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Grupo: M106
● Importancia de la historia y filosofía de la medicina
● Medicina empírica
● Modelo Humoral
Los humores que plantea Hipócrates (la sangre, la flema, la bilis amarilla y la bilis negra)
explican la naturaleza del cuerpo humano y su vínculo con los cuatro elementos
planteados por Empédocles (agua, tierra, fuego y aire), así como sus cualidades
correspondientes (humedad, sequedad, calor y frío)
Cada humor posee las cualidades de uno de los elementos de la physis (aire, tierra,
agua y fuego). De esta forma, la sangre es caliente y seca como el aire y aumenta en
primavera; la bilis negra, cálida y húmeda como la tierra y aumenta en otoño; la flema,
fría y húmeda como el agua y aumenta en invierno, y la bilis amarilla, fría y seca como
el fuego y aumenta en verano. En definitiva, la doctrina hipocrática no se asentaba
sobre la anatomía, sino sobre los cuatro elementos. La sangre se origina y se renueva
en el corazón; la bilis negra en el bazo; la flema en el cerebro, y la bilis amarilla en el
hígado. Estos humores no son ficticios, pueden verse: la sangre en las heridas; la bilis
negra en las deposiciones (en especial en las melenas); la flema en los catarros
nasales; y la bilis amarilla en los vómitos. Este método todavía tuvo relevancia hasta
entrada la edad media donde vemos el análisis e incorporación de la medicina arabe y
judia.
● Modelo dicotómico religioso-humoral
Durante los siglos posteriores a la caída del Imperio romano, el mundo antiguo comenzó
lentamente a extinguirse; sin embargo, dos elementos de la ideología que vieron la luz
en ese mundo antiguo continuaron estando presentes y se fortalecieron en los siglos
posteriores: la medicina humoral y el cristianismo. Estas expresiones del pensamiento
del hombre antiguo cobraron renovados bríos en el mundo medieval y sirvieron para
edificar una medicina religiosa, tanto en el mundo cristiano como en el mundo árabe;
asimismo, el pensamiento médico humoral de la antigüedad se fortaleció gracias a su
preservación y difusión por los árabes que reconocieron en este legado del mundo
antiguo un saber cuya utilidad era evidente. Esta característica permitió la difusión del
modelo humoral en las escuelas medievales, que sirvió de base de los estudios
médicos en las universidades medievales, que con los saberes médicos practicados por
los cristianos edificaron una medicina en el tiempo, que hoy puede ser significado de la
existencia de una medicina dual: religiosa y humoral.
Medicina cristiana: después de la muerte de cristo en el año 33 de esta era, surgió una
corriente filosófica y práctica de la medicina que se puede denominar medicina cristiana.
Los seguidores de Jesús, retomando las palabras de los antiguos profetas judíos y las
enseñanzas de Cristo edificaron un corpus de conocimientos relacionados con la salud
y la enfermedad, que tuvo como núcleo central la idea de que Dios era el responsable
de la salud del hombre y que la misma era una prueba divina para recordar su fragilidad
en el mundo. En este sentido, la práctica de las enseñanzas de Dios, pero en especial
su amor por los enfermos, codificaron una serie de preceptos que devinieron en la
concepción de la caridad cristiana como regla de vida y como forma de imitación de la
vida de Cristo para alcanzar el cielo.
El periodo de la medicina medieval inició con el asalto de Alarico contra Roma en el año
410, que significó el hundimiento del Imperio romano, pues con ese evento se hizo
evidente la fragmentación del imperio, desapareciendo con ello los saberes antiguos;
sin embargo, los nuevos pueblos que sucedieron a los romanos tuvieron por lo general
una medicina muy pobre, ya que la medicina franca o merovingia tuvo un nivel teórico y
práctico muy bajo. En ese sentido, la medicina de los pueblos invasores de Roma fue
una medicina bárbara que en nada se comparó al conocimiento médico de los antiguos
griegos y romanos; por ejemplo, los pueblos germanos concebían la enfermedad como
un castigo sobrenatural dirigido por los dioses a los hombres. Los pueblos germánicos
tuvieron una medicina donde el hechicero actuó siguiendo reglas mágico-empíricas.
Las mujeres fueron sanadoras y responsables del cuidado de los embarazos y partos,
pues sabían de hierbas y plantas medicinales. Sacar o alejar el mal era común y servía
para proteger a los hombres. En lo que atañe al conocimiento del cuerpo, los pueblos
germanos tuvieron conocimientos anatómicos como resultado de las heridas de guerra
y los sacrificios. Para el caso específico de las heridas se practicó su limpieza y
curación. Es interesante señalar que hubo trepanaciones, con el fin de sacar un
demonio causante de la enfermedad.
Si; sin ir tan lejos aquí en México un país de gran cultura en algunas regiones aún
se ocupa curar el cuerpo con el temazcal, haciendo rituales llamados limpias y
tenemos sin duda un sin fin de plantas de uso medicinal que en más de alguna
ocasión casi todas las personas hemos recurrido a ellas.