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RESEÑA DE LIBRO

Travieso, S. (2015)
Sé un maestro: Lo que querría que me hubiesen contado cuando comencé a dar
clases. CreateSpace Independent Publishing Platform; Edición: 1. 107 pp.
ISBN-10: 1511938684

FINALIDAD DEL AUTOR

La premisa básica del libro que nos ocupa consiste en que lo más
importante es el alumno y que no nos debemos de olvidar de él en ningún
momento, ya sea a la hora de la preparación de las sesiones como una vez dentro
del aula. Está orientado para ayudar a los jóvenes docentes a impartir las clases
de una manera que sus alumnos muestren interés y aprendan y para esos docentes
que quieran mejorar sus clases. Sergio ha dividido el libro en 6 capítulos y en
cada capítulo abarca un tema que puede afectar al docente a la hora de impartir
sus clases de una manera adecuada y así, no comentan los mismos errores que él
–Sergio- ha cometido en sus años de docencia.
DESCRIBIR EL CONTENIDO DEL LIBRO
En los primeros capítulos, Sergio se centra principalmente en el docente -
pero como he dicho anteriormente, el principal protagonista es el alumno y no
nos podemos olvidar de él en ningún momento-. Ofrece unas series de pautas
para que se relaje antes de impartir sus clases y que los nervios no le fallen.
También se centra en el contenido de las materias, el docente se tiene que marcar
unas metas y saber organizar la información que quiere transmitir. Otro aspecto
muy importante a destacar es la presentación, la forma en la que les mostremos la
información a nuestros alumnos es fundamental, a veces es mejor docente aquel
que solo usa una tiza y la pizarra que un docente que utilice las nuevas
tecnologías, ya que no le dan un buen uso. Ponen mucha letra en los power point
o no eligen bien el color y el tipo de letra de la presentación. Sergio nos da una
serie de pautas para realizar las presentaciones de forma atractiva, simple y que
realmente sirva de apoyo al alumno. Pero no solo nos habla de presentaciones de
power point, si no, de las diferentes herramientas que existen para poder ponerlas
en práctica en nuestras sesiones.
A medida que va avanzando el libro vamos centrándonos cada vez más en
el alumno, en la forma de preparar nuestra voz –entrenar la voz- para que
nuestros alumnos nos entiendan y nos escuchen sin dañarnos la voz. A parte de
prepararnos la voz, debemos de preparar las posibles preguntas que nos hagan
nuestros alumnos durante o al finalizar nuestras sesiones. No debemos de
ponernos nerviosos si en ese momento no sabemos responder a las preguntas de
nuestros alumnos, podemos decirles que en ese momento no sabemos seguro la
respuesta y al día siguiente se la resolveremos, claramente esa noche tendremos
que buscar las respuestas a las dudas que hayan surgido y no hayamos sabido
resolver.
La primera impresión que tendrán nuestros alumnos de nosotros marcará
la visión que tendrán nuestros alumnos durante todo el año que les demos clase,
ya que los primeros segundos de clase son muy importantes. Debemos de mostrar
una actitud de seguridad para que nos tengan respeto, que no nos consideren
como un amigo más o un pardillo. Nosotros la máxima autoridad en clase y no lo
tienen que olvidar ni pasar por alto. A parte de la actitud y vestimenta que
utilicemos, la forma de exponer y mostrar nuestros conocimientos también
afectarán a la primera visión sobre nosotros. Por último, en el aula debemos
adaptarnos a los alumnos –cosa que deberemos de haber preparado antes de
entrar en el aula, nos habremos informado sobre las características de nuestros
alumnos y otros datos de interés para facilitarnos el trabajo-.
EVALUAR CRÍTICAMENTE SU CONTRIBUCIÓN AL TEMA
Como futuros docentes, este libro nos ayuda a calmar nuestros miedos a la
hora de enfrentarnos a una clase de 20 niños. Algo que encuentro a faltar es que
Sergio, como de profesor de niveles superiores se centra más en estos y deja un
poco apartados a los alumnos más pequeños. También habla de técnicas que
podemos utilizar con nuestros alumnos para que nuestras clases sean eficaces y
realmente sirvan para que aprendan nuestros, pero queda como muy suelto todo.
Por otro lado, hay algunos capítulos muy interesantes pero son muy breves y
otros que deberían ser más breves son más intensos. En mi opinión, el primer
capítulo que trata sobre cómo no tener miedo a la hora de impartir una clase es
muy breve y habla muy poco sobre las técnicas de relajación que existen para
superar el miedo.
Por otro lado, el capítulo de cómo exponer, cómo hacer una presentación
de un tema es muy extenso en mi opinión, ya que hay mucha información sobre
esto, enlaces y una serie de aplicaciones para poder hacer nuestras presentaciones
de una manera adecuada.
Pero a pesar de esto, me parece un libro magnífico. Aporta un grado de
positividad a quién lo lea, ya que dice que si un docente está motivado, está
dispuesto a mejorar aquellos aspectos que pueden entorpecer su trabajo, el
continuo reciclaje de éste, actitud positiva y tener confianza en sí mismo se puede
ser un buen profesor. Nos dice que un profesor puede ser experto en una materia,
pero no lo sabe todo y no tiene que tener miedo a equivocarse. Si nos
equivocamos o no sabemos una respuesta que nos realicen nuestros alumnos
sobre el tema que estamos viendo en clase, esa noche tendremos trabajo y
tendremos que buscar información sobre ese tema y al día siguiente resolvérselas
a nuestros alumnos. Y esto como futuros docentes nos alivia bastante porque
tenemos miedo a que nuestros alumnos nos pregunten y no sepamos contestarles.
Pero aunque nos podamos equivocar, esto no quiere decir que no llevemos
nuestra clase preparada. Es necesario que ensayemos las clases y nos hagamos
una lista con las posibles preguntas que nos puedan hacer nuestros alumnos y si
nos equivocamos, rectificar es de sabios.
De este libro me quedo con –a parte de quedarme con la espinita de no
haber tenido un profesor como Sergio- esta frase “Un buen profesor ofrece
contenidos de valor a sus estudiantes. De valor PARA SUS estudiantes. No hay
que perder nunca de vista que no das clase para ti, si no para tus alumnos” (Pág.
3). Si cada docente que hemos tenido a lo largo de nuestro paso por el colegio,
hubiera aplicado esta frase a su forma de dar las clases sería mucho menor el
porcentaje de jóvenes que dejan los estudios sin finalizarlos.
Alba Safont Solsona NIA 766227

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