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Dogmas Marianos

Objetivo: Conocer mejor las verdades innegables sobre la virgen María para poder defenderlas.
Introducción: (Se inicia con oración dando gracias a María y pidiéndole que interceda para darnos
comprensión.)
Un dogma es una proposición que se toma como cierta e innegable. Es una verdad de la fe que es
irrefutable, forma parte de nuestra vida como católicos, del cómo creemos y celebramos nuestra fe cristiana.
Los dogmas Marianos son aquellos que creemos sin dudar acerca de la Madre de Jesucristo, puesto que en
nuestra fe católica la veneramos especialmente y forman parte de nuestra formación espiritual, como dice el
Catecismo de la Iglesia “Lo que la fe católica cree acerca de María se funda en lo que cree acerca de Cristo,
pero lo que enseña sobre María ilumina a su vez la fe en Cristo.”(CCE 487). Estos dogmas son: La inmaculada
concepción de María, La virginidad Perpetua, La Maternidad divina y su Asunción al Cielo. Cada uno de ellos
ha sido estudiado y reflexionado y en distintos concilios han sido proclamados dogmas de nuestra fe.
Nota: CCE, corresponde al Catechismus Catholicæ Ecclesiæ, abreviatura latina usada como referencia internacional.

Los cuatro dogmas Marianos


1. La Inmaculada Concepción de María.
Este dogma se refiere a cuando María fue concebida y no a la concepción
de Jesús que también fue inmaculada. Esto se refiere a que desde antes de nacer
María ya estaba sin mancha de pecado, ella nunca tuvo el pecado original con el
que nacemos todos por causa de Eva.
¿Por qué es la única en ser sin pecado original concebida? María es la llena
de Gracia que desde la eternidad había sido elegida por Dios para encarnar en su
vientre a su hijo, fue el Ángel Gabriel el que le dio aquel saludo que venía de Dios
y por ello fue digna de llevar en su seno a su hijo. (Lc 1, 28)
El Papa Pio IX dijo en su Bula Ineffabilis Deus: “declaramos, afirmamos y
definimos que ha sido revelada por Dios, y de consiguiente, qué debe ser creída firme y constantemente por
todos los fieles, la doctrina que sostiene que la santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha
de culpa original, en el primer instante de su concepción, por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente,
en atención a los méritos de Jesucristo, salvador del género humano.”
La Santa Virgen María es la única en recibir tal gracia de Dios entre todas las personas y cada que
rezamos un Ave María recordamos esto al igual que cuando nos acercamos al sacramento de la reconciliación y
el sacerdote nos dice Ave María y nosotros respondemos sin pecado original concebida, por lo tanto damos fe
de este dogma.
2. La virginidad perpetua.
Este es de los dogmas más antiguos de los cristianos, María dio a luz a su hijo
Jesucristo sin perder su virginidad y siguió virgen después del nacimiento de Dios
hijo. Nuestra fe afirma que María fue virgen antes, durante y después del parto.
Cada que rezamos un rosario al terminar los misterios decimos tres Aves Marías
distintas a las demás, ahí podemos observar que proclamamos su perpetua
virginidad. (Buscarlas y rezarlas)
María nuestra madre fue virgen antes del parto y por gracia del Espíritu Santo
concibió. En las escrituras podemos confirmar esto, Lc 1, 34; Is 7, 14; Mt 1, 22-25
Puesto que Jesús viene con su total divinidad hecho carne, vino a quitar el pecado
del mundo, a quitar la corrupción y por lo tanto a honrar a sus padres, esto es entonces que al momento de dar a
luz, Cristo dejo intacta la dignidad virginal de su madre. Porque a Dios le convenía que su hijo naciera de mujer
siempre virgen. "La profundización de la fe en la maternidad virginal ha llevado a la Iglesia a confesar la
virginidad real y perpetua de María incluso en el parto del Hijo de Dios hecho hombre. En efecto, el nacimiento
de Cristo "lejos de disminuir consagró la integridad virginal" de su madre. La liturgia de la Iglesia celebra a
María como la 'Aeiparthenos', la 'siempre-virgen'." (499 - Catecismo de la Iglesia Católica).
Permaneció virgen toda su vida, su vientre fue sagrario del Espíritu Santo y no podía ser violado por la
unión carnal. Además María no querría otro hijo puesto que el que ya tenía era sumamente perfecto y se dedicó
a ser su humilde esclava. En el catecismo de la iglesia 500 viene una explicación de los llamados hermanos de
Jesús no son más que sus primos, familia de sangre mas no hijos de María su madre. (Leer art.500 del CCE)
3. La Maternidad Divina.
En el Avemaría, una de las oraciones favoritas de los católicos, damos fe de
que María es verdaderamente madre de Dios al decir “Santa María, Madre de Dios”
María le otorgo a Jesús su condición humana, pero Jesús tiene dos naturalezas
la de ser hombre y la de ser Dios, las dos en una misma persona (Juan 1, 14). Por lo
tanto María es madre de Cristo y al ser Cristo Dios, María es madre de Dios. El ángel
Gabriel le dice a María que su hijo será llamado hijo de Dios (Lc 1, 35) María es
madre del que en la eternidad es Dios, pero al entrar en el tiempo para hacerse
hombre quiso tener una madre y se hizo hombre sin dejar de tener su divinidad. (Gal
4, 4). Santa Isabel la llama Madre del Señor, y ¿Cuál otro Señor sino Dios?, es la
primer persona en reconocer la maternidad divina de María (Lc 1, 43).
Este dogma contiene dos verdades, la ya mencionada que es madre de Dios y la primera que dice que es
verdaderamente su madre por que participo plenamente en la formación de Jesús en sus entrañas.
En el concilio de Éfeso se proclama lo siguiente “Si alguno no confesare que el Emmanuel (Cristo) es
verdaderamente Dios, y que por tanto, la Santísima Virgen es Madre de Dios, porque parió según la carne al
Verbo de Dios hecho carne, sea anatema.” Anatema quiere decir en su uso, maldito o excomunión, Es la
destrucción de aquello que pretende competir con Dios, o que se alza contra Dios. Cuando a un hereje se le dice
"sea anatema" lo que se está indicando es: "Tu palabra está en guerra contra la Palabra de Dios, y sólo se puede
dar honra a Dios destruyendo la falsedad que pretendes enseñar".
En el CCE 495 se puede observar lo que proclama la iglesia sobre esta verdad. (Ver)
4. La Asunción de María.
El cuarto misterio Glorioso del rosario tiene como título el nombre de este
dogma. Se refiere a que María al terminar su vida terrenal fue asunta en cuerpo y
alma al cielo con su hijo. Se dice que fue asunta y no que ascendió como lo hizo
Jesús puesto que Él lo hizo por mérito propio pues es Dios, en cambio María fue
llevada al cielo en cuerpo y alma por ángeles, fue elevada por orden de Dios. Y es
por eso que normalmente se le recuerda rodeada de ángeles.
Se proclamó como el cuarto dogma mariano en 1950 por el Papa Pio XII en
la Constitución Munificentissimus Deus, que dice:
“Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz
del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar
benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para
aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de
nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos,
declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen
María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo.”
Sin mancha de pecado original nuestra madre fue asunta a los cielos, esto constituye una participación
singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos (CCE 966).
Este mensaje nos da la esperanza de tener la dicha de alcanzar el cielo nosotros también.
Pero Ella no fue asunta solo por su divina maternidad, sino porque siempre se mantuvo fuera del pecado
y cumplió perfectamente con la voluntad de Dios, fue su humilde esclava. Por todos los méritos que María
alcanzó es que fue elevada al cielo.
Conclusión
Somos cristianos católicos y eso significa que adoramos a un solo Dios, y veneramos de una forma muy
especial a su madre la virgen María. Conocer estas verdades de nuestra fe es irnos acercando más a María y con
ello acercándonos a su hijo Jesús. Todo buen católico debe hablar bien de su madre del cielo y para ello es
necesario que defendamos estos dogmas. Y después de todo… ¿No está aquí ella que es nuestra madre?
Actividad
En oración meditar sobre cada uno de los dogmas, si se tiene una imagen de María llevarla y frente a ella o con
los ojos cerrados en caso de no tener imagen, contemplar desde el interior cada uno de sus dogmas y el cómo
ello nos acerca a su hijo.
En un dibujo de María, para colorear, escribir al reverso cual dogma es su favorito y explicar porque. Si se
puede ambientar con cantos marianos mientras se colorea y escribe mejor.
Hacer 4 equipos, cada uno con un dogma distinto. Investigar qué día se celebra la fiesta de cada uno y hacer un
test de “¿Cuánto sabes del dogma ______?” para poner a los otros equipos. También hacer un debate de
refutación de dogmas y cada equipo defiende al suyo y los demás dan objeciones que en algún momento un no
católico les haya dicho.
https://catholic-link.com/quiz-cuanto-sabes-dogmas-marianos/
Bibliografía
https://www.corazones.org/doc/ineffabilis_deus.htm
https://es.catholic.net/op/articulos/65243/cat/653/la-virgen-maria-y-los-dogmas-marianos.html#modal
https://www.aciprensa.com/Maria/dogmas.htm
https://desdelafe.mx/noticias/sabias-que/si-la-biblia-no-lo-dice-por-que-creemos-en-la-asuncion-de-maria/
http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_const_19641121_lumen-
gentium_sp.html#_ftnref173
http://www.vatican.va/content/pius-xii/es/apost_constitutions.index.2.html
http://hjg.com.ar/sumat/d/c28.html
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA. Santo Domingo: Librería Juan Pablo II, 1992.

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