9/11/22 Matías Pascual Ríos

MIGRACIONES INTERNACIONALES
La migración es el proceso de traslado de personas de un territorio a otro en el
que buscan asentarse. El flujo de personas que ingresa a un territorio se
denomina migración; el que sale, emigración. A su vez, las migraciones pueden
producirse entre países o entre territorios de un mismo país.
El importante aporte inmigratorio extranjero es una de las particularidades que
caracterizan a la población de nuestro país. La mayor incidencia se registro en
el censo de 1914, con un 29,9% de la población total. En 2010, solo el 4,5% de
la población era de origen extranjero.
Se pueden distinguir dos grandes tipos de procesos inmigratorios: las
inmigraciones de ultramar y las provenientes de países latinoamericanos.
LAS MIGRACIONES DE ULTRAMAR
Se trata de las oleadas migratorias que llegaron desde el otro lado del océano
Atlántico.
Entre el siglo XVI e inicios del XIX, las migraciones de europeos, especialmente
españoles que arribaron en la época colonial, generaron importantes cambios
en las poblaciones originarias ya que estas se redujeron en numero y en parte
se mestizaron.
Entre mediados del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX, llego una
nueva oleada inmigratoria proveniente de Europa y del Medio Oriente. Los
grupos mas numerosos fueron los italianos y los españoles, aunque también
llegaron franceses, galeses, alemanes, rusos, austriacos, polacos, sirio-
libaneses, armenios, entre otros.
La inmigración ultramarina se asentó principalmente en la Ciudad de Buenos
Aires y en distintos pueblos de la llanura pampeana, en las provincias de
Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. Otros se dirigieron a Misiones, Mendoza y
a los que en aquel momento eran los territorios nacionales del Chaco y la
Patagonia. Si bien desde principios del siglo XX había ingresado inmigración
proveniente de Asia, a partir de la década de 1990 hubo un notable
crecimiento, sobre todo desde Corea, China y Taiwán.
LAS MIGRACIONES LATINOAMERICANAS
Desde la década de 1950 disminuyo el flujo de inmigración europea y aumento
la proporción de inmigración de Latinoamérica. Inicialmente, la presencia de
inmigrantes de países limítrofes fue mayor en las provincias cercanas a su país
de origen. Posteriormente, el Gran Buenos Aires se convirtió en el principal
destino porque es allí donde hay mayor demanda de mano de obra.
En una primera etapa predomino la inmigración limítrofe temporaria porque las
personas llegaban para realizar trabajos estacionales en las zonas rurales de
las provincias con fronteras internacionales. Es el caso de los bolivianos en la
cosecha de caña de azúcar, los chilenos en la esquila en las estancias
patagónicas y los paraguayos en las cosechas del nordeste.
En una segunda etapa fue predominante la inmigración definitiva o mas
prolongada con residencia urbana, especialmente en el Gran Buenos Aires.
Muchos inmigrantes limítrofes y de Perú se ocuparon como trabajadores en
hogares, en la construcción y otros trabajos manuales o en explotaciones
agropecuarias.
En la Actualidad una de las características de la población de migrantes
latinoamericanos es que se trata, en su mayoría, de personas jóvenes y
adultas. Eso da cuenta de que la población migrante llega a la Argentina con el
propósito de trabajar. Por lo general, al arribar, estos migrantes cuentan con
una red de conocidos o familiares de su lugar de procedencia que ya están
instalados.
LA DISTRIBUCION DE LA POBLACION
Otra de las características de la población es su distribución en el territorio, la
que también fue modificándose a lo largo de la historia. Algunos procesos
económicos y sociales, como las migraciones y los cambios en las actividades
productivas, han ido conformando la actual organización de los asentamientos.
Entre esos procesos, podemos señalar los siguientes.
La expansión agraria de las últimas décadas del siglo XIX y los principios del
XX, se relaciono con la llegada de inmigrantes y la extensión de las redes de
transporte, en especial el ferrocarril, que contribuyo al crecimiento de las
ciudades que ya estaban organizadas, así como también al surgimiento de
nuevos pueblos y ciudades junto a las estaciones de ferrocarril.
El crecimiento industrial en la Ciudad de Buenos Aires, en los partidos
bonaerenses cercanos a ella, en Córdoba y en Rosario. Esto provocó una
intensa concentración de población en esas ciudades del país y se formaron a
partir de ellas aglomerados o áreas metropolitanas. Por otra parte, se produjo
una disminución de la demanda de manos de obra en las áreas rurales.
Desde mediados del siglo XX, la población del país es predominantemente
urbana. Alrededor de un tercio de la población total reside en el espacio urbano
mas grande del país, el Área Metropolitana de Buenos Aires. EN los últimos
Años, las grandes ciudades medianas son las que tienen mayor dinamismo.
Estas se han convertido en centros de servicios, de industrias y de demanda de
mano de obra que atraen pobladores de ciudades y de pueblos más pequeños.
POBLACION URBANA Y RURAL
El criterio para clasificar los asentamientos de población urbanos o rurales
difiere de unos países a otros. Con fines estadístico y para conservar la
continuidad de criterios entre los censos de población, en la Argentina se sigue
clasificando de la siguiente manera:
 Urbana es la población que vive en localidades de 2.000 habitantes o
más;
 Rural es el resto, clasificada a su vez como rural agrupada o aglomerada
en localidades de menos de 2.000 habitantes y dispersa, es decir, que
vie en campo abierto.
Mas allá del criterio utilizado, la tendencia mundial es el predominio de la
población urbana. En coincidencia, la mayor parte de la población argentina
es urbana: mas del 90%. Este porcentaje varía entre los distritos. En el
censo de población de 2010 se registro en la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires el 100% de población urbana, mientras que en otras provincias fue
inferior al 90% como Misiones y Tucumán.
En su gran mayoría, la población rural argentina esta relacionada con
actividades agrarias. Las características y la forma de vida de esta
población fueron cambiando desde mediados del siglo XX. Las mujeres y
los hijos, colaboraban en los trabajos de establecimiento; además, algunos
niños asistían a escuelas agropecuarias. Aunque en muchos lugares de
nuestro país la población agraria mantiene estas características, en otros ha
cambiado bastante. En este caso las personas que se dedican a las
actividades agrícolas y ganaderas trabajan en el campo, pero residen en un
centro urbano y las familias suelen estar formadas por un número menor de
hijos. Del mismo modo, las actividades no laborales de la familia se
desarrollan principalmente en el centro urbano. Por lo general los niños no
trabajan, ya que para muchos padres es prioritario que asistan a la escuela
en el centro urbano y puedan continuar con sus estudios.