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MAESTRO IDEAL

Todos en la vida han pasado por muchas y diferentes clases, han tenido una gran variedad de
profesores, unos magníficos y otros a los que simplemente no les hace falta volver a ver. Los
mejores muy seguramente son una cantidad más reducida, pero son esos que crearon un
impacto en sus vidas, los que lograron hacer que le encontraran sentido a los saberes que ponía
en circulación, los que motivaron a entregar cada parte de su ser con pasión y a querer ser
mejor que ellos después, son esos que nos sacaban sonrisas marcando nuestra historia que
incluso llegan a ser un recuerdo grandioso de lo que ya fue. También hubo profesores terribles,
¿verdad?

Para todos nosotros, tanto alumnos como profesores, estos ejemplos suponen un material
vivencial fantástico para la reflexión acerca de cuál es el perfil del profesor ideal. Recordando a
nuestros mejores profesores veremos qué carácteristicas nos interesa que tenga un docente;
mientras que analizando a los peores nos daremos cuenta de cómo no debe ser alguien que se
dedique a la enseñanza.

4 octubre 2010 de lrbarreiro

Sí, sí, ya sé que tendría que haber subido esta entrada bastante antes, pero el inicio del curso ha
resultado más duro de lo esperado. El caso es que aquí os dejo las opiniones de mis alumnos sobre
cómo debería ser “el profesor ideal”.

El profesor ideal es el que nos enseña lo que el alumno quiere aprender y hace la clase más
amena dentro de las posibilidades; que se vea que sabe de la asignatura y que tenga soltura a la
hora de explicarla. También el que nos ayuda si tenemos alguna dificultad y nos motiva para sacar
todo adelante. Nos gustaría tener un profesor intermedio, que no fuera ni muy duro ni uno que
pase de todo y no nos enseñe prácticamente nada. Y que además premie el trabajo diario y el
comportamiento del alumno y que no solo se base en el resultado del examen. Lo que no nos
gustaría es que hiciera diferencias entre los que son más inteligentes que otros. El profesor
deberá ayudar a las personas que necesiten más su ayuda pero sin dejar de lado al resto.

Un profesor es, para nosotros, aquel adulto que nos da clase, nos pone exámenes que nos
agobian, y con el que nos pasamos la vida peleados porque no vemos justas las calificaciones en
proporción a nuestro esfuerzo. Para nosotros el profesor ideal es aquel que nos ayuda en todo lo
que puede, el que cuenta con nosotros para hacer la clase más amena y así estar más atentos y
con más ganas. Con el cual podamos hablar porque nos da confianza, el que te ayuda con las
dudas sin perder los nervios, ni decir que eso lo tendríamos que entender y que no va a retrasar la
clase por nuestras preguntas. Aquel que no nos juzga y nos pone una etiqueta. Al que hay que
respetar pero porque él se lo gana, no porque sea una obligación. Que respete nuestras opiniones
aunque no las comparta, alguien con quien nos sintamos a gusto dando clase y sabiendo que
podemos hablar y decir una burrada, y que no nos va a recriminar, alguien con quien poder reírnos
aunque también tener unos limites y no confundirlo con un amigo. Saber que podemos contar con
su comprensión en un mal día en el que no estemos para estar de buen humor y se nos escape
alguna mala contestación. En total, alguien que cuando digamos ¿Qué toca? Nuestra contestación
sea “tal asignatura” y no nos desagrade sino todo lo contrario, ya que estamos motivados y nos
gusta el ambiente en la clase.

Tendría que ser un profesor al que le guste su trabajo y que no esté amargado de dar clases.
Que sepa enseñar bien y tenga interés en sus alumnos, que sepa cuando se puede estar de
cachondeo y cuando estar serios y trabajando, que anime a los estudios y que sus clases sean
dinámicas y entretenidas, pero que se aprenda bastante. También que trate a todos sus alumnos
por igual, tanto a los que sacan buenas notas como a los que no y que no mande muchos deberes
para casa. Que algunas veces haga sus clases con ayudas de vídeos explicativos o con Internet y
que antes de los exámenes repase todo lo que entra resolviendo dudas y quitando algunos
apartados si es mucho lo que va a entrar.

Tiene que ayudar a los alumnos dependiendo del ritmo de estudio de cada uno, sin tener que
retrasar a todos los demás, intentando llevar un nivel adaptable para toda la clase. Las clases han
de ser más dinámicas, prácticas, de modo que todos los alumnos participen en clase. Nuestro
profesor ideal no tiene que mezclar su vida personal con la profesional. Un punto que hemos
dejado para el final y no por ello menos importante es el respeto que deben tener los profesores
con nuestros pensamientos y las ideas de cada alumno sin tener que inculcarle su parecer de todas
las cosas. Para nosotros un buen profesor tiene que saber sobre su asignatura por supuesto, pero
más importante aún es saber explicarla a los alumnos. También creemos que es importante que le
guste la educación para que nos sepa tratar correctamente. Pensamos también que tiene que
tener un nivel de exigencia alto para que en próximos cursos vayas mejor en esa materia, aunque
ese año lo pases mal.

Es difícil encontrar una respuesta a esta pregunta con la que todos estén de acuerdo. Para unos
será el que consiga que sus alumnos obtengan los mejores resultados académicos. Para otros, el
que sepa mantener el orden en el aula, o el que consiga motivar a los alumnos para aprender, o el
que sea más respetado por los niños, o el que sea más querido… Quizá tenga que tener todas
estas cualidades a la vez, aunque es bastante difícil ser tan perfecto.

Es obvio que el objetivo principal de un maestro es enseñar a sus alumnos, pero el problema viene
al intentar concretar qué debe enseñar: ¿Sólo contenidos académicos? ¿Reglas de
comportamiento? ¿Resolución de problemas? ¿A pensar por sí mismos?

Para mí el maestro ideal tiene, ante todo, que disfrutar con su trabajo. Es importante que
transmita a los niños lo bien que pueden sentirse descubriendo cosas nuevas, que les estimule a
descubrir por sí mismos el mundo que les rodea. El profesor debería ser simplemente un guía que
ayudara a los niños a aprender por sí mismos. Claro que a veces tendrá que explicarles algo para
que tengan las herramientas necesarias para profundizar en el aprendizaje, pero lo importante es
que les ayude a pensar, a razonar y a cuestionarse todas las cosas. De esta manera, este maestro
ideal estimulará a un aprendizaje dinámico, en el que cada niño irá avanzando a su ritmo y él les
irá guiando para que alcancen los objetivos mínimos y a partir de ahí todo aquello de lo que cada
uno sea capaz.

Por otra parte, este maestro ideal debería comportarse en todo momento con arreglo a los valores
socialmente deseables puesto que siempre va a ser un modelo a imitar para los niños. Cuando
surjan conflictos o problemas, tanto en el aula como fuera de ella, tendría que estimular el debate
entre los niños para estimularles a pensar por sí mismos en las consecuencias de sus actos y sus
palabras. Por otra parte, tendría que tener capacidad para modificar su metodología si no
consigue captar la atención de los niños, para mantener a todos con un alto nivel de motivac

En resumen, el maestro ideal, desde mi punto de vista, será aquel que comprenda a cada niño en
su individualidad y sepa ser el guía de todos para enseñarles a aprender por sí mismos.

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