COMO CONCIBO LA DOCENCIA A NIVEL UNIVERSITARIO

Mi aventura en la docencia la inicie en el momento que fui nombrado como instructor de

vuelo en la ciudad de Punta Arenas con tan solo 20 años. Era un verdadero reto para mí, ya
que era muy joven y de un rango bajo, jamás había enseñado a nadie materias ni cosas
técnicas. Esto me impulsó a tener un mejor desempeño en el objetivo que me tracé como
proyecto de vida.

Continúe realizando instrucción por 5 años, hasta que llego el momento de participar en el
curso de capacitación pedagógica y así poder contar con más herramientas que las
entregadas en mi curso inicial de instructor, para mis prácticas pedagógicas como tal y
profesor de aula en la Fuerza Aérea de Chile. No fue fácil ya que se debía instruir a más y
menos antiguos que mi rango lo cual afianzó mi vocación y ese amor por la profesión
docente. Valoré entrar y ser parte de sus vidas y la responsabilidad de formar y educar.

Hasta el día de hoy sigo realizando instrucción de vuelo y clases teóricas, mi vocación se
profundizó al poder participar como docente en la Universidad Andrés Bello en la carrera
de Ingeniería en Seguridad y Prevención de Riesgos, en donde los alumnos pudieron
aprender de una manera lúdica y con una mayor cercanía hacia mi persona. Fue un reto
conocerlos y guiarlos en su propio proceso de aprendizaje.

Esta fue una experiencia tanto para mí como para ellos, ya que esto marca una gran etapa
es sus vidas. Cada oportunidad de compartir y aprender juntos es algo que me satisface,
enorgullece y enriquece mi labor de desarrollo profesional docente.

Mi función como docente, no es solo dar clases y brindar información teórica, sino que
también es desarrollar el acto mismo de dedicar conocimiento con toda la pedagogía que
requiere para la construcción de nuevos conocimientos que evidencien la realidad de los
diferentes estudiantes.

Durante el tiempo que he podido realizar prácticas pedagógicas me he dado cuenta que
estas requieren la utilización de la didáctica, el saber ser y hacer disciplinar, requiere poder
abordar al estudiante, sus características, procesos de pensamiento, madurez y desarrollo,
para lo cual uno debe tener y lograr competencias relacionadas con la resolución de
conflictos, el liderazgo, el trabajo en equipo, entre otras.

Mis prácticas pedagógicas más exitosas han requerido de una preparación conceptual,
procedimental y muy estratégica donde el conocimiento es fundamental para mi
desempeño en el aula, es aquí donde uno pone en juego todo su ser, me ha obligado y
motivado a un constante estudio y reflexión sobre la cotidianidad y la forma de poder
innovar en los conceptos teóricos, la forma de ponerlos en escena con el propósito de
generar los nuevos saberes que deben adquirir mis alumnos.

Creo que con el tiempo que llevo como docente he podido cumplir mis expectativas, las que
veo en dos dimensiones: la formación personal, la cual ayuda a las relaciones
interpersonales como la motivación, autoestima y las personales como comportamiento y
convivencia social.

Estas expectativas creo que están muy relacionadas al desempeño de los estudiantes, lo
que es un factor de éxito o fracaso en el rendimiento de estos. Uno siempre va a querer que
sus clases y docencia sean un éxito, que lo cataloguen como un buen profesor, poder ser
claro en las materias y que las dudas y consultas sean para una mayor investigación de las
diferentes materias.

Para poder lograr hacer una diferencia como docente a mí me ha ayudado conocer y aplicar
las diferentes estrategias que ayudan a mejorar la atención de los alumnos en clase,
consiguiendo así una mayor comprensión de los contenidos a estudiar. Algunas de las que
he aplicado con éxito son: fomentar la participación, combinar diferentes tipos de
metodologías de enseñanza, empleo de herramientas tecnológicas, utilizar recursos
visuales.