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Antes de estudiar los dogmas de la Virgen María debemos analizar qué es un dogma. Para ello
veamos lo que dice nuestro Catecismo de la Iglesia Católica. En el párrafo 88 del Catecismo de
la Iglesia Católica nos dice que un Dogma es una Verdad de fe contenida en la Revelación
Divina; es decir en la Biblia y que el pueblo creyente católico debe aceptar como cierta; ya que
la misma está sustentada por el magisterio de la Iglesia (Obispos y doctores de la Iglesia).
Si Cristo es Verdadero Dios y Verdadero Hombre, pero además María es madre de Cristo,
entonces María es madre de aquel que es Verdadero Dios y Verdadero Hombre; es decir, María
es Madre de Dios. Estas son algunas citas bíblicas que sustentan dicho dogma de fe: "He aquí
que una Virgen concebirá..." (Isaías 7, 14) • "He aquí que concebirás..." (Luc. 1, 31). • "Lo que
nacerá de Ti será..." (Luc. 1, 35). • "Envió Dios a su Hijo nacido..." (Gal. 4, 4). • "Cristo, que es
Dios..." (Rom. 9, 5).
3.- La Asunción de María El Papa Pío XII, en la Bula Munificenlissimus Deus, del 1º de
Noviembre de 1950, proclamó solemnemente el dogma de la Asunción de María al cielo:
La Virgen María fue asumida al cielo inmediatamente que acabó su vida terrena, su cuerpo no
sufre ninguna corrupción.
Lo esencial del dogma es: que la Virgen fue llevada al cielo en cuerpo y alma, con todas las
cualidades y dotes propias del alma de los bienaventurados e igualmente con todas las
cualidades propias de los cuerpos gloriosos. Si María no poseía pecado original ni, por supuesto,
ningún otro pecado; la muerte dolorosa, como la conocemos, no debió alcanzarla; por lo tanto,
pasó por algo denominado “Dormición” y luego fue subida al cielo. Así hubiera ocurrido con
nosotros, en caso de no tener el pecado original. Uno de los fundamentos bíblicos está en el
libro de Apocalipsis, capítulo 12 ss. Allí se habla de la mujer vestida de sol.
De la descendencia de Eva, Dios eligió a la Virgen María para ser la Madre de su Hijo. Ella, "llena
de gracia", es "el fruto excelente de la redención"; desde el primer instante de su concepción,
fue totalmente preservada de la mancha del pecado original y permaneció pura de todo pecado
personal a lo largo de toda su vida. María es verdaderamente "Madre de Dios" porque es la
madre del Hijo eterno de Dios hecho hombre, que es Dios mismo. María "fue Virgen al concebir
a su Hijo, Virgen durante el embarazo, Virgen en el parto, Virgen después del parto, Virgen
siempre" (S. Agustín, se Rm. 186, 1): ella, con todo su ser, es "la esclava del Señor" (Lc 1, 38). La
profundización de la fe en la maternidad virginal ha llevado a la Iglesia a confesar la virginidad
real y perpetua de MARIA incluso en el parto del Hijo de Dios hecho hombre. En efecto, el
nacimiento de Cristo "lejos de disminuir consagró la integridad virginal" de su madre. La liturgia
de la Iglesia celebra a María como la "Aeiparthenos", la "siempre - virgen". A esto se objeta a
veces que la Escritura menciona unos hermanos y hermanas de Jesús (cf Mc 3, 31 - 55; 6, 3; 1
Co 9, 5; Ga 1, 19). La Iglesia siempre ha entendido estos pasajes como no referidos a otros hijos
de la Virgen María; en efecto, Santiago y José "hermanos de Jesús" (Mt 13, 55) son los hijos de
una María discípula de Cristo (cf Mt 27, 56) que se designa de manera significativa como "la
otra María" (Mt 28, 1). Se trata de parientes próximos de Jesús, según una expresión conocida
del Antiguo Testamento (cf Gn 13, 8; 14, 16; 29, 15). Jesús es el Hijo único de María. Pero la
Maternidad espiritual de María se extiende (cf Jn 19, 26 - 27; Ap 12, 17) a todos los hombres a
los cuales, El vino a salvar: "Dio a luz al Hijo, al que Dios constituyó el mayor de muchos
hermanos (Rm 8, 29), es decir, de los creyentes, a cuyo nacimiento y educación colabora con
amor de madre" (LO 63).
Una vez leído el texto sobre los 4 dogmas de María; es necesario
presentar el cuestionario que se coloca en el siguiente enlace:
https://bit.ly/3p1RQbo