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Materia: Filosofía

Alumna: Daiana Moreyra

Año: 5to.

Sócrates: Se trata de un filósofo griego vivió en Atenas donde tenía numerosos


discípulos: Platón y otros. De la doctrina de Sócrates, que no escribió nada, sólo
podemos juzgar por los testimonios de Platón y Aristóteles. Además fue calificado junto
a Platón y Aristóteles, como uno de los más grandes maestros de la filosofía griega.
Creador de la filosofía moral o axiología, de gran influencia en la filosofía occidental y
universal. En cuanto a su teoría fue el primer filósofo en conectar hombre y mundo
exterior, en uno solo, para conocerse y encontrar el sentido de su existencia. Enamorado
de la verdad y la virtud, así como del conocimiento. Aseguraba en la teoría que el
hombre que poseía conocimientos era totalmente libre, mientras era esclavo quien no
los poseía. No concordaba con los sofistas los consideraba mentirosos, falsos. Este
filósofo para llegar a la verdad, utilizó distintos métodos, usa la ironía y la
mayéutica para provocar, a través del diálogo, un razonamiento inductivo que llevaría
finalmente a una verdad universal. La ironía en el ‘método socrático’ sirve para dar a
conocer al interlocutor su ignorancia sobre los temas y activar la curiosidad hacia la
búsqueda de la verdad. La mayéutica socrática, como la palabra sugiere, pretende
ayudar a dar a luz al conocimiento verdadero a través de preguntas que conducirán al
interlocutor a darse cuenta de sus propios errores y encontrar su propia secuencia de
preguntas lógicas hasta llegar a una verdad irrefutable. El Método dialéctico, que es la
raíz de una proposición o tesis, se produce una confrontación de ideas o conceptos que
derivan en una síntesis o nueva comprensión del problema. También la ironía socrática
que tenía como particular costumbre de hacerse el ignorante para preguntar a sus
alumnos cualquier tema y ponerlo en entredicho por sus incongruencias. De esta manera
conseguía enfrentar ideas, opiniones y conceptos. Este método fue muy utilizado en los
escritos referentes a la moral.

Platón: era discípulo de Sócrates quien influenció en su forma de pensar, a pesar de


tomar su propio camino y desarrollar su propia teoría. Platón habla de su teoría dualista
y las clasifica de la siguiente manera: *El dualismo ontológico* se fundamenta en la
existencia de dos mundos, el mundo sensible y el mundo inteligible o de las Ideas,
ambos opuestos. En el mundo sensible se encuentran las realidades particulares, las
cosas y objetos perceptibles por los sentidos (materia, tiempo y espacio). En el lado
opuesto se encuentra el mundo inteligible, compuesto por las realidades universales, en
el que se dan las ideas (eternas, no materiales y espaciales) por tanto son entidades
independientes del hombre. Luego está el *dualismo epistemológico* que afirma que
hay dos formas o tipos principales de conocimientos: doxa (opinión) que se alcanzan
con los sentidos, por tanto es un conocimiento imperfecto, parcial y relativo captado con
el cuerpo; y epistéme (ciencia) al que llegamos mediante la razón, y es un conocimiento
perfecto, universal y absoluto. Por último también habla de el *dualismo antropológico*
, donde Platón presenta al hombre como una realidad compuesta por dos elementos:
cuerpo y alma. El cuerpo pertenece al mundo sensible, capta los objetos físicos de dicho
mundo y así lo conoce. En cambio el alma, vive en el mundo inteligible, está en
contacto con las ideas y por tanto es inmortal, eterna y existe como entidad
independiente al hombre. Para platón el hombre se identifica más con el alma, el alma
es libre, inmortal, indivisible y espiritual, es el motor del conocimiento y el cuerpo es
material e imperfecto, origen del mal y de la ignorancia, por tanto concibe el cuerpo
como la cárcel del alma.

Para ir finalizando en necesario remarcar que el expresa sobre el mundo de las ideas y
conjuntamente habla de otros conceptos relacionados entre sí. En un primer momento,
Platón afirma, que conocer no es más que recordar, lo que se conoce con el nombre de
Teoría de la Reminiscencia. Esto es así, porque el alma, hábito el mundo de las Ideas
antes de caer en el mundo físico, y por lo tanto, las conoce.

Aristóteles:

La filosofía de Aristóteles constituye, junto a la de su maestro Platón, el legado más


importante del pensamiento de la Grecia antigua.

Pese a ser discípulo de Platón, Aristóteles se distanció de las posiciones idealistas para
elaborar un pensamiento de carácter naturalista y realista. Aristóteles rechaza la teoría
platónica de las Ideas separadas de los entes de este mundo. Lo verdaderamente
existente no son los "reflejos" de las Ideas, sino los entes individuales, captados por la
inteligencia y en los que reside el aspecto universal. En todo ser se da
la sustancia (ousìa, esencia de cada ente individual subsistente en sí mismo) y
el accidente (cualidad que no existe en sí misma sino en la sustancia). La sustancia
permanece más allá de todos los cambios accidentales que experimente. Por ejemplo, el
árbol sigue siendo un árbol aunque pierda sus hojas en otoño; si el árbol muere,
experimenta un cambio sustancial, y deja de ser un árbol.

Descarte: Parte de la duda como método para llegar a la verdad, ya que este es el
único camino para dejar atrás los prejuicios que acompañan al ser humano y que
dificultan el acceso al conocimiento verdadero. Así, solo puede afirmarse que algo es
verdadero, todo aquello que se presente a la mente como claro y distinto, tanto, que no
quede ninguna duda sobre su evidencia. La duda es universal, metódica, teorética,
hiperbólica. Y así, duda de todo lo que hay, de la existencia de un mundo exterior, de
los sentidos y de las matemáticas, llegando a la conclusión de que solo Dios, está libre
de toda sospecha, eliminado la hipótesis del genio maligno y haciendo de la perfección
de Dios, el criterio de garantía de la verdad. Descartes llega, a través de su método, una
primera verdad evidente. De lo lo único de lo que no podemos dudar es de que
dudamos, lo que demuestra la existencia de un sujeto pensante, es decir, del cogito, lo
que se resume en la frase cogito ergo sum. Descartes afirma, partiendo de esta primera
certeza, la existencia de otras dos substancias, o modos de ser, el cuerpo y el alma. La
duda, es el único método para acercarse al conocimiento cierto, al permitir desprenderse
al ser humano de los prejuicios que arrastraba, y que le lleva a afirmar la existencia de
una primera verdad indudable: cogito ergo sum, pienso, luego existo, la primera verdad
evidente de toda la historia de la filosofía. El pensamiento, la mente, es para el
filósofo, lumens naturales, capaz de conocer con mayor certeza que los sentidos.

Rousseau: Comienza su trabajo filosófico con la oposición entre el hombre natural y el


hombre civil u hombre del hombre. La filosofía de Rousseau está centrada en que el
hombre es bueno por naturaleza, pero es corrompido por la sociedad. En ésta el hombre
es considerado como un esclavo, dominado por el poder del más fuerte. En el comienzo
de los tiempos el hombre era libre y conservaba su vida satisfaciendo sus necesidades
naturales; sin necesidad de trabajo para poder vivir, sin necesidad de un hogar, sin
lenguaje, pero también sin guerras, sin necesidad alguna de los demás y sin deseos de
hacer daño. El hombre tiene una serie de cualidades por naturaleza, pero sólo se le
puede comprender como un ser histórico, pues el grado y dirección de su desarrollo
humano están determinados por el grado y el carácter de sus relaciones con la sociedad
y la cultura a las que pertenece.

El hombre natural es descrito por Rousseau como un ser humano cuya cualidad
fundamental es la bondad natural; es un hombre en estado naturalmente puro, en el que
la ausencia de los vínculos sociales es completa. El hombre es un ser naturalmente
bueno, amante de la justicia y el orden;… no existe perversidad original en su corazón
humano…los primeros impulsos de la naturaleza son siempre rectos…la única pasión
que nace con el hombre, el amor de sí mismo, es una pasión indiferente en sí al bien y al
mal; que únicamente se torna buena o mala por accidente y según las circunstancias en
que se desenvuelve. …todos los vicios que se imputan al corazón humano no son en él
naturales.
En contraposición al hombre natural, Rousseau describe al hombre civil como uno que
gana a través del desarrollo de sus capacidades, pero que se pierde a sí mismo debido al
sometimiento mutuo que ocurre entre los hombres en la sociedad: “el hombre social,…,
no sabe vivir más que en la opinión de los demás y de su juicio tan sólo saca,…, el
sentimiento de su propia existencia…”

Edgar Morín: Habla del problema de la complejidad . La complejidad para Morín es;
inclusión, conjunción, disyunción, exclusión, entre un cierto número de nociones o
categorías maestras, el cual privilegia ciertas relaciones lógicas en detrimento de otras, y
es por ello que maneja y dirige la lógica y la semántica del discurso” . Es necesario que
tomemos conciencia de la naturaleza y de las consecuencias de los paradigmas, ya que
muchos de ellos desfiguran la realidad y mutilan el conocimiento. Un cambio
fundamental y una revolución paradigmática parecen necesarios para evitar continuar
nuestro camino con una visión unidimensional, abstracta. La complejidad no es un
fundamento, es el principio regulador que no pierde ni deja de ver y considerar la
realidad del tejido fenoménico en el cual nos movemos, que constituye nuestro mundo.
Él considera que lo que hay en nuestra realidad es enorme y fuera de toda norma, y
aunque en última instancia escapa a nuestros conceptos reguladores, podemos intentar
tratar de dirigir al máximo tal regulación.

El pensamiento complejo trata de integrar lo más posible los modos simplificadores de


pensar, pero repudia las consecuencias mutilantes, reduccionistas,
unidimensionalizantes y cegadoras. Es un pensamiento que aspira a un conocimiento de
tipo multidimensional, sin embargo, uno de sus axiomas es el de la imposibilidad,
incluso teórica, de una omnisciencia, esto implica el reconocimiento de un principio de
incompletud y de incertidumbre, al mismo tiempo que un principio de existencia de los
lazos entre las entidades que nuestro pensamiento debe necesariamente identificar y
distinguir entre sí, pero no aislar o mutilar. La complejidad busca integrar en sí misma
todo aquello que pone orden, claridad, distinción, precisión en el conocimiento. El
pensamiento complejo reúne en sí, orden, desorden y organización, lo uno y lo diverso.
Nociones que trabajan las unas con las otras dentro de una interacción complementaria
y antagonista, así el pensamiento complejo vive la relación entre lo racional, lo lógico y
lo empírico, y está animado por la aspiración a un saber no parcelado, no dividido, no
reduccionista, y por el reconocimiento de lo inacabado e incompleto de todo
conocimiento, donde las verdades más profundas, sin dejar de ser antagonistas las unas
de las otras, son complementarias. La ambición del pensamiento complejo es dar cuenta
de las articulaciones entre los dominios disciplinarios infringidos por el pensamiento
simplificante y disgregador que aísla lo que separa, y que oculta todo lo que interactúa,
lo que religa, lo que interfiere. El pensamiento complejo no es aquel que evita o suprime
la contienda, sino el que nos ayuda a verla, incluso tal vez, a superarla.

Como hemos podido ver a lo largo de la historia el término complejo ha resultado


sinónimo de confusión y de incertidumbre, mientras que es, en realidad, el desafío que
debemos afrontar para poder distinguir y vincular lo incierto. El reto es doble, pues es
necesario vincular lo que era considerado como separado y, al mismo tiempo, aprender
a conjugar certidumbre con incertidumbre. De cualquier forma la complejidad no es la
clave del mundo, sino el desafío a afrontar.

Por todo esto existe la necesidad de un pensamiento complejo se nos presenta a lo largo
y ancho de un camino en el que han aparecido las limitaciones, las insuficiencias y las
carencias del pensamiento simplificador. Toda vez que nuestro conocimiento científico
moderno tiene por objeto disipar la aparente complejidad de los fenómenos a fin de
descubrirnos el orden simple al que pertenecen y obedecen, inminentemente el
pensamiento complejo debe surgir en un intento por articular los dominios disciplinarios
quebrados por el pensamiento disgregador, aspirando a lograr un conocimiento
multidimensional. De ahí que el pensamiento complejo esté siempre impulsado por el
reconocimiento de lo incompleto en todo conocimiento y por la aspiración a un saber no
fragmentado, no dividido.

Morín toma como ejemplo el análisis de una tela, desde una mirada compleja y por
etapas:

• Primera etapa: tenemos conocimientos simples que nos ayudan a conocer las
propiedades del conjunto. Una tela es más que la suma de las fibras que la componen.
Un todo es más que la suma de las partes que lo constituyen.

• Segunda etapa: el hecho de que haya una tela hace que las cualidades de tal o cual
tipo de fibra no pueden explicarse plenamente en su totalidad. Es decir, esas cualidades
son inhibidas o virtualizadas. El todo es entonces menos que la suma de las partes.

• Tercera etapa: ésta presenta dificultades para nuestro entendimiento y nuestra


estructura mental. El todo es más y, al mismo tiempo, menos que la suma de las partes.
En una tela, como en toda una organización, las fibras no están dispuestas al azar. Están
organizadas en función de una unidad en la que cada parte contribuye al conjunto. La
organización es unfenómeno perceptible y cognoscible, y no susceptible de ser
explicado por una ley simple.

Esta idea hace referencia a la capacidad de conectar diferentes dimensiones de la


realidad, la cual se ha caracterizado por ir adquiriendo cada vez más componentes, a
medida que la humanidad ha ido progresando y evolucionando. La realidad se podría
comparar con un tejido, compuesto por múltiples tejidos y, por tanto, algo realmente
complejo. A mayor complejidad, más detalles sobre la sociedad en la que se vive se
tienen que tener en cuenta. La persona no debería pensar reduciendo lo que está
viviendo, ni tampoco decantarse por una postura en función de uno o pocos hechos. Así
pues, debido a las características de la sociedad actual, es necesario que la persona, para
poder tener una opinión bien fundamentada, reflexione detenidamente la información
que recibe. Esta capacidad reflexiva es lo que Morin denominó como pensamiento
complejo.

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