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en diferentes
ámbitos de
aplicación
PID_00274994
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© FUOC • PID_00274994 La intervención en diferentes ámbitos de aplicación
Índice
Objetivos....................................................................................................... 5
1. Intervención en familias................................................................. 7
1.1. Enfoques de terapia familiar ....................................................... 7
1.1.1. Modelos conductuales ................................................... 8
1.1.2. Modelos psicoeducativos ............................................... 8
1.1.3. Modelos psicodinámicos ............................................... 10
1.1.4. Modelos cognitivos ........................................................ 10
1.1.5. Modelos experienciales .................................................. 10
1.2. La entrevista familiar .................................................................. 11
2. Intervención en grupos.................................................................... 14
2.1. Introducción ................................................................................ 14
2.2. Acercamiento histórico a la terapia de grupos ........................... 14
2.2.1. El origen: los grupos psicopedagógicos ......................... 14
2.2.2. Los grupos terapéuticos ................................................. 15
2.2.3. Los grupos de crecimiento personal .............................. 16
2.2.4. La expansión y la consolidación de las técnicas
grupales .......................................................................... 16
2.3. Concepto de terapia de grupo .................................................... 17
2.4. Modalidades y aplicaciones de la terapia de grupo .................... 18
2.4.1. La terapia en grupo ....................................................... 18
2.4.2. La terapia de grupo ....................................................... 20
2.4.3. Coterapia grupal ............................................................ 20
4. Intervención en la vejez................................................................... 35
4.1. ¿Es viable la intervención psicoterapéutica en la vejez? ............. 35
4.1.1. Adaptaciones de la intervención psicoterapéutica
para su aplicación en la vejez ....................................... 37
4.2. Presencia de la intervención psicoterapéutica en la vejez y
los resultados de la investigación ............................................... 39
4.3. El trabajo con la reminiscencia y la revisión vital ...................... 40
4.3.1. ¿Qué es la reminiscencia? ............................................. 40
4.3.2. ¿En qué consiste la revisión vital? ................................ 41
4.3.3. ¿Para qué es útil una psicoterapia de reminiscencia y
revisión vital? ................................................................ 41
4.3.4. Grupos de autobiografía guiada .................................... 41
Bibliografía................................................................................................. 45
© FUOC • PID_00274994 5 La intervención en diferentes ámbitos de aplicación
Objetivos
1. Intervención en familias
Desde este punto de vista, los síntomas se consideran parte de ese patrón co-
municacional y, en consecuencia, una característica del sistema y no única-
mente de quien lo sufre. Por tanto, se tiende a trabajar con toda la familia y a
orientar la intervención hacia la alteración de los patrones de interacción fa-
miliar en que el síntoma cobraba su sentido. Desaparece, así, el paciente como
objeto de la intervención y también el terapeuta, ya que se suele trabajar en
equipo. La relación terapéutica, el eje de la psicoterapia para algunos modelos,
ya no es algo que ocurre entre terapeuta y cliente, sino entre un equipo y una
familia. Las sesiones de terapia, entre seis y veinte (según los formatos), suelen
ser algo más largas, pero también más espaciadas en el tiempo.
Desde los años setenta, el modelo conductual también trabaja con familias,
esencialmente para regular los refuerzos que se administran recíprocamente,
en especial los padres, en la educación de los hijos con problemas. En muchas
ocasiones, esos padres se definen como "coterapeutas" que aplican en casa un
programa de refuerzo diseñado por el terapeuta. Últimamente, también se han
desarrollado programas de tratamiento para parejas o para adolescentes con
problemas (por ejemplo, delincuentes).
• trabajo en equipo,
En este contacto previo, que suele durar entre 10-20 minutos, a menudo el
informante de la familia también cuenta su visión y quizá lo que opinan otros
miembros.
Hay que tener en cuenta que el enfoque no se centra en el individuo que pre-
senta síntomas, el cual se considera paciente�identificado, puesto que es el
que el sistema ha designado como paciente. La terapia se centra en el sistema,
en quienes participan en sus patrones de interacción. Por este motivo se con-
voca a la familia –siempre que eso sea posible– aunque el problema aparezca
como individual.
Por otra parte, algunas veces es el paciente identificado quien no quiere acudir
o no está disponible (problemas psicóticos, drogadicción, delincuencia, con-
flictos familiares graves), y aun así se convoca a la familia. Ésta es una de las
pocas modalidades de terapia que permite trabajar aunque el paciente no co-
labore; lo que se necesita es que lo haga la familia. Si ellos cambian el patrón
interaccional, ese hecho afectará al paciente. Quien sí suele ser imprescindible
es el demandante, al menos en una primera sesión; es decir: la persona que
realiza la petición de hacer terapia. También se estudia el papel del derivante
–persona o profesional– que indica la necesidad de hacer psicoterapia, o con-
cretamente terapia familiar.
© FUOC • PID_00274994 13 La intervención en diferentes ámbitos de aplicación
• Dentro se escribe la edad, excepto cuando han fallecido (en ese caso se escribe al
margen la fecha de fallecimiento).
• Los vínculos de pareja se representan con una línea que une a dos miembros (si es
un noviazgo en líneas de guiones).
• Las separaciones se indican con un segmento inclinado que cruza la línea de pareja
(dos segmentos en caso de divorcio).
Actividad
2. Intervención en grupos
2.1. Introducción
Así pues, acto seguido presentamos un breve esbozo histórico que dará paso
a una conceptualización de terapia de grupo y, finalmente, a sus modalidades
y aplicaciones básicas. El trabajo de Villegas (1997) ha servido de guía para
orientarnos en este recorrido.
Más adelante, el mismo Pratt y otros médicos como Chapel y Buck extendie-
ron este método a otros colectivos de enfermos con trastornos orgánicos. Se
procedió de la misma manera con los pacientes esquizofrénicos de hospitales
psiquiátricos. Destaca el método de Lazell, que consistía en hacer conferencias
a los pacientes y en implicar a todo el grupo en la discusión posterior.
Moreno�y�las�técnicas�psicodramáticas
El�psicoanálisis�grupal
Freud nunca trató con grupos con el fin de evitar la influencia despersonifi-
cadora que podían ejercer. Aun así, otros psicoanalistas dieron soporte a es-
ta técnica (como, por ejemplo, Adler) y, de hecho, una situación de urgencia
como es la guerra llevó al uso del psicoanálisis en la terapia de grupos. Así,
autores como Simmel y Foulkes trataron a grupos de pacientes con neurosis
traumática.
© FUOC • PID_00274994 16 La intervención en diferentes ámbitos de aplicación
Otros autores destacables son Slavson y Bion. Slavson publicó en 1950 el pri-
mer manual de psicoterapia analítica de grupos (Analytic group psychotherapy),
mientras que Bion (1961) fue pionero en la conceptualización de una menta-
lidad y cultura de grupo.
Finalmente, debemos advertir que en esta época hubo otras técnicas de tera-
pia de grupo (diferentes de las del movimiento del potencial humano o la
psicología transpersonal) como los grupos de encuentro de Rogers, el análisi
transaccional de Berne o la terapia gestáltica de Perls.
El�elemento�definitorio�de�un�grupo�terapéutico�es�su�finalidad. Es un ins-
trumento que permite fenómenos experienciales diferentes de una relación te-
rapeuta-cliente, con lo que, en ciertos casos, permitirá una mejor consecución
de objetivos determinados o la satisfacción de unas necesidades específicas.
Reflexión
Básicamente, a la hora de escoger entre una modalidad y otra hay que consi-
derar los beneficios que podría reportar dependiendo del caso, considerando
si a aquella persona en particular le resultará más positivo un tratamiento per-
© FUOC • PID_00274994 18 La intervención en diferentes ámbitos de aplicación
Recordad que, más allá de los intereses o las limitaciones del terapeuta,
lo más importante es considerar qué puede resultar más adecuado y
beneficioso para el cliente en el momento de elegir entre un tipo de
terapia individual o grupal.
Los tipos de terapia grupal son distintos teniendo en cuenta aspectos como el
tipo de grupo (primario/secundario, autogestionado/heterogestionado, etc.),
el papel del terapeuta o el protagonismo que adquiere el paciente. Por tanto,
partiendo de esta base, podríamos distinguir tres modalidades básicas: la tera-
pia en grupo, la terapia de grupo y la coterapia grupal.
El�psicodrama
© FUOC • PID_00274994 19 La intervención en diferentes ámbitos de aplicación
Por otra parte, han aparecido evoluciones del psicodrama de Moreno ("clási- Bibliografía
co"), como es la integración del psicodrama en el psicoanálisis, en las que cier-
J. Rojas Bermúdez (1997).
tos aspectos básicos reciben modificaciones. Por ejemplo, los grupos son más Teoría y técnica psicodramáti-
pequeños (sentados en círculo), no hay recursos escenográficos, se utiliza la cas. Barcelona: Paidós.
Una obra muy actualizada
transferencia y la contratransferencia, etc. sobre el trabajo psicodramáti-
co en grupo.
La�terapia�gestáltica
El�análisis�transaccional�(AT)
El�grupanálisis
Cabe decir que esta técnica, por sus características, puede resultar inadecuada
en determinados casos: personalidades paranoicas, histriónicos o depresivos
graves de tipo psicótico.
En este tipo de terapia, todos los miembros del grupo actúan como terapeutas,
de manera que el profesional o no existe o ejerce un papel puramente auxiliar.
Tal es el caso de los grupos de encuentro y los grupos de autoayuda.
Los�grupos�de�encuentro
Las reglas esenciales en esta modalidad de terapia son las siguientes: respon-
sabilizarse de los propios pensamientos y sentimientos; expresar las emocio-
nes tal como son (desagradables o agradables, sin censuras ni exageraciones)
y proporcionar/recibir realimentación. La realimentación, o manifestación de
la reacción interna que ha provocado la persona en los otros miembros del
grupo, es un aspecto relevante que debemos tener en cuenta no sólo en esta
modalidad terapéutica, sino también en la terapia de grupo en general.
© FUOC • PID_00274994 21 La intervención en diferentes ámbitos de aplicación
Los�grupos�de�autoayuda
Asimismo, se han generado varios grupos de autoayuda en los que las personas Bibliografía
comparten una problemática determinada. Sería el caso de grupos de personas
Villegas, M. (1997). Grupos
con algún tipo de enfermedad (sida, cáncer, etc.) o de otras que comparten en la clínica. En P. González
cierta condición social (grupos feministas, de separados, veteranos de guerra, (Comp.) Psicología de los gru-
pos: Teoría y aplicación. Ma-
etc.). Estos tipos de grupos también pueden recibir el nombre de grupos de drid: Síntesis.
ayuda mutua. En este trabajo podéis encon-
trar de una manera resumi-
da gran parte de los conteni-
dos de este apartado. La bi-
bliografía en grupos es muy
Las modalidades de terapia de grupo son diversas, en función del tipo extensa, por lo cual nos pa-
de grupo y del papel ejercido tanto por el cliente como por el terapeuta. rece que esta obra puede ser
una buena guía orientadora.
Vinogradov, S. e Yalom, I.
Podemos distinguir tres modalidades básicas: la terapia en grupo, la te-
(1990). Guía breve de psicote-
rapia de grupo y la coterapia grupal. rapia de grupo. Barcelona: Pai-
dós.
Recordad los aspectos básicos de cada una de las modalidades y los au- Una obra breve y concisa que
plantea los principios básicos
tores más relevantes. del trabajo grupal sin decan-
tarse demasiado por ningún
modelo u orientación.
© FUOC • PID_00274994 22 La intervención en diferentes ámbitos de aplicación
3.1. Introducción
Una de las características más específicas del trabajo psicoterapéutico con ni-
ños y adolescentes es la cantidad de personas o colectivos implicados en la
demanda. Consideramos este factor detenidamente, puesto que la evolución
del proceso psicoterapéutico tendrá mucho que ver con la gestión de los fac-
tores relacionales y contextuales del caso.
Información proce- Útil para conocer el comportamiento del niño con re-
dente de la escuela lación a las normas propias de su grupo de edad (fun-
cionamiento académico, interacción social con sus
compañeros y con adultos externos a la familia del ni-
ño, estilo de comunicación social, etc.).
Información procedente del niño La mejor vía para la comprensión del estilo de pensa-
miento y de las emociones del niño (autoestima, auto-
concepto, ansiedad, depresión, soledad, etc.).
Pero ¿qué sucede cuando la derivación proviene del entorno escolar y la de-
manda de la escuela y la de la familia no coinciden? En tal caso es�importante
que�intentemos�conciliar�la�demanda�de�la�familia�y�la�de�la�escuela, pues-
to que si nos aliamos con una de las dos partes e ignoramos o rechazamos a la
otra, es muy probable que se produzcan desencuentros o fricciones entre los
padres y la escuela o con el propio psicólogo que interfieran negativamente
en el proceso terapéutico del niño. Cuanto más consensuada sea la demanda
entre las personas significativas para el niño, más probable es que los éxitos
que vaya logrando en terapia se validen relacionalmente, y eso facilitará que
dichos éxitos se consoliden y se generalicen a los distintos ámbitos de la vida
del niño.
Ahora proponemos una serie de interrogantes que es útil que nos planteemos
al inicio de cada proceso terapéutico con niños y adolescentes, sobre todo en
aquellos casos en los que la derivación provenga del entorno escolar:
• ¿Qué sabe el niño de la demanda que efectúan los padres y/o la escuela?
¿Qué percepción tiene de sí mismo y de su problema?
Reflexión
• ¿El terapeuta debería acudir a reuniones en las que se excluye al niño de la discusión
sobre su propia vida?
• En caso de que lo hiciera, ¿qué rol sería preferible que jugara? ¿Cómo podría propiciar
que la voz del niño estuviera presente en esas reuniones?
Sin embargo, como afirma Brandell (1992), lo que más favorece la adhesión
al tratamiento y el éxito de la terapia es la calidad de la relación terapéutica
con el propio niño. Los niños vienen a terapia porque los traen, pero no per-
manecerán en terapia a menos que les caiga bien el terapeuta y disfruten en
las sesiones. Si el niño se aburre, no se puede expresar cómodamente o si el
terapeuta no consigue estimular su curiosidad, motivación y participación, el
© FUOC • PID_00274994 25 La intervención en diferentes ámbitos de aplicación
niño abandonará la terapia (Kazdin, 1988; Ronen, 1997). Así, en aras de fo-
mentar la relación terapéutica con el niño, es importante que tengamos en
cuenta los principios básicos siguientes:
1)�El�niño�no�ha�efectuado�la�demanda,�de�manera�que�será�necesario�que
fomentemos�su�implicación�en�el�proceso�terapéutico:
• Es�importante�que�le�expliquemos�al�niño�por�qué�se�lo�entrevista�y
preguntarle�su�opinión�al�respecto. ¿Está de acuerdo con el motivo de
demanda que plantean sus padres? ¿Qué le gustaría conseguir viniendo a
terapia? Para facilitar las respuestas del niño, también se le pueden ofrecer
una serie de opciones para que elija.
2)�Si�queremos�conocer�bien�a�alguien,�debemos�explorar�aquellas�áreas
en�las�que�es�experto�y�en�las�que�se�siente�relativamente�seguro.
• Sobre todo al inicio de la terapia, puesto que el niño todavía no nos cono-
ce ni tiene muy claro qué se supone que hará en las sesiones, será impor-
tante que le preguntemos por las áreas que más domina: escuela, familia,
aficiones, programa preferido de televisión, personaje preferido, música,
etc. El terapeuta tiene que ser sumamente honesto y evitar hacer pregun-
tas demasiado cerradas.
3)� Es� importante� que� seamos� cautelosos� al� asumir� lo� que� se� sabe� de� los
significados�de�un�niño�por�sus�etiquetas�descriptivas.
Ejercicio vivencial
Situaos en vuestra infancia y pensad en algún adulto que sintiérais que os apreciaba, que
sabía reconocer vuestras mejores cualidades y las valoraba. Alguien que os hiciera sentir
que érais especiales. ¿Qué creéis que veía de especial en vosotros esa persona? ¿Cómo
notábais que se interesaba por vosotros, os valoraba y respetaba? ¿Lo notábais en su ex-
presión facial? ¿En lo que os decía, quizá? Si no habéis podido recordar a alguien que os
hiciera sentir así, considerad la siguiente pregunta:
© FUOC • PID_00274994 26 La intervención en diferentes ámbitos de aplicación
Si siendo la persona que eres en este momento te encontrases con tu self de niño, ¿cómo
podrías demostrarte que te aprecias y lo que ves de especial en ti?
Tenemos que preguntar y preguntar para, de ese modo, evitar imponer nues- Bibliografía
tros significados adultos y poder llegar a una comprensión profunda de los
L. Ezpeleta (2001). La entre-
significados del niño en sus propios términos. Se trata de conocer su historia vista diagnóstica con niños y
de construcción de acontecimientos. adolescentes. Madrid: Síntesi
(Serie Guías Técnicas).
Con este libro podéis ampliar
Tras haber expuesto algunos de los factores contextuales y relacionales especí- la información sobre la entre-
vista con niños y adolescen-
ficos de la demanda de terapia con niños y adolescentes, a continuación sin- tes. Es especialmente intere-
tetizaremos algunos aspectos relacionados con la intervención en ese ámbito. sante el cuadro 1.3, "Guía pa-
ra hablar con los niños" (p.
27-28).
3.3. La intervención psicoterapéutica en la infancia y la
adolescencia
Bibliografía
Ezpeleta, L. (2001). La entrevista diagnóstica con niños y adolescentes. Madrid: Ed. Síntesi
(Serie Guías Técnicas).
© FUOC • PID_00274994 27 La intervención en diferentes ámbitos de aplicación
En este libro la autora incluye los criterios diagnósticos de cada trastorno y una breve
explicación de cada uno de ellos fundamentada en la práctica psicoterapéutica. Presenta
numerosos ejemplos prácticos y modelos de entrevista diagnóstica.
Méndez, F. X. (2000). Miedos y temores en la infancia: Ayudar a los niños a superarlos (2.a
ed.). Madrid: Pirámide.
Méndez, F. X. (2001). El niño que no sonríe: Estrategias para superar la tristeza y la depresión
infantil (2.a ed.). Madrid: Pirámide.
En estos dos libros el autor, con un enfoque eminentemente práctico, ofrece una descrip-
ción detallada de los miedos y de la depresión infantil, respectivamente. Incluye nume-
rosos ejemplos prácticos y la descripción de técnicas de evaluación e intervención.
Bibliografía
Si queréis recordar las principales teorías sobre psicología del desarrollo, el libro siguiente
proporciona una visión completa a la vez que sintética y clara:
Castellví, P. (2001). Psicología del desarrollo. Barcelona: Editorial Pòrtic, Biblioteca Univer-
sitària.
La� intervención� para� el� tratamiento� de� la� depresión� en� la� infancia� y� la
adolescencia:�la�terapia�cognitiva
• Educación emocional:
– Enseñar al niño a diferenciar los distintos tipos de emociones y a re-
conocer que una persona puede experimentar dos emociones distintas
y/o contradictorias simultáneamente.
• Reestructuración cognitiva:
– Enseñar al niño que los pensamientos son los responsables de las emo-
ciones.
• Ayudar al niño a que sea más tolerante con sus propios errores.
Como en el caso de la terapia con clientes adultos, en terapia cognitiva con Bibliografía
niños y adolescentes, para abordar dichos objetivos, se interviene habitual-
En el siguiente libro encon-
mente mediante el uso de fichas de trabajo y autorregistros. Tendremos que traréis un buen resumen so-
adaptar el formato y presentación de las fichas de trabajo y de los registros al bre la terapia cognitiva para
depresión infantil. El autor
nivel evolutivo del niño y a sus intereses personales. proporciona además numero-
sos modelos de fichas de tra-
bajo y autorregistros que os
La�psicoterapia�de�los�constructos�personales�(PCP) pueden resultar sumamente
útiles en vuestra práctica clí-
nica.
El máximo exponente del trabajo con niños y adolescentes desde la PCP es F. X. Méndez (2001). El niño
que no sonríe: Estrategias pa-
Tom Ravanette (1999), quien ha trabajado e investigado sobre todo en el ám- ra superar la tristeza y la depre-
bito de la psicología de la educación. Como afirman Botella y Feixas (1998), sión infantil (2.a ed.). Madrid:
Pirámide.
cuando George A. Kelly (1955) desarrolló la PCP partió del postulado filosófico
según el cual el significado de la experiencia es una construcción personal y
no se nos revela directamente mediante la simple observación de la realidad
externa. De este modo, siempre son posibles nuevas interpretaciones de la ex-
periencia. Siguiendo estas premisas, los objetivos principales del trabajo con
niños y adolescentes desde la PCP serían los siguientes:
Las técnicas diseñadas para abordar los objetivos terapéuticos son invitaciones
para que el niño piense sobre sí mismo y sobre su forma de dar sentido a la vida.
Se caracterizan por tener una mínima estructura e incitar una máxima libertad
de expresión. Además, cada ejercicio contiene la posibilidad de generar nuevas
alternativas de construcción.
Ejemplo
Exploración�de�problemas�personales
a) Doblad una hoja de papel en seis partes y haced una marca en cinco de ellas.
b) Pedidle al niño que dibuje cinco situaciones (una en cada espacio marcado) en las que
estaría preocupado o triste.
c) Pedidle que dibuje en el sexto espacio una situación en la que todo va bien, en la que
se siente bien y la gente parece feliz.
© FUOC • PID_00274994 31 La intervención en diferentes ámbitos de aplicación
d) Cuando ha acabado los dibujos, pedidle que explique qué sucede en cada uno.
e) Pedidle que dé tres descripciones de un niño que no estaría preocupado en esas mismas
situaciones.
La�psicoterapia�narrativa:�la�conversación�externalizadora
1)� Preguntas� de� influencia� relativa� (White,� 1986). Son útiles para que el
niño no se identifique con el problema y sienta que tiene o puede tener cierto
control sobre el mismo.
Reflexión
Ejercicio vivencial: ¿Tenías de pequeño algún "don" o habilidad especial? ¿Alguna vez te
fue útil para superar tus problemas? Si todavía mantienes esa habilidad, ¿qué papel juega
en tu vida? ¿Intentas potenciarla de alguna manera? ¿Está presente ese don o habilidad
especial en tu trabajo psicoterapéutico con niños o con adultos?
También podemos personificar el problema a fin de negociar con él –por ejem- Bibliografía
plo, pedirle al niño que le dé un nombre, lo dibuje o que le escriba cartas.
J. Freeman, D. Epston y D.
Lobovits (1997). Terapia na-
En este último apartado habéis visto cómo cada uno de los modelos que pre- rrativa para niños. Barcelona:
Paidós, 2001.
sentamos persigue objetivos distintos, y cómo desde cada modelo se hace uso M. Pacheco y L. Botella
de técnicas distintas en función de tales objetivos. No obstante, el hecho de (2001). El constructivismo
relacional en la psicoterapia
que existan distintos modelos y que cada uno persiga objetivos diferentes no con niños y adolescentes:
significa que necesariamente tengamos que escoger para nuestra práctica clí- una propuesta para la libera-
ción de nuevos espacios dia-
nica uno u otro modelo de intervención y trabajar exclusivamente desde di- lógicos. Revista de Psicotera-
pia, 44, 5-26.
cho modelo. Algunos profesionales encontramos que es mucho más enrique-
M. White y D. Epston (1993).
cedor para nosotros como psicoterapeutas –y útil para nuestros clientes– tra- Medios narrativos para fines te-
rapéuticos. Barcelona: Paidós.
bajar desde una u otra modalidad de intervención en función del objetivo
que pretendemos con cada cliente en concreto y en cada momento. Incluso
trabajando desde una modalidad de intervención es importante que nos es-
forcemos en adaptar los procedimientos técnicos al estilo personal del niño
que atendemos. Por ejemplo, si a un niño le apasiona el dibujo, utilizaremos
técnicas en las que tenga que dibujar; si otro disfruta haciendo obras de teatro
en el colegio, podemos utilizar la dramatización en las sesiones. Como decía-
mos antes, es necesario adaptar la técnica al niño y no que el niño se adapte a
© FUOC • PID_00274994 33 La intervención en diferentes ámbitos de aplicación
4. Intervención en la vejez
Más optimista, Lehr (1994), sin negar que el envejecimiento normal vaya
acompañado de cierto deterioro cognitivo, aporta algunos datos sobre la ca-
pacidad de aprendizaje en los ancianos que debemos tener en cuenta en el
trato con las personas mayores, especialmente durante la planificación y la
intervención psicoterapéutica. Estos datos adquieren especial relevancia en el
caso de la intervención en psicoterapia cognitiva tradicional, de la cual el fac-
tor aprendizaje es claramente constitutivo:
• Los ancianos aprenden con mayor facilidad cuando se les presenta el ma-
terial ordenado.
Por su parte, y en la misma línea que Lehr (1994), Botella (1994, p. 413) sinte-
tiza las características principales de los procesos cognitivos en la tercera edad
a partir de las categorías siguientes: procesamiento de la información, capaci-
dad de aprendizaje y estilo de pensamiento.
© FUOC • PID_00274994 37 La intervención en diferentes ámbitos de aplicación
lidad tener en cuenta algunas recomendaciones que ofrecen Yost et al. (1986)
para que los ancianos puedan sacar el mayor provecho de las sesiones de te-
rapia. Aunque estas indicaciones son aplicables a cualquier tipo de terapia, re-
sultan enormemente útiles en el caso de la psicoterapia grupal, puesto que en
el formato grupal aparecen mayor número de estímulos y es más fácil que se
pueda distraer la atención de los clientes:
• Durante las sesiones el terapeuta tiene que esforzarse para guiar la atención
y los recuerdos del cliente.
• Resulta útil explicar con antelación al cliente las tareas que se le pedirán
en cada sesión, de modo que tenga tiempo suficiente para organizar sus
pensamientos.
• Es útil proporcionar técnicas que ayuden al cliente a retener las ideas más
importantes de cada sesión, como también animarlo a poner en práctica
entre sesiones lo que se ha hablado durante la sesión.
Bibliografía
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