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LA POBLACIÓN ARGENTINA
Para comprender los aspectos que se deben tener en cuenta para analizar a la población VER ARCHIVO
ADJUNTO “POBLACIÓN CUADRO”
EL CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN
Para conocer si una población crece o decrece en tamaño, es decir, en términos del total de las personas
que la componen, se tienen en cuenta los siguientes aspectos:
El crecimiento natural o vegetativo , que resulta de la diferencia entre los nacimientos y las defunciones que se
producen en una población.
El saldo migratorio, que se obtiene a partir de la
diferencia entre las personas que migran hacia el país
(inmigración) y las que migran hacia el exterior
(emigración)
En la Argentina, el crecimiento de la población es producto del crecimiento natural ya que, como se mencionó
antes, la inmigración no es un fenómeno tan significativo en términos numéricos.
Conocer las características de las poblaciones resultan de gran utilidad, entre otras cosas,
ESTA
para planificar y tomar decisiones. Por ejemplo, los gobiernos necesitan saber cuántos niños
INFORMACIÓN ES
MUY RELEVANTE en edad escolar hay en un lugar para organizar el sistema escolar, o cuánto se espera que
PARA ELABORAR vivan las personas para estimar cuánto deberán invertir en pago de jubilaciones durante los
LAS POLÍTICAS
PUBLICAS
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siguientes años. Por este motivo, los Estados tienen organismos especializados en obtener y procesar datos estadísticos
de la población de acuerdo con métodos apropiados.
Una de las formas más importantes y difundidas de generar información en el ámbito nacional son los censos de
población. Un censo es el recuento periódico de la población de un determinado lugar.
Con los datos obtenidos a partir de los censos y otras fuentes, se hacen cálculos y se analizan algunos indicadores
demográficos, entre ellos:
La tasa de natalidad, que expresa la cantidad de nacimientos ocurridos durante un año por cada mil habitantes
de un lugar. Para comprender la evolución de la natalidad, también se suele calcular la tasa de fecundidad, que
es el número promedio de hijos por mujer en edad fértil.
La tasa de mortalidad, que da cuenta de la cantidad de defunciones ocurridas durante un año por cada mil
habitantes de una población.
La tasa de mortalidad infantil, que indica la cantidad de niños menores de un año fallecidos por cada mil
nacimientos ocurridos en el mismo período.
La esperanza de vida, que es la cantidad de años que, en promedio, se estima que vivirá el conjunto de
personas, considerando el comportamiento de la mortalidad en esa población. En general, se estima para
hombres y para mujeres. También se calcula la esperanza de vida al nacer, que es la cantidad de años que se
espera que vivan los nacidos en un período determinado.
Pero los españoles no controlaron por completo el territorio, sino que quedaron amplias zonas habitadas por
grupos indígenas que no habían sido sometidos; así, se constituyó un área de frontera aborigen. Al norte se encontraba
la frontera de Gran Chaco y, al sur, otra muy extensa que se denominaba “el desierto” y abarcaba gran parte de la
llanura pampeana y la Patagonia. En realidad, no era una zona desierta ya que allí vivían pueblos indígenas, como los
tehuelches, los mapuches y los selk´nam. Desde mediados del siglo XIX y hasta la década de 1880, se enviaron varias
expediciones militares que sometieron a los indígenas y consiguieron el control efectivo del territorio. Como
consecuencia de esas expediciones, los pueblos indígenas quedaron diezmados y perdieron la mayor parte de sus
tierras. Algunos permanecieron en las zonas rurales trabajando como peones, hacheros o cosecheros, cultivando
pequeñas parcelas o criando ganado; otros migraron a zonas rurales y a las ciudades.
La distribución de la población en el
territorio y las formas de asentamiento
predominantes son rasgos centrales de la
geografía de un país. El estudio de los
procesos de poblamiento permite analizar y
comprender cómo, a través del tiempo,
diferentes actores sociales (familias nativas o
inmigrantes, el Estado y las empresas)
ocupan distintos lugares y van
transformando los espacios. En el caso
argentino, se pueden establecer las siguientes etapas de poblamiento:
1. El poblamiento indígena: antes de la colonización, se estima que la población indígena podría haber oscilado
entre 350 y 900.000 habitantes. En esa época, los pueblos con asentamientos estables se encontraban en los
valles andinos del noroeste y oeste y en las sierras pampeanas. En la Mesopotamia, la llanura chaqueña, parte
de la llanura pampeana y la Patagonia vivían pueblos nómades.
2. Etapa colonial e independiente hasta mediados del siglo XIX: los españoles fundaron ciudades y organizaron
los primeros establecimientos rurales, que se multiplicaron después de la Independencia. La Ciudad de Buenos
Aires, la más grande, concentraba el 13% de la población total.
3. La expansión agraria: durante las últimas décadas del siglo XIX, la organización del Estado Nacional coincidió
con el apogeo de un modelo agroexportador, la expansión de la red de ferrocarriles, la ocupación de los
territorios indígenas y la llegada de la gran inmigración de ultramar. Las ciudades crecieron en población y
también surgieron otras junto a estaciones ferroviarias. En torno a algunas explotaciones agropecuarias se
formaron colonias agrícolas, una forma de asentamiento rural característica de la época, especialmente en las
provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Misiones y Mendoza. En esta etapa se produjo un alto crecimiento de la
población, tanto rural como urbana.
4. Despoblamiento rural y urbanización (entre 1930 y 1970): en esta etapa el flujo inmigratorio desde el
extranjero se redujo, la expansión agropecuaria se detuvo y comenzó a crecer la actividad industrial en las
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ciudades sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires, los partidos bonaerenses cercanos a ella, y las ciudades de
Córdoba y Rosario. También surgieron comercios y servicios vinculados con las industrias. De este modo, la
demanda de mano de obra se redujo en las zonas rurales y aumentó en los centros urbanos. Muchas familias
abandonaron los establecimientos agrarios o los pueblos pequeños y se radicaron en las ciudades. Esto implicó
un importante proceso de migraciones internas, es decir, dentro del territorio nacional. Pero también estimuló
las migraciones limítrofes. De esta manera, la etapa se caracteriza por un aumento importante de la población
urbana.
5. Crecimiento urbano desconcentrado: desde 1970, las grandes ciudades (Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe)
crecen más lentamente que en otras épocas y a un ritmo menor que las ciudades medianas. Esto se relaciona
con la reducción de la demanda de trabajo en la actividad industrial, fundamentalmente. ¿Por qué crecen las
ciudades de tamaño medio, sobre todo en las regiones del noroeste, nordeste y Patagonia? Porque atraen a la
población rural dispersa o de pequeñas localidades que van a las ciudades cercanas en busca de mejor trabajo o
de mejores servicios. Pero también algunas de las ciudades crecieron como consecuencia de la instalación de
nuevas industrias, ya sea por la aplicación de regímenes de promoción industrial.
LAS MIGRACIONES
Varias oleadas de inmigrantes internacionales fueron llegando y poblando lo que en la actualidad es el territorio
argentino. Estos inmigrantes transformaron la población originaria, tanto en números y composición como en aspectos
culturales por el aporte de sus costumbres.
Primer grupo: lo constituyeron los inmigrantes que llegaron con la conquista y durante la colonización, desde el
siglo XVI hasta 1810. En su gran mayoría fueron españoles, aunque también fue importante la cantidad de personas
africanas que fueron traídas como mano de obra esclava.
El segundo grupo lo conforman los inmigrantes que arribaron a mediados del siglo XIX y primeras décadas del
siglo XX. En esos años, llegaron italianos y españoles, además de franceses, rusos, judíos, galeses, ingleses y alemanes,
entre otros. Se radicaron principalmente en CABA y en otras localidades de la llanura pampeana, y también en Misiones,
Mendoza y en la Patagonia.
Después de la Primera Guerra Mundial, es decir, luego de la década de 1920, llegó otra oleada de inmigrantes
europeos, formada sobre todo por habitantes de Europa central (polacos, húngaros, checos, serbios, etc). Durante la
Guerra Civil española y después de la Segunda Guerra Mundial vinieron más españoles e italianos.
Desde la década del 60, se fue haciendo notoria la disminución de la inmigración. Durante este período,
además, creció la cantidad de inmigrantes provenientes de países limítrofes y otros países sudamericanos. En la
actualidad, algo más del 60% de los inmigrantes extranjeros procede de estos países. También llegaron personas del
sudeste asiático.
ACTIVIDADES:
A. ¿Qué tendencia posee el ritmo de crecimiento en la Argentina? ¿Aumentó en forma constante o se registraron
disminuciones?
B. ¿En qué período se registró el mayor crecimiento de la población? ¿Por qué crees que fue así?
2. Investigue los indicadores demográficos de los siguientes países y completa el cuadro. Luego responde, ¿cuál
es la situación de Argentina en comparación con los otros países para cada uno de los indicadores que se
presentan en el cuadro?
B. Ubique en un mapa las zonas en las que se ubicaron esos grupos. Separe por grupos de colores de acuerdo
con cada etapa, por ejemplo, con rojo las zonas de concentración más importante en el poblamiento
indígena (etapa 1). No se olviden de indicar las referencias.
5. Sobre las inmigraciones en Argentina:
A. Enumere dos factores de atracción de Argentina, es decir, ¿por qué eligieron venir a este país?
B. En una de las etapas, los inmigrantes se ubicaron en conventillos, ¿qué son? ¿qué tipo de problemáticas se
generaron en esas viviendas? Puedes tomar cualquier aspecto: social, cultural, económico, territorial, etc.
6. En varias oportunidades, Argentina registró
emigraciones. Lee el siguiente texto y responde:
La densidad demográfica permite analizar esta distribución. Argentina es un país con una muy baja densidad de
población, con 15 habitantes por km2, está en el puesto n°23 en cuanto a densidad se refiere.
La distribución de la población argentina se vincula a una serie de factores, que hacen de ella una distribución
desigual:
C. ¿Crees que la distribución de la población argentina se encuentra relacionada, en gran parte, con la geografía de
nuestro país? ¿por qué?
La estructura de la población hace referencia a características que le son Para estudiarlos debemos
propias, tales como: identificar cada una de las tasas
En general cada área, región o país presenta una des-igual distribución de hombres y mujeres. Esa diferencia
tiene consecuencias biológicas, sociales, económicas y culturales. Una forma de medir la proporción de sexos en la
población es calcular la tasa de masculinidad. Este índice refleja la forma en que distintos factores, tales como la mayor
supervivencia de las mujeres (77 años) con respecto a los hombres (70 años) o el impacto de las migraciones, tanto
nacionales como internacionales. En líneas generales en las migraciones internacionales el índice de masculinidad es
relativamente alto, por esta causa ocurre un aumento en la proporción de varones en las áreas que atraen población y
una disminución en las áreas que expulsan población.
El estudio de la estructura o composición de la población por edad nos permite apreciar su grado de envejecimiento o
de juventud. La población se distribuye según los siguientes grupos de edades:
Conocer la magnitud de la PEA es muy importante porque permite saber con cuánto capital humano cuenta el
país para desarrollar las actividades económicas. Además, el dato sobre la cantidad de personas desocupadas puede
mostrar el nivel en el que se encuentra la capacidad para la producción de riquezas, así como los problemas laborales y
sociales que padece un sector de la población y que se relaciona íntimamente con la calidad de vida.
A. De acuerdo con el censo del 2010 y la estructura poblacional, ¿cuál es el grupo más numeroso?
B. Ustedes, ¿en qué grupo se encuentran? ¿cómo evolucionó ese grupo de acuerdo con los tres censos
anteriores?
C. ¿De cuánto es la población pasiva definitiva? ¿aumentó o disminuyó en relación con los cuatro censos
anteriores?
D. Si tenemos en cuenta que un país que cuenta con más del 7% de población mayor de 65 años se considera
envejecido, ¿crees que nuestro país se encuentra dentro de ese grupo? ¿Qué desafíos trae para el gobierno
de un país esta situación?
E. ¿Cómo crees que podría impactar sobre la población un descenso en cuanto a la tasa de natalidad?
A lo largo del año, hemos aprendido que existen marcadas diferencias en las condiciones de vida de los distintos
sectores de la población. En parte, esta situación puede apreciarse si se observa la distribución de los ingresos en el país.
Como vimos el año pasado, las personas pobres son aquellas que no pueden cubrir la CBT (Canasta Básica
total) y los indigentes son aquellos que no llegan a cubrir la CBA (Canasta Básica Alimentaria) . Esto se
encuentra relacionado con el indicador del ingreso. Otro de los indicadores que se utiliza para conocer la desigualdad y
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la mala calidad de vida es el de las necesidades básicas insatisfechas (NBI) de la población. Se considera que un hogar
tiene NBI:
Teniendo en cuenta que la muestra se realizó sobre un total de 29.385.921 de personas y está constituida en
10.072.017hogares, resuelve:
A. ¿De cuánto es el porcentaje de personas indigentes en el segundo semestre del 2021? ¿A cuántas personas
representa? ¿Cómo evolucionó?
B. ¿Cuántos hogares pobres existían en el 1er semestre del 2022? ¿Se registraron cambios con relación al 2do
semestre?
C. De acuerdo con el siguiente gráfico, ¿cuál es el grupo más pobre del país? ¿Cómo te diste cuenta?
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La marginación y la exclusión no son los únicos problemas que deben enfrentar los sectores más pobres de una
sociedad. La precariedad de las viviendas, la falta de servicios básicos como agua potable o cloacas, la mala alimentación
y la atención médica insuficiente, son factores determinantes que ponen en riesgo la salud de las personas con menos
recursos. Vemos entonces que esa desigualdad económica que planteamos durante las clases anteriores (e incluso el
año pasado) puede ser causa de otras desigualdades. Una de ellas es, sin duda, la vinculada al área de la salud, ya que
un niño desnutrido y sin vacunar, que vive en un ambiente donde las condiciones de higiene no son las adecuadas, va a
tener muchas más probabilidades de contraer enfermedades que otro que se encuentre en un contexto
socioeconómico más apropiado.
Hay enfermedades que afectan particularmente a los sectores más pobres de una población y por eso se las
conoce como “enfermedades de la pobreza”. Las más comunes son el paludismo, la malaria, el dengue, la tuberculosis,
el mal de Chagas, etc.
EL TRABAJO EN ARGENTINA
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Trabajar implica siempre algún tipo de gasto de energía, un esfuerzo intelectual o físico por parte de las
personas que lo realizan, y es lo que permite producir objetos y crear servicios que tienen un valor para la sociedad en
su conjunte. Por ejemplo, un trabajador rural cosecha alimentos necesarios para nuestra alimentación, un docente
enseña conocimientos y ayuda desarrollar a otras personas, un arquitecto diseña una vivienda, una madre cuida a sus
hijos.
Según dónde se lleve a cabo el trabajo, se pueden distinguir dos grandes tipos:
Trabajo reproductivo en el ámbito privado (es decir, en el hogar y para la familia), como el cuidado de los niños
y las personas mayores, la preparación de alimentos y la limpieza del hogar. Como no tiene un valor monetario,
no se lo suele valorizar como un trabajo. Sin embargo, socialmente posee un valor esencial porque permite la
supervivencia humana y la formación para la vida en sociedad.
Trabajo productivo en el ámbito público (en el mercado laboral o de trabajo). En general, las personas obtienen
una remuneración económica por el gasto de energía que realizan. Esta energía que las personas gastan al
trabajar se llama fuerza de trabajo. Por eso, el mercado laboral se define como el espacio en el que algunas
personas (los trabajadores) ofrecen su fuerza de trabajo, y otros (los empleadores) la contratan. A cambio de la
fuerza de trabajo, los trabajadores reciben un pago en dinero que se denomina salario.
El trabajo productivo y el reproductivo están íntimamente relacionados. Las familias logran satisfacer muchas de
sus necesidades gracias al ingreso económico que obtienen los miembros que realizan trabajo productivo en el mercado
de trabajo, Pero, para que el mercado laboral cuente con personas que ofrezcan su fuerza de trabajo, estas deben haber
sido formadas en el Ámbito familiar y también tienen que alimentarse y descansar pata mantenerse en condiciones de
ejercer su trabajo en el mercado laboral.
Desde la Antigüedad y hasta la Edad Media inclusive, la mayoría de las personas no recibían dinero por su
trabajo. Por ejemplo, los esclavos no eran personas libres, estaban obligados a trabajar y solo recibían una alimentación
indispensable para su supervivencia. Una de las consecuencias de la Revolución Industrial (que tuvo lugar en el siglo XIX,
fundamentalmente en algunos países de Europa) y del posterior proceso de industrialización fue la transformación en el
modo de organizarse de las sociedades Los cambios tecnológicos y científicos modificaron profundamente la forma de
trabajar y también de obtener el sustento familiar. Aunque existen diferencias según los momentos y los lugares del
mundo, los trabajos en las sociedades industrializadas tienen algunos rasgos comunes.
Sin embargo, en las sociedades modernas no todos los trabajos son asalariados. Muchos de ellos no generan una
compensación en dinero ni tampoco implican una división tajante entre el hogar y el lugar de trabajo. Estos son
algunos ejemplos de trabajos no asalariados.
Los trabajos de subsistencia, como el trabajo familiar para el autoconsumo de alimentos, común en muchas zonas
rurales. Estas familias, que cultivan o crían animales en sus parcelas de tierra, no reciben una remuneración por
esto, excepto cuando logran vender algún pequeño excedente (de carne, lana, cereales, frutas, etcétera).
Trabajos que se efectúan de manera informal, sin relación con un empleador, y que no gozan de los beneficios del
trabajo asalariado. Por ejemplo, personas que realizan “changas” (trabajos temporales y discontinuos) o
vendedores ambulantes que trabajan en la calle. También hay trabajadores por cuenta propia que venden sus
servicios: personal de limpieza, costureras que trabajan en su casa cosiendo para grandes empresas, etcétera.
El sector agropecuario. Reúne las actividades vinculadas con el campo, que son las que generan menor cantidad
de gente ocupada, ya que se ha expandido la mecanización de las tareas rurales.
El sector industrial. Hacia mediados del siglo XX, la industria era la actividad que generaba la mayor cantidad de
empleos. A partir de 1960, sufrió importantes transformaciones que provocaron, por un lado, la disminución de
la oferta de puestos de trabajo tradicionales -como obreros y capataces- y, por otro, el surgimiento de nuevos
empleos que demandan personal calificado, con conocimientos técnicos específicos que les facilitan, por
ejemplo, manejar complejas maquinarias o computadoras. Este desarrollo tecnológico les permite a las
empresas más grandes incrementar su productividad: pueden producir más invirtiendo me-nos horas de
trabajo.
El sector comercio y servicios. En la actualidad, las actividades vinculadas con el comercio y los servicios son las
que ofrecen mayor número de puestos de trabajo a la población. En este sector hay empresas de muy diversos
tipos y personas que trabajan por su cuenta. Muchas de las actividades de comercio y servicios se ligan con
otras ramas de actividad. Por ejemplo, con el sector agropecuario se relacionan diversos servicios, como
veterinarios, ingenieros agrónomos o fumigadores, y diversas actividades comerciales, como la venta de
semillas, fertilizantes y maquinarias agrícolas.
En cuanto a la actividad agropecuaria, es la que genera la menor cantidad de puestos laborales: solo un 1% de
los trabajadores realiza tareas agrarias.
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Si bien los datos mencionados corresponden a los aglomerados urbanos, resultan representativos de una
tendencia general, ya que los habitantes de las zonas rurales solo constituyen el 11% de la población .
Conocer la magnitud de la PEA es muy importante porque permite saber con cuánto capital humano cuenta
el país para desarrollar las actividades económicas. Además, el dato sobre la cantidad de personas desocupadas
puede mostrar el nivel en el que se encuentra la capacidad para la producción de riquezas, así como los problemas
laborales y sociales que padece un sector de La población.
LA CATEGORÍA OCUPACIONAL
Entre la población ocupada es posible encontrar una gran diversidad de situaciones, ya que existen
diferentes tipos de empleo y condiciones de trabajo. Para clasificar la situación laboral, uno de los criterios
empleados es la categoría ocupacional, que indica el tipo de relación entre la persona que trabaja y la empresa u
organismo donde se desempeña. Al respecto, el censo de población establece las siguientes categorías:
Diferencias por edad. Entre los 25 y los 59 años, la mayoría de la población es económicamente activa, o sea, que
trabaja o busca trabajo. Tanto en la población menor de 25 años como en la mayor de 59, la participación
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económica es más baja: en el primer caso, porque una parte importante de esa franja etaria está estudiando; en el
segundo, porque muchos se van retirando de la vida activa, es decir, se van jubilando.
Diferencias entre hombres y mujeres. En general, la participación en la actividad económica de los varones es
mayor que la de las mujeres, en todas las edades. Esto se debe, por una parte, al papel que la sociedad
históricamente le ha asignado a la mujer como madre y encargada del hogar, y, por otra parte, a lo largo del tiempo
ha tenido menos oportunidades laborales. Sin embargo, esta situación está cambiando en forma acelerada: cada
día son más las mujeres que se incorporan a la actividad económica; su participación va en permanente aumento.
De todas maneras, todavía es mayor el porcentaje de mujeres desocupadas con respecto a los hombres en la
misma situación. Por otro lado, las diferencias de género no se limitan a la distinta proporción de hombres y
mujeres que trabajan: también hay diferencias en los sueldos que perciben. En general, por una misma tarea, las
mujeres perciben un salario menor que los hombres; en algunos sectores, las mujeres pueden llegar a ganar hasta
un 30% menos que los hombres que realizan iguales tareas.
Diferencias entre regiones. El tipo de participación económica de las personas está ligado con el lugar de
residencia. Así, según la región de que se trate, varían tanto las principales actividades que ofrecen puestos de
trabajo como la situación social y política regional; por lo tanto, la posibilidad de conseguir un empleo se verá
afectada. Por ejemplo, las provincias con importante producción agropecuaria generan más empleo vinculado con
este sector (por ejemplo, Misiones) y las provincias más industrializadas lo harán respecto de la producción de
manufacturas (es el caso de las provincias de Buenos Aires y Santa Fe). A la vez, en aquellas zonas donde es mayor
la concentración de trabajadores, las crisis de desempleo tienen mayor impacto. Por ejemplo, en el año 2001,
cuando el país atravesaba una grave crisis económica, el desempleo era significativo en todas las regiones del país.
No obstante, en el Área Metropolitana de Buenos Aires se presentaron las situaciones más alarmantes de
desocupación y empobrecimiento. En cambio, cuando la economía se estabiliza y tiene un nivel de actividad
aceptable, esta situación se revierte.
Durante muchos años se pensó que el nivel de ocupación (es decir, la proporción de población ocupada) y el
nivel de actividad económica (que puede medirse a través del PBI) estaban directamente relacionados. Así, se pensaba
que, si las personas trabajaban, la economía se mantenía activa, y sí esta crecía, también aumentaría el número de
puestos de trabajo. De ese modo, estaría asegurado el bienestar de la sociedad. Sin embargo, durante las últimas
décadas, en particular la de 1990, las economías de muchos países del mundo crecieron mientras que la desocupación
aumentó a niveles altísimos.
El empleo asalariado, con todos sus beneficios sociales, fue una condición laboral que alcanzó aúna proporción
menor de la población.
Al mismo tiempo, comenzaron a observarse otras situaciones en el mercado laboral. Por ejemplo, aumentó el
número de personas que están subocupadas, o sea, que trabajan menos horas de las deseadas. Las causas y las posibles
soluciones de estos problemas son muchas y complejas. Además, varían según los países y el lugar que tienen estos en
la economía mundial y las políticas que llevan a cabo sus gobiernos.
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En los países más desarrollados, como Estados Unidos y algunas naciones europeas, la falta de empleo se
encuentra vinculada con la incorporación al proceso de producción de nuevas tecnologías que reemplazan, en parte, el
trabajo humano. De este modo, se redujo la oferta de puestos de trabajo, en especial de los menos calificados. Esto
generó una crisis de la sociedad salarial, que ya no puede garantizar el empleo ni los derechos laborales para la mayoría
de las personas.
A diferencia de los países desarrollados, en la Argentina y en el resto de América Latina la falta de trabajo no se
vincula directamente con un crecimiento de la innovación tecnológica, sino con las transformaciones económicas y
sociales que impulsaron los gobiernos de la región desde mediados de la década de 1970. Recordemos cuáles fueron
algunas de Las políticas que generaron desocupación o bien empeoraron las condiciones de trabajo:
Actualmente, en la Argentina hay personas que no logran conseguir un trabajo remunerado que les permita
mantener a sus familias y vivir en las condiciones que desean. Como ya vimos, quienes se encuentran en esta situación
son consideradas personas desocupadas. También hay quienes tienen empleo, pero trabajan menos horas de las que
estarían dispuestos; trabajan menos de 35 horas por semana y quisieran hacerlo más tiempo, con miras a incrementar
sus ingresos: son personas subocupadas.
La subocupación se presenta de dos maneras:
> Subocupación horaria: cuando las personas trabajan menor cantidad de horas de las que estarían dispuestas a
hacerlo.
> Subocupación por calificación: afecta a quienes, para poder trabajar, se emplean en tareas que requieren una
capacitación menor de la que poseen.
Tanto la desocupación como la subocupación constituyen problemáticas sociales cuyas causas son complejas y de
índole diversa. Una de ellas se relaciona con las características generales de los procesos productivos en el mundo;
como ya mencionamos, el uso cada vez mayor de maquinaria y tecnología reemplaza la mano de obra y exige altos
niveles de calificación para cubrir nuevas vacantes de empleo. Pero también hay otras situaciones ligadas a
particularidades de los países. En este sentido, en la Argentina, la desocupación adquirió valores muy elevados entre los
últimos años de la década de 1990 y principios del siglo XXI. También aumentaron la subocupación y el empleo precario.
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DISPARIDADES EN EL EMPLEO
Una persona que trabaja como empleado tiene un vínculo laboral con quien lo contrata: se dice que está en relación
de dependencia. Este vínculo debe regirse por leyes laborales que amparan los derechos del trabajador y fijan las
obligaciones del empleador. De esta manera, por ejemplo, se asegura que el trabajador reciba un salario por su trabajo,
esté asistido por derechos de seguridad social -como aportes jubilatorios y obra social- y protegido ante un despido
injustificado. Sin embargo, en la Argentina, con frecuencia se dan otras modalidades de contratación laboral que no
protegen al trabajador, ya que no brindan cobertura ni seguridad social. Se dice, entonces, que los trabajadores
contratados bajo esta modalidad poseen ocupaciones precarias.
Se consideran ocupaciones precarias aquellas que no ofrecen estabilidad laboral; a menudo, además, algunas de
ellas están al margen de la ley. En la mayoría de los casos, quienes tienen trabajos precarios no disponen de beneficios
laborales que incluyen el derecho a la indemnización por despido, el aguinaldo, la cobertura médica o el seguro por
accidentes. Así, son precarios los contratos temporarios, porque no ofrecen garantía de estabilidad y muchas veces
ocultan que, en realidad, hay una relación de dependencia (las personas contratadas realizan el mismo trabajo que las
que están en relación de dependencia, pero no gozan de los beneficios de esa situación). También es precario el trabajo
"en negro” es decir, cuando el empleador no declara la relación laboral ante los organismos correspondientes y esta
permanece fuera de los marcos legales que regulan la actividad.
Actividades:
D. Marcelo tiene 47 años. Desde los 16 años es operario en una empresa que fabrica envases de plástico. En los
últimos meses estuvo haciendo horas extras para poder ahorrar dinero para ir de vacaciones con su familia.
E. Beatriz tiene 67 años. Vive con su hija y sus dos nietos. Esta jubilada, durante los días de semana cuida a sus nietos
y ayuda con las tareas del hogar.
F. Adriana es médica pediatra; tiene un consultorio donde atiende desde que se recibió. Pero desde hace dos años lo
comparte con dos colegas. Como tuvieron mucho trabajo, contrataron una secretaria.
6. Explica en que consiste la problemática del empleo precario, las características de este tipo de empleo y a qué
proporción de los trabadores afecta.
7. El término trabajo infantil en Argentina. Investigue acerca del trabajo infantil en nuestro país y escribe un breve
texto que lo explique.
8. ¿Qué cambios se generaron en el mercado de trabajo durante la década de 1990 en Argentina y el resto de
América Latina? Explique a través de un cuadro comparativo.
9. Crear una campaña o ONG que defienda los derechos de los trabajadores. Para ello deberán tener en cuenta:
A. Grupo o sector al que estará orientada su campaña u ONG.
B. Crear un nombre que sea representativo del tema seleccionado y, además, creativo.
C. Indicar los objetivos de acuerdo con la propuesta elegida.
D. Mencione que actividades que realizarán para llevar a cabo sus propuestas. En todos los casos, podrán añadir
referencias acerca de las leyes investigadas y todo lo analizado y realizado hasta el momento.
E. Incluir al menos dos imágenes. Cada una de ellas deberá contar con el epígrafe correspondiente.
F. Anexar datos de contacto (tel., dirección, en el caso de realizar un pedido económico, el n° de CBU, etc.)