A partir del texto sobre el futuro de la lectura tengo varias opiniones y reflexiones bien fundadas.

En primer lugar, el artículo ofrece un relato convincente de la evolución de la lectura hacia una
forma más digital y multimodal. Estoy de acuerdo en que la definición de libro está cambiando y ya
no se limita a páginas de papel encuadernadas. Ahora, es una larga historia independientemente
de si se presenta en forma física o electrónica.

Esta reivindicación se basa en adaptar las tecnologías actuales para proporcionar una experiencia
de lectura enriquecida combinando imágenes, vídeos, enlaces y otro tipo de contenidos
multimedia. También estoy de acuerdo en que la lectura se ha vuelto más difícil debido a la
abundancia de información disponible en línea y la integración de múltiples formatos en una sola
experiencia de lectura. Ya no se trata sólo de procesar palabras, sino de comprender y juntar
diferentes elementos para darle significado. Esto es consistente con mi experiencia personal al
usar contenido en línea donde se espera que los lectores interactúen con diferentes piezas de
información para obtener una comprensión completa del tema.

Me preocupa, sin embargo, la posibilidad de que esta evolución de la lectura a lo digital pueda
llevar a una pérdida de paciencia para una lectura profunda y reflexiva. Estoy de acuerdo con
Maryanne Wolf en que la lectura profunda es necesaria para desarrollar un pensamiento crítico y
analítico que te permita reflexionar sobre lo que lees. La velocidad y el volumen de información
disponible en línea pueden poner a prueba nuestra paciencia para la lectura profunda, una
preocupación válida en un mundo lleno de información inmediata y superficial.

En relación a mi realidad y entorno social, veo cómo ha evolucionado mi lectura en los últimos
años. En el pasado, la mayor parte de mis lecturas eran impresas, pero ahora uso más dispositivos
electrónicos para acceder a contenidos digitales. Lo que impulsa este cambio es la conveniencia,
portabilidad y accesibilidad que ofrecen los dispositivos electrónicos. Además, a menudo
interactúo con otros lectores en línea a través de plataformas de lectura digital, compartiendo
opiniones, comentarios y marcadores, lo que apoya la idea de lectura social mencionada en el
texto La relación entre la lectura y mi entorno Cada día encuentro que la lectura digital tiene Me
permitió acceder a una gama más amplia de contenidos en línea, desde artículos científicos hasta
obras literarias, dónde y cuándo. Mejoró mi eficiencia en el aprendizaje y la recuperación de
información.

Al mismo tiempo, también entiendo que, en medio del fácil y rápido acceso a la información, es
importante mantener el equilibrio y no perder la capacidad de leer atenta y exhaustivamente. En
conclusión, el texto ofrece una visión clara y detallada del futuro de la lectura y muestra cómo está
evolucionando hacia una experiencia más digital y multimodal. Estoy de acuerdo con la mayoría de
las ideas presentadas en el documento, aunque también comparto la preocupación por la pérdida
de una alfabetización profunda en un mundo digital acelerado. La relación entre la lectura y mi
realidad se refleja en mi paso a la lectura digital y la comunicación con otros lectores. Es
importante reconocer y adaptarse a estos cambios para que la lectura siga siendo un pasatiempo
enriquecedor y reflexivo en el futuro.