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en este caso coincidía con lo público: la polis, comunidad perfecta para vivir bien). Este ámbito
es superior a otros que tienen que ver con la susbsitencia del hombre (el ámbito privado: lo
doméstico y lo económico –oikia- donde define los vínculos de poder entre sus integrantes)
que en Aristóteles serían “prepolíticos”.
En Tomas, el ámbito de la política y del dominio del hombre por el hombre no es el resultado
de la conciliación entre iguales, sino de un conflicto en el cual el gobernante interviene para
juzgar de quien es cada cosa en el dominio del rey.
Esto no es una vuelta a lo prepolítico, sino que se buscará “politizar” estos ámbitos
(“privados”). Redefinición del orden de lo político (problema del dominium)
Esta ruptura se explica porque el “reino” no tiene las mismas condiciones materiales de
existencia que las de la “polis” donde las necesidades básicas estaban garantizadas, y los libres
vivían “a costa de los esclavos”. En cambio Tomas buscara que el reino sea un régimen justo
para hombres libres.
Disputa entre el poder temporal y espiritual. Hay que explicar racionalmente el poder
espiritual y establecer relaciones con el poder temporal.
Justificación de la monarquía cristiana y su sujeción al poder espiritual (la cuestión de los dos
poderes)
1. Del reino:
Sobre el texto:
Ante todo es un texto escrito destinado a un rey (pudieron haber sido tres distintos) y se sigue
la edición leonina (del Papa Leon XIII) En la clasificación de las formas de gobierno Tomás sigue
las denominaciones que lee en la versión latina de la Política de Aristóteles hecha por
Guillermo de Moerbeke.
Si bien es un texto por encargo, es originalísimo porque “inaugura otra forma de literatura
política respecto de la tradición medieval de los manuales conocidos como espejos de
príncipes (género literario, del período carolingio, que consiste en como las virtudes del
príncipes espejan a las virtudes de un príncipe ideal). Puede leerse como un texto “en favor de
la monarquía y de las obligaciones de un rey cristiano”.
“El rey no conduce a la sociedad (cristiana) a su fin último (cristiano, esto es la visión de Dios),
sino el sacerdote. El fin natural de la sociedad queda así sujeto al fin sobrenatural con la
consecuente sujeción del poder material, que dirige al fin natural, al otro poder, al espiritual,
que cumple con la meta más sublime”. (Introducción Antonio Tursi)
También puede leerse como un tratado contra la corrupción (desviación del a monarquía
cristiana hacia la tiranía) y que anticipa la crisis de la de la sociedad cristiana medieval.
Esta inconcluso, lo siguen sus discípulos (Tolomeo de Luca) y Edigidio Romano. (quienes
radicalizarán la defensa del poder del Papado)
“esperando contar, junto con la facultad de mi propio ingenio, para el comienzo, la continuación
y la terminación de la obra, con el auxilio de aquel que es:
Rey de reyes y Señor de los que dominan, por quien reinan los reyes
Dios Señor magno y rey magno por sobre todos los dioses”. (De regno, prólogo)
Dado que: “cada hombre tiene naturalmente en su interior la luz de la razón, para con
la cual en sus actos dirigirse hacia el fin”.
Pero como el hombre necesita vivir en sociedad (porque puede obtener todas las cosas
que necesita sólo mediante la razón) se necesita de un orden social: de alguien que
dirija no a cada hombre individual, sino a los hombres en sociedad y la haga tender
hacia ese fin natural.
Se instituye entonces un orden social: cuya función es ordenadora y protectora
(satisfacer las necesidades y cuidar de los peligros)-
Entiendo que este fin, además de por medio del orden social, sólo se alcanza mediante
la unidad que es la paz:
2) el pastor supremo1:
“De aquí que el Señor por medio de Ezequiel diga: “Mi siervo David
será rey sobre todos y único pastor de todos” (37, 24). Lo cual señala de manera
manifiesta que la razón del rey es que sea uno que presida y que sea un pastor que
busca el bien común de la multitud y no el suyo.”
En cuanto que rige la multitud como una casa (ordenando lo necesario para el
sostenimiento de la vida):
“se dice no rey sino paterfamilias, con todo guarda cierta similitud con el
rey, por lo que a veces los reyes con llamados padres del pueblo.”
Con esta función del rey como pastor (función pacificadora) se introduce la idea de
bien común: además de ser movidos por el bien propio de cada uno, es necesario que
exista algo que mueva “al bien común de los muchos”.
“De lo dicho, entonces, es evidente que el rey es quien, único, rige la multitud de la
ciudad o la confederación y en favor del bien común. De aquí que Salomón diga: “El rey
manda que toda la tierra le sirva” (Eclesiástico 5, 8).
Régimen justo e injusto: Es según este bien común (de muchos) que el rey rige, si lo
hace por el bien privado suyo (de uno solo) este monarca no está ejerciendo el orden
social bajo un régimen justo, sino uno injusto.
Porque está usando su poder no para generar justicia, sino para oprimir (fuerza): se
convierte en un tirano.
Democracia/politia: de muchos
Aristocracia/oligarquía: de pocos
El tirano además de mal gobernante (por no dirigir a los hombres buscando ni el fin
natural ni el bien común) es impío, en tanto no solo oprime a los súbditos en lo
corporal, sino que “impide sus bienes espirituales”. Impiden todo “progreso” de los
súbditos, que no alcancen “el espíritu de una magnimidad” (la virtud) , ni que “gocen
entre sí de la ventaja de la paz”, ni que surjan “poderosos y ricos”. Esto por miedo a
que con ese poder y riquezas lo utilicen para destruir su dominación.
Metáfora del tirano como león (fin cap. III): “Un león rugiente y un oso hambriento, eso
es el príncipe impío sobre el pueblo pobre”
Era un mal reino porque los hombres no se sentían unido fin y al mismo bien común que el del
monarca:
“Pues la más de las veces sucede que los hombres que viven bajo un rey se esfuerzan menos por
el bien común, como si pensasen que lo que invierten para el bien común no revierte en ellos
mismos, sino en otro bajo cuyo poder ven que se hallan los
bienes comunes.”
1.1 Lo fundado: debe fundar un reino, según el modelo de como Dios creo el
mundo.
En términos metafísicos: Por generación (como la virtud del alma forma el
cuerpo).
1.2 Gobierno de lo fundado:
En términos metafísicos: cómo el el alma rige y mueve el cuerpo.
Para ser rey será condición suficiente hacer lo segundo, dado que no todos los reyes
fundan las ciudades que gobiernan, pero sí para ser reyes reciben el cuidado de una
ciudad o reino ya fundado. Pero están relacionadas, para fundar un reino el rey deberá
tener en cuenta como Dios creo el mundo:
“Similarmente compete al deber de gobernar conservar lo gobernado y utilizarlo para
lo que fue creado. Así pues, no se podrá conocer plenamente el deber de gobernar, si
se ignora la razón de su fundación.”
Pero concentrémonos en 2.2 (cómo se gobierna lo fundado, en términos metafísicos:
como el alma rige y mueve el cuerpo). La argumentación sobre como gobernar lo
fundado sigue en el Capítulo 5:
a- el deber de gobernar compete el conservar lo gobernado: conservar el fin
natural
b- utilizarlo para lo que fue creado: conducirlo al fin último.
Lo cual lleva a plantear en el capítulo III otro deber/tipo de obligación que la de:
3) Conducir lo gobernado al fin debido: la razón del gobierno debe tomarse del
gobierno divino