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1. ENTRADA EN EL TEMA
UNO – Escenografías:
El calor arrecia; bajo los mangos, la húmeda sombra nos propone un fresco refugio del
sol que, impiadoso, muestra todo su veraniego poder subtropical. Recostados cómodamente en
un sillón playero, recurrimos a un elemento ancestral para mitigar nuestro ardor intra y extra
epitelial, un tereré con cocú reposa a nuestro lado. Con las patas hacia arriba, rememoramos el
estar de balde al que hace alusión Ana María Camblong, ese “dejarse estar” que nos permite
abstraernos por un tiempo de ese entorno moderno, tecnologizado, minado de productos
culturales, complejo, enredado y vertiginoso.
Vuelto hacia el placer del ser consigo mismo, nuestro existir semiótico humano se alarga
hacia el entorno, las fronteras se difuminan y comenzamos a sentir la presencia de los objetos, las
tiras del sillón que hacen presión sobre la espalda, la dureza de la madera del posa brazo donde
hemos reposado los pies. Y comenzamos a pensar o a darnos cuenta, que los dispositivos que nos
protegen del calor agobiante son plantas: el mango, extranjero majestuoso que vino para
quedarse en un continuo arborícola entre patio y patio misionero y el cocú, extraído del sustrato
guaraní, que con sus propiedades hepatoprotectoras (Amable refiere a ellas al tratar sobre los
digestivos y colagogos, donde trata las propiedades del cocú), tiñe el agua con hielo y nos
permite que la siesta sea reparadora de la comilona previa.
TERERÉ
SEBA IBARRA
Elementos de mi tranquilidad...
Guampa, bombilla, mi jarra y nada más.
Mágico y placentero ritual...
Que en mi pueblo es tradicional.
Tereré a mí me llama,
Ay que hermosa esta tradición de mi Nación.
Tereré a mí me llama,
Hoy recordarlo.. Me llena de emoción.
Tereré a mí me llama,
Mi saludo es bien sincero.. A todas las yuyeras.
Tereré a mí me llama,
Buena suerte.. Bendiciones les llueva.
Tereré a mí me llama,
Al machacarlo ese remedio no demora.
Bohemia Urbana
3. TRABAJO CON LOS TEXTOS
Se trabajará en grupos con cuatro artículos de los diarios, uno por grupo, con la siguiente
consigna:
1. Elaborar una progresión temática del artículo leído. Para esto, presentar los temas de cada
párrafo, en enunciados breves (uno o dos por párrafo).
2. Señalar en el artículo los recursos de la cohesión gramatical y léxica que aparezcan allí.
Transcribir ejemplos de los recursos hallados.
4. PRODUCCIÓN DE UN BORRADOR
En el mismo grupo de trabajo, elaborar un breve texto de tipo argumentativo, destinado a ser
leído en clase, en el cual se tome partido por alguna de las dos posturas que presentan los
artículos sobre el tereré.
ARTÍCULOS
Según un estudio realizado por TNS Gallup Argentina para Establecimiento Las Marías, en
la actualidad el 40% de los argentinos disfruta del tereré con una frecuencia casi diaria. Si
bien su consumo comenzó con fuerza en el Noreste argentino, con rapidez se extendió hacia
Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe y finalmente irrumpió en la Provincia y en Ciudad de Buenos
Aires, donde creció exponencialmente en el último año.
Entre las razones por las que los argentinos eligen el tereré, la mayoría declara
que lo consume porque refresca, tiene un rico sabor, quita la sed y, al igual que
el mate caliente, se puede compartir.
La mayoría de los fanáticos del tereré elige prepararlo con la misma yerba mate con la que
toman mate. Para cebarlo, el elegido es el jugo en polvo de sabores cítricos. El más popular
es el de naranja. Pero también se suele optar por jugo de maracuyá o limón. Además, un 40%
de los consumidores incursiona en diferentes agregados: azúcar, hierbas o cáscara de frutas.
A la hora de enfriar la infusión gran parte de los tomadores de tereré le ponen mucho hielo a
la jarra o al termo. Sólo algunos le agregan hielo al recipiente en donde lo ceban. En el Área
Metropolitana de Buenos Aires, Cuyo y el Noroeste Argentino el 50% de los consumidores
lo prepara en el mismo mate que utiliza para tomar mate caliente, mientras que en Córdoba,
el Noreste argentino y la provincia de Buenos Aires casi todos los consumidores eligen vasos
de vidrio y de aluminio. Sostienen que así mantienen más el frío.
Entre todas las razones acerca de por qué los argentinos eligen el tereré, la mayoría declara
que lo consume porque refresca, tiene un rico sabor, quita la sed y, al igual que el mate
caliente, se puede compartir.
CONSEJOS PARA PREPARAR UN BUEN TERERÉ
Colocar la yerba en el mate o vaso, tapar la boca y sacudirlo para que se mezclen los
distintos componentes, para que el polvo no quede debajo y no se tape la bombilla.
Preparar el jugo de frutas en una jarra o termo grande con mucho hielo.
Luego, introducir la bombilla hasta abajo, ubicándola sobre la pared del mate. Se le
pueden agregar un par de hielos.
Cebarlo con cebadas mucho más largas que el mate tradicional, siempre superando el
nivel de la yerba.
En Argentina hablan del "boom" del tereré y olvidan a Paraguay. Foto: La Nación
Argentina.
En la jornada de ayer, el diario La Nación publicó una nota periodística titulada "El boom del
Tereré: el 40% de los argentinos lo disfruta casi a diario", donde señala el incremento del
consumo del mate frio entre los veraneantes de las playas argentinas.
La noticia resalta que se trata de una bebida nacida en las provincias del noreste argentino, en
referencia a Misiones y Corrientes; lo que generó una polémica entre los habitantes del vecino
país, que reclaman como propio el origen del tereré.
En ese marco, medios paraguayos recogieron la nota argentina señalando la omisión como un
desconocimiento y hasta una falta de respeto. Tal es el caso que el diario online Última Hora,
titula: "Argentinos ignoran que el tereré es paraguayo", y detalla a través de una nota el error en
el que incurrieron los medios locales. "Lo que los hermanos argentinos olvidaron mencionar es
que la que se volvió un boom es una bebida tradicional paraguaya, la que tomaban los soldados
durante la Guerra Del Chaco y que se consume hasta ahora, pero con agua, hielo, remedios
refrescantes y yerba mate", señala la nota.
Por su parte, el Diario Hoy arremetió: "Argentina: Festejan boom del tereré pero ningunean su
origen paraguayo", mientras ABC color en un tono más cauto consignó: "El tereré se convierte
en boom en Argentina".
Asimismo, en los diarios online de la vecina orilla se destaca las diferencias entre el tereré
paraguayo, a base de agua y yuyos; y la versión argentina que incorpora jugos de frutas y una
yerba considerada "más amarga". "Lo llaman tereré o una "versión refrescante del mate" y en
realidad lo toman con jugo de frutas y yerba un poco más amarga que la utilizada en Paraguay.
Los argentinos preparan el tereré con jugo en polvo con sabor de frutas. También suelen
agregarle azúcar, hierbas y cáscaras de frutas. (...) En Paraguay se dice "tereré ruso" al tereré con
jugo de frutas y también se bebe en algunos estados brasileños, especialmente en Mato Grosso,
pero sin tanta popularidad como en la tierra guaraní", destaca la nota de Última Hora.
(en Territorio Digital, disponible en http://www.territoriodigital.com/nota3.aspx?
c=8443455163314021)
ETC
Lo llaman tereré o una "versión refrescante del mate" y en realidad lo toman con jugo de
frutas y yerba un poco más amarga que la utilizada en Paraguay.
El diario La Nación publicó este jueves un material donde hablan de cómo una ronda de
tereré se volvió una costumbre adoptada por personas entre 18 y 34 años, que representa
al 50% de los consumidores de esta bebida.
Para los argentinos, disfrutar de una ronda de tereré en el verano se convirtió en la nueva
costumbre que además ayuda a aplacar el calor y para ellos esta infusión combina sabores
frutales y yerba mate, dándole una vuelta de frescura al mate tradicional.
El mate siempre fue más característico de los uruguayos y argentinos. Siempre llamó la
atención que lo bebían incluso en días de verano sin ningún problema. El mate se bebe
con agua caliente y algún té de hierbas. Ellos normalmente lo acompañan con facturas o
biscochos dulces.
Según un estudio realizado por TNS Gallup Argentina para Establecimiento Las Marías, en
la actualidad el 40% de los argentinos disfruta del tereré con una frecuencia casi diaria.
"Si bien su consumo comenzó con fuerza en el Noreste argentino, con rapidez se extendió
hacia Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe y finalmente irrumpió en la Provincia y en Ciudad de
Buenos Aires, donde creció exponencialmente en el último año", señala el portal
informativo.
Lo que los hermanos argentinos olvidaron mencionar es que la que se volvió un boom es
una bebida tradicional paraguaya, la que tomaban los soldados durante la Guerra Del
Chaco y que se consume hasta ahora, pero con agua, hielo, remedios refrescantes y yerba
mate.
En Paraguay se dice "tereré ruso" al tereré con jugo de frutas y también se bebe en
algunos estados brasileños, especialmente en Mato Grosso, pero sin tanta popularidad
como en la tierra guaraní.
Los argentinos preparan el tereré con jugo en polvo con sabor de frutas. Los más elegidos
son de naranja, limón y maracuyá. También suelen agregarle azúcar, hierbas y cáscaras
de frutas.
El hielo no siempre lo ponen en la jarra, sino que en ocasiones lo ponen en la guampa, que
a su vez son vasos de aluminio o vidrio, ya que así conservan mejor la temperatura de la
bebida.
En el Área Metropolitana de Buenos Aires, Cuyo y el Noroeste Argentino el 50% de los
consumidores lo prepara en el mismo mate que utiliza para tomar mate caliente, mientras
que en Córdoba, el Noreste argentino y la provincia de Buenos Aires casi todos los
consumidores eligen vasos de vidrio y de aluminio.
Lo cierto es que esta es una bebida oriunda de la cultura guaraní, por lo que se puede
asumir que ya era bebida por los indígenas antes del descubrimiento de América, con lo
que se habrá extendido a estos países, incluso a Uruguay.
Pero sin duda, es en Paraguay donde más se bebe y desde hace más tiempo. Para los
paraguayos una ronda de tereré significa más que un simple acto de beber algo
refrescante, es una forma de reunirse entre amigos, en familia, en pareja o con
compañeros de trabajo. Es un descanso en la jornada laboral o de estudio y un termo de
tereré es siempre una importante inversión. Algunos están forrados en cuero y con la
practicidad de poder llevarlo a todos lados.