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SALA SOCIAL Y ADMINISTRATIVA PRIMERA

Expediente Nº 110/09

AUTO SUPREMO Nº 224 - Social Sucre, 26 de septiembre de 2009.

DISTRITO: La Paz

PARTES: Enrique Rodríguez y otros c/ Gobierno Municipal de La Paz

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VISTOS: El recurso de casación en el fondo de fs. 1492 a 1493 vta., interpuesto por Javier Mario
Aduviri Encinas, en representación del Gobierno Municipal de La Paz, en su calidad de Abogado
de la Unidad de Procesos Jurisdiccionales, contra el Auto de Vista Res. Nº 171/2008 SSA-I de 18
de junio de 2008, cursante a fs. 1485 a 1486 y su Auto Complementario de fs. 1490 de 15 de
octubre de 2008, pronunciado por la Sala Social y Administrativa Primera del Distrito Judicial de La
Paz, en el proceso social sobre indexación y reliquidación de derechos sociales, que siguen
Enrique Rodríguez y otros, contra la entidad edilicia recurrente, la formulación de la respuesta a fs.
1500 a 1501, los antecedentes del proceso y

CONSIDERANDO I: Que tramitado el proceso laboral, el Juez 1º de Partido de Trabajo y


Seguridad Social del Distrito Judicial de La Paz, pronunció la Sentencia Nº 135/2005 de 11 de
octubre de 2005, cursante a fs. 1414 a 1423, que declaró improbada la demanda de fs. 67 a 69, 70
A 73 y aclaratoria de fs. 927 a 928 de obrados, así como también declaró probada la excepción
perentoria de pago e improbada la excepción perentoria de prescripción, planteadas ambas a fs.
1013 a 1017 y 1378 a 1392.

En grado de apelación, promovida por la parte demandante (fs. 1470 a 1473 vta.), la Sala Social y
Administrativa Primera del Distrito Judicial de La Paz, emitió el Auto de Vista Res. Nº 171/08 SSA-I
de 18 de junio de 2008, cursante a fs. 1485 a 1486 que revocó en parte la Sentencia Nº 135/05 de
fecha 11 de octubre de 2005, cursante a fs. 1414 a 1423 de obrados, consecuentemente, declaró
procedente el pago de los Bonos 16 de julio de 20 de octubre, conforme a las conclusiones de la
citada resolución, disponiendo declarar probada en parte la excepción perentoria de pago, firme y
subsistente en lo que respecta a lo demás, así como a la excepción perentoria de prescripción. Sin
costas por la revocatoria. El cálculo del pago de los bonos, serán efectuados en ejecución de fallos.

Contra dicho auto de vista la parte demandada interpuso el recurso de casación en el fondo que se
encuentran a fs. 1492 a 1493 vta., en el que acusa que no son considerados como bonos de
producción y compensación los denominados "16 de julio" y "20 de octubre", porque no se
encuentran reconocidos como un derecho ni respaldados por norma alguna, por lo que la
irrenunciabilidad que ellos reclaman no existe y, el art. 4 de la Ley General del Trabajo, no es
aplicable al presente caso.

Manifiesta también que no se ha demostrado presupuesto jurídico legal para condenar su pago,
siendo que no figura en actuados, el contrato de trabajo que reconozca este beneficio u otro medio
idóneo de prueba, así como han referido que en la resolución de vista no se ha señalado el marco
legal en el que se ampara la procedencia del pago de dichos bonos, mucho menos estableció
cuantía alguna, pese a que fue solicitado este pronunciamiento mediante la complementación y
enmienda pertinente, que fue rechazada sin realizar consideración alguna.

Indica además, que se ha incumplido lo establecido en los arts. 202 del Código Procesal del
Trabajo y 192 del Código de Procedimiento Civil, porque en la parte resolutiva del auto de vista no
se estableció los montos condenados a pagar y no se determinó la normativa en la que se ampara.
Finalmente solicita se case el auto de vista impugnado y auto complementario, porque el tribunal
de alzada no realizó una correcta apreciación ni valoración de las pruebas aportadas, deliberando
en el fondo, confirme en todas y cada una de sus partes la Sentencia Nº 135/2005 de 11 de
octubre de 2005, cursante a fs. 1414 a 1423 de obrados.

CONSIDERANDO II: Que de los antecedentes procesales se tiene lo siguiente:

El presente proceso social tiene su origen en la solicitud que realizan los ex trabajadores
municipales del Gobierno Municipal de La Paz, que se les cancele específicamente los bonos "16
de julio" y "20 de octubre", que dicha entidad edilicia no admite su pago, por no encontrarse una
norma legal que permita el pago de los citados bonos, no existiendo por tanto la "irrenunciabilidad"
de derechos laborales que los trabajadores aducen, así como tampoco está previsto en los
contratos de trabajo suscritos entre los trabajadores y el Gobierno Municipal de La Paz, acusando
el incumplimiento de los arts. 202 del Código Procesal del Trabajo y 192 del Código de
Procedimiento Civil, relativo al contenido de las sentencias en materia laboral.

El tribunal de apelación, por su parte, reconoce el pago de dichos bonos ante el advertido de que la
entidad demandada los tiene reconocidos como derechos adquiridos.

Ahora bien, identificado como se encuentra el thema decidendi, y a los fines de resolver la
controversia, corresponde considerar, los siguientes extremos:

El Estado Social y Democrático de Derecho, como es bien sabido promueve, para la coexistencia
pacífica de la sociedad, la materialización de múltiples proyectos de vida ya sean individuales o
corporativos, de tal modo que incluye en sus preceptos principios tanto liberales como sociales y es
precisamente en ese marco que acoge el principio del proteccionismo laboral propio del Estado
Social.

Sobre éste particular conviene tener presente que en el ámbito del derecho constitucional y
procesal constitucional no existen principios o derechos dictadores; dicho de otro modo, cada
derecho encuentra sus límites en los otros derechos, de modo tal que los derechos ya sean en
términos sociales o liberales, serán ejercidos sin menoscabar ni enervar el núcleo central de otro u
otros derechos.

De otro lado, no se debe perder de vista que uno de los postulados básicos del Estado Liberal en
términos de lo en doctrina se denomina el "Estado mínimo" acogido por el art. 32 de la anterior
constitución y que aún subsisten en el art. 14-IV de la actual constitución, se encuentra referida a
que al ciudadano le está permitido todo lo que no le está prohibido por ley. Y no se debe olvidar
que en el marco de éste principio al Estado (legislativo, ejecutivo y judicial) lo que incluye a
cualesquier de sus agentes (funcionarios públicos en general) le está prohibido todo aquello que no
se encuentre autorizado por ley.

Siguiendo el razonamiento anterior, se debe convenir que el derecho a percibir el bono 20 de


octubre de los demandantes en el presente caso, no podrá materializarse si ello supone gravitar en
el núcleo centro de otro derecho, no podrá tenerse como "consolidado" si ello supone la
interdicción de otro principio.

Entonces para conceder el derecho reclamado conviene previamente establecer si existen otros
derechos y otros principios que pudieren ser afectados, ello previniendo previamente que la entidad
demandada tiene el estatus de entidad pública.

En ese propósito se debe tener en cuenta que cuando en el ámbito privado el empleador,
ejerciendo su poder de dirección empresarial, decide reconocer un derecho o un beneficio no
previsto por ley; es decir: otorgar un derecho o un beneficio que la ley no le obliga a favor de sus
trabajadores, tal el caso de un bono extra legal, está afectando sólo su patrimonio empresarial,
sobre el que tiene libertad de disposición.

Asimismo, en el marco del principio de protección laboral, aquél reconocimiento, ya sea que haya
nacido en la voluntad unilateral del empleador o haya sido obtenido como conquista laboral, en
tanto se prolongue invariablemente en el tiempo constituirá un derecho adquirido y consolidado a
favor del trabajador.

Diferente es el caso cuando se trata de una entidad pública en la que el SERVIDOR PUBLICO
para el reconocimiento de cualquier derecho extra legal como el bono 20 de octubre, no dispondrá
de su patrimonio personal, sino de FONDOS PUBLICOS, esto es, dineros de propiedad de la
colectividad, de los aportes ciudadanos (tasas, impuestos y otros) orientados al beneficio de la
misma colectividad en términos de servicios básicos.

De lo anterior, es posible concluir que existen otros derechos en la misma línea de los que ahora
se discuten en el presente caso: El derecho de la colectividad a los servicios básico que se verá
afectado por la disposición arbitraria e ilegal de su patrimonio y el derecho de la colectividad a que
su patrimonio no sea dispuesto arbitrariamente, sobre el que haremos referencia más adelante.

También se debe considerar que antes del convenio de 2000 suscrito en el Municipio de La Paz, se
encontraba y se encuentra en plena vigencia el DS. 21137 de 30 de noviembre de 1985, en cuyo
artículo 9 se dispone expresamente lo siguiente: "Los funcionarios y trabajadores da los sectores
público y privado solamente percibirán, como retribución anual, doce salarioso sueldos mensuales,
el bono de antigüedad, conforme a lo establecido en el artículo 13 del presente decreto supremo, y
el Aguinaldo de Navidad. Queda suprimida toda retribución adicional, bonos en dinero o especie,
pulpería subvencionada, sueldos 15, 16, 17 y 18, Aguinaldo de Fiestas Patrias, obsequios,
gratificaciones y cualquier participación en utilidades, excepto la prima anual establecida por ley.
Bajo responsabilidad personal, ninguna autoridad podrá reponer o crear nuevos bonos y
remuneraciones adicionales a las permitidas por el presente decreto, ni autorizar su pago." (el
resaltado es nuestro).

Asimismo, el art. 17 del mismo DS previene: "Se aplicará la Ley del Sistema de Control Fiscal, del
Procedimiento Coactivo Fiscal y las sanciones penales que corresponda, contra quienes resulten
responsables del pago indebido de bonos salarios y cualquier otro tipo de remuneración
ilegalmente concedida....".

Ahora bien, si esta definición legal se la acoge bajo los criterios de los arts. 235-1, 236-III y 410-II
de la actual Constitución Política del Estado, se podrá convenir que no pudo el Municipio de La Paz
REPONER NI CREAR los bonos 20 de octubre y 16 de julio sin transgredir el citado art. 9 del DS.
21137 y sin sustraerse de la responsabilidad penal establecida por el art. 17 del mismo DS., mucho
menos puede esta Corte cohonestar tal hecho cuando el mismo no nació ante la ausencia de una
Ley, sino contra la prohibición expresa de aquella norma y, siendo así, mal puede cohonestarse,
mucho menos a título de derecho adquirido cuando su vigencia tuvo lugar violando una norma
expresa. En definitiva, no podría esta Corte reconocer tales derechos, sin violentar las previsiones
constitucionales citadas, los mismos que mandan imperativamente que los funcionarios públicos
están sometidos a la Constitución y las leyes y a las responsabilidades penales pre establecidas.

Entonces el principio protectivo en éste caso encuentra límites en el principio de legalidad y que su
aplicación en la materia no tendría otro efecto que vaciar de contenido el principio de legalidad y de
sometimiento de todos a la Constitución y las leyes, así como el principio de redistribución de la
economía plural (art. 306-III CPE), el derecho que tienen los ciudadanos de beneficiarse con la
redistribución de su propio patrimonio en términos de servicios básicos, infraestructura, salud,
educación etc.
Por lo referido, resolviendo el recurso de casación de fs. 1492 a 1493, corresponde aplicar los arts.
271-4) y 274) del Código de Procedimiento Civil, con la permisión del art. 252 del Código Procesal
del Trabajo.

POR TANTO: La Sala Social y Administrativa Segunda de la Corte Suprema de Justicia de la


Nación, con la atribución conferida en el art. 60 numeral 1 de la Ley de Organización Judicial,
CASA el Auto de Vista Nº 171/08-SSA-I de fs. 1485-1486. Sin responsabilidad por ser excusable.

Para sorteo y resolución, según convocatoria de fs. 1505 interviene el Ministro Hugo R. Suárez
Calbimonte de la Sala Social Segunda.

Para resolución, según convocatorias de fs. 1509 y 1511 intervienen los Ministros Angel Irusta
Pérez y Teófilo Tarquino Mujica de la Sala Penal Primera.

El Ministro Hugo Roberto Suárez Calbimonte, como primer relator deja constancia que en la
resolución del presente caso urgía la necesidad de modificar la jurisprudencia de la Corte Suprema
de Justicia, cambiando el criterio positivista, contrario al actual Derecho del Trabajo, de que para
que los trabajadores tengan un derecho laboral adquirido, este derecho debía estar amparado en
una norma legal vigente. El criterio que debía primar para la resolución del caso de autos, es que
los trabajadores municipales demandantes, tenían un derecho laboral indiscutible, adquirido como
emergencia de la firma de dos convenios laborales que dieron lugar al reconocimiento de los
llamados Bonos 16 de Julio y 20 de Octubre, constituyéndose los convenios laborales en fuentes
de Derecho Laboral aplicables con preferencia a cualquier norma legal, sea de la jerarquía que
sea, correspondiendo aplicar el principio protector laboral reconocido por la Constitución Política
del Estado, que establece que los derechos del trabajador como derechos irrenunciables y de
orden público, en sus componentes o reglas de "la norma más favorable" y la "condición más
beneficiosa", dando lugar a que se apliquen y reconozcan los convenios firmados en el Gobierno
Municipal de La Paz, por encima de cualquier norma legal anterior, debiendo tenerse presente
además que el D.S. 21060 de 29 de agosto de 1985 es anterior a la firma de los indicados
convenios laborales y el momento en que se acordaron los citados convenios laborales es muy
posterior al momento en que fue dictado el D.S. 21060 que tenía por objeto resolver un período de
crisis que vivió el país, situación que no puede ser mantenida indefinidamente en contra de los
derechos de los trabajadores.

PRIMER RELATOR: Ministro Hugo R. Suárez Calbimonte

SEGUNDA RELATORA: Ministra Beatriz Sandoval de Capobianco

Regístrese, notifíquese y devuélvase.

Fdo. Dr. Hugo R. Suárez Calbimonte.

Dra. Beatriz Sandoval de Capobianco

Dr. Teófilo Tarquino Mújica

Dr. Ángel Irusta Pérez

Sucre, 26 de septiembre de 2009

Proveído: Carlos Bernal Tupa.- Secretario de Cámara

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