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Traducción Borradores y Borrados, El Desafortunado Principio de Incertidumbre de Pinch (2011) - Karen Barad - Trad. Colectivo Pliegue
Traducción Borradores y Borrados, El Desafortunado Principio de Incertidumbre de Pinch (2011) - Karen Barad - Trad. Colectivo Pliegue
Karen Barad
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“¿Cuál podría y debería ser la relación con nuestro objeto de estudio en los
estudios científicos, especialmente cuando trabajamos cada vez más sobre el
mismo tipo de temas que las personas que estudiamos?” Esta es la pregunta que
Trevor Pinch (2011: 431) sitúa al centro de su reseña a Encontrando al Universo a
Medio Camino (Barad, 2007). La naturaleza de la relación entre ciencia y estudios de
ciencias es una cuestión importante que me preocupa mucho, y la oportunidad de
abordar esta pregunta de forma constructiva motiva mi respuesta. Aunque con
Pinch estamos de acuerdo en la importancia de la pregunta, yo me aparto de su
evaluación teórica, de su enfoque para responder y de la respuesta que presenta.
Dado que mi atención se centra en esta cuestión, solo abordo los malentendidos
vinculados con mi proyecto, y solo algunos de los más importantes. El patrón y
naturaleza de estos malentendidos son significativos y revelan diferencias
importantes y antiguas entre el enfoque feminista y otros enfoques en los estudios
de ciencias.
Esto no quiere decir que estos esfuerzos conjuntos resulten fácilmente. Tampoco
podemos suponer que son metodológicamente sencillos, pero esto no significa
que las dificultades metodológicas sean (intrínsecamente) insolubles. Cada
disciplina tiene sus propios vocabularios, métodos, normas, formas argumentar y
responder a los argumentos, evidencia y así sucesivamente. Esa es la razón por la
que propuse una metodología difractiva: antes de emprender el proyecto de
pensar juntos a la ciencia, los estudios de ciencias y estudios feministas y queer
(notablemente, Pinch deja a estos últimos campos completamente fuera del
margen), tenía que encontrar una metodología apropiada para la tarea, una que
fuera respetuosa de las aproximaciones de distintas disciplinas y las diferencias
entre ellas, y suficientemente rigurosa como para proveer nuevas ideas,
reconocibles por académicos en varias disciplinas en las que me involucro. Puse a
prueba la metodología desafiándome a mí mismx a cumplir la promesa de que
podría obtener nuevos resultados.
Uno de mis más rigurosos experimentos consistió en averiguar las implicancias del
realismo agencial para investigación en curso sobre física. En Encontrando al
Universo a Medio Camino propongo una interpretación realista agencial de la física
1
[N.T.: Hemos traducido entanglement como “enredo” y “entrelazamiento” dependiendo del contexto. Cuando refiere
al uso en mecánica cuántica, utilizamos “entrelazamiento”; cuando refiere a las intra-acciones que producen los límites y
cortes de lo natural/cultural, utilizamos “enredo” para darle valor propio, aparte de la denominación en mecánica
cuántica]
cuántica (incluyendo una solución al famoso problema de la medición). Esta
interpretación realista agencial es vulnerable a los resultados empíricos, como debe
ser. Tiene que ser coherente con lo que sabemos 8. Y del mismo modo, por
escandaloso como pueda resultar para algunos, el realismo agencial podría acabar
siendo erróneo o, al menos, no responder suficientemente a los diversos
compromisos intra-activos “humanos” y “no humanos” que importan. En mi
opinión, esa vulnerabilidad es el punto fuerte de cualquier teoría (“científica” o de
otra forma), no un defecto. Las teorías no son un conjunto de ideas flotantes, sino
más bien prácticas materiales específicas en el continuo compromiso intraactivo
del mundo consigo mismo, y como tales son empíricamente abiertas y receptivas.
Es decir, siempre forman de parte de lo que el mundo hace en su continua apertura
y capacidad de respuesta a sí mismo. ¿Por qué querríamos que fuera diferente?
¿Por qué queríamos que las teorías estuvieran protegidas del mundo?
Lo que nos lleva a lo que Pinch (432) describe como un momento “ay” (en el
original “ouch”). Mi recuerdo de nuestro intercambio en el Stevens Institute of
Technology difiere del relato de Pinch 9. Como la reseña de Pinch se hace eco de
algunos de los mismos errores comunicativos que me frustraron en su momento,
discutiré algunos de los elementos más importantes de nuestro intercambio tal
como los recuerdo.
Me asombró que Pinch dijera que mi respuesta socavaba todo lo que había dicho
en mi intervención. Cuando continuó con este “te pillé”, fue inmediatamente obvio
que su respuesta dependía de serias malinterpretaciones. Para entender su origen,
necesito hablar un poco más de mi intervención.
¿Cómo es posible que Pinch pasara por alto lo queer de lo que dije como para
presentarme como unx realista convencional [straight]? (O, en el mejor de los
casos, ¿unx realista convencional [straight] vestidx científico estándar con
accesorios social constructivistas, adornando de manera extraña mi atuendo?)
No hace falta ir muy lejos para encontrar pistas. Precisamente donde Pinch cree
que mi relato empieza a perder su claridad, es justo en el punto donde me
comprometo seriamente con teorías postestructuralistas feministas y queer. Hay
que reconocer que estas teorías son difíciles. Pinch no es el primero en quejarse de
que la claridad y el postestructuralismo son mutuamente excluyentes, haciéndose
necesaria, a partir de ahí, la pregunta: ¿claridad para quién? ¿bajo qué estándares?
Cuando se cuestionan los términos de difundidas y ampliamente aceptadas ideas
teóricas, se debe tener cuidado con que el lenguaje de unx no dependa del mismo
conjunto de supuestos que está siendo cuestionado. Las formas de expresión
creativas y que no van directo al punto no son opcionales. Bohr entendía este
punto, y su autoconsciente uso del lenguaje contribuye también a las quejas sobre
la densidad y falta de claridad en sus escritos. Haciendo a un lado las dificultades,
la estructurada falta de aprecio de las contribuciones postestructuralistas y cómo
estas teorías importan para teorías feministas, queer, post coloniales y teorías
críticas de raza, es significativa. Los borrados de Pinch no son sólo suyos.
Barad afirma que los estudios de ciencias feministas son sobre el género y la ciencia en
construcción, o co-constituyéndose los dos el uno al otro, y aun cuando ella destaca una
nueva estructura ética, que proviene desde su punto de vista posthumanista, y afirma que la
coprensión de cómo los cuerpos son fabricados materialmente, tiene importantes
consecuencias para el género, no llegué a ver cómo es que esta comprensión impactó en la
versión que presenta de los experimentos de entrelazamiento.
Pinch parece horrorizado por mi sugerencia de que las ideas del realismo agencial
podrían tener interesantes implicaciones para los estudios de ciencias. Pero,
irónicamente, su paso apresurado por el realismo agencial (en una corta sección,
principalmente en un corto parágrafo [pp. 437-438]) no tan sólo omite las
dimensiones políticas de mi análisis, sino que borra mi sustento en ideas de los
estudios de ciencias en el desarrollo del realismo agencial. La metodología
difractiva que propongo involucra una forma especial de “leer a través”, por decirlo
así: la difracción es un fenómeno intra-activo, y como tal, no sostiene un conjunto
de intereses como pre-existentes o estables o primarios por sobre otros.13 Por su
propio diseño, ninguna disciplina está por encima de las demás, dictando cómo se
deberían llevar a cabo su oficio los practicantes de algún otro campo. Pero me
pareció especialmente sorprendente que Pinch descuidara completamente el cómo
la relevancia de los planteamientos de los estudios de ciencias para el realismo
agencial, son importantes para los estudios de ciencias. ¿Por qué este no sería un
punto a destacar? Después de todo, al ofrecer posteriormente una interpretación
realista agencial de la física cuántica, que coincide con los últimos hallazgos
científicos, demuestro la importancia de los estudios de ciencias para la práctica de
la ciencia. Pensé que esa era una de las cosas que “nosotros” queríamos ser
capaces de mostrar. ¿Podría ser que Pinch no se haya percatado de lo que el
realismo agencial, y los estudios feministas y queer por ende, tienen en común con
los estudios de ciencias, porque no son una variedad del constructivismo social?
2
Esto se refiere a una jornada informal de debate, organizada por Harry Collins y Steve Yearley, para “jugar
el juego de la gallina”, vale decir, desafiarse epistemológicamente el uno al otro. Los “competidores” fueron
Bruno Latour y Steve Woolgar y se discutieron temáticas relativas a los estudios sociales en ciencias. Luego
de lo cual, Michel Callon y Bruno Latour escribieron un artículo de comentario a estos debates. Véase Callon
& Latour (1992), citado por Barad en este artículo. [Nota de la Traducción]
pizarra de la naturaleza, obscurece dimensiones cruciales del poder. Comenzar el
análisis con la dicotomía naturaleza/cultura ya establecida, es empezar muy tarde.
Entender la construcción de la dicotomía naturaleza/cultura y las operaciones que
lleva a cabo ha sido crucial; no basta con simplemente reconocer qué importa, sino
que debemos entender cómo importa y para quién. Por cada idea importante que
el constructivismo social lleva adelante, se embarranca por su dependencia de la
dicotomía naturaleza/cultura y del excepcionalismo humano, y por su fracaso a la
hora de considerar las prácticas materiales que producen y permiten los marcos
particulares, sociales e históricos, que proveen el punto de partida del
constructivismo social. Al atribuir materia/naturaleza a un resultado de prácticas
sociales, el constructivismo social nunca se pregunta cómo la materia importa. Solo
permite un análisis unidireccional, en el mejor de los casos.
El realismo agencial, como todas las filosofías, no vivirá o morirá por un resultado
comprobable, sino que debe estar vivo y abierto al mundo, o su vida será muy
efímera. Es muy gratificante ver jóvenes académicas feministas que ya ofrecen sus
propias elaboraciones16. Nuestra meta/fisica, como toda buena teoría científica,
debería estar viva, ser responsable y responsiva al mundo. ¿De qué otra forma
importarían nuestras teorías?
RECONOCIMIENTOS
NOTAS:
1. Por supuesto, este tipo de evidencia solo servirían para apoyar un principio mucho más
débil, pero en cualquier caso, lo que ofrece Pinch como evidencia empírica sin “contexto
social” (lo que va en contra de su norma de hacer referencia a los “datos”) resulta más que
irónico. Si los estudiosos de la ciencias critican a los científicos por hacer afirmaciones sobre
"lo natural", ¿qué criterios aplican para hacer afirmaciones sobre “lo social”? Más aún, hay
datos significativos que hablan en contra de la afirmación de Pinch, mostrando que los
profesionales de estudios de ciencias y los científicos pueden trabajar y de hecho trabajan
juntos de manera productiva.
2. Por ejemplo, los trabajos de Judith Butler, Jacques Derrida y Donna Haraway hacen hincapié
en estas cuestiones. En Encontrando al Universo a Medio Camino, desarrollo las enredadas
relaciones entre estas diversas prácticas (incluyendo las teorías científicas y sociales), que
comparten la preocupación por las preguntas de exclusión.
5. Para elaborar un poco más, una metodología difractiva es una práctica que
simultáneamente pone atención a las importantes diferencias entre las prácticas y sus
enredos específicos al leer comprensiones respectivas las unas a través de las otras, de
manera que no se construya a partir de distinciones y separaciones fundacionales antes de
que el análisis despegue, y que responda a nuestros enredos intra-activos con nuestro
objeto de estudio, incluyendo la atención a lo que queda excluido y cómo esto importa.
Para detalles, véase especialmente el Capítulo 2 de Encontrando al Universo a Medio
Camino.
7. "Nos" guste o no, la ciencia y los estudios de ciencias interdisciplinarios ya son prácticas
enredadas ontológica y epistemológicamente, en las que está en juego la definición de lo
que se considera naturaleza (y sus otros constitutivos). Por tomar un ejemplo, ¿deberíamos
decir a Bohr que no tenía derecho a pensar en estos problemas de filosofía y de física a la
vez? ¿Quién decide cuáles consideraciones cuentan como “física” y cuáles como “filosofía”?
¿Negaremos el hecho de que la “física” – no, la “filosofía natural” - y lo que ahora llamamos
“filosofía” (propiamente tal) fueron cocinadas en el mismo calderón en un tiempo en que
las prácticas del conocimiento no involucraban la profesionalización de las disciplinas en las
formas en que estamos acostumbrados? ¿Cómo funcionan estas separaciones (todavía)?
¿Deberíamos intentar tomar en cuenta estos enredos de alguna manera, o dejarlos atrás
como artefactos históricos interesantes pero irrelevantes? ¿Es la contingente emergencia de
estas divisiones disciplinarias del siglo XIX el lugar donde Pinch piensa que la historia de la
ciencia se ha encontrado con una verdad profunda de la naturaleza? O para hablar en un
nivel personal, ¿qué podría significar dejar atrás mi “lado físico” cuando hago “estudios de
ciencias” y viceversa? ¿Cómo podría uno ir haciendo estos cortes y sobre qué base? ¿Cómo
importarían esos cortes? ¿Y qué quedaría afuera? ¿Cuales son las exclusiones constitutivas?
8. Por supuesto,”coherente” no es una norma transparente, sino que emerge desde dentro de
un conjunto de prácticas que van evolucionando, incluyendo asuntos y prácticas sociales
que son parte integral de la física.
9. La reunión se tituló “Ciencia, Tecnología y las Humanidades: Una Nueva Síntesis”, y se llevó
a cabo en el Instituto de Tecnologia Stevens, Hoboken NJ, USA, e l24 y 25 de abril de 2009.
10. Los experimentos del borrador cuántico tienen profundas implicaciones, especialmente
para el pensamiento respecto al carácter de la naturaleza y del tiempo (para un reporte
detallado y referencias relevantes véase el Capítulo 7 de Encontrando al Universo a Medio
Camino). El experimento del borrador cuántico (en modo de elección retardada) revela la
perversa posibilidad de cambiar el carácter de la naturaleza después de la acción, esto es, la
identidad del objeto en cuestión, sea onda o partícula, puede ser cambiada borrando la
información de “cuál-ranura” ¡después de que el objeto ya ha atravesado ambas ranuras
como una onda, o una u otra ranura como partícula! Estos experimentos no fueron
propuestos o probados sino hasta 1990 (por ejemplo Scully et al. 1991). Pinch me castiga
por no estar interesada en la historia y no referenciar a Harvey (1981) cuando hablo de los
experimentos de borrador cuántico – pero a menos que Pinch estuviera llevando a cabo un
experimento de borrador cuántico en el artículo de Harvey – que reescribió resultados más
tardíos en un artículo de un período de tiempo anterior – o, que Harvey estuviera
realizando por su propia cuenta un viaje en el tiempo, Harvey no podría haber analizado los
experimentos de borrador cuántico de los que yo estaba hablando, en la medida que estos
experimentos no fueron siquiera concebidos sino hasta una década más tarde.
14. De acuerdo al realismo agencial, la ética no debe ser entendida como un asunto de
asignación o análisis de principios de moralidad, contrastados con cuestiones de justicia
social. Todo lo contrario, la ética se trata del importar, incluyendo quién importa y quién no,
así como la concepción misma de la materia implica exclusiones particulares constitutivas.
15. Es importante reconocer las extensas redes superpuestas de prácticas compartidas que
constituyen los Estudios de Ciencias Feministas. Si bien resulta tentador y se espera que así
sea, utilizar prácticas de citación estandarizadas, en la forma de listas de contribuciones
representativas que se dice que constituyen un campo, estas prácticas son profundamente
problemáticas. Y son problemáticas no tan solo por las exclusiones constitutivas que
necesariamente efectúan (¿Quién está adentro? ¿Quién está afuera?), sino que también por
los efectos afectivos que engendran, no importa lo poco intencionales que sean, y por el
delineamiento performativo de los límites del campo a través del mecanismo de establecer
de quién es el trabajo propiamente representativo y de quién no. Por lo tanto, me resisto
aquí a la práctica estandarizada, mientras que reconozco una muy extensa red de prácticas,
así designadas, que atraviesan los géneros, las razas, las sexualidades y las nacionalidades.
Quizás es porque ha habido y continúa habiendo una fuerte tradición de científicas
llevando a cabo estudios de ciencias feministas, que algunxs de nosotrxs hemos persistido
en crear oportunidades para participar constructivamente con científicos, con el objetivo de
pensar sobre y practicar ciencia juntos como una actividad integrada. He tenido el gran
privilegio de estar involucradx en diferentes prácticas intelectuales donde científicos
naturales, ingenieros, científicos sociales, académicos de las artes, académicos de las
humanidades, periodistas, activistas políticos y otros pueden reunirse y practicar la co-
consideración de las ideas de nuestras disciplinas, interdisciplinas y no-disciplinas.
Actualmente, tengo el placer de ser unx participante activx y unx de los miembros
fundadores del Grupo de Trabajo de Ciencias y Justicia en la UCSC (dirigido por Jenny
Reardon) y co-directorx (junto con Jenny Reardon) del Programa de Entrenamiento de
Postgrado de Ciencias y Justicia en UCSC (para más información ver http://scijust.ucsc.edu).
Referencias
Barad, K. (2007). Meeting the Universe Halfway: Quantum Physics and the Entanglement of
Matter and Meaning. Durham, NC: Duke University Press.
Callon, M. and Latour, B. (1992). Don’t throw the baby out with the Bath school! A reply to
Collins and Yearley. In: Pickering A (ed.) Science as Practice and Culture. Chicago: University
of Chicago Press, 343–368.
Pinch, T. (2011) Karen Barad, quantum mechanics, and the paradox of mutual exclusivity.
Social Studies of Science 41(3): 431–441. Rouse J (1996) Engaging Science: How to
Understand its Practices Philosophically. Ithaca, NY: Cornell University Press.
Rouse J (1996) Engaging Science: How to Understand its Practices Philosophically. Ithaca,
NY: Cornell University Press.
Scully, MO, Englert B-G and Walther H (1991) Quantum optical tests of complementarity.
Nature 351 (9 May): 111–116.