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“Soy de una opinión contraria a la suya. Enviar a los señores Bing y Warm allí con
usted significaría un absoluto e innecesario gasto de dinero. Todo está hasta tal punto
preparado que las ultimas reuniones del 1, 2 y 3 de septiembre deben bastar del todo
para garantizar un rodaje fluido y sin problemas (…) aprovecho esta ocasión para
indicarle que las relaciones de los últimos meses se han modificado de tal modo que en
el futuro se tendrá que trabajar muy racional y económicamente. En el futuro se tiene
que ahorrar en todo, de la misma manera por la que se deben evitar gastos de viaje
innecesarios. Se debe ahorrar tanto en el tiempo, para limitar los honorarios de los
actores, como en todo lo relacionado con el material (...)”1
1
Prinzler, Hans Helmut(ed.).: Friedrich Wilhelm Murnau. Ein Melancholiker des Films. Filmmuseum
Berlin - Deutsche Kinemathek y Internationale Filmfestspiele Berlin, 2003, p. 73
1
embargo, no lo era tanto en aquellos años en los que Murnau empezaba a dirigir
películas.
De hecho, este aspecto llamó muchísimo la atención a los críticos de aquel tiempo como
se puede leer en un fragmento de una crítica sobre Der Bucklige und die Tänzerin (El
jorobado y la bailarina, 1920), tercera de las películas que rodaría Murnau:
“La dirección de Murnau en esta obra extrema contribuyó a lo máximo. Existe la
buena y la mala realización pero no había experimentado nunca que la dirección
cinematográfica pusiera atmósfera sobre las formas y figuras, y que pusiera algo
animado, nada menos que la fragancia que surge del perfume javanés del jorobado.”2
Hermann Bing y Hermann Warm no eran dos asistentes al uso. Bing era el asistente
ejecutivo en Phantom y Hermann Warm el arquitecto y escenógrafo, y uno de los pocos
directores artísticos que serían capaz de hacer realidad las ideas y los sueños escénicos
de Murnau.
2
Fragmento aparecido en la revista Film-Kurier citado por Gehler, F. y Kasten, U.: Friedrich Wilhelm
Murnau. Henschelverlag Berlin, 1990, p. 31
3
Citado por Albrecht: Architektur im Film. Die Moderne als grosse Illusion, Basel 1989, p. 42
2
Inicios y recorrido profesional de Warm en la escenografía
cinematográfica
4
Citado por Helmut Weihsmann: Gebaute Illusionen: Architektur im Film, Viena 1988, p. 68
5
En la revista Der Film, Nº 15 del 9 de Noviembre de 1919. Citado por Weihsmann, ibid., p.73
3
desde la corriente expresionista más fantástica hasta su movimiento más antagonista,
llamado Nueva Objetividad (Neue Sachlichkeit).
6
Helmut Weihsmann, 1988, ibid., p. 104
7
Citado por Kurtz, R.: Expressionismus und Film, Berlin 1926, nueva impresión: Zürich 1965, p. 66
4
Modelo del estudio de cristal construido para El gabinete del doctor
Caligari. Fuente: Deutsche Kinemathek
8
Helmut Weihsmann, 1988, op. cit., p. 43
5
Hermann Warm será uno de los pocos pioneros junto con Karl Vollbrecht y Otto Hunte
que tendrá la oportunidad de participar en las tres corrientes más significativas de la
historia del cine durante los años veinte y treinta, es decir en las películas
monumentales, las expresionistas y las películas de la Nueva Objetividad.
El encuentro entre Warm y Murnau tiene lugar durante los preparativos para el rodaje
de Phantom, una película en donde bien se podría afirmar que Murnau desarrollaba en
profundidad un realismo lírico ya iniciado en Nosferatu (1922). Dicho sea de paso:
debido sobretodo a la película Nosferatu, eine Symphonie des Grauens un gran número
de teóricos e historiógrafos del cine catalogarán irreversiblemente a Murnau como
“director expresionista” y a su obra como paradigma del llamado “expresionismo
cinematográfico”, algo que reduce notablemente la variedad y riqueza de su trabajo. Se
hace necesario reconsiderar la clasificación estética de las elaboraciones fílmicas de
esos años. Las mismas dificultades se han tenido hasta ahora con Phantom, película a la
que se refiere Warm en sus metódicas anotaciones.
6
el director artístico más ingenioso e inventivo en esos años en los que el cine se
convertía en un arte autónomo.
En su film Phantom Murnau supo sacar provecho del avance de la escenografía y
arquitectura fílmica, pero también de las nuevas posibilidades técnicas que éstas abrían
(por ej. la profundidad de campo, las innovativas lentes y los movimientos de cámara).
Cuando Warm se pone a trabajar en los decorados de Phantom, él se había convertido
ya en uno de los mejores directores artísticos. De hecho, si contemplamos más de cerca
su filmografía, vemos que entre 1913 y 1960 intervino en más de sesenta películas,
trabajando con otros grandes nombres como Carl Dreyer, Fritz Lang, Robert Wiene o
Clouzot.
9
En: http://www.filmreference.com/Writers-and-Production-Artists-Vi-Win/Warm-Hermann.html
( 2.06. 2012)
7
Diseño de Warm para Caligari. Fuente: La Das Cabinet des Dr. Caligari ( R. Wiene ,
Cinémathèque française/Deutsche Kinemathek 1920)
8
Cuando Murnau empieza a colaborar con Warm, este era el director más prometedor de
la nueva arte cinematográfica alemana. Aunque solo trabajarán juntos en dos películas
(Phantom y Schloß Vogelöd) sus trayectorias profesionales se verán notablemente
impulsadas después de su encuentro y su trabajo en común.
Gracias al valiosísimo testimonio de Lotte Eisner conocemos hoy en día los detalles del
impresionante trabajo arquitectónico y escénico de esta película. Lamentablemente
muchos de los trabajos de Eisner no se encuentran traducidos al español. En las
siguientes líneas intentaré pues, reproducir en mi propia traducción aquellos fragmentos
más importantes que Hermann Warm refleja sobre su trabajo con Murnau. Por eso
espero sea útil para el lector la extensión de los fragmentos citados.
Phantom contiene elementos formales y visuales que dejan advertir rasgos
influenciados por la Nueva Objetividad. Murnau y Warm querían dar una nueva
apariencia a la ciudad de Breslau en su película. Por ello deciden construir en los
estudios Babelsberg una réplica realista de la ciudad que sin embargo, también
conserve los efectos buscados de una poética cotidiana de las calles durante las idas y
venidas de los personajes. Así lo comentaba el propio Warm:
Warm y Murnau intentaban, de esta manera, mostrar mejor el punto de vista y los
sentimientos del protagonista: “Dos efectos singulares permanecieron en mi
memoria”,11 sigue describiendo Hermann Warm a Lotte Eisner. Él se refería en el
primero de los dos efectos a los trucos empleados en la escena llamada „Der taumelnde
Tag“ (“el día tambaleante”). Es decir, a la famosa escena en donde las calles se
10
Lotte Eisner proporciona testimonios valiosos de Hermann Warm en su libro: Murnau, Frankfurt am
Main, 1979, p. 147
11
Ibid., p. 147
9
inclinaban de manera amenazadora sobre el protagonista, pareciendo incluso
perseguirle.
El segundo de los dos efectos hace referencia a la escena en la que Lorenz y Melitta
(personaje que intentará seducir al protagonista) se encuentran sentados en la mesa de
un club nocturno. La cámara recoge la confusión y el desbarajuste mental de Lorenz a
través de movimientos giratorios sobre la mesa.
Warm continua describiendo ambas escenas: „En la película como es sabido, Alfred
Abel (Lorenz) persigue a lo largo de la calle a la joven Veronika Harlan que conduce
un carro tirado por un caballo blanco. Las sombras de las casas le persiguen. Él se
encuentra en un estado de confusión, de vértigo. Sobre él, y también en su interior, hay
un sentimiento vertiginoso, como en un torbellino. La conmoción anímica le ha dejado
en un estado caótico. Esto no era posible de expresar únicamente por medio del actor y
de su mímica. Para llevar este estado a los ojos del espectador de manera óptica y
visual se me ocurrieron trucos técnicos y de decorado. Construí en las instalaciones de
Babelsberg una calle de Breslau que no era realista. El lado izquierdo estaba formado
por casas construidas a escala proporcional. Entre las casas construidas que no
estaban conectadas entre sí, habían espacios libres y tapados de tal manera que no
eran reconocibles, dando así la impresión de una calle principal continua”.12
12
Ibid., p. 148
1
potentes. Por medio de estos las fachadas que se desplazaban a gran velocidad
arrojaban sus sombras al lado opuesto de la calle, iluminada esta por la pálida luz de
la luna. Se daba la impresión óptica de que Alfred Abel era perseguido por las sombras
que intentaban darle caza. “13
13
Ibid.
1
La cámara desencadenada
1
El fondo decorativo y sus paredes estaban fijos, tenían 8,50 metros de altura y estaban
confeccionados exactamente con el mismo tipo de decorado como en los palcos del
club nocturno. Este fondo decorativo llegaba hasta los cimientos del estudio. La
plataforma inferior estaba sujeta a la parte de debajo de las dos ruedas. La rueda
inferior era inmovible. Esta construcción posibilitaba que un hombre tumbado de
espaldas pusiera en movimiento con sus pies la rueda superior junto con la plataforma,
girándola cada vez más rápido.
14
Ibid., p. 148 y siguientes
1
Fuente: Deutsche Kinemathek
Lamentablemente no se han encontrado anotaciones de tal precisión sobre las
contribuciones fundamentales de Warm a obras como El gabinete del doctor Caligari.
Más todavía: la falta de atención frente a esos testimonios ha sido hasta ahora un
impedimento significativo para valorar la obra de Warm. Los fragmentos reproducidos
aquí en los que Hermann Warm explica su trabajo como director artístico en la película
Phantom, nos ayudan a entender mejor no solo su forma de trabajar, sino su carácter
innovativo y experimental. Los decorados y escenarios ideados por él intentaban reflejar
lo mejor posible el drama interior de los personajes, también sus carencias e
inseguridades. Sin embargo, no todo se limitaba a la psicología del personaje, un
ejemplo de esto fue la réplica de la ciudad Breslau que Warm construyó en los estudios
de Babelsberg. Los exteriores originales de Breslau no resultaban lo suficientemente
reales para Warm (ni tampoco para Murnau), pues la sensación de realidad que ambos
querían causar para su historia iba más allá de lo que la ciudad les ofrecía. En tal caso
no dudaron en re-construir los elementos tal y como ellos los necesitaban.
Sin duda Warm fue un pionero de la arquitectura fílmica. Sus decorados contribuyeron
enormemente al desarrollo del trabajo en estudio. Tanto Warm como los estudios
Babelsberg crecieron y fueron profesionalmente juntos de la mano.
Laura Bondía