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NUESTTRA
Ama tanto a María, que
cuando llegues al cielo
Jesús diga:
Segura Bondadosa
Mujer de fe Caritativa
Espíritu misionero
5 Beneficios que recibimos al invocar
el nombre de María
Unidad
Ejemplo Enseñanza
Mantuvo unida a la primera
Es nuestro modelo a seguir De María aprendemos a
comunidad cristiana (Hch
para creer en la fe, decirle sí a Dios (Lc 1, 38)
1,14) y es un importante
humildad, fortaleza, y a hacer lo que él nos diga
factor de unidad para la
esperanza y caridad. (Jn 2,5)
iglesia.
Morada del Espíritu Santo: El capítulo tercero del Catecismo lleva por título “Creo en el
Espíritu Santo”, y en él volvemos a encontrar a la Virgen María, que concibió al Salvador
por obra del Espíritu Santo. La Tercera Persona divina derramó en María todos sus dones
para hacer de ella la Madre de Dios, la Morada santa donde había de tomar carne humana en
el Verbo Divino. “En ella comienzan a manifestarse las ‘maravillas de Dios’, que el Espíritu
va a realizar en Cristo y la Iglesia”.
Madre de la Iglesia: “Creo en la Santa Iglesia Católica”. Creer en la Iglesia Santa, Católica
y Apostólica, es inseparable de la fe en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Siendo esta Iglesia
el misterio de la unión de los hombres con Dios, con una estructura totalmente ordenada a la
santidad y al servicio de la de la misión evangelizadora, María señala a la iglesia como la
Esposa sin tacha ni arruga. Por ende, es “María; Madre de Cristo, Madre de la Iglesia”.
Dogmas Marianos: verdades doctrinales de los
católicos
La virgen María es verdaderamente la Madre de Dios, por
haber engendrado por obra del Espíritu Santo y dado a luz a
Jesucristo. La iglesia afirma este Dogma desde siempre, y lo
definió solemnemente en el Concilio de Efeso (Siglo V).
Papa Francisco
ANUNCIACIÓN
Se llama anunciación a la visita del Arcángel Gabriel,
enviado por Dios a la Virgen María para pedirle que sea la
Madre del Verbo por la gracia del Espíritu Santo. Ella,
consintió el acto sagrado entregándose sin reservas ni
negaciones a la voluntad de Dios.
Recordamos la anunciación:
- Rezando el Ángelus, al medio día.
- Rezando el primer misterio gozoso del Rosario
- Celebrando el día del niño por nacer.
“Bajo tu amparo nos acogemos, Santa
Madre de Dios; no deseches las súplicas que
te dirigimos en nuestras necesidades, antes
bien, líbranos de todo peligro, ¡oh siempre
Virgen, gloriosa y bendita!”.