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UNIDAD 5.

PRINCIPIOS DE INSTANCIA DE PARTE Y EXISTENCIA DEL AGRAVIO PERSONAL Y


DIRECTO

Objetivo específico: El alumno explicará cómo se aplican los principios de iniciativa de parte y del agravio personal y directo, así como
del interés legítimo en el juicio de amparo en materia penal.

Principios fundamentales del juicio de amparo.

Para la Mgtda. Sandra Verónica Camacho Cárdenas, los principios fundamentales del juicio de amparo son
reglas que establecen la estructura del juicio de amparo, comprendiendo los siguientes:

▪ Prosecución judicial. Todo juicio de garantías debe tramitarse conforme a los procedimientos y formas establecidas en la Ley.

▪ Instancia de parte. El juicio de amparo no puede iniciar de oficio; es necesario que alguien lo promueva, por sí o por conducto
de persona facultada.

▪ Agravio personal y directo. Presupone la existencia de un menoscabo u ofensa que afecta al quejoso, de ahí que sea personal;
debe haberse ya producido, o estarse produciendo, o bien debe de ser de realización inminente, por lo que es directo.

▪ Relatividad de la sentencia. Identificado como la “Fórmula Otero”, postula que la sentencia dictada en el juicio de garantías
no tiene efectos generales, sólo alcanza a las partes que lo promovieron.

▪ Definitividad. El quejoso está obligado a intentar previamente a la interposición del juicio de amparo, los medios de
impugnación ordinarios dirigidos a modificar, revocar o nulificar los actos que afectan las garantías individuales.

▪ Estricto derecho. El juzgador de amparo únicamente debe analizar las cuestiones planteadas por el quejoso en los conceptos
de violación o por el recurrente en los agravios.

▪ Suplencia de la deficiencia de la queja. Implica subsanar omisiones o irregularidades de la demanda de garantías y de los
recursos. Aplica en materias específicas.

Para el ex Ministro Juventino V. Castro, esos principios se refieren a:


▪ La acción. Principios de: 1. Iniciativa o instancia de parte; 2. Agravio personal y directo, y 3. Definitividad.
▪ El procedimiento. Principios de: 1. Prosecución judicial del amparo; 2. Impulso oficial en la continuidad de los
procedimientos, y 3. Limitación de las pruebas y los recursos.
▪ Las sentencias. Principios de: 1. Relatividad; 2. Naturaleza declarativa de las sentencias, que en ocasiones se transforman
en sentencias de condena; 3. Congruencia de las sentencias con las pretensiones deducidas por las partes; 4. Apreciación
del acto en la sentencia, tal y como fue aprobado ante la autoridad responsable.

5. I Contenido del principio de instancia de parte, la legitimación activa.

El Dr. Eduardo López Betancourt expone que el principio de instancia de parte significa que el juicio de garantías
nunca habrá de iniciarse oficiosamente, sino siempre se requerirá que la persona considerada afectada en sus derechos
ejercite la acción correspondiente ante el órgano competente, para que pueda dársele, de ser procedente, la protección
de la Justicia de la Unión. Esto es, el amparo sólo puede ser promovido por la parte agraviada, quien es el la parte a
quien le perjudique el acto reclamado por ser violatorio de sus derechos humanos.

Este principio se establece en el A. 107-I CPEUM:


“Art. 107.- Las controversias de que habla el artículo 103 de esta Constitución, con excepción de aquellas en materia electoral, se sujetarán a los
procedimientos que determine la ley reglamentaria de acuerdo con las bases siguientes:

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I. El juicio de amparo se seguirá siempre a instancia de parte agraviada, teniendo tal carácter quien aduce ser titular de un derecho o de un
interés legítimo individual o colectivo, siempre que alegue que el acto reclamado viola los derechos reconocidos por esta Constitución y con ello
se afecte su esfera jurídica, ya sea de manera directa o en virtud de su especial situación frente al orden jurídico.
Tratándose de actos o resoluciones provenientes de tribunales judiciales, administrativos o del trabajo, el quejoso deberá aducir ser titular de un
derecho subjetivo que se afecte de manera personal y directa …”.

A su vez, la Ley de amparo establece lo siguiente:


“Art. 5o. Son partes en el juicio de amparo:

I. El quejoso, teniendo tal carácter quien aduce ser titular de un derecho subjetivo o de un interés legítimo individual o colectivo, siempre que
alegue que la norma, acto u omisión reclamados violan los derechos previstos en el artículo 1º. de la presente Ley y con ello se produzca una
afectación real y actual a su esfera jurídica, ya sea de manera directa o en virtud de su especial situación frente al orden jurídico.
El interés simple, en ningún caso, podrá invocarse como interés legítimo. La autoridad pública no podrá invocar interés legítimo.
El juicio de amparo podrá promoverse conjuntamente por dos o más quejosos cuando resientan una afectación común en sus derechos o
intereses, aun en el supuesto de que dicha afectación derive de actos distintos, si éstos les causan un perjuicio análogo y provienen de las mismas
autoridades.
Tratándose de actos o resoluciones provenientes de tribunales judiciales, administrativos, agrarios o del trabajo, el quejoso deberá aducir ser
titular de un derecho subjetivo que se afecte de manera personal y directa;
La víctima u ofendido del delito podrán tener el carácter de quejosos en los términos de esta Ley”.

El derecho para ejercer la acción de amparo, es llamado legitimación procesal activa:

Época: Novena Época, Registro: 196956, Instancia: Segunda Sala, Tipo de Tesis: Jurisprudencia, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Tomo VII, enero de 1998, Materia(s): Común, Tesis: 2a./J. 75/97, Página: 351

LEGITIMACIÓN PROCESAL ACTIVA. CONCEPTO.

Por legitimación procesal activa se entiende la potestad legal para acudir al órgano jurisdiccional con la petición de que se inicie
la tramitación del juicio o de una instancia. A esta legitimación se le conoce con el nombre de ad procesum y se produce cuando
el derecho que se cuestionará en el juicio es ejercitado en el proceso por quien tiene aptitud para hacerlo valer, a diferencia de la
legitimación ad causam que implica tener la titularidad de ese derecho cuestionado en el juicio. La legitimación en el proceso se
produce cuando la acción es ejercitada en el juicio por aquel que tiene aptitud para hacer valer el derecho que se cuestionará, bien
porque se ostente como titular de ese derecho o bien porque cuente con la representación legal de dicho titular. La legitimación ad
procesum es requisito para la procedencia del juicio, mientras que la ad causam, lo es para que se pronuncie sentencia favorable.

Revisión fiscal 80/83. Seguros América Banamex, S.A. 17 de octubre de 1984. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Eduardo Langle Martínez.
Ponente: Carlos del Río Rodríguez. Secretaria: Diana Bernal Ladrón de Guevara. - Amparo en revisión (reclamación) 1873/84. Francisco Toscano
Castro. 15 de mayo de 1985. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Fausta Moreno Flores. Ponente: Carlos de Silva Nava. Secretario: Jorge Mario
Montellano Díaz. - Queja 11/85. Timoteo Peralta y coagraviados. 25 de noviembre de 1985. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Manuel Gutiérrez
de Velasco. Ponente: Carlos de Silva Nava. Secretario: Jorge Mario Montellano Díaz. - Amparo en revisión 6659/85. Epifanio Serrano y otros. 22 de
enero de 1986. Cinco votos. Ponente: Carlos de Silva Nava. Secretario: Jorge Mario Montellano Díaz. - Amparo en revisión 1947/97. Néstor Faustino
Luna Juárez. 17 de octubre de 1997. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Adela Domínguez Salazar.

5.2 El agravio en el juicio de amparo en materia penal.

Para Juventino V. Castro, el agravio es “la causación de un perjuicio a los derechos del quejoso”; el agravio, para
efectos del amparo, tiene como bases al interés jurídico y al legítimo:

Época: Décima Época, Registro: 2004927, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tipo de Tesis: Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Libro XXVI, noviembre de 2013, Tomo 2, Materia(s): Común, Tesis: II.3o.A.12 K (10a.), Página: 1283

INTERÉS JURÍDICO Y AGRAVIO PARA EFECTOS DEL AMPARO. DIFERENCIAS ENTRE DICHOS CONCEPTOS CON MOTIVO DE LA
REFORMA CONSTITUCIONAL PUBLICADA EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 6 DE JUNIO DE 2011.

El "interés jurídico" fue un concepto que determinó la legitimación del quejoso para acudir al amparo, conforme a los artículos
4o. y 73, fracción V, de la ley de la materia, vigente hasta el 2 de abril de 2013, el cual se basó, principalmente, en las nociones
de agravio personal y directo, así como en la de derecho subjetivo. Sin embargo, con motivo de la reforma constitucional publicada
en el Diario Oficial de la Federación el 6 de junio de 2011, en vigor a partir del 4 de octubre siguiente, el derecho para acudir al
amparo se amplió, para considerar en su lugar, el concepto de "agravio para efectos del amparo", previsto en el artículo 107,
fracción I, de la Norma Suprema, que se fundará ahora en derechos o intereses que sean: a) legítimos; b) individuales; o, c)
colectivos, siempre que se trate de actos reclamados que no provengan de tribunales judiciales, administrativos o del trabajo;
mientras que en el caso de éstos, el concepto de agravio conservará una regla de legitimación, básicamente igual a la que en el
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pasado fue el "interés jurídico"; aspectos que deben considerarse por los tribunales de amparo al momento de dictar sentencia,
pues al tratarse de una temática directamente relacionada con derechos ciudadanos ampliados en el orden constitucional (lo que
importa un concepto de tipo sustantivo), representa una cuestión de aplicación inmediata, por lo que resulta irrelevante en tanto
al nuevo concepto determinar si el procedimiento de amparo relativo comenzó antes o después de la entrada en vigor de la señalada
reforma constitucional.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL SEGUNDO CIRCUITO.


Amparo en revisión 344/2010. Secretario de la Reforma Agraria y otros. 1 de marzo de 2012. Mayoría de votos. Disidente: Salvador González
Baltierra. Ponente: Emmanuel G. Rosales Guerrero. Secretario: Martín R. Contreras Bernal.

5.3 El interés jurídico y legítimo en el juicio de amparo en materia penal.

El interés jurídico es el que tiene la persona titular de un derecho que considera ha sido vulnerado; a su vez,
el interés legítimo, es “el interés personal, individual o colectivo, cualificado, actual, real y jurídicamente relevante, que puede
traducirse, en caso de concederse el amparo, en un beneficio jurídico en favor del quejoso derivado de una afectación a su esfera
jurídica en sentido amplio, que puede ser de índole económica, profesional, de salud pública o de cualquier otra”.

El interés legítimo se actualizará cuando existan actos de autoridad cuyo contenido normativo no es dirigido
directamente a afectar los derechos de los quejosos, sino que, por sus efectos jurídicos irradiados
colateralmente, le ocasionan un perjuicio o privan de un beneficio, por la especial situación que tiene en el
ordenamiento jurídico. La Jurisprudencia lo define de la manera siguiente:

Época: Décima Época, Registro: 2007921, Instancia: Pleno, Tipo de Tesis: Jurisprudencia, Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación,
Libro 12, Noviembre de 2014, Tomo I, Materia(s): Común, Tesis: P./J. 50/2014 (10a.), Página: 60

INTERÉS LEGÍTIMO. CONTENIDO Y ALCANCE PARA EFECTOS DE LA PROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO (INTERPRETACIÓN DEL
ARTÍCULO 107, FRACCIÓN I, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS).

A consideración de este Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el párrafo primero de la fracción I del artículo
107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece que tratándose de la procedencia del amparo indirecto
-en los supuestos en que no se combatan actos o resoluciones de tribunales-, quien comparezca a un juicio deberá ubicarse en
alguno de los siguientes dos supuestos: (I) ser titular de un derecho subjetivo, es decir, alegar una afectación inmediata y directa en
la esfera jurídica, producida en virtud de tal titularidad; o (II) en caso de que no se cuente con tal interés, la Constitución ahora
establece la posibilidad de solamente aducir un interés legítimo, que será suficiente para comparecer en el juicio. Dicho interés
legítimo se refiere a la existencia de un vínculo entre ciertos derechos fundamentales y una persona que comparece en el proceso,
sin que dicha persona requiera de una facultad otorgada expresamente por el orden jurídico, esto es, la persona que cuenta con
ese interés se encuentra en aptitud de expresar un agravio diferenciado al resto de los demás integrantes de la sociedad, al
tratarse de un interés cualificado, actual, real y jurídicamente relevante, de tal forma que la anulación del acto que se reclama
produce un beneficio o efecto positivo en su esfera jurídica, ya sea actual o futuro pero cierto. En consecuencia, para que exista
un interés legítimo, se requiere de la existencia de una afectación en cierta esfera jurídica -no exclusivamente en una cuestión
patrimonial-, apreciada bajo un parámetro de razonabilidad, y no sólo como una simple posibilidad, esto es, una lógica que debe
guardar el vínculo entre la persona y la afectación aducida, ante lo cual, una eventual sentencia de protección constitucional
implicaría la obtención de un beneficio determinado, el que no puede ser lejanamente derivado, sino resultado inmediato de la
resolución que en su caso llegue a dictarse. Como puede advertirse, el interés legítimo consiste en una categoría diferenciada y
más amplia que el interés jurídico, pero tampoco se trata del interés genérico de la sociedad como ocurre con el interés simple,
esto es, no se trata de la generalización de una acción popular, sino del acceso a los tribunales competentes ante posibles lesiones
jurídicas a intereses jurídicamente relevantes y, por ende, protegidos. En esta lógica, mediante el interés legítimo, el demandante
se encuentra en una situación jurídica identificable, surgida por una relación específica con el objeto de la pretensión que aduce, ya
sea por una circunstancia personal o por una regulación sectorial o grupal, por lo que si bien en una situación jurídica concreta
pueden concurrir el interés colectivo o difuso y el interés legítimo, lo cierto es que tal asociación no es absoluta e indefectible; pues
es factible que un juzgador se encuentre con un caso en el cual exista un interés legítimo individual en virtud de que, la afectación
o posición especial frente al ordenamiento jurídico, sea una situación no sólo compartida por un grupo formalmente identificable,
sino que redunde también en una persona determinada que no pertenezca a dicho grupo. Incluso, podría darse el supuesto de que
la afectación redunde de forma exclusiva en la esfera jurídica de una persona determinada, en razón de sus circunstancias
específicas. En suma, debido a su configuración normativa, la categorización de todas las posibles situaciones y supuestos del interés
legítimo, deberá ser producto de la labor cotidiana de los diversos juzgadores de amparo al aplicar dicha figura jurídica, ello a la luz
de los lineamientos emitidos por esta Suprema Corte, debiendo interpretarse acorde a la naturaleza y funciones del juicio de
amparo, esto es, buscando la mayor protección de los derechos fundamentales de las personas.

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Contradicción de tesis 111/2013. Entre las sustentadas por la Primera y la Segunda Salas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. 5 de junio de
2014. Mayoría de ocho votos de los Ministros José Ramón Cossío Díaz, José Fernando Franco González Salas, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Luis
María Aguilar Morales, Sergio A. Valls Hernández, Olga Sánchez Cordero de García Villegas, Alberto Pérez Dayán y Juan N. Silva Meza; votó en contra
Margarita Beatriz Luna Ramos. Ausentes: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
Secretario: Javier Mijangos y González.

Conforme a la jurisprudencia, son elementos del “interés legítimo” y del “interés jurídico”:

Época: Décima Época, Registro: 2019456, Instancia: Segunda Sala, Tipo de Tesis: Jurisprudencia, Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Libro 64, marzo de 2019, Tomo II, Materia(s): Común, Tesis: 2a./J. 51/2019 (10a.), Página: 1598

INTERÉS LEGÍTIMO E INTERÉS JURÍDICO. SUS ELEMENTOS CONSTITUTIVOS COMO REQUISITOS PARA PROMOVER EL JUICIO DE
AMPARO INDIRECTO, CONFORME AL ARTÍCULO 107, FRACCIÓN I, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS.

El citado precepto establece que el juicio de amparo indirecto se seguirá siempre a instancia de parte agraviada, "teniendo tal
carácter quien aduce ser titular de un derecho o de un interés legítimo individual o colectivo", con lo que atribuye consecuencias
de derecho, desde el punto de vista de la legitimación del promovente, tanto al interés jurídico en sentido estricto, como al legítimo,
pues en ambos supuestos a la persona que se ubique dentro de ellos se le otorga legitimación para instar la acción de amparo. En
tal virtud, atento a la naturaleza del acto reclamado y a la de la autoridad que lo emite, el quejoso en el juicio de amparo debe
acreditar fehacientemente el interés, jurídico o legítimo, que le asiste para ello y no inferirse con base en presunciones. Así, los
elementos constitutivos del interés jurídico consisten en demostrar: a) la existencia del derecho subjetivo que se dice vulnerado;
y, b) que el acto de autoridad afecta ese derecho, de donde deriva el agravio correspondiente. Por su parte, para probar el interés
legítimo, deberá acreditarse que: a) exista una norma constitucional en la que se establezca o tutele algún interés difuso en
beneficio de una colectividad determinada; b) el acto reclamado transgreda ese interés difuso, ya sea de manera individual o
colectiva; y, c) el promovente pertenezca a esa colectividad. Lo anterior, porque si el interés legítimo supone una afectación jurídica
al quejoso, éste debe demostrar su pertenencia al grupo que en específico sufrió o sufre el agravio que se aduce en la demanda de
amparo. Sobre el particular es dable indicar que los elementos constitutivos destacados son concurrentes, por tanto, basta la
ausencia de alguno de ellos para que el medio de defensa intentado sea improcedente.

Amparo en revisión 487/2013. Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear. 23 de abril de 2014. Cinco votos de los Ministros Sergio A.
Valls Hernández, Alberto Pérez Dayán, José Fernando Franco González Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y Luis María Aguilar Morales. Ponente:
Luis María Aguilar Morales. Secretaria: Úrsula Hernández Maquívar. - Amparo en revisión 56/2016. Silvia Marcela Martínez Vivanco. 5 de abril de
2017. Unanimidad de cuatro votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, Margarita Beatriz Luna Ramos y Eduardo Medina
Mora I. Ausente: José Fernando Franco González Salas. Ponente: Alberto Pérez Dayán. Secretario: Oscar Vázquez Moreno. - Amparo en revisión
523/2018. Sergio Murguía Aguirre y otros. 12 de septiembre de 2018. Cinco votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, José
Fernando Franco González Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y Eduardo Medina Mora I. Ponente: Eduardo Medina Mora I. Secretarios: Eduardo
Romero Tagle y Marco Tulio Martínez Cosío. - Amparo en revisión 506/2018. Juan Luis Hernández Salas y otros. 3 de octubre de 2018. Unanimidad
de cuatro votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, Margarita Beatriz Luna Ramos y Eduardo Medina Mora I. Ausente: José
Fernando Franco González Salas. Ponente: Alberto Pérez Dayán. Secretaria: Guadalupe de la Paz Varela Domínguez. - Amparo en revisión 761/2018.
Luis Enrique Fernández Mejía y otros. 30 de enero de 2019. Cinco votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán, Eduardo Medina Mora I., José Fernando
Franco González Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y Javier Laynez Potisek. Ponente: José Fernando Franco González Salas. Secretaria: Adriana
Carmona Carmona. - Tesis de jurisprudencia 51/2019 (10a.). Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del veintisiete
de febrero de dos mil diecinueve.

El “interés legítimo” tiene como presupuesto una norma constitucional que establezca o tutele algún “interés
difuso”, cuya naturaleza explica la Jurisprudencia de la forma siguiente:

Época: Décima Época, Registro: 2012613, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tipo de Tesis: Jurisprudencia, Fuente: Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación, Libro 34, septiembre de 2016, Tomo IV, Materia(s): Común, Tesis: XI.1o.A.T. J/10 (10a.), Página: 2417

INTERESES DIFUSOS O COLECTIVOS. SU TUTELA MEDIANTE EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO.

En torno a los derechos colectivos la doctrina contemporánea ha conceptualizado, de manera general, al interés supraindividual y,
específicamente, a los intereses difusos y colectivos. Así, el primero no debe entenderse como la suma de intereses individuales,
sino como su combinación, por ser indivisible, en tanto que debe satisfacer las necesidades colectivas. Por su parte, los intereses
difusos se relacionan con aquellas situaciones jurídicas no referidas a un individuo, sino que pertenecen a una pluralidad de
sujetos más o menos determinada o indeterminable, que están vinculados únicamente por circunstancias de hecho en una
situación específica que los hace unificarse para acceder a un derecho que les es común. Mientras que los colectivos corresponden
a grupos limitados y circunscritos de personas relacionadas entre sí debido a una relación jurídica, con una conexión de bienes
afectados debido a una necesidad común y a la existencia de elementos de identificación que permiten delimitar la identidad de la
propia colectividad. Sin embargo, sea que se trate de intereses difusos o colectivos, lo trascendental es que, en ambos, ninguno es

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titular de un derecho al mismo tiempo, pues todos los miembros del grupo lo tienen. Ahora, debido a la complejidad para tutelarlos
mediante el amparo, dado que se advierte como principal contrariedad la legitimación ad causam, porque pudiera considerarse que
rompe con el sistema de protección constitucional que se rige, entre otros, por los principios de agravio personal y directo y
relatividad de las sentencias, el Constituyente Permanente, mediante decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 29
de julio de 2010, adicionó un párrafo tercero al artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y ordenó la
creación de leyes y procedimientos para que los ciudadanos cuenten con nuevos mecanismos de tutela jurisdiccional para la defensa
de sus intereses colectivos, sin que se haya expedido el ordenamiento que reglamente las acciones relativas. No obstante, la
regulación formal no constituye una condición para determinar la legitimación procesal de los miembros de la colectividad cuando
precisan defender al grupo al que pertenecen de un acto autoritario que estiman afecta algún interés supraindividual.
Consecuentemente, todos los miembros de un grupo cuentan con interés legítimo para promover el juicio de amparo indirecto, en
tanto que se hace valer un interés común y la decisión del conflicto se traducirá en un beneficio o, en su caso, en un perjuicio para
todos y no sólo para quienes impugnaron el acto.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS ADMINISTRATIVA Y DE TRABAJO DEL DÉCIMO PRIMER CIRCUITO.
Amparo en revisión 329/2010. Alma Rosa Coria de Padilla. 10 de marzo de 2011. Unanimidad de votos. Ponente: Juan García Orozco. Secretario:
Víctor Ruiz Contreras. - Amparo directo 305/2012. María Estela Yáñez García. 10 de agosto de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Hugo Sahuer
Hernández. Secretaria: Ma. de la Cruz Estrada Flores. - Amparo directo 416/2012. José Antonio Lagarde Pérez. 22 de agosto de 2012. Unanimidad
de votos. Ponente: Hugo Sahuer Hernández. Secretaria: Minerva Gutiérrez Pérez. - Amparo directo 417/2012. María Luisa Villa Lara. 30 de agosto
de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Hugo Sahuer Hernández. Secretario: Juan Carlos Sierra Zenteno. -Amparo directo 452/2015. Presidente de
la Asociación de Usuarios del Agua de Morelia, A.C. 2 de junio de 2016. Unanimidad de votos. Ponente: Jaime Uriel Torres Hernández. Secretaria:
Lucía Elena Higareda Flores.

En cuanto al juicio de amparo en materia penal, el Dr. López Betancourt opina que el interés legítimo tiene
poca aplicabilidad, pues en general el objeto del reclamo son actos de carácter jurisdiccional, por lo cual,
quien promueva el amparo, habrá de tener un interés jurídico.

5.4 La interposición del amparo por persona distinta del quejoso.


5.4.1 Por el defensor. // 5.4.2 Por el representante o apoderado. // 5.4.3 Por cualquier persona. // 5.4.4
Por un menor de edad.

Como regla general y conforme al Art. 6/o. de la Ley de Amparo, el juicio de amparo puede promoverse por
el quejoso, su representante legal, su apoderado o cualquier persona en los casos previstos por esa Ley. Esta
legitimación activa es ampliada en la materia penal, de la manera siguiente:

▪ Conforme al Art. 6/o., párrafo primero, segunda parte de la Ley de Amparo vigente, el juicio de amparo puede promoverse
por el quejoso, por su representante legal o por su apoderado, o por cualquier persona en los casos previstos por esa misma
Ley (cabe mencionar que conforme al Art. 11 de la misma Ley, en materia penal, cuando quien comparezca en el juicio de
amparo indirecto en nombre del quejoso o del tercero interesado afirme tener reconocida su representación ante la
autoridad responsable, bastará la afirmación en ese sentido para que le sea admitida).

▪ En términos del Art. 6/o., párrafo segundo de la Ley de Amparo vigente, cuando el acto reclamado derive de un
procedimiento penal, el quejoso podrá promover el juicio de amparo, por conducto de su defensor o de cualquier persona
en los casos en que esa Ley lo permita (conforme al Art. 14 de esa Ley, para el trámite de la demanda de amparo indirecto
en materia penal bastará que el defensor manifieste, bajo protesta de decir verdad, tener tal carácter).

▪ Conforme al Art. 15 de la Ley de Amparo, cuando se trate de actos que importen peligro de privación de la vida, ataques a
la libertad provisional fuera de procedimiento. Incomunicación, deportación o expulsión, proscripción o destierro,
extradición, desaparición forzada de personas o alguno de los prohibidos por el Art. 22 de la C.P.E.U.M., así como la
incorporación forzosa al Ejército, Armada o Fuerza Aérea nacionales y el agraviado se encuentre imposibilitado para
promover el amparo, podrá hacerlo cualquier otra persona en su nombre, aunque sea menor de edad (en este sentido, el
Art. 8/o. de la Ley de Amparo establece que el menor de edad, persona con discapacidad o mayor sujeto a interdicción,
podrá pedir amparo por sí o por cualquier persona en su nombre, sin la intervención de su legítimo representante cuando
éste se halle ausente, se ignore quién sea, esté impedido o se negare a hacerlo).

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