaciones familiares porque los

padres y los hijos se sienten frustrados y en conflicto por la separación.

 Aceptación: Cuando los padres logran apreciar que esta no es solo una fase de

pérdidas, sino también una fase de ganancias, encuentran satisfacción en la

realización de sus hijos, retoman proyectos personales abandonados, descubren

las ventajas de disponer de más tiempo para ellos mismos y de emprender su

propio camino hacia una nueva etapa en sus vidas.


 Relaciones positivas: Si hasta ese momento se mantuvo una buena relación entre

los padres e hijos , entonces se puede aceptar el cambio como un logro de haber

hecho las cosas bien, la adecuada madurez de ese hijo le ha permitido

independizarse de sus padres, lo que es esperable y sano.

Cuando se produce la aceptación, los padres en vez de restar, suman y tienen buenas

relaciones con la persona que los hijos eligen para unir sus vidas, por tanto, no hay reclamos por

no sentir que le quitan nada, sino que se comparten los afectos.

Debido a la naturaleza particular y única de cada familia y de los miembros que la

componen, se dificulta predecir el efecto que la salida definitiva de los hijos tendrá en la pareja,

por lo que prescribir recetas estrictas sobre cómo enfrentar el proceso quizás no sea lo adecuado,

sin embargo, la pareja podrá buscar ayuda profesional y lineamientos generales que le ayuden a

transitar por esta etapa y a descubrir las ventajas de la misma.

Inicialmente, Dios creó al hombre a imagen y semejanza suya, y luego a la mujer, con el

propósito de terminar con la soledad del hombre y de entregarle la pareja que supliera su necesidad

de compañía; un complemento y una ayuda que completarían el gozo de Adán. Lo que pasó a

continuación es conocido: El pecado y la desobediencia desviaron el propósito original de Dios y

desde entonces el matrimonio sufre las consecuencias del desvío y la rebeldía de nuestros primeros

padres.

Reconocer la condición pecaminosa de cada uno es un buen punto de partida para

comenzar a revisar cuales elementos de la relación necesitan ser trabajados y restaurados en un

ambiente de gracia y perdón que permita crecer y profundizar el amor que en un principio se

declararon. Tal y como dice el pastor Tripp: “Eres pecador casado con alguien pecador…tú y yo
no nos casamos con alguien perfecto. Parece verdad cuando lo lees, pero aunque parezca obvio,

mucha gente se casa con expectativas falsas acerca de la persona con quien se casa. Este es el

punto: ambos traen algo a su matrimonio que es destructivo para lo que el matrimonio necesita y

tiene que ser. Ese algo se llama pecado. La mayoría de los problemas que enfrentamos en el

matrimonio no son intencionales o personales. En la mayoría de las situaciones matrimoniales, tú

no enfrentas dificultades porque tú esposo o esposa hace algo intencionalmente parar hacer tu

vida difícil. Sí, en momentos de enojo eso puede suceder. Pero frecuentemente lo que realmente

pasa es que tu vida está siendo afectada por el pecado, la debilidad y las fallas de la persona con

la que vives”.

Tomando en cuenta esta realidad, podríamos afirmar que lejos de ser el estado ideal que

promocionan los lugares turísticos para recién casados en el internet, el matrimonio es la relación

más retadora, delicada y auténtica de las interrelaciones humanas. Esto así, debido a los cambios

naturales o provocados que van ocurriendo en la vida de los individuos, las exigencias de los roles

que desempeñan tanto dentro como fuera de la familia y las dinámicas del ambiente que rodean el

núcleo familiar. Las tareas del día a día, los compromisos sociales y las demandas laborales, que

traen un desgaste natural en la relación matrimonial que es necesario identificar más temprano que

tarde para trabajar en alimentar y restaurar la relación, sin olvidar mantener la individualidad y la

autonomía sana de cada uno de los implicados.

Invertir en la pareja a lo largo de la relación matrimonial es la mejor forma de estar

preparados para superar esta etapa, lo que implica trabajar en aspectos tales como la

comunicación, hacer crecer la atención y el amor, el manejo de las finanzas, y la realización

personal de cada uno de los cónyuges, de forma que en el tiempo de crisis puedan apoyarse

mutuamente y cosechar los frutos de lo que han sembrado a lo largo de los años. Las parejas con
una relación matrimonial fuerte podrán enfrentar las crisis de la vida y crecer y avanzar juntos a

través de las tormentas.

Soluciones propuestas: ¿Cómo superar el Síndrome del nido vacío?

“El que es paciente muestra gran discernimiento; el que es agresivo muestra mucha

insensatez.” Proverbios 14:29

Como la mayoría de los problemas, el “Síndrome del nido vacío" se puede superar:

 Evite dramatizar, exagerar o pensar que tu situación es la peor. Piensa en la experiencia

como algo positivo, no negativo.

 Apoye el desarrollo de sus hijos: Salir del hogar es un gran paso en sus vidas y son tiempos

difíciles. Siéntete orgulloso de ellos y de ti mismo pues has criado hijos independientes y

capaces de enfrentar la vida por sí mismos, el Señor promete que cosecharemos el bien de

lo que sembramos. Reflexiona en el versículo: “No nos cansemos de hacer el bien, porque

a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.” Gálatas 6:9

 Trate de no mostrar una tristeza o dolor excesivo para no sentirse culpable por “dejarlo”.

 No crea que todo es una alegría para ellos: Aunque tengan el sueño de salir de casa para

toda la vida, mezclarán satisfacción y miedo, y tu apoyo será fundamental para gestionarlo.

Reflexiona en el versículo: “El caballo se alista para el día de la batalla; Mas Jehová es el

que da la victoria.” Proverbios 21:31

 Utilice su "nueva libertad". Vuelva a disfrutar de su vida de pareja. Tal vez su rol más

importante haya sido la crianza de los hijos en los últimos años, pero debe recordar que

ahora lo más importante es que la pareja se cuide a sí misma.


Reflexiona en el versículo: “Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa

largamente a la de las piedras preciosas. El corazón de su marido está en ella confiado, Y

no carecerá de ganancias. Le da ella bien y no mal, todos los días de su vida.” Proverbios

31: 10-12

 Realice actividades en las que se apoyen mutuamente, dedíquense tiempo juntos y deje a

los demás para otro momento. Al pasar más tiempo contigo mismo, es probable que tu

relación mejore. “Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. 10

Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero !!ay del solo! que cuando cayere,

no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren juntos, se calentarán

mutuamente; más ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno prevaleciere contra uno, dos

le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto. Eclesiastés 4: 9-12

 Busque un club deportivo o de lectura donde socializar y realizar actividades de ocio y

entretenimiento, o estimular el intelecto.

 Aumente las horas de servicio en su iglesia local y en su comunidad, busque dónde se

necesita ayuda, dónde puede ser útil. “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los

hermanos juntos en armonía!” Salmos 133:1

 Haz cosas nuevas. Este es un buen momento para encontrar nuevos pasatiempos, ya sea

pintar, coser, practicar deportes o incluso escribir blogs.

 Lo importante es que te dediques a hacer cosas que disfrutes y, sobre todo, disfrutes.

“Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento. “1 Timoteo 6:6

 Este es el momento para analizar las "cosas que quiero hacer pero que aún no he hecho".

 Recuerde, la relación con los hijos continuará aunque no vivan en su casa. No pierda el

contacto, respetando siempre su nuevo espacio y su libertad.


 No piense que la calidad se perderá en su relación; en cambio, ingresa a una nueva fase

que será mucho más rica para ambos. No dude en recuperar aquellas cosas valiosas que

se fueron perdiendo en el día a día.

 Recuerde: los sentimientos de tristeza son normales. Es normal querer lo mejor para los

hijos pero ellos, sin duda, pueden conseguirlo por sí mismos.

 Diviértete con tu pareja, ponle chispa a tu relación, haz todo lo que puedas hacer y por lo

tanto, el "nido" nunca estará realmente "vacío".

Reflexiona en las siguientes citas bíblicas: “Mas tú, oh hombre de Dios, sigue la justicia, la

piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.” 1 Timoteo 6:11


BIBLIOGRAFIA

1. Grudem Wayne; Rainey Dennis: “Pastoral Leadership for Manhood and Womanhood”. Crossway
Books, Illinois, U.S.A. Págs. 189-203

2. Pipper, Jhon: “Pacto matrimonial” Crossway Books, Illinois, U.S.A. Págs. 11-48

3. Tripp, Paul: “¿Qué estabas esperando?” Publicaciones Faro de Gracia, págs. P.O. Box 1043
Graham, NC 27253 Año 2013, pág. 9-255

4. Tripp, Paul: “Edad de oportunidad.” Publicaciones Faro de Gracia. Graham, NC 27253 Año
2019
Bibliografía en la WEB:

5. Anónimo (sin fecha) Webmaster Psicología, El ‘nido vacío’: cuando tus hijos se van de casa.
Elportaldelhombre.com.
http://www.elportaldelhombre.com/con-hijos/item/332-el-nido-vacio-cuando-tus-hijos-se-van-de-
casa

6. Cardozo S., (sin fecha), “El nido vacío”: cuando los hijos se van de la casa. Recuperado el 26 de
octubre de 2021
https://www.comunamujer.com/el-nido-vacio-cuando-los-hijos-se-van-de-la-casa/ct_2661/

7. Cuartas, Ana; Garavito, Laura: “Aquí entre nos” T.G. Pontificia Universidad Javierana, Bogotá,
Colombia. Año 2019
https://repository.javeriana.edu.co/handle/10554/43156 Biblioteca General Alfonso Borrero
Cabal S.J. (Biblioteca Virtual)
8. Cuando los hijos se van de casa - JW.ORG
https://www.jw.org › despertad-2017-numero4-agosto. Recuperado el 26 de octubre de 2021, de
https://www.jw.org/es/biblioteca/revistas/despertad-2017-numero4-agosto/cuando-hijos-se-van-
casa/

9. Lugones Botell, Miguel: “El climaterio y el síndrome del nido vacío en el contexto sociocultural.”
Revista Cubana de Medicina General Integral Abr 2001, Volumen 17 Nº 2 Págs. 206 – 208, año
2001 Biblioteca Virtual UNAD

10. Mayo Clinic: “Síndrome del nido vacío.” Junio, 2019


https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/adult-health/in-depth/empty-nest-
syndrome/art-20047165

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