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El Estado Dominicano se organiza y funciona de acuerdo con los principios

establecidos en su Constitución, que es la norma suprema del país. La estructura


organizativa del Estado Dominicano se basa en la separación de poderes y está
compuesta por tres poderes principales: el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y
el Poder Judicial.

1. Separación de poderes: El Estado Dominicano se basa en la separación de


poderes, que consiste en la distribución de las funciones estatales entre los
poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Cada poder tiene atribuciones
específicas y actúa de manera independiente, pero también se
complementan y controlan mutuamente para garantizar un equilibrio de
poderes.
2. Gobierno democrático: La República Dominicana se considera un Estado
democrático, donde el poder político es ejercido por representantes
elegidos por el pueblo a través de elecciones periódicas. Se respeta el
pluralismo político, los derechos y libertades fundamentales, y se fomenta
la participación ciudadana en la toma de decisiones.
3. Administración pública: El Estado Dominicano cuenta con una
administración pública encargada de implementar las políticas públicas y
prestar los servicios necesarios a la sociedad. Los ministerios y otras
entidades gubernamentales son responsables de la gestión de los asuntos
públicos en sus respectivas áreas.
4. Fiscalización y rendición de cuentas: Existen mecanismos de fiscalización y
control para asegurar la transparencia y la adecuada gestión de los recursos
públicos. La Contraloría General de la República es el órgano encargado de
la fiscalización de los ingresos y gastos del Estado. Además, se promueve la
rendición de cuentas de los funcionarios públicos y se establecen
mecanismos de acceso a la información pública.
5. Justicia y Estado de derecho: El Estado Dominicano tiene un sistema judicial
independiente encargado de administrar justicia de forma imparcial. Los
tribunales y los jueces tienen la función de interpretar y aplicar las leyes,
resolver conflictos y proteger los derechos de los ciudadanos. El respeto al
Estado de derecho es fundamental para garantizar la seguridad jurídica y la
protección de los derechos fundamentale

SEGUNDO TEMA
1. Poder Ejecutivo: El Poder Ejecutivo está encabezado por el Presidente de la
República, quien es elegido por voto popular cada cuatro años. El
Presidente es el jefe de Estado y de Gobierno, y es responsable de la
administración pública y la ejecución de las leyes. Además, nombra y dirige
los ministerios y las instituciones gubernamentales.
2. Poder Legislativo: El Poder Legislativo recae en el Congreso Nacional, que
está compuesto por dos cámaras: el Senado y la Cámara de Diputados. El
Senado está integrado por 32 senadores, dos por cada provincia y el
Distrito Nacional, mientras que la Cámara de Diputados cuenta con 190
diputados. El Congreso Nacional es responsable de la creación,
modificación y aprobación de las leyes.
3. Poder Judicial: El Poder Judicial es independiente y está encabezado por la
Suprema Corte de Justicia. La Suprema Corte de Justicia es el tribunal de
última instancia en el sistema judicial dominicano y está compuesta por
varios jueces. Además, existen otros tribunales inferiores, como los
tribunales de apelación y los tribunales de primera instancia, que se
encargan de administrar justicia en el país.
Además de estos tres poderes, existen otros órganos y entidades que forman
parte del Estado Dominicano, como:
 Ministerios: Son las entidades encargadas de la administración de los
distintos sectores del Estado, como el Ministerio de Educación, el
Ministerio de Salud, el Ministerio de Finanzas, entre otros.
 Procuraduría General de la República: Es el organismo encargado de
representar al Estado en los asuntos legales y de investigar y perseguir los
delitos.
 Defensoría del Pueblo: Es una institución encargada de proteger los
derechos humanos y velar por los intereses de los ciudadanos.
 Tribunal Superior Electoral: Es el órgano encargado de organizar, supervisar
y garantizar la transparencia de los procesos electorales.
Estas son solo algunas de las instituciones y entidades que conforman la
estructura organizativa del Estado Dominicano. Cada una de ellas tiene funciones
específicas y está encargada de garantizar el cumplimiento de la ley y el
funcionamiento adecuado del Estado.

TERCER TEMA

El clientelismo en el sector público se refiere a la práctica en la cual los


funcionarios públicos utilizan su posición y recursos estatales para obtener apoyo
político y mantener el poder, a través de la distribución de beneficios y favores a
individuos o grupos específicos a cambio de su lealtad política o apoyo electoral.
Esta práctica se caracteriza por un intercambio de favores y beneficios, en el cual
los ciudadanos reciben ventajas o recursos del Estado a cambio de respaldar
políticamente al funcionario o partido en el poder.

En el clientelismo en el sector público, los funcionarios aprovechan su posición y


acceso a recursos estatales para beneficiar a individuos o grupos específicos con
el fin de obtener ventajas políticas. Estos beneficios pueden incluir empleos
públicos, contratos, asignación de recursos, acceso preferencial a servicios
públicos, programas sociales, entre otros. Estos favores se utilizan como
mecanismo de control político y para fortalecer la base de apoyo de los
funcionarios o partidos en el poder.

El clientelismo en el sector público puede manifestarse de diferentes maneras,


como:
1. Asignación discrecional de recursos: Los funcionarios públicos pueden
utilizar los recursos del Estado, como empleos, contratos públicos,
programas sociales, subsidios u otros beneficios, para favorecer a
individuos o grupos que les son afines políticamente o que puedan
ayudarles a mantener su poder.
2. Nepotismo: El nepotismo implica la preferencia hacia familiares y amigos
cercanos en la asignación de puestos y cargos públicos, sin tener en cuenta
los méritos y la capacidad profesional de los candidatos.
3. Intercambio de favores: Los funcionarios pueden utilizar su posición para
obtener favores personales o políticos a cambio de conceder beneficios o
privilegios a determinadas personas.
4. Redes clientelares: Se forman redes de lealtades y relaciones políticas en
las cuales los funcionarios públicos mantienen una base de apoyo leal y
comprometida a cambio de beneficios y recursos estatales.
El clientelismo en el sector público puede tener efectos negativos para la sociedad
y la democracia, ya que puede perpetuar la corrupción, la desigualdad y la falta de
meritocracia en la administración pública. Además, puede distorsionar la toma de
decisiones públicas y debilitar la confianza ciudadana en las instituciones del
Estado.
Es importante destacar que combatir el clientelismo en el sector público requiere
de políticas y mecanismos de transparencia, rendición de cuentas y
fortalecimiento institucional. La promoción de la participación ciudadana, la
profesionalización de la administración pública y la implementación de
regulaciones y controles efectivos son algunas de las medidas que pueden
contribuir a reducir la incidencia del clientelismo y promover una gestión pública
más eficiente y equitativa.

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