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Tema 10

Concepto y estructura de la flexión nominal.


Flexión de los temas en i.
Flexión de los temas en consonante.

Introducción

Es la flexión de los sustantivos de la 3ª declinación uno de los puntos más complicados, pero
a la vez más útiles en la práctica docente del latín. Sus peculiaridades fonéticas fruto de la
asimilación (nos referimos al diferente trato de las consonantes en contacto con la silbante
sorda) y las analogías y su explicación a los alumnos parece un punto de partida más
asequible que, por ejemplo, la explicación que debe hacerse de la evolución de las
desinencias indoeuropeas hasta sus correspondientes latinas. Por otro lado es en esta
declinación cuando se puede aprovechar para explicar a los alumnos un tipo de sustantivos
que no pueden clasificarse en la muy natural pero peligrosa asignación de “masculinos los
que acaban en –o, femeninos los que acaban en –a” que los mencionados alumnos tienden a
hacer, influenciados por la tendencia de los adjetivos en el castellano. Quizás la abstracción
de la característica de género que parece menester hacerse al explicar los sustantivos de la 3ª
declinación asemeje un obstáculo, pero en nuestra opinión es una oportunidad para
comprobar entre otros muchos aspectos valiosos si los alumnos, tras explicar las
declinaciones “masculina y femenina” (la 1ª y la 2ª) van adquiriendo el concepto fundamental
de declinación o opinan que las palabras latinas siguen un paradigma según su género “y lo
demás son excepciones”.

1. Origen indoeuropeo

Ya se ha dicho que el indoeuropeo contaba con una declinación atemática, esto es, sin vocal
de unión entre tema y desinencias. En ésta habría, según el fonema en que acabase la raíz, un
grupo consonántico al que hay que añadir para la comprensión de la clasificación gramatical
de la 3ª declinación latina las posibles raíces acabadas en semivocal –y por una reconstruida
similitud con los anteriores.

2. Clasificación de los temas en consonante

Según el tipo de consonante encontramos:

-Temas en oclusiva labial, dental y velar. Dentro de los segundos cabe destacar la escasez de
los de la variante sonora –d (pes pedis), y el recurrente alargamiento de la raíz con –t, muchas
veces empleado para facilitar la flexión, como en sacerdô-t-is. En cuanto a los velares,
también son escasos los de la variante sonora –g (coniunx coniungis), mientras que son
frecuentes los compuestos entre las variantes sordas: -deks (iudex), pleks (duplex), speks
(auspex), oks (feroz), -eks (silex), etc. La teoría del sufijo con laringal propugnada por
Martinet vendría a establecer los vocablos en –ex, -ix y –ax como resultantes de ese sufijo.

-Temas en líquida. Son escasos en la variante –l (sol solis). Los de vibrante –r provienen de
un sufijo indoeuropeo con diferentes manifestaciones de grado: 0 para los casos rectos de
ciertos neutros con los casos oblicuos en –n, femur feminis; pleno para el resto, entre los que
destacamos los formados, según Monteil, mediante alargamiento –t (como en los dentales
oclusivos), esto es, series en –tor (victor), y ter (perdida en latín).

-Temas en nasal. Presuponen un sufijo indoeuropeo –n que tendría diferentes valores y


tratamientos: en grado 0 para los casos oblicuos complementarios de los temas neutros en
líquida vibrante (femur feminis); creando nombres verbales precedido del alargamiento –m
(lumen “lo que ilumina”); y en grado pleno, sobre todo –on, para seres humanos o
humanizados (homo hominis), para nombres de acción en asociación con otros sufijos (oratio
orationis), y muy recurrentemente con alargamientos y sufijos previos para configurar
sustantivos verbales como cupido cupidinis (alargamiento en –d), abstractos o cualidades
como pulchritudo y valetudo (sufijo *-tew -> -tu y alargamiento en –d), y nombres de estado
(falta ejemplo...)

-Temas en silbante

-Temas con sufijo *e/os: son sustantivos originariamente neutros que han formado sus casos
rectos por analogía con los oblicuos olvidando una antigua alternancia de grado pleno (gr.
γενος γενους) . Así tempus temporis.

3. Paradigma de los temas en consonante

1) Nominativo y vocativo singular

La desinencia originaria –s de los animados provoca cambios y asimilaciones varias:

-Los oclusivos labiales sonoros a veces ensordecen (en inscripciones antiguas plebs)

-Los oclusivos dentales asimilan, creando primero una silbante geminada que en su posición
se simplifica.

-Los oclusivos guturales a veces presentan confusión en la grafía, oscilando entre –x/-s.

-Los temas en líquida sustituyeron al parecer la característica –s por un alargamiento


compensatorio de la vocal, pero después, por analogía o tendencias fonéticas esa
característica se perdió. Así frente a la esperada alternancia sorôr sororis tenemos soror
sorôris.

-Los temas en nasal siguen la misma regla que los líquidos, pero además, tras vocal larga la –
n final cae (homo), salvo en temas en –en.

-Los temas en silbante, pretende Szmerenyi, asimilan y geminan las –s. Por analogía con el
rotacismo que se da en los casos que no son nominativo, éste caso termina presentando a
menudo –r (honor)

Por su parte los neutros tienen desinencia 0, que deja expuestas a la caída en posición final a
varias consonantes (cord -> cor), pero en los adjetivos toma la desinencia animada –s (anceps
proelium).

2) Acusativo singular
El neutro, desde luego, toma como siempre las desinencias de nominativo. Los animados
toman –m (-em), que procede de una innovación analógica en líquidos y silbantes: los
líquidos supondrían la violación de la ley de sonante ante sonante cae (*dyewm -> diem)y del
tratamiento regular de –s-m -> am en el caso de los silbantes.

3) Genitivo singular

La generalización de la forma –es en latín es una ruptura frente a la regular forma


indoeuropea alternante entre vocalismo pleno predesinencial + grado 0 desinencial (-s) y la
contraria vocalismo 0 predesinencial + grado pleno desinencial (-os/-es).

4) Dativo singular

La originaria desinencia –ei (presente en osco e inscripciones arcaicas) se convirtió en –î,


pasando por un estadio previo –ê que también está documentado en fórmulas antiguas fijas:
iurê civilî studere.

5) Ablativo singular

La desinencia –e es sincrética de la –e del instrumental indoeuropeo y la –i del locativo.


Padece el influjo analógico en adjetivos compuestos verbales y en el participio presente de la
desinencia –i(d) de los temas en i.

6) Locativo

Existen un pequeño grupo sometido a analogías con la declinación temática residual. Así
Tiburi o Carthagini.

7) Casos rectos en plural

La desinencia indoeuropea –es de nominativo se añade sin problemas, aunque la cantidad de


la misma varía según el género en algún momento, y el vocalismo predesinencial generaliza
hacia grado pleno en todos los casos salvo en temas en –er (pater patres)

La desinencia de acusativo *-ns evoluciona fonéticamente hacia la misma desinencia que el


nominativo.

En cuanto al neutro, usa por supuesto las desinencias del antiguo colectivo *-eH2/ -H2, dando
la consabida –a.

8) Genitivo plural

La desinencia indoeuropea *-om cierra en –um normalmente.

9) Dativo y ablativo

Para evitar asimilaciones consonánticas que oscurezcan el tema se desarrolla una vocal
analógica con los temas sonánticos en –y ante la desinencia indoeuropea *-bh(y)os, cuya
evolución es hacia –bos y luego –bus.
4. Conclusión

Por sus peculiaridades fonológicas y su dualidad de temas en consonante y temas en -i, la


tercera declinación aparece como un muestrario de paradigmas donde las categorías de
sustantivo y adjetivo vacilan en sus terminaciones frente a la regularidad y poca variedad de
los modelos de la 1ª y 2ª. Los fenómenos, aunque no particulares de esta declinación sí
destacables, como la apofonía o el rotacismo, junto con las asimilaciones y apócopes que
marcan a menudo la distinción entre casos rectos y oblicuos, la convierten en un interesante
sujeto del análisis fonético morfológico de la flexión latina.

5. Bibliografía

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