Un Alcalde no toma en consideración un informe elaborado por el Secretario del
Ayuntamiento en el que se le indica que se debe restituir a un trabajador a un puesto de trabajo del que se había “degradado” (pues tras un tiempo de baja, al volver al ayuntamiento se le ubica en un puesto de menor categoría y funciones.¿ Se podría dar en este caso el delito prevaricación al saber el Alcalde tras el informe del Técnico ( Secretario del Ayuntamiento) que debe restituir en su puesto de trabajo al trabajador, no lo hace?
Respuesta
La prevaricación es un delito que se comete cuando un funcionario público, en el
ejercicio de sus funciones, dicta una resolución injusta a sabiendas de que lo es. En el caso planteado, si el alcalde, a pesar de conocer el informe del secretario del ayuntamiento que indica que se debe restituir al trabajador a su puesto de trabajo original, no lo hace y en cambio mantiene al trabajador en un puesto de menor categoría y funciones, podría incurrir en el delito de prevaricación. La decisión del alcalde sería considerada injusta ya que el informe del secretario del ayuntamiento indica claramente lo contrario. Es importante destacar que la prevaricación se comete cuando se actúa a sabiendas de que se está cometiendo una injusticia, por lo que si el alcalde desconoce el contenido del informe del secretario, no estaría cometiendo prevaricación. El 17 de enero de 2001 se difundió un video en el que se aprecia cómo Vladimiro Montesinos (quien formalmente no era jefe del SIN sino Asesor II de la Alta Dirección de dicho órgano) le entregó a Luis Bedoya de Vivanco, candidato al cargo de alcalde de Miraflores, la cantidad de US$ 25.000 dólares americanos. Pertenecientes a los fondos públicos del SIN, con el objetivo de financiar su campaña electoral municipal en 1998. ¿Podría Montesinos Torres ser considerado funcionario público para efectos del delito de peculado?
Respuesta
La Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema había sugerido lo siguiente, y la
Corte Constitucional confirmó su directriz.
Vladimiro Montesinos Torres pudo haber ostentado informalmente el título de
Asesor II de la Alta Dirección del Servicio de Inteligencia Nacional, pero en la práctica era el Titular del SIN, cargo que le daba acceso y control sobre los fondos públicos. En consecuencia, puede ser considerado como sujeto activo del delito en los términos del artículo 387 del Código Penal. De esta forma, si es posible calificar a Montesinos Torres como funcionario público, hay un título material habilitante porque el expresidente Fujimori designó a Montesinos Torres para la dirección del SIN (incorporación heterónimo por designación), otorgándole acceso y control sobre los fondos públicos de esa organización.
Los funcionarios de facto, como Montesinos, tienen la potestad de vincular al
Estado a su accionar porque ya han sido incorporados a la función pública; por esta razón, deben ser tomados en cuenta. En este caso, se podría argumentar que el dinero entregado por Montesinos Torres era propiedad pública del SIN, que él tenía algún tipo de función pública o estaba desempeñando labores en el servicio público al ejercer el control de fondos públicos del SIN y que entregó el dinero a Luis Bedoya con el objetivo de financiar su campaña electoral. Por tanto, si se demuestran estos elementos, Montesinos Torres podría ser considerado funcionario público para efectos del delito de peculado.
Introducción al derecho internacional privado: Tomo III: Conflictos de jurisdicciones, arbitraje internacional y sujetos de las relaciones privadas internacionales