0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
8 vistas3 páginas
La Inmaculada Concepción se refiere a la creencia católica de que la Virgen María estuvo libre del pecado original desde el momento de su concepción, protegida por la gracia de Dios. Este dogma, proclamado en 1854, sostiene que María fue preservada sin mancha de pecado original ni personal a lo largo de toda su vida por los méritos de Jesucristo. La Inmaculada Concepción celebra la pureza de María y su preparación para ser la madre de Dios.
La Inmaculada Concepción se refiere a la creencia católica de que la Virgen María estuvo libre del pecado original desde el momento de su concepción, protegida por la gracia de Dios. Este dogma, proclamado en 1854, sostiene que María fue preservada sin mancha de pecado original ni personal a lo largo de toda su vida por los méritos de Jesucristo. La Inmaculada Concepción celebra la pureza de María y su preparación para ser la madre de Dios.
La Inmaculada Concepción se refiere a la creencia católica de que la Virgen María estuvo libre del pecado original desde el momento de su concepción, protegida por la gracia de Dios. Este dogma, proclamado en 1854, sostiene que María fue preservada sin mancha de pecado original ni personal a lo largo de toda su vida por los méritos de Jesucristo. La Inmaculada Concepción celebra la pureza de María y su preparación para ser la madre de Dios.
manera especial en que fue concebida María. Esta concepción no fue virginal ya que ella tuvo un padre y una madre humanos, pero fue especial y única de otra manera.
El Catecismo de la Iglesia Católica describe que: “Para ser la Madre del Salvador, María fue ‘dotada por Dios con dones a la medida de una misión tan importante’. El ángel Gabriel en el momento de la anunciación la saluda como ‘llena de gracia’. En efecto, para poder dar el asentimiento libre de su fe al anuncio de su vocación era preciso que ella estuviese totalmente conducida por la gracia de Dios” (490). ¿Esto significa que María nunca pecó? Sí. Debido a la forma de redención que se aplicó a María en el momento de su concepción, ella no solo fue protegida del pecado original, sino también del pecado personal. El catecismo lo explica en el número 493 que los padres de la tradición oriental llaman a la Madre de Dios "la Toda Santa" (Panaghia), la celebran "como inmune de toda mancha de pecado y como plasmada y hecha una nueva criatura por el Espíritu Santo". Por la gracia de Dios, María ha permanecido pura de todo pecado personal a lo largo de toda su vida. :::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
¿Qué es la Inmaculada Concepción?
A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que
María ‘llena de gracia’ por Dios (Lc. 1, 28) había sido redimida desde su concepción. Es lo que confiesa el dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado en 1854 por el Papa Pío IX:
‘... la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda
la mancha de pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano’” (491). La Inmaculada Concepción de María, conocida también como la Purísima Concepción, es un dogma de la Iglesia católica proclamado en 1854 que sostiene que la Virgen María estuvo libre del pecado original desde el primer momento de su concepción por los méritos de su hijo Jesucristo, recogiendo de esta manera el sentir de dos mil años de tradición cristiana al respecto. Se celebra el 8 de diciembre, nueve meses antes de la celebración de la Natividad de la Virgen el 8 de septiembre.