FE Y ALEGRÍA DEFIENDE LAS INSTITUCIONES DEMOCRÁTICAS

Estimados/as directores/as, promotores/as, equipos pedagógicos e institucionales:

Nuestro país vive un capítulo muy importante de su historia republicana. A los diferentes
acontecimientos que afectan directamente a nuestro pueblo, se suma ahora la decisión del Congreso
de la República de iniciar un proceso “de carácter sumario” para investigar a la Junta Nacional de
Justicia (JNJ) por “causales graves” (no precisadas) que puede acarrear la destitución de todos sus
miembros sin mayor razón que la fuerza de los votos de una mayoría congresal que no representa el
sentir del país.

Es posible que muchos de nosotros no estemos familiarizados con este tema. Por ello, puede ayudar
una breve explicación. La JNJ es un órgano constitucional clave en el balance de poderes propio del
estado de derecho, cuyos integrantes son elegidos por el Congreso de la República. Tiene como tarea
garantizar una justicia de mayor calidad a través del nombramiento, la ratificación o la destitución
de jueces y fiscales, de modo que sea la verdad y la integridad (y no la mentira y la corrupción) las
que guíen sus decisiones. Durante el periodo de los actuales miembros de la JNJ se han investigado,
sancionado o depuesto de sus funciones a más de 250 funcionarios del poder judicial, incluyendo
jueces y fiscales supremos conocidos, logrando que estos malos servidores públicos reciban una pena
proporcional a su falta.

Además, la JNJ tiene como función constitucional el nombramiento de los responsables de la RENIEC
y de la ONPE, organismos fundamentales para la organización de procesos electorales. Por la
importancia de sus funciones, el Congreso eligió a los actuales miembros de la JNJ en base a un
estricto orden de méritos en el marco de un proceso abierto y transparente. A lo largo de estos años,
han ejercido su servicio de modo eficiente, discreto y profesional, evitando todo peligro de
politización y de partidarismo. No hay ningún motivo, pues, para que el Congreso haya decidido
realizar una investigación de consecuencias imprevisibles.

Esta decisión del Congreso no se encuentra aislada. En el ámbito educativo, se suma a otras (la
distorsión de la SUNEDU y la reforma universitaria; las medidas contra la carrera pública magisterial;
el debilitamiento de los avances en la educación básica, etc.) que van configurando un escenario de
mayor fragilidad para la democracia y para la meritocracia en el Perú.

Varias organizaciones nacionales e internacionales han manifestado públicamente su alerta y

preocupación ante estas acciones y el impacto que pueden tener para nuestra convivencia
ciudadana, ya gravemente alterada por la polarización existente. Nos unimos a estas expresiones y
les solicitamos a todos y todas ustedes que sigan con atención lo que suceda en los próximos días.

Debemos exigir a las autoridades del Ejecutivo y del Legislativo que dediquen más bien sus mayores
esfuerzos en la lucha contra la anemia y la desnutrición que afecta a nuestra infancia; que prioricen
las acciones contra el hambre y la pobreza que avanzan incontenibles; que gestionen de mejor
manera los recursos necesarios para enfrentar el Fenómeno de El Niño; que dediquen mayor
presupuesto para una salud y una educación de calidad y que planteen reformas políticas y
electorales que nos liberen de esta crisis permanente. Esa es la agenda del tiempo presente.

Fe y Alegría del Perú - Dirección General

Lima, 13 de setiembre de 2023

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