Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
avanzadas de
intervención
sistémica
PID_00277003
Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño general y la cubierta, puede ser copiada,
reproducida, almacenada o transmitida de ninguna forma, ni por ningún medio, sea este eléctrico,
mecánico, óptico, grabación, fotocopia, o cualquier otro, sin la previa autorización escrita
del titular de los derechos.
© FUOC • PID_00277003 Técnicas avanzadas de intervención sistémica
Índice
Introducción............................................................................................... 5
Objetivos....................................................................................................... 6
3. Prescripciones y tareas..................................................................... 28
3.1. Tareas y prescripciones paradójicas ............................................ 29
3.2. Prescripciones metafóricas .......................................................... 33
5. Rituales terapéuticos......................................................................... 41
5.1. Funciones de los rituales ............................................................. 42
5.2. ¿Cuándo es recomendable utilizar un ritual? ............................. 42
5.3. Cómo construir un ritual ............................................................ 43
5.4. Ejemplo de terapia ritualizada .................................................... 46
Resumen....................................................................................................... 49
Bibliografía................................................................................................. 51
© FUOC • PID_00277003 5 Técnicas avanzadas de intervención sistémica
Introducción
Sin embargo, tal vez lo más significativo del programa sea la parte que se de-
dica a la comunicación no verbal, en la que nos encontraremos con lo analó-
gico, las esculturas y los rituales. Todo ello intenta impulsar a una zona de no
confort, también al estudiantado, para encontrar una manera de trabajar más
propia y personal.
© FUOC • PID_00277003 6 Técnicas avanzadas de intervención sistémica
Objetivos
La danza (Bergman, 1986) que el terapeuta compone con estos dos movimien-
tos consiste en:
Como puede apreciarse, el primer punto tiene que ver con la acomodación,
mientras que los tres últimos se relacionan con la reestructuración. En cierto
sentido, el movimiento del terapeuta es el de un péndulo (Andolfi, 1985) que
oscila entre acomodación y desafío, que se acerca y se aparta sin cesar, hasta
que la familia está lista para reorganizarse sin sufrimiento y es capaz de au-
mentar la complejidad de construcción de sus significados familiares.
5) reglas familiares
6) mitos familiares
8) lealtades familiares
9) parentalizaciones y conyugalizaciones
Responder a las siguientes cuestiones (Asen y Tomson, 1997) puede ser de gran
ayuda:
(1)
Por lo tanto, ¿qué función1 tiene el síntoma para estabilizar a la familia? ¿Có- La función del síntoma es bási-
camente protectora, ya que, me-
mo funciona la familia para estabilizar el síntoma? diante su aparición, intenta dar a la
familia el tiempo necesario para el
reajuste de sus patrones de funcio-
Una vez realizada una buena observación, podemos contemplar el diseño de namiento.
la mejor estrategia para ese sistema familiar en concreto. Para ello, un posible
esquema básico de trabajo podría ser el siguiente (Pubill, 2018):
© FUOC • PID_00277003 10 Técnicas avanzadas de intervención sistémica
3) Convocar a los padres como padres para enfocar el trabajo con los hijos
(táctica: poner el foco en la función parental):
(2)
• Iniciar el trabajo de pareja: hay que respetar los tiempos y resistencias ho- Las resistencias homeostáticas
2 hacen referencia a todos aquellos
meóstaticas de la pareja. intentos de la familia por seguir
funcionando como hasta ese mo-
mento, ya que para ella es la mejor
4) Trabajar con el PI por separado, que se centre en sus dificultades y deje de manera que ha encontrado para
encarar sus dificultades. Esa forma
inmiscuirse en la dinámica de pareja (táctica: potenciar su individuación). comporta repetir, una y otra vez,
estrategias que potencian el sufri-
miento familiar.
5) Simultáneamente hay que ir convocando a toda la familia para realizar in-
tervenciones relacionales dirigidas a desbloquear el síntoma (táctica: cambiar
las dinámicas disfuncionales):
7) Consolidar cambios�a�escala�individual�con�el�PI.
1.ª�visita
2.ª�visita
3.ª�y�4.ª�visitas
Convocatoria: Roger.
5.ª�visita
© FUOC • PID_00277003 13 Técnicas avanzadas de intervención sistémica
Táctica: fomentar la relación entre Roger y su padre. Hacerle entrar en el mundo mascu-
lino (hacerse mayor - entrar en la adolescencia).
Estrategia: buscamos que, al modo de las culturas antiguas en que los hombres aleccio-
nan en las habilidades y los conocimientos básicos para convertirse en adultos, el padre
le ayude a ser más valiente y firme ante los demás. Para ello utilizamos la metáfora de los
caballeros Jedi aunque, en realidad, acabamos hablando de fútbol, ya que el padre había
practicado este deporte y, con posturas y diversos movimientos, alecciona a su hijo sobre
cómo plantarse delante de otro y no dejarle pasar o esquivarle si es necesario. La sesión
es muy productiva y acerca más a padre e hijo.
6.ª�visita
Estrategia: el trabajo consiste en despedirse de la infancia del chico para poder pasar a
otra etapa. Tras una visualización en la que se repasan acontecimientos importantes de
la vida que ambos han compartido, se les pone de pie mirándose a los ojos y ambos dan
las gracias a la infancia de Roger por todo lo que les ha regalado. Después se le pide a
Roger que le dé el último abrazo como un niño a su madre, hecho que realiza de forma
muy significativa: se deja caer encima de la madre. Luego, vuelven a cerrar los ojos y
se les sitúa en el futuro (dos años después). Ambos se explican todo lo bueno que hay
en esa mañana. Los terapeutas se centran en los pequeños cambios en su relación y se
prescribe que cada uno escoja dos de esos pequeños cambios y los empiecen a llevar a
cabo ya, en su día a día.
7.ª�visita
Convocatoria: padres.
Estrategia: se trabaja con ellos cuál es la distancia justa para dar espacio a su hijo, con
la finalidad de que pueda crecer. Utilizamos una cuerda. Cada uno de ellos trabaja en
solitario. Coge una punta de la cuerda y el terapeuta va tomando distancia con la otra
punta de la cuerda. El espacio que se deja con la cuerda es el que marca el padre o la madre
que realiza la tarea. Una vez marcada la dimensión del trayecto que ellos proponen, se
compara con el margen que ellos tuvieron en sus familias de origen y cómo ello les hizo
sentir. A partir de ahí, se plasma esa distancia en pequeños actos y en actitudes para que
sean coherentes sus comportamientos con sus objetivos parentales.
8.ª�visita
Estrategia: vamos a realizar un ritual de paso3 de una etapa del ciclo vital a otra. Para
ello, le hemos construido un pasaporte a Roger, en el cual se exponen todos los criterios
a cumplir para ser un adolescente (estos criterios incorporan elementos «sensatos» con
elementos en los que se le da permiso para portarse mal). Los padres se sitúan junto a
él, en el lado de la infancia. Los tres se despiden de esta etapa vital y los progenitores
le entregan a Roger unos objetos con el objetivo de que le ayuden a aventurarse en la
adolescencia (una brújula con los valores de la familia, un bote de vitaminas para que
encuentre siempre la fuerza para luchar, etc.). Luego se colocan al otro lado de la frontera
de la infancia (está marcada en el suelo por una cinta), en la adolescencia. Los terapeutas
trabajan con Roger para que sea consciente de qué significa cruzar al otro lado. Para
ello, realizan una visualización en la que, proyectando el futuro de Roger con sus nuevas
herramientas, posibilite que este se sienta más fuerte, seguro y valiente. Después, nuestro
cliente tiene que dar los motivos por los que cree que está preparado para dejar de ser un
niño. Una vez concretados esos criterios motivacionales, los terapeutas hacen la entrega
solemne del pasaporte y, tras respirar profundamente, le hacen caminar con conciencia
© FUOC • PID_00277003 14 Técnicas avanzadas de intervención sistémica
hacia la frontera y atravesarla. Una vez lo hace, los padres y los terapeutas le felicitan y
toda la familia celebra con una cena esta nueva etapa vital.
• La�predisposición�de�los�miembros�de�la�familia�a�participar�en�la�te-
rapia�o�sus�dificultades�para�asistir: por mucho que se intente ajustar los
horarios, conjugar el tiempo de todos es complicado y más si se trabaja
en un formato público.
A lo largo de toda esta asignatura iremos desgranando cómo todos estos mo-
vimientos tácticos se concretan en una serie de técnicas y ayudan a proponer
estrategias que flexibilicen y ajusten las interacciones familiares.
© FUOC • PID_00277003 16 Técnicas avanzadas de intervención sistémica
2.1. La redefinición
Una de las técnicas más utilizadas por los terapeutas, sea de la línea de trabajo
que sea, es la redefinición. Esta técnica consiste en fomentar una perspectiva
distinta a la hora de construir el significado que se le da a lo que está sucedien-
do. Así, podríamos decir que es el resultado de reetiquetar «la verdad» familiar
con una verdad, que recoge la que la familia propone pero que le da abertura,
flexibilidad y posibilidad de evolución. El proceso que se ha de dar para que
sea efectivo es el siguiente:
Un ejemplo de redefinición
Tenemos una familia que coloca a su hijo la etiqueta de «malo» porque no para de me-
terse en problemillas. El terapeuta, en un momento determinado, comenta: «Ustedes ven
en X una gran capacidad de meterse en problemas y estoy de acuerdo (aceptación�del
etiquetaje). Ahora bien, yo veo en él una especie de Tom Sawyer, curioso, listo, aven-
turero... (desencuadras�utilizando�encuadre). Es cierto que, tal vez, tiene que escoger
mejor sus andanzas, pero si encaminamos esa curiosidad, inteligencia, picardía y ganas
de conocer y experimentar hacia temas provechosos y que le interesen, su hijo realmente
puede aprovechar que es excepcional para algo que no le conlleve malentendidos con
la sociedad».
que tenemos que trabajar para que lo hagáis de la forma más indolora po-
sible».
Todas estas estratagemas enmarcan los nuevos etiquetajes y nos ayudan a cons-
truir un marco narrativo mucho más flexible y amplio.
2.2. El reencuadre
2) Enlazarlo con parte de la historia del ciclo vital, secuencias del proceso te-
rapéutico o del presente, etiquetajes, etc.
4) Presentar una perspectiva abierta y flexible que permita salir del bloqueo
en que se encuentra la familia o el proceso terapéutico.
De hecho, esa ambivalencia familiar ante el cambio toma un papel muy im-
portante a la hora de decidir qué tipo de etiquetaje y reencuadre vamos a cons-
truir para la familia. Cuando nos encontramos con una familia con una fuerte
ansiedad y poca motivación y, por lo tanto, dificultades ante el cambio o la
terapia, la redefinición y el reencuadre pueden tender más a un enfoque pa-
radojal, con la intención de que la estrategia empleada neutralice un tanto el
miedo que les provoca salir de su modo interaccional.
Pagg (1988) señala dos situaciones principales en las que es útil usar un posi-
cionamiento paradójico:
En realidad, algo que nos suele resultar sospechoso a los terapeutas es cuando
el contenido explícito de lo que comunica la familia no coincide con el con-
tenido analógico (no verbal). Evidentemente, ello puede ocurrir en algún mo-
mento de la sesión. Sin embargo, cuando nos encontramos con ello con una
cierta reiteración, cuando forma parte del modo comunicativo de la familia,
empezamos a temer que la comunicación paradójica forme parte del conjunto
de reglas que la familia utiliza en su interacción. Por ello, adoptar nosotros
también esa modalidad pretende forzar la dinámica hacia una vía diferente y
más funcional.
callejón sin salida, ya que cualquier estrategia de cambio será invalidada por
ser amenazante para las reglas homeostáticas. Por ello, el sistema terapéutico
practicará una de las modalidades estratégicas básicas, forzar�el�cambio�sin
pelearse, redefiniendo y reencuadrando lo que ocurre desde la perspectiva del
sistema, ofreciendo un horizonte apetecible, pero alejándolo del sistema por
definirlo como no preparado y maduro para alcanzarlo.
Para poder construir una intervención paradójica (Pagg, 1988), los pasos son
los siguientes:
«Carmen,
Después de haber realizado varias sesiones contigo y con tu familia, nos gustaría trans-
mitirte nuestra profunda admiración. Por un lado, admiramos de ti el sacrificio que ha-
ces por tu familia y la protección que ejerces para evitar cualquier cosa negativa que les
pueda hacer daño. (Redefinición)
Admiramos también la capacidad que tienes de conseguir que tu familia deje a un lado
su voz para que solo se escuche la tuya, a la que consideras más madura y sabia. Por otro
lado, de tu familia admiramos la capacidad de proteger a los débiles, hasta el punto de
llegar a expulsar a algunos de los vuestros, si su voz no coincide con el sentir general, y
que esta expulsión sea aceptada sin queja por parte de nadie.
© FUOC • PID_00277003 21 Técnicas avanzadas de intervención sistémica
Pese a que crees que esta sobreprotección favorece el cuidado de tu familia, en el fondo
estás siendo egoísta, ya que tu sacrificio no está dirigido a cuidarlos a ellos, sino, en
realidad, a ti misma. (Provocación)
Así pues, puedes estar tranquila, si sigues así conseguirás que toda tu familia se vuelva
tan ciega como tu madre y, de este modo, podrás seguir decidiendo sobre ellos como lo
haces con tu progenitora.» (Prescripción)
dar por hecho que te vas a sentir mal. Asumir simplemente esa certeza y,
al menos, acabar con la duda».
Como vemos, este tipo de estrategias plantean una cierta ambigüedad comu-
nicativa. Esa ambigüedad permite explicitar el juego familiar y mantener una
buena relación terapéutica, ya que, al aseverar diferentes hipótesis a través de
diversos estratos comunicativos, amparados, además, en muchas ocasiones en
la opacidad de trabajar en equipo, franquea la posibilidad de derrapar a los
terapeutas, sin chocar de lleno en las defensas familiares. Así, la propuesta de
esbozar una nueva narrativa para que la familia dibuje formas reconocibles
pero variadas a su historia es puesta en escena como parte del protocolo del
cambio.
2.4. La metáfora
• La�analogía: una cosa se asemeja a otra («El hecho de que su hijo duerma
con usted nos hace pensar en hasta qué punto su hijo parece realmente
su marido»).
Una anécdota personal que en alguna ocasión explico, cuando alguien se queja
de que el cambio no es fácil y requiere esfuerzo, es la siguiente:
«Estaba un día en mi consulta y me tropecé con una alfombra, con tan mala suerte que
me hice un esguince en el pie derecho. No podía apoyarlo. Además, no tenía a mano, en
ese momento, una muleta y no podía marcharme hacia el ambulatorio porque esperaba
un grupo de alumnos que venían en quince minutos, por primera vez, a un espacio
de supervisión. Cuando llamaron a la puerta y fui a abrirles, fui consciente de que no
podía caminar. Me explico. Tomé consciencia de que, primero, normalmente, apoyo el
pie derecho en el suelo y, luego, el izquierdo. Así que, cuando intentaba caminar, me
quedaba bloqueada. Entonces pensé que si, en una cosa tan sencilla, cuando pretendemos
hacerla de una forma distinta, necesitamos poner toda nuestra atención, en cosas más
importantes cómo pretendemos que nos salga automáticamente».
• Presenta un�problema.
• Ofrece recursos (aprendizajes y descubrimientos por parte del protagonis-
ta).
• Obtiene algún tipo de resolución que transforma al protagonista.
Así:
© FUOC • PID_00277003 26 Técnicas avanzadas de intervención sistémica
Isla Presente
En Isla Presente vivían Ahora y Preocupado. Preocupado pasaba las horas pensando qué
sería de él. Sabía que allí estaba de paso, que allí no se podía quedar y tenía que lanzarse
al mar, y eso le angustiaba porque no sabía hacia dónde le llevaría la corriente marina.
Preocupado, pasaba horas pensando qué habría más allá del horizonte.
Y así, Preocupado iba pasando los días. Mientras, Ahora disfrutaba de Isla Presente. Ahora,
consciente de lo confortable que le resultaba el calor del sol, decidió que cada día tomaría
un ratito el sol. Ahora también disfrutaba mucho escuchando el sonido de las olas del
© FUOC • PID_00277003 27 Técnicas avanzadas de intervención sistémica
mar que se mezclaba entre los sonidos que hacían las gaviotas y los pájaros singulares
de la isla. Y le decía a Preocupado:
Pero Preocupado no podía escuchar la música, porque tenía que pensar «qué había más
allá del horizonte». Ahora una noche tuvo un sueño, «Ir más allá del horizonte». Por la
mañana, al despertar, estaba eufórico, ¡tenía un nuevo proyecto! Ahora, consciente de
sus limitaciones, sabía que no podía ir nadando, así que miró a su alrededor y con los
recursos que tenía empezó a construir una barca. Decidió qué dirección quería tomar y se
puso a navegar. Cruzó el horizonte y llegó a Isla Futuro. Tras él, a lo lejos, arrastrado por el
oleaje, llegaba Preocupado. La isla era un espejo. Ahora, al verse reflejado, se sorprendió
de su tamaño. ¡Había crecido mucho! Pero reconocía su cuerpo. Cada centímetro era una
experiencia vivida, una emoción sentida o una decisión tomada. Todo formaba parte de
la imagen que le reflejaba Isla Futuro. Ahora, entusiasmado, gritó a Preocupado:
3. Prescripciones y tareas
mensaje para todas las personas que conforman el núcleo familiar (uno para
cada uno), resaltando algún aspecto de la actitud o el comportamiento que les
ha gustado. Es inevitable que mejore la relación familiar.
2)�Tareas�dirigidas�a�modificar�(perturbar,�interrumpir�o�incluso�revertir)
interacciones�negativas. Lógicamente, para ello necesitamos conocer el valor
homeostático del síntoma o la pauta sintomática o relacional que necesitamos
cambiar. Un ejemplo de tarea directa de este estilo sería que, una vez a la se-
mana, una madre y una hija que, en el presente, tienden a comunicarse a tra-
vés del padre, salgan a tomar algo o al cine solas, con el fin de que establezcan
una relación sin intermediarios, mientras el padre se va a hacer una partida
de dominó con sus amigos.
Erickson se le acercó un día y le preguntó si tenía experiencia como carpintero (es sabi-
do que el padre de Jesús, San José, era carpintero). El paciente dijo que sí, y Erickson le
dijo entonces que necesitaba ayuda y le preguntó si quería echarle una mano. Nuestro
paciente se mostró colaborador, cosa que aprovechó Erickson para ponerlo a trabajar y lo
puso a construir una librería para la biblioteca de Psicología. Ello potenció que los sínto-
mas de «Jesús» se canalizasen y estuviese más compensado. En este ejemplo vemos cómo
Erickson utiliza sus creencias y marcos de referencias para canalizar la sintomatología y
reconducir la resistencia al cambio.
• Cambiar la frecuencia�o�velocidad�del�síntoma�o�de�la�pauta-síntoma.
Por ejemplo, se puede programar a una persona con comportamientos
compulsivos para que, cada día, cambie la frecuencia en que efectúa ese
comportamiento, dándole una pauta de frecuencias diaria, a practicar, des-
de el espacio terapéutico.
• Cambiar el momento (del día, de la semana, del mes, del año) del síntoma
o de la pauta-síntoma. Ya hemos comentado más arriba la tarea de despla-
zamiento a una hora del día en el caso de la preocupación obsesiva.
© FUOC • PID_00277003 31 Técnicas avanzadas de intervención sistémica
y cerrar la puerta, unos pasos de baile y, luego, podía volver abrir y cerrar
la puerta.
Pero ¿cuándo sería interesante hacer una prescripción paradojal? Según An-
dolfi (1985) sería conveniente:
Una clienta apareció por un duelo de pareja. Ella se había implicado mucho en la relación.
Su pareja no tanto. Hicimos un trabajo de duelo al modo tradicional. Cuando estábamos
a punto de cerrarlo, un día de casualidad se encontró con él. Tras ello, la clienta llegó
muy enfadada a la sesión. Relató que, aunque ella no había sentido nada especialmente
y ello la hacía estar contenta, se encontraba indignada porque, al día siguiente de la
coincidencia, él le envió un mail donde le expresaba que estaba muy feliz de que ella
estuviera bien, ya que le sabía mal que ella se hubiera involucrado tanto en una relación,
cuando, para él, la relación no había tenido demasiada relevancia. La tarea que se le
propuso fue que cogiera un rollo de papel de váter y que, en él, escribiera el nombre de
su ex. Luego debía doblarlo bien y guardarlo en una bolsa. Cada vez que necesitara ir
a defecar, se debía limpiar con ese papel y, cuando tirara de la cadena, debía decir «a la
mierda». Al cabo de quince días, dijo haber cerrado esa relación definitivamente.
Como se ve, las tareas y las prescripciones son grandes recursos terapéuticos
que pueden ayudar a las familias, a las parejas o a las personas a dar grandes
saltos a la hora de enfrentarse a sus dificultades.
© FUOC • PID_00277003 34 Técnicas avanzadas de intervención sistémica
(4)
En realidad, a través de lo analógico, pretendemos simplemente aplicar una La intensificación del estrés pre-
4 tende provocar movimientos rees-
estrategia típicamente sistémica, la de la intensificación�del�estrés (Minu- tructuradores en las pautas de fun-
chin,1977). No obstante, debido a la forma de funcionar de ciertas familias, cionamiento familiar, mediante el
bloqueo de las formas habituales
algunas veces resulta complicado implementar esa estrategia en su forma más de comunicarse y relacionarse, in-
citando a que la familia deba ha-
habitual y hemos de forzar que, utilizando otro tipo de lenguaje (Navarro Gón- llar estilos nuevos, más cómodos y
gora y Beyebach, 1995): ajustados a sus circunstancias.
• Se�pongan�de�manifiesto�situaciones�o�relaciones�que�a�la�familia�le
cuesta�observar,�concretar�y�modificar. A través de encontrarse con la
evidencia, no puede escapar y deberá tomar una postura diversa, sea la
que sea.
• Se�propicie�la�cooperación de la familia que, hasta ese momento, había
cerrado puertas, como hemos dicho más arriba.
• Se�aumente�la�intensidad�de�un�mensaje�central�(Minuchin y Fishman,
1984) con la finalidad de producir el cambio.
• Se�incremente�la�duración�del�impacto�del�mensaje debido a la función
evocativa emocional que tienen los objetos, dramatizándolo.
© FUOC • PID_00277003 35 Técnicas avanzadas de intervención sistémica
En estos casos, pedimos a los miembros de la familia que creen algún tipo de
material (escudo familiar, las máscaras que cada uno lleva en su casa, la brú-
jula de los valores familiares, que construyan genogramas con emoticonos o
muñequitos, etc.). Nuestra intención es que empiecen a hablarnos de sus va-
lores, de su forma de funcionar. Así, podremos detectar sus narrativas domi-
nantes, los etiquetajes que hacen servir para regular su funcionamiento y, de
este modo, intentaremos explorar el grado de rigidez y flexibilidad a la hora
de adaptarse a las diferentes circunstancias, utilizando, para ello, las preguntas
circulares. Aquí tenemos ejemplos de escudos, máscaras y genogramas:
El eje vertical se emplea, sobre todo, para remarcar cuestiones de poder. Por
ejemplo, es interesante utilizar la verticalidad�ante�situaciones�de�comple-
mentariedad�rígida�en�pareja, señalando la posición up y la down con arriba
y abajo: los que están up sentados mucho más arriba (por ejemplo, subidos en
una escalera, taburete alto), y los que están down sentados mucho más abajo
(cojín en el suelo, sillita), ambos con la tarea de seguir conversando normal-
mente. El efecto esperado es que la incomodidad se vaya instalando y la ob-
viedad del mensaje que se quiere señalar abra la puerta a poder hablar de ello
de forma más franca y abierta.
sala, con las manos en las orejas, etc. En realidad, se trata de magnificar ciertos
aspectos del funcionamiento para potenciar la incomodidad de la familia a
continuar del mismo modo, a través de hacer explícito lo evidente.
Los juguetes (por ejemplo, muñecos, Playmobils, etc.) pueden ser muy útiles
como espejo metafórico de dinámicas relacionales de la familia. La técnica
consiste en proporcionar a la familia dichos juguetes para que representen
y simbolicen una cierta interacción clave. El objetivo final es descolocar, in-
comodar y provocar una rebelión interna hacia el posicionamiento de cada
miembro en la dinámica actual.
Las pautas principales para llevar a cabo ese trabajo (Pubill, 2018) son las si-
guientes:
2) Una vez escogido el objetivo, deberemos tener un buen baúl lleno de cachi-
vaches�para�poner�en�práctica�nuestra�estrategia�externalizadora (coronas,
pistolas, hachas, delantales, plumeros, corazones, tiritas, varitas mágicas) para
poder acertar más la escenografía de lo representado.
4)�Ante�el�cambio�de�posiciones,�el�terapeuta�toma�la�batuta e introduce
discursos facilitadores de reencuadres y redefiniciones, que establezcan puen-
tes propicios entre síntoma y sistema y que conlleven la posibilidad de inter-
vención terapéutica.
Un ejemplo de la aplicación de esta técnica sería, en una sesión de pareja en que conti-
nuamente se tiran en cara reproches y se descalifican, entregar a uno de ellos una pistola
y situarlo apuntando a su pareja, y al otro, un hacha, poniéndole el gesto de ataque en el
brazo. Eso haría que fueran bajando la intensidad del ataque y que pudiéramos establecer
una dinámica más flexible y enriquecedora a nivel relacional.
© FUOC • PID_00277003 38 Técnicas avanzadas de intervención sistémica
Una vez escogido el objeto, se pone en las manos de uno de los miembros
de la familia, acompañándolo de una frase que contiene una sugerencia hip-
nótico-emocional («Este es tu corazón; sostenlo. Si le prestas atención, tiene
muchas cosas que decirte»). Es importante salir de la escena, que el terapeuta
se aparte para que el foco esté en el juguete y, así, la persona proyecte en él sus
dificultades. Si la persona se bloquea, el terapeuta tiene que ayudarla hacién-
© FUOC • PID_00277003 39 Técnicas avanzadas de intervención sistémica
dole preguntas breves y concisas que la centren. Una vez acabe de hablar esa
persona, se pasa el objeto a otro miembro de la familia, intentando mantener
el clima emocional.
4)�Para�trabajar�de�forma�circular�y�creativa�sobre�modificaciones�en�las
relaciones. Se trataría de introducir juegos para que la familia aprenda a re-
lacionarse de forma diversa. Eso ya se ha utilizado en las tareas terapéuticas
(Beyebach y Herrero de la Vega, 2010) pero no se ha practicado tanto en el
setting terapéutico.
Para poder llevar a cabo esta técnica es preciso que el objetivo esté bien defini-
do para escoger un juego que conduzca a este fin y, también, tener en cuenta
las características de las familias (dificultades físicas, tono vital, capacidad de
dejarse llevar, valores, etc.), y el espacio en que se llevan a cabo las visitas, ya
que algunos juegos necesitan de exploración o hacer ruido y, por lo tanto, no
todos los juegos se pueden realizar en ciertos espacios.
Un ejemplo de este tipo de trabajo es pedir a una pareja, con dificultades para llegar a
acuerdos como padres, que construyan un castillo. Se les unen los brazos (el izquierdo de
él y el derecho de ella), con la intención de transmitir que son uno. Sin embargo, cada uno
construye el castillo a su manera sin comunicar su forma de hacer y su intención al otro,
y la construcción queda como un guiñapo. Se hace una analogía entre su forma de hacer
el castillo y la forma en que afrontan la crianza de la niña. Ellos lo captan y comienzan
a comunicarse y a pactar. Su construcción la definen como «fuerte y bonita». Desde ahí,
se trabaja para que aprendan a utilizar la experiencia en la negociación cotidiana.
5. Rituales terapéuticos
(5)
¿A qué nos referimos cuando hablamos de ritual? Un ritual es una serie de El cambio de tipo 2 es aquel en
el que se da un cambio cualitati-
procedimientos que, utilizando el pensamiento mágico (pensamiento que se
vo en la familia, modificándose las
activa en momentos de incremento del estrés), favorecen las transiciones a reglas estructurales que regulan el
funcionamiento familiar (Palo Alto.
nivel emocional en la familia, ayudándola a dar un salto tipo 25. Ya sabemos Modelo Estratégico)
que el pensamiento mágico es el más característico entre los dos y los siete años
(Piaget, 1961). Sin embargo, en las situaciones de mucha tensión, tanto los
niños como los adultos pueden regresar a este tipo de funcionamiento. Pensad
en un examen: ¿cuánta gente lleva su bolígrafo de la suerte o la estampita de
un santo?
Por lo tanto, nuestro objetivo, cuando trabajamos con rituales, es generar una
situación que ayude a la familia a salir de su forma de funcionamiento habi-
tual, creando las condiciones de trabajo para que puedan entrar en un estado
de conciencia distinto. Ello facilitará la activación del pensamiento mágico y
la posibilidad de vehiculizar el cambio de forma natural, ecológica y sencilla.
• Dificultades en el cambio�de�etapa�de�ciclo�vital.
• Rotación jerárquica de algún hijo con respecto al subsistema parental: so-
breprotección a través del síntoma.
• Cambios contextuales del entorno familiar: cambio de ciudad, colegio.,
etc.
• Duelo cronificado o duelo con dificultades de afrontamiento familiar (due-
lo de niños, duelo de alguno de los progenitores en familia con niños pe-
queños).
• Agravios diversos: traiciones, deslealtades, adulterio...
• Incorporación de miembros nuevos a la familia: familia reconstituida, na-
cimiento de un bebé.
• Divorcios y separaciones.
• Superar un problema/síntoma.
© FUOC • PID_00277003 43 Técnicas avanzadas de intervención sistémica
2) El ritual debe tener una estructura que recoja los pasos indispensables pa-
ra que la transformación ocurra. Ello significa activar el tiempo familiar, uti-
lizando la narración de un proceso de cambio cualitativo, que permita crecer
sin romper.
• Una�parte�cerrada�que�marca�su�formalismo�y�conduce�a�su�finalidad.
Son pasos lógicos, y es esa lógica la que propicia que se caminen sin reti-
cencias. Resuelven�la�contradicción�hacia�el�cambio, ya que contienen
en lo analógico aquello que, primariamente, está en la base de la dificul-
tad. Recordemos que esto ya se ha redefinido cuando preparamos el tra-
bajo con el ritual.
Es importante tener en cuenta que en los rituales parte del trabajo preparatorio
implica que la familia haga�algo�repetidamente�que�se�salga�de�lo�habitual
y que, en las ceremonias, es importante servirse de símbolos para ayudar al
lenguaje más evocativo y dramático. Pensemos que necesitamos que entren
en un tipo de pensamiento distinto.
El procedimiento es el siguiente:
Sin embargo, algo que hemos de tener muy en cuenta es que, a mayor�en-
quistamiento�en�el�problema,�mayor�preparación�necesita�la�concreción
en�un�cierre-ceremonia�del�ritual, ya que el proceso emocional a vivir para
su resolución es más complejo.
Tabla 1. Esqueleto del procedimiento para trabajar con rituales en cierto tipo de dificultades
Luisa y Margarita son tía (segunda) y sobrina. Luisa tiene treinta y dos años y Margarita
diez. La primera tiene la custodia de la segunda desde hace dos, tras un largo recorrido
en que Margarita ha ido de una mano a otra, sufriendo abandonos (de su madre –por
adicción a las drogas y trastornos mentales graves– y de su padre) y malos tratos emocio-
nales y físicos (por parte de su padre, de las diferentes compañeras de su padre, de su
abuela paterna). La lucha de Luisa y sus padres por la niña ha marcado la juventud y los
primeros años de adulta de Luisa. La demanda que la tía nos hace tiene que ver con todo
el dolor que ha vivido la niña. Teme que todo ello estalle en la adolescencia y deteriore
la relación tan especial que tienen. Acuden a la primera visita las dos. Son realmente una
«pareja» encantadora. Se parecen a la maestra y a la niña en la película Matilda.
Decidimos convocarlas a las dos y nuestro objetivo en esta sesión es doble: ayudar a que
la niña muestre su dolor y, por otra parte, reforzar la relación entre tía y sobrina. Para
ello, preparamos una sesión ritualizada. El formato será el siguiente.
Acción Objetivo
Redefinición del trabajo: curar heridas del Enlazar el trabajo con la resolución de po-
corazón como forma de dejar atrás el pa- ner en marcha el tiempo.
sado.
Dar tiritas a Luisa y que con ellas una los Permitir a Luisa explicarle a Margarita qué
trozos de corazón, explicando cada vez es lo que ha hecho y está haciendo para
que pone una tirita qué ha hecho o está reparar todo ese dolor.
haciendo para curar esa herida.
Acción Objetivo
Margarita expresa qué siente ante el cora- Ayudar a Luisa a recibir agradecimiento.
zón de Luisa.
La terapia continuó convocando a la niña y trabajando con ella con la técnica de los
círculos (Asen y Tomson, 1997), a la que integramos añadir muñecos Disney para perso-
nificar a las personas más relevantes. A destacar algunas cosas que sucedieron:
• A su padre lo puso fuera del círculo más grande: «No se merece ser mi padre por como
me ha tratado» (lo decía sin rabia y con mucha asertividad). El muñeco elegido fue
un Pachá.
• A su madre, la representó a una distancia media. Era la Sirenita: «No sé nunca cómo
estará y si estará porque está enferma».
• A su tía, la posicionó muy cerca de sus padres. Luisa era la mamá de los Increíbles, su
madre era la Blancanieves y el padre de Luisa era Batman.
• A ella, se construyó como la reina de Blancanieves. Cuando le preguntamos sobre
ello, nos respondió que, a veces, no tenía buenos sentimientos sobre algunas personas
y que creía que eso la hacía mala.
Nuestra devolución fue dirigida a tranquilizarla sobre lo que sentía. En este sentido, se le
explicó que le habían pasado cosas muy duras ya desde bebé, y que había notado las aris-
tas de la vida antes de tiempo, sin que estuviera preparada para atravesarlo y entenderlo.
Por ello, sentía algo que sus amigos empezarían a notar muy pronto: ambivalencia. Eso
no�la�hacía�mala�sino�humana.�No�se�puede�ser�bueno�totalmente�o�malo�totalmen-
te.�Solemos�estar�en�el�gris.�Ella�era�sabia�y�más�madura�de�lo�que�le�correspondía.
La próxima reunión fue con la tía. Le propusimos un juego. En un bol, tenía que ir me-
tiendo pelotas de ping-pong. Cada pelota era un miedo con respecto a lo que podría
ocurrir con Margarita. Puso unas cinco relacionadas con las heridas de la niña y la posi-
ble adolescencia a la que tenerse que enfrentar. Después le dimos una jarra de agua, le
dijimos que tirara un chorrito de agua por cada cosa compartida, por cada herramienta
que una u otra poseía como habilidad o capacidad. Tanta agua como importante fuera
lo compartido o la herramienta. En nada, las pelotas salieron del bol. Luisa entendió que
sus miedos no tenían fundamento. Para finalizar la sesión, le enseñamos las fotografías
del círculo y del camino de la vida que Margarita había realizado en las visitas. Se puso a
llorar al verlas y expresó que comprendía ahora que todo iba bien.
Decidimos cerrar las sesiones con una visita conjunta, en la que les agradecimos, de todo
corazón, habernos dejado participar de una relación tan maravillosa como la que tenían.
© FUOC • PID_00277003 48 Técnicas avanzadas de intervención sistémica
Resumen
En esta asignatura hemos trabajado con técnicas que son fruto de la integra-
ción de muchos modelos de intervención psicoterapéutica. El ser efectivo en
un setting terapéutico depende, en gran parte, de la capacidad del terapeuta de
ser flexible a la hora de adaptarse a la familia que tiene delante. Eso requiere el
dominio de la maleabilidad de las hipótesis y de las estrategias que hemos de
afrontar en el camino del cambio. Los psicólogos también tenemos que salir
continuamente de nuestra zona de confort. Las familias, de hecho, también
potencian la danza del péndulo con nosotros: nos hacen sentir que nos siguen
y, luego, se apartan para que tengamos que ir más allá de lo que creemos que
sabemos y dominamos. Eso es el crecimiento como profesional.
Bibliografía
Andolfi, M. (1985). Terapia Familiar (1ª ed. 1977). Barcelona: Paidós.
Bandler, R. y Grinder, J. (1979). The Structure of Magic. Palo Alto, California: Science & Beha-
vior Books.
Beyebach, M. y Herrero de la Vega, O. (2010). 200 tareas de terapia breve. Barcelona: Herder.
Burns, G. W. (2005). El empleo de las metáforas en Psicoterapia. 101 historias curativas. Barce-
lona: Masson.
Gaspar, L. (2019). Ahora. Cuento incluido en la Memoria Final del Máster en Terapia Cogni-
tivo-Social. Barcelona: Universitat de Barcelona.
Gonis, O. y Urieta, P. (2019). Devolución Paradoja. Trabajo del Máster en Terapia Familiar
Sistémica. Girona: Universitat de Girona.
Piaget, J. (1961). La formación del símbolo en el niño: imitación, juego y sueño, imagen y represen-
tación. Madrid: Fondo de Cultura Económica.