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Figura 1: Autobus biarticulado del TransMilenio, Bogotá
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Deng T. y Nelson JD. (2011) Recent Developments in Bus Rapid Transit: A Review of
the literature. Transport Reviews, Vol, 31 No 1, pp 69-96
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Autor: Carlos Felipe Pardo, http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Biarticulado_en_TM.jpg
económica frente a otros modos de transporte que requieren mayor inversión en
infraestructura, actualmente se posiciona para un rango de demanda media a alta
como el modo de transporte más eficiente en relación inversión-capacidad de
pasajeros.
La Figura 2 muestra la flexibilidad del sistema frente a la demanda y su condición de
óptimo para el rango de demanda de 12.000 a 25.000 pasajeros/hora
aproximadamente.
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Figura 2: Puntos de vista sobre capacidad de transporte público
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Tabla 1: Capacidad máxima real, sistemas de transporte masivos seleccionados
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Guía de Planificación de Sistemas de BRT (traducción Enero 2010), www.itdp.org, Capítulo 2,
pág. 78, figuras 2.37 y 2.38.
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Guía de Planificación de Sistemas de BRT (traducción Enero 2010), www.itdp.org, Capítulo 2,
pág. 79, tabla 2.6.
En la Figura 3 se realiza una comparación entre los rangos de capacidad de pasajeros
representados en la figura Figura 2 con los rangos de costo de capital de cada modo
de transporte. Tantos los rangos de demanda como de costos capitales corresponden
a datos reales y no teóricos.
Figura 3: Capacidad de pasajeros y costos capitales para opciones de transporte
masivo5
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Guía de Planificación de Sistemas de BRT (traducción Enero 2010), www.itdp.org, Capítulo 2,
pág. 79, figura 2.39.
Por otra parte, los tiempos de viaje logrados en un servicio BRT son similares o
mejores que en sistemas LRT. Para trayectos de hasta 4 km aproximadamente el
tiempo total de viaje incluso puede resultar inferior al de un metro o subterráneo,
principalmente por la influencia del tiempo de acceso al andén y el tiempo de salida de
la estación.
Estos inconvenientes no sólo son padecidos por los usuarios de vehículos particulares
sino también producen consecuencias en los usuarios de transporte público, los cuales
sufren aumentos considerables en los tiempos de viaje.
La ampliación de los accesos a la Ciudad no es una solución viable. El aumento de la
oferta vial en una autopista de ingreso a un área urbana es solo una solución a corto
plazo. Asimismo este aumento de capacidad no podría replicarse en las arterias de la
Ciudad, debido a que el espacio público se encuentra limitado por el desarrollo
inmobiliario y el crecimiento de la población.
Por otra parte, la posibilidad de ampliar la red de subterráneo en la Ciudad está
limitada por necesidad de financiación externa. En este sentido se puede compara el
costo reciente de la Línea H de subterráneo que oscila entre los 50 a 100 millones de
dólares por kilómetro (sin material rodante), mientras que para el Metrobus 9 de Julio
se invirtió 65 millones de pesos por kilómetro incluyendo las obras de adecuación de
espacio público, rehabilitación de arterias y la terminal subterránea de combis en
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GCBA, Consejo de Planeamiento Estratégico, 2010,
http://www.buenosaires.gov.ar/areas/buenosaires2010/insumos-tecnicos/mapas.php
Obelisco. En tanto para el Metrobus Sur la inversión fue de 10 millones de pesos por
kilómetro. Estos costos de inversión y la capacidad de pasajeros de cada sistema se
ajustan a lo ya mostrado en la Figura 3.
Ante esta situación, se plantea la posibilidad de desarrollar una red de BRT, más
económica que otras alternativas, y pudiendo aprovechar infraestructura y material
rodante en uso actualmente. Por lo tanto, dicha red deberá estar distribuida en las vías
de transporte existentes, sin posibilidades de obras mayores de ampliación. El principal
objetivo es lograr la segregación entre el transporte público masivo respecto del resto
del tránsito.
En función del ancho de vía disponible se podrán estudiar distintas alternativas,
haciendo o no uso del derecho de vía disponible, entendiendo por derecho de vía el
espacio disponible entre líneas municipales. A continuación se numeran algunas
alternativas posibles:
Carril exclusivo en el separador central y un solo carril de tránsito mixto,
Transit Mall y corredores únicamente para el transporte público,
Rutas divididas (dos servicios de un sólo sentido en vías paralelas),
Ensanchamiento de vías,
Guías fijas,
Operación con un solo carril,
Estaciones escalonadas/estaciones alargadas,
Operación con tráfico mixto.
Las tres primeras soluciones seguramente sean las de menor costo económico, y de
mejor rendimiento para el sistema, aunque es probable que tengan una gran
resistencia desde el punto de vista social o político.
La solución de Transit Mall es muy interesante para aplicar en el microcentro. Calles
como Maipú y Esmeralda, hoy con gran congestión y contaminación sonora y del aire,
pueden convertirse en un corredor de BRT exclusivo, integrando el transporte con el
paisaje urbano y la gran cantidad de comercios. Esta solución también es compatible
con el proyecto de la “gran manzana”, que propone la peatonalización del microcentro
porteño, permitiendo que las actuales líneas de colectivo que transitan por dichas
calles no tengan que desviar su recorrido varias cuadras hacia las avenidas paralelas.
Como consecuencia de las limitaciones de las vías de circulación disponibles, y
teniendo presente la gran dificultad para realizar ampliaciones, se deberá considerar la
posibilidad de implementar alguna solución de menor envergadura en dichas arterias
críticas que no puedan contener un corredor de BRT. Estas soluciones deberán
complementar la red de BRT actuando como alimentadores del sistema.
El desafío será plasmar una red de corredores que se ajusten a la distribución de la
demanda actual. Dichos corredores deberán diseñarse teniendo en cuenta la
orientación de los accesos, pero sin prescindir de corredores transversales, que
faciliten y fomenten el uso de combinaciones y la descentralización de la actividad de la
Ciudad.
4. Estudio realizado
En vista de lo anteriormente expuesto, se realizó un trabajo de análisis técnico para la
implementación de una red de corredores BRT en la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.
El estudio se basó en los resultados de INTRUPUBA (Investigación de Transporte
Urbano Público de Buenos Aires) realizado en los años 2006 y 2007 en la Ciudad de
Buenos Aires y en 27 municipios del Gran Buenos Aires.
El diseño de la red estuvo contenido dentro de los límites de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, si bien se reconoce la necesidad de una red que incluya al AMBA (Área
Metropolitana de Buenos Aires) la dificultad técnica y la extensión geográfica de esta
excedían a las posibilidades del trabajo.
Se realizó un análisis de la infraestructura disponible y factible para la implementación
de corredores de tránsito segregado. Se determinó el área de influencia de dichos
corredores, y se evaluó las líneas de colectivo existentes que serían plausibles de
brindar un servicio en dichos corredores, aglutinando la demanda de dichas líneas a lo
largo del corredor. Finalmente se estimó cuáles de los corredores estudiados serían
factibles de ser construidos y explotados comercialmente considerando las
afectaciones y externalidades de los mismos, y los beneficios percibidos por los
usuarios y no usuarios del sistema.
Para determinar aquellas arterias en las que sería factible implementar la traza de un
corredor se analizó la geometría, ancho y longitud, de las más de 150 avenidas que
hay en la Ciudad de Buenos Aires. Respetando la tipología implementada en el
Metrobús Juan B. Justo, el ancho necesario para la implementación de un corredor es
de 18m (pudiendo reducirse hasta los 16m ambos carriles de tránsito general a cada
lado tienen un ancho de 2,5m). En este caso, la lista de avenidas que son factibles de
contener un corredor de BRT se reduce considerablemente, con sólo unas pocas
avenidas con extensiones mayores a los 3 o 4 km, y muy pocas que alcancen los 10
km. Esta resulta una de las dificultades más importantes al momento de trazar una red
de transporte en la ciudad.
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Guía de Planificación de Sistemas de BRT (traducción Enero 2010), www.itdp.org, Capítulo 5,
pág. 169.
cantidad de interferencias que se encuentran, como ser vías o estaciones de ferrocarril,
parques, cementerios, y otros, que interrumpen avenidas o las convierten en calles de
derecho de vía estrecho, debiendo realizar recorridos tortuosos para sortear dichos
obstáculos.
En los tramos donde no se construya el carril segregado, por falta de demanda o
espacio físico, podría considerarse la implementación de un sistema alternativo, como
ser carriles exclusivos para transporte público, si es que el volumen de servicios es
suficiente para justificarlos. Es contraproducente la implementación de carriles
exclusivos o segregados que no estén ocupados de forma continua por los servicios de
transporte público, ya que la opinión pública, en su carácter de conductores de
vehículos particulares, toma una posición en contra del sistema.
Tanto para la implementación de corredores como para el reordenamiento del tránsito
y la mejora general de la circulación, se debería adoptar un ancho mínimo de carril
menor al actual. En la Ciudad la Ley Nº 2148 en su Anexo I define el ancho mínimo de
carril en 3,00m, sin embargo, un ancho menor es factible e incluso mejor para la
circulación, permitiendo la señalización de más carriles en el mismo ancho de vía y
aumentando la “fricción” que aprecian los conductores en la circulación. De esta forma
se logra disminuir la velocidad desarrollada por los mismos, mejorando la seguridad
vial, evitando maniobras temerarias, al mismo tiempo que se asegura el
encolumnamiento de los vehículos dentro de los carriles. A modo de ejemplo, las
grandes ciudades europeas tienen mayormente anchos de carriles entre 2,50 m y 3,00
m.
5. Conclusiones
El sistema de corredores propuesto brindaría una mejora del servicio de miles de
colectivos, organizándolos en las principales avenidas, mejorando los tiempos de
ascenso y descenso y acortando el tiempo de viaje global de cientos de miles de
pasajeros. Por otro lado, la creación de estas vías segregadas, prohibiendo la
circulación de vehículos particulares, permite devolver este espacio público a la ciudad.
Sin embargo, las soluciones propuestas a corto y largo plazo son claramente distintas.
En el corto plazo no es posible lograr un sistema cerrado de BRT en red para toda la
Ciudad, por problemas técnicos y económicos. En esta etapa el objetivo es la creación
de infraestructura en forma de corredores segregados para ser utilizados por las líneas
de colectivo actuales, logrando una mejora en tiempos de viaje, comodidad y
conectividad de las líneas. La velocidad de construcción es una de las ventajas más
importantes del sistema BRT, y en el caso de los corredores propuestos la magnitud de
infraestructura necesaria es muy baja, permitiendo una gran velocidad y simultaneidad
en las obras. Estos corredores brindarán todas las ventajas nombradas anteriormente,
con un costo de capital muy inferior a otras soluciones de transporte masivo,
permitiendo hacer uso del material rodante actual y respetando el marco regulatorio
vigente. Por este motivo, la implementación de corredores BRT es compatible con la
situación político-económica actual de la Ciudad de Buenos Aires, y su relación con el
Gran Buenos Aires y el Estado Nacional Argentino.
A largo plazo, se podrá crear un sistema BRT propiamente dicho en forma de nuevas
líneas troncales y alimentadoras, implementar sistemas de control, y mejorar los
aspectos operativos. Al mismo tiempo se deberá mejorar o incrementar la
infraestructura, extender los corredores existentes más allá de los límites de la Ciudad
e impulsar la creación de nuevos corredores en áreas de poco ancho de vía,
conformando la red de BRT. A su vez se deberán implementar más medidas para
fomentar los medios de transporte no motorizados, como impulsar el uso de bicicletas y
la creación de nuevas áreas peatonales en las zonas céntricas de la Ciudad, que se
complementen con la futura red de Metrobus e incentive a los habitantes a abandonar
el vehículo privado como principal fuente de transporte para los viajes diarios.