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1‐ Entramos en https://transparencia.gob.es/
5‐ Una vez dentro del Boletín Oficial del Estado, presionamos F3 para realizar
una búsqueda específica.
Estado Social: Este término implica que el Estado tiene un compromiso activo en la promoción
del bienestar y la calidad de vida de sus ciudadanos. El Estado social se manifiesta en una serie
de políticas y medidas que buscan garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a servicios
esenciales como la educación, la atención médica, la vivienda y la asistencia social. También
implica la implementación de políticas para reducir la desigualdad económica y social, así como
la promoción de la igualdad de oportunidades. En resumen, el Estado social se preocupa por el
bienestar y el progreso de la sociedad en su conjunto.
Estado Democrático: Este principio refleja que el gobierno en España se basa en la voluntad
del pueblo y en la soberanía popular. La toma de decisiones políticas se realiza a través de
elecciones y representación, permitiendo a los ciudadanos elegir a sus representantes y
participar activamente en la toma de decisiones políticas. En una democracia, se respetan los
derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos, y las políticas y leyes se establecen de
acuerdo con la voluntad de la mayoría.
Estado de Derecho: Este concepto significa que el Estado español está sujeto a un sistema
legal que establece la igualdad de todos ante la ley y garantiza que nadie, incluido el gobierno,
esté por encima de la ley. Las acciones del Estado deben ajustarse a la Constitución y a las leyes
existentes, y los tribunales tienen la autoridad para garantizar que las leyes se apliquen de
manera justa e imparcial. El Estado de Derecho es fundamental para proteger los derechos y las
libertades individuales y para garantizar la justicia en la sociedad.
4‐
La distinción entre Gobierno y Administración es fundamental en una democracia, ya
que garantiza la separación de poderes y la rendición de cuentas. El Gobierno es
elegido por el pueblo y establece políticas, mientras que la Administración es
responsable de implementar esas políticas de manera neutral y eficiente. Esto evita que
el poder ejecutivo concentre demasiado poder y garantiza que la administración de
asuntos públicos se lleve a cabo de manera profesional y sin interferencias políticas
indebidas.