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Control interno: definición, objetivos e importancia

El control interno permite observar la eficiencia y eficacia de las operaciones y la confiabilidad


de los registros, por lo que es un aspecto importante en la gestión empresarial.

El control interno es el plan mediante el cual una organización establece principios, métodos y
procedimientos que coordinados entre sí buscan proteger los recursos de la entidad, además
de prevenir y detectar fraudes y errores dentro de los diferentes procesos desarrollados en la
empresa, en torno al cumplimiento de los objetivos planteados para determinado tiempo.

Objetivos del sistema de control interno

Los objetivos del sistema de control interno están dirigidos al logro de los siguientes objetivos
fundamentales:

1. Proteger los recursos de la organización, buscando su adecuada administración ante


posibles riesgos que los afecten.

2. Garantizar la eficacia y la eficiencia en todas las operaciones promoviendo y facilitando


la correcta ejecución de las funciones y actividades definidas para el logro de la misión
de la organización.

3. Velar por que todas las actividades y recursos de la organización estén dirigidos al
cumplimiento de los objetivos de la entidad.

4. Garantizar la correcta evaluación y seguimiento de la gestión organizacional.

5. Asegurar la oportunidad y confiabilidad de la información y de sus registros.

6. Definir y aplicar medidas para prevenir los riesgos, así como también detectar y corregir
errores que se presenten en la organización y que puedan afectar el logro de sus
objetivos.

7. Garantizar que el sistema de control interno disponga de sus propios mecanismos de


verificación y evaluación.
8. Velar porque la entidad disponga de procesos de planeación y mecanismos adecuados
para el diseño y desarrollo organizacional, de acuerdo con su naturaleza y
características.

Controles internos para las cuentas por cobrar


Uno de los principios más importantes del control interno es que los empleados que
tienen la custodia del efectivo o de otros activos negociables, no deben llevar los
registros contables.

Comúnmente en un negocio pequeño, un empleado es responsable manejar las


entradas de efectivo, de llevar los registros de las cuentas por cobrar, de expedir notas
de crédito de cancelar las cuentas incobrables, esa combinación es una invitación al
fraude.

El empleado en esta situación puede retirar el efectivo cobrado a un cliente sin efectuar
registro alguno del cobro.

El siguiente paso es deshacerse del saldo en la cuenta del cliente, esto se puede hacer
emitiendo una nota de crédito indicando que el cliente ha devuelto la mercancía o
anulando la cuenta del cliente por encobrarle

De este modo el empleado tiene el efectivo, la cuenta del cliente tiene un saldo de cero
por pagar y los libros están cuadrados.

En resumen
Los empleados que llevan el mayor auxiliar de cuentas por cobrar no deben tener acceso
a las entradas de efectivo.

Los empleados que llevan las cuentas por cobrar o que manejan entradas de efectivo no
deben tener la autoridad de expedir notas de crédito o de autoridad de cancelación de
efectos por cobrar o incobrables.

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