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UNIVERSIDAD ESTATAL

PENÍNSULA DE SANTA ELENA

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y DE LA


SALUD

CARRERA: DERECHO

ASIGNATURA:
DERECHO CONSTITUCIONAL

DOCENTE:
ABG. ANA MARIA TAPIA

INTEGRANTES:
BRAYAN ALEXANDER ALDAS LOZADA
LEONOR LISSETTE PLUA CASTRO
KENIA LISBETT YAGUAL CAYETANO
FRANKLIN JAIRO PINCAY MERA
JULIO ALFREDO SILVA TOMALA

PERÍODO ACADÉMICO
PRIMER SEMESTRE
2023 – 2024
FUNCIÓN LEGISLATIVA
Esta función se encarga de la creación, modificación y derogación de leyes. Por lo general, recae en
un parlamento, congresos o asambleas, quienes son responsables de representar a la ciudadanía y
tomar decisiones en su nombre. Algunas de sus responsabilidades incluyen la aprobación del
presupuesto del Estado, la creación de leyes y la fiscalización del poder ejecutivo.
El papel más importante de la función legislativa es el de elaborar, modificar y derogar leyes que
rigen la convivencia en la sociedad. La legislatura es el órgano encargado de representar los intereses
de la ciudadanía y adoptar decisiones en nombre de la colectividad. A través de la creación de leyes,
la función legislativa tiene un impacto significativo en diversos aspectos de la vida de los
ciudadanos, incluyendo la economía, educación, salud, seguridad, derechos civiles y
responsabilidades del Estado.
Además, la función legislativa también es responsable de la fiscalización del poder ejecutivo,
garantizando que las políticas y acciones del gobierno se ajusten a la legalidad y que se utilicen los
recursos de manera adecuada. Asimismo, representa una voz crítica y de equilibrio en el sistema de
gobierno, asegurando que se protejan los derechos fundamentales de los ciudadanos y que se
promueva el bienestar general.
En resumen, el papel más importante de la función legislativa es la creación de leyes que regulen la
convivencia social y garanticen el funcionamiento democrático del Estado, así como la supervisión y
fiscalización del poder ejecutivo para salvaguardar el interés público.

FUNCIÓN EJECUTIVA
Esta función se encarga de implementar y hacer cumplir las leyes aprobadas por el poder legislativo.
El poder ejecutivo está a cargo del presidente, primer ministro u otro líder designado, quien es
responsable de dirigir las políticas del gobierno y administrar los asuntos del Estado, incluida la
diplomacia y la gestión de la economía.
Las responsabilidades básicas de la función ejecutiva incluyen:
 Implementación de políticas: La función ejecutiva lleva a cabo las políticas públicas
aprobadas por el poder legislativo, utilizando los recursos y la infraestructura del gobierno
para lograr los objetivos establecidos.
 Administración del gobierno: La función ejecutiva se encarga de dirigir y gestionar las
operaciones diarias del gobierno, incluyendo la supervisión de los distintos ministerios,
agencias y departamentos.
 Relaciones exteriores: En la mayoría de los casos, la función ejecutiva es responsable de
representar al país en cuestiones internacionales, incluyendo la negociación de tratados,
acuerdos comerciales y relaciones diplomáticas con otros países.
 Seguridad nacional: La función ejecutiva es a menudo responsable de la protección y
defensa del país, incluyendo la supervisión de las fuerzas armadas y la gestión de la seguridad
interna y externa.
 Presupuesto y finanzas: La función ejecutiva generalmente tiene la responsabilidad de
proponer y administrar el presupuesto del gobierno, asegurando que los fondos públicos se
utilicen de manera eficiente y en beneficio de la sociedad.
En general, la función ejecutiva es crucial para el funcionamiento diario de un país, ya que es
responsable de implementar las políticas y decisiones que afectan a la población en su vida diaria. El
equilibrio entre la función ejecutiva, la función legislativa y la función judicial es fundamental para
garantizar el funcionamiento adecuado del Estado y el respeto del Estado de derecho.

FUNCIÓN JUDICIAL
La función judicial se encarga de administrar justicia de manera imparcial y resolver conflictos de
manera justa. Este poder está representado por los tribunales y jueces, quienes interpretan las leyes y
garantizan que se respeten los derechos de los ciudadanos. Además, tienen la responsabilidad de
juzgar casos civiles y penales, así como velar por el cumplimiento de la ley.
La función judicial es un pilar fundamental del Estado de derecho y la gobernanza democrática. Esta
función es responsable de administrar justicia e interpretar las leyes a través del sistema judicial. Su
objetivo principal es garantizar que todas las personas, independientemente de su posición o poder,
sean tratadas con igualdad ante la ley y tengan acceso a un proceso judicial justo y equitativo.
Algunas de las responsabilidades clave de la función judicial son las siguientes:
 Interpretación de leyes: Los jueces y magistrados tienen la responsabilidad de interpretar las
leyes existentes y determinar su aplicabilidad en casos concretos. Esta interpretación es
fundamental para garantizar la coherencia y la equidad en la administración de justicia.
 Resolución de conflictos: La función judicial resuelve disputas legales y conflictos entre
individuos, organizaciones o el Estado. A través de los tribunales, se busca alcanzar
resoluciones justas y equitativas que respeten los derechos y las obligaciones de todas las
partes involucradas.
 Protección de derechos fundamentales: La función judicial protege y defiende los derechos
y libertades fundamentales de los ciudadanos frente a posibles abusos por parte del poder
ejecutivo o legislativo.
 Supervisión del cumplimiento de las leyes: El sistema judicial asegura que las leyes y las
sentencias judiciales sean cumplidas, contribuyendo a la preservación del orden social y la
seguridad jurídica.
 Garantizar el Estado de derecho: La función judicial es un pilar fundamental en el
mantenimiento del Estado de derecho, asegurando que el poder público se ejerza dentro de
los límites establecidos por la Constitución y las leyes.
El sistema judicial es clave para el funcionamiento de cualquier sociedad democrática, ya que
garantiza la protección de los derechos y las libertades individuales, así como mantiene la estabilidad
y el equilibrio entre los poderes del Estado. Además, promueve la confianza en las instituciones, lo
que es vital para el desarrollo y la cohesión social.
FUNCIÓN DE TRANSPARENCIA Y CONTROL SOCIAL
Esta función tiene como objetivo garantizar la transparencia en la gestión pública y el control
ciudadano sobre las decisiones del gobierno. Incluye la promoción de la rendición de cuentas, la
participación ciudadana en los asuntos públicos y la prevención y lucha contra la corrupción.
La función de transparencia y control social es de suma importancia en cualquier sociedad
democrática, ya que implica la rendición de cuentas por parte de las autoridades y la participación
activa de la ciudadanía en la supervisión de las acciones del gobierno y de las entidades públicas.
La transparencia se refiere a la obligación que tienen las instituciones públicas de ofrecer
información clara, oportuna y accesible sobre sus decisiones, acciones y el uso de recursos. Esto
incluye la divulgación de presupuestos, contratos, procesos de licitación, gastos y cualquier otra
información relevante que permita a la ciudadanía conocer y evaluar la gestión de los recursos
públicos. La transparencia permite prevenir y detectar actos de corrupción, promover la eficiencia en
el uso de los recursos y fortalecer la confianza de la ciudadanía en las instituciones gubernamentales.
Por otro lado, el control social se refiere a la participación activa de la sociedad en la supervisión y el
seguimiento de las acciones del gobierno. Esto implica que la ciudadanía pueda ejercer presión sobre
las autoridades para que rindan cuentas, denunciar irregularidades y proponer iniciativas para
mejorar la gestión pública. El control social puede llevarse a cabo a través de diferentes mecanismos,
como la organización de la sociedad civil, la participación en procesos de consulta pública, la
presentación de quejas y denuncias, entre otros.
En este sentido, es importante que existan leyes y regulaciones que garanticen el acceso a la
información pública, así como mecanismos de protección para quienes denuncien actos de
corrupción o irregularidades. Asimismo, es fundamental promover la educación cívica y la
participación ciudadana para que la sociedad esté consciente de su papel en la supervisión de las
acciones del gobierno.
Además, es importante mencionar que la tecnología juega un papel crucial en la promoción de la
transparencia y el control social. Con el acceso a herramientas digitales y plataformas en línea, la
ciudadanía puede monitorear de manera más efectiva las acciones del gobierno, acceder a
información pública de manera rápida y sencilla, y participar en iniciativas de seguimiento y
vigilancia ciudadana.
En muchos países, se han implementado portales de transparencia y sistemas de información pública
en línea que permiten a la ciudadanía acceder a datos relevantes sobre el uso de los recursos
públicos, los procesos de contratación y otros aspectos de la gestión gubernamental. Estas
herramientas son fundamentales para empoderar a la sociedad en su capacidad de supervisar las
acciones del gobierno y promover la rendición de cuentas.
Por otro lado, las redes sociales y otras plataformas digitales también han cambiado la forma en que
la ciudadanía puede participar en el control social. A través de estas herramientas, las personas
pueden expresar sus opiniones, difundir información, organizar movilizaciones y generar presión
pública sobre las autoridades. Esto ha demostrado ser una herramienta poderosa para exigir
transparencia y denunciar actos de corrupción.
En resumen, la función de transparencia y control social tiene como objetivo principal promover la
rendición de cuentas, prevenir la corrupción, fortalecer la democracia y garantizar el buen uso de los
recursos públicos. Para que esta función sea efectiva, es necesario que las instituciones públicas
promuevan una cultura de transparencia, fomenten la participación ciudadana y establezcan
mecanismos efectivos para recibir y responder a las demandas y observaciones de la sociedad.

FUNCIÓN ELECTORAL
Esta función se encarga de organizar y supervisar los procesos electorales, garantizando el ejercicio
del derecho al voto y la elección democrática de representantes en los distintos niveles de gobierno.
Además, se encarga de velar por la transparencia y legalidad de los procesos electorales. Estas
funciones son fundamentales en cualquier sistema de gobierno, ya que se complementan entre sí para
garantizar el equilibrio de poderes y el funcionamiento democrático del Estado.
La función electoral es un pilar fundamental en cualquier sistema democrático, ya que implica el
proceso mediante el cual los ciudadanos eligen a sus representantes y deciden sobre cuestiones de
interés público. Consiste en la organización de elecciones periódicas y en la garantía de que dichas
elecciones sean libres, justas y transparentes, permitiendo que la ciudadanía ejerza su derecho al voto
de manera informada y sin coacción.
La función electoral cumple varios propósitos clave en una sociedad democrática:
1. Representación: A través del voto, los ciudadanos eligen a sus representantes en los distintos
niveles de gobierno, quienes tendrán la responsabilidad de tomar decisiones en nombre de la
ciudadanía.
2. Legitimidad: Las elecciones proporcionan legitimidad a las autoridades y a las políticas públicas,
ya que reflejan la voluntad de la ciudadanía expresada a través del voto.
3. Participación ciudadana: El proceso electoral fomenta la participación activa de la ciudadanía en
la vida política, animando a los ciudadanos a informarse sobre las distintas propuestas políticas y a
ejercer su derecho al voto.
4. Rendición de cuentas: A través de las elecciones, los ciudadanos tienen la oportunidad de evaluar
el desempeño de los representantes electos y tomar decisiones para sostenerlos en el poder o elegir a
nuevos líderes.
Para asegurar que la función electoral cumpla con su propósito, es esencial garantizar una serie de
principios básicos en los procesos electorales, tales como:
 Universalidad: Todos los ciudadanos que cumplan con los requisitos legales tienen derecho
a votar y a ser votados, sin discriminación por motivos de raza, género, religión u otras
características.
 Secreto del voto: La garantía de que el voto de cada ciudadano sea secreto es fundamental
para proteger su libertad a la hora de elegir a sus representantes.
 Igualdad: Todos los votos deben tener el mismo valor, y ningún candidato o partido político
debe contar con privilegios injustificados en el proceso electoral.
 Transparencia: Los procesos electorales deben ser transparentes, con la divulgación de
información sobre el registro de votantes, el conteo de votos, y el financiamiento de las
campañas, entre otros aspectos.
 Participación inclusiva: Se deben tomar medidas para asegurar que todos los ciudadanos
tengan la oportunidad de participar en el proceso electoral, incluyendo a personas con
discapacidades o a comunidades marginadas.
 Independencia y neutralidad: Las instituciones encargadas de organizar y supervisar las
elecciones deben ser independientes y actuaren en forma imparcial sin favorecer a ningún
partido político en particular.

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