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CONCEPTO: Son áreas en las cuales la piel y los tejidos subyacentes están erosionados debido a falta de riego sanguíneo
(isquemia). También se las denomina: úlceras por decúbito o úlceras de cama.
FACTORES DE RIESGO.
Fricción y fuerza de cizallamiento: Otros factores que suelen actuar junto a la presión y que producen UPP son la
fricción y fuerza de cizallamiento. La fricción es una fuerza que actúa en paralelo a la superficie de la piel. Por
ejemplo, las sábanas que se frotan con la piel crean una fricción. La fricción puede raspar la piel, es decir, eliminar
las capas superficiales, lo que la hace más propensa a la rotura. La fuerza de cizallamiento es una combinación de
fricción y presión. Suele ocurrir cuando un paciente adopta la posición de Fowler en la cama. En esta posición, el
cuerpo tiende a resbalar hacia los pies de la cama. Este movimiento hacia abajo se transmite al hueso del sacro y a
los tejidos profundos. Al mismo tiempo, la piel que esta sobre el sacro tiende a no moverse debido a la adherencia
entre la piel y la ropa de cama. Esto provoca una fuerza de cizallamiento sobre la zona donde se encuentran los
tejidos más profundos y superficiales. La fuerza daña los vasos sanguíneos y los tejidos en esta zona.
Inmovilidad: La inmovilidad se refiere a una reducción en la cantidad y el control del movimiento que tiene una
persona. La parálisis, la debilidad extrema, el dolor o cualquier otra causa de disminución de la actividad pueden
dificultar la capacidad de una persona de cambiar de posición de una forma independiente y de este modo aliviar
la presión, incluso aunque la persona la perciba.
Nutrición inadecuada: Una malnutrición prolongada provoca pérdida de peso, atrofia muscular, pérdida de tejido
subcutáneo y hasta debilidad extrema (caquexia) o por el contrario obesidad. Estos factores incrementan el riesgo
de que se produzca una UPP y disminuyen la capacidad de cicatrización en caso de que aparezca la lesión. De
forma más concreta, la ingestión inadecuada por defecto o por exceso de proteínas, carbohidratos, lípidos,
líquidos, vitaminas y minerales contribuye a la formación de UPP. Por otra parte, la hipoproteinemia (contenido
anormalmente bajo de proteínas en la sangre), debido a una ingesta inadecuada o a una pérdida anómala,
predispone al paciente a edemas en zonas declive. El edema (presencia de un exceso de líquido intersticial) hace
que disminuya su elasticidad, resistencia y vitalidad. El edema aumenta la distancia entre los capilares y las células,
y por tanto disminuye la difusión de oxígeno hacia las células del tejido y de los metabolitos desde las células.
Incontinencia fecal y urinaria La humedad por incontinencia provoca la maceración cutánea (el tejido se ablanda
porque está húmedo y empapado) y hace que la epidermis se erosione con más facilidad y sea más susceptible a
las heridas. Las enzimas digestivas de las heces, el drenaje de la sonda nasogástrica y la urea de la orina también
contribuyen a la escoriación cutánea (zona en que se pierden las capas superficiales de la piel, conocida también
como zona denudada). Cualquier acumulación de secreciones o excreciones irrita la piel, alberga microorganismos
y hace que el individuo sea más propenso a la rotura de la piel y a las infecciones.
Disminución del estado mental y de la sensibilidad: Personas con estado de conciencia reducido, pacientes en
coma, muy sedados o con demencia avanzada, tienen riesgo de sufrir UPP porque son menos capaces de
reconocer y responder al dolor asociado a la presión prolongada. Por otra parte, la parálisis, los accidentes
cerebrovasculares y otras enfermedades neurológicas pueden provocar la pérdida de la sensibilidad de una o
varias zonas del cuerpo, lo que reduce la capacidad de responder a un traumatismo, al frío y al calor excesivo y a
las parestesias (hormigueo), que son una señal de pérdida de la circulación.
Calor excesivo del cuerpo. Una temperatura elevada aumenta el metabolismo y esto incrementa la necesidad
celular de oxígeno, que resulta particularmente intenso en las células de una zona que está bajo presión, que ya
presenta de por sí una deficiencia de oxígeno. Las infecciones graves que llevan consigo un incremento de la
temperatura corporal puede afectar la capacidad del organismo de enfrentarse a los efectos de la compresión del
tejido.
Edad avanzada El proceso de envejecimiento provoca varios cambios en la piel y en las estructuras que la
sustentan, lo que hace que las personas, mayores sean más propensas a que se deteriore la integridad cutánea.
Algunas enfermedades: crónicas como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, son factores de riesgo de
la rotura de la piel y retrasan su curación. Estas patologías reducen el transporte de oxígeno a las células por
insuficiente perfusión; y esto incrementa el riesgo de formación de UPP y afecta negativamente la cicatrización.
ZONAS VULNERABLES De acuerdo con la posición y al tiempo de exposición en que se encuentre el paciente, será
mayor el riesgo de formación de UPP en determinadas zonas del cuerpo. A continuación, se detallan las zonas
vulnerables más frecuentes según la posición del paciente:
CLASIFICACIÓN
La clasificación de las Úlceras suele realizarse en función de la profundidad de afectación de los tejidos y se estructura
tradicionalmente en cuatro estadios:
Estadio I: alteración observable de la integridad de la piel, que se manifiesta con eritema cutáneo que no palidece al
presionar. En pieles oscuras, puede presentar tonos azulados, rojizos o violáceos.
Estadio II: pérdida parcial del grosor de la piel que afecta a la epidermis, la dermis o ambas. Tiene aspecto de abrasión,
flictena o cráter superficial.
Estadio III: pérdida total del grosor de la piel que implica lesión o necrosis del tejido subcutáneo.
Estadio IV: pérdida total del grosor de la piel con destrucción extensa, necrosis del tejido o lesión en el músculo, el hueso
o las estructuras de sostén (tendón, cápsula articular, etc.).
VALORACIÓN DE RIESGO Una valoración de riesgo estandarizada asociada a protocolos preventivos, disminuye en un 60%
la incidencia de UPP y también reduce la gravedad de las úlceras y costos asociados por la capacidad de intervención
adecuada no sólo en casos de alto riesgo. Existen distintas escalas que permiten medir el riesgo a formar ulceras por
presión. Entre las más conocidas se encuentran:
Escala de Norton Es un instrumento que posibilita valorar el riesgo que tiene una persona de desarrollar úlceras por
presión; su objetivo se centra en la detección del citado riesgo para establecer un plan de cuidados preventivos. Fue
desarrollada por Norton en 1962, en el ámbito de la geriatría. Se trata de una escala que incluye cinco aspectos:
C. Valoración de la Actividad.
D. Valoración de la Movilidad.
E. Valoración de la Incontinencia.
Cada uno de los aspectos se valora en cuatro categorías con una puntuación que va desde 1 a 4, siendo “1” el que
corresponde a un mayor deterioro y “4” el que corresponde a un menor deterioro. La puntuación que se puede obtener
oscila entre “5” (máximo riesgo) y “20” (mínimo riesgo). Se considera que una puntuación por debajo de “14” supone una
situación de riesgo.
CUIDADOS DE LA PIEL
Higiene diaria (y cada vez que sea necesario) de la piel con agua tibia, jabón neutro para la piel y enjuagado.
Secado meticuloso y sin fricción, haciendo hincapié en las zonas de pliegues. Hidratación de la piel procurando su
completa absorción con sustancias como: glicerina, lanolina, aceites minerales, para reponer los aceites naturales de la piel
y fomentar la efectividad cutánea como barrera humectante.
Observar la integridad de la piel (especialmente en las prominencias óseas) durante cada sesión de higiene o cambio
postural, protegiéndolas en caso necesario.
Aplicar ácidos grasos híper oxigenados sobre aquellas zonas con enrojecimiento cutáneo o zonas frágiles mediante suave
masaje con la yema de los dedos.
a) Piel intacta e incontinencia urinaria de leve a grave: limpiar diariamente el perineo y siempre que haga un cambio de
pañal húmedo, o después de cualquier episodio importante de fuga de orina. Utilizar toalla desechable o torunda de
algodón y evitar restregar enérgicamente. Aplicar barrera humectante (crema o pomada).
b) Incontinencia fecal: limpiar el perineo diariamente y después de cada deposición, utilizando el método descrito más
arriba. Aplicar de manera rutinaria una barrera humectante con crema o pomada.
c) Incontinencia urinaria y fecal: seguir las normas específicas para la incontinencia fecal. Si el paciente presenta una
erosión cutánea extensa con exudado, utilizar una pasta de barrera que absorba el drenaje y proteja la piel de agentes
irritantes. (Si se emplea una pasta de óxido de cinc, utilizar aceite mineral para retirar la pasta, de forma que no lesione la
piel por el restregado).
Se planteará: - Colocar sonda vesical, si es posible. - Uso de pañales absorbentes. Se protegerá la piel con apósitos
(poliuretanos) en caso de permanecer el paciente en alto riesgo. - Utilizar aceites de silicona en zonas de riesgo cada vez
que sea necesario.
MOVILIZACIÓN/CAMBIOS POSTURALES
Se realizarán cada 2- 4 horas en función del riesgo de padecer úlceras por presión.
Seguirán un orden rotatorio. Movilizar cada 2 horas. Si puede hacerlo de forma autónoma, instruirlo para que lo haga
cada 15 minutos.
No arrastrar al paciente.
Si es necesario elevar la cabeza de la cama, hacerlo durante un período de tiempo mínimo y si es posible no pasar de 30°,
ya que se ha demostrado una relación directa entre mayor ángulo de la cama y mayor frecuencia de aparición de UPP.
Vigilar sondas, mascarillas y gafas nasales, drenajes, vías centrales y vendajes evitando la presión constante en una zona,
con el riesgo de producir UPP iatrogénicas.
Usar dispositivos que amortigüen las zonas de presión: colchones, cojines, almohadas, protecciones locales, con especial
atención en talones y rodillas.
Se considera necesario utilizar un colchón reductor de presión (colchón anti escara) en aquellos casos de alto riesgo y si
fuera posible se haría extensivo su uso a los casos de riesgo moderado. Posiciones de cambios posturales: Para aliviar y
eliminar la compresión de los puntos de apoyo, es imprescindible realizar cambios posturales cada 2 horas, manteniendo
lo más correcta posible la alineación del cuerpo y estudiando detenidamente la forma de reducir los efectos de la presión
prolongada sobre las prominencias óseas.
Decúbito supino Se acolchará con almohadas de la forma siguiente: una debajo de la cabeza, una debajo de los gemelos,
una manteniendo la posición de la planta del pie, dos debajo de los brazos (opcional). No se debe producir presión sobre:
Talones, cóccix, sacro, escápulas y codos. Precauciones:
- Mantener la cabeza, con la cara hacia arriba, en una posición neutra y recta de forma que se encuentre en alineación con
el resto del cuerpo; apoyar las rodillas en posición ligeramente flexionada (evitando la hiperextensión), codos estirados y
manos en ligera flexión.
- Evitar la rotación del trocánter, colocando una almohada pequeña en la parte externa del muslo.
Decúbito lateral Se acolchará con almohadas de la forma siguiente: una debajo de la cabeza, una apoyando la espalda,
una separando las rodillas y otro el maléolo externo de la pierna inferior, una debajo del brazo superior. No se debe
producir presión sobre: orejas, escápulas, costillas, crestas ilíacas, trocánteres, gemelos, tibias y maléolos. Precauciones:
- En pacientes que pueden levantarse al sillón o realizar algún movimiento en la cama, se deberá ayudar y animar a realizar
movimientos activos, colocar soportes y asideros necesarios que faciliten su movilización.
Posición sentada Se acolchará con almohadas de la forma siguiente: una detrás de la cabeza, una debajo de cada brazo y
una debajo de los pies. No se debe producir presión sobre: omóplatos, sacro y tuberosidades isquiáticas. Precauciones:
Decúbito Prono Se acolchará con almohada de la forma siguiente: debajo de las piernas, debajo de muslos y debajo de
abdomen. Precauciones:
- Quedarán libre de presión los dedos de los pies, rodillas, genitales y mamas.
Medios Complementarios Van a reducir considerablemente la presión, y van a servir para prevención de las UPP, pero
por sí solos no son suficientes y no son sustitutos de las movilizaciones: -
Dispositivos de apoyo:
Protección de talones:
c) Utilizar materiales naturales (algodón y venda de hilo) porque van a facilitar la transpiración cutánea. No utilizar vendas
compresivas. El vendaje debe ser circular, no compresivo. Vigilancia y reemplazamiento ante cualquier signo de humedad
o suciedad. Se efectuará cuanto antes posible y a todos los pacientes ingresados que permanecen en alto riesgo según la
escala de valoración.
Movilizaciones Pasivas y/o Activas: aumentan el tono vascular cutáneo y vascular. Se realizarán cuando el paciente esté
en decúbito supino, movilizando hombros, codos, y muñecas, caderas, rodillas y tobillos. Se aprovechará la hora del baño
para realizarlos e hidratar la piel, y una vez por turno.
NUTRICIÓN La alteración de nutrición por defecto o exceso influirá en la aparición de UPP, su conocimiento ayudará a
promover hábitos dietéticos. Intervenciones de enfermería:
Establecer dieta que cubra aporte proteico/hídrico adecuado a sus necesidades respetando preferencias alimentarias.
Deben darse alimentos que mantengan las heces en una consistencia normal o ligeramente firme para evitar defecación
involuntaria.
SUTURAS:
Para empezar tenemos la sutura a nudo simple. Esta sutura es la más utilizada en Atención Primaria. Se realiza
enrollando el extremo largo de la sutura sobre el porta agujas dándole dos vueltas. A continuación se sujeta el cabo
suelto y se tensa el nudo. La sutura discontinua es una técnica sencilla que se puede aplicar en cualquier lugar sin
tener que ejercer un exceso de tensión. Se realizan puntos simples anudados por separado
Otro tipo es la sutura continua, utilizada, sobre todo, en heridas largas y rectas. También se recurre a esta sutura
en zonas que necesiten un especial cuidado estético. Primero se debe colocar un primer punto de sutura sin recortar
los cabos para poder continuar introduciendo el hilo de forma continua por toda la herida.
Por otro lado tenemos la sutura intradérmica continua, utilizada con el objetivo de eliminar los espacios muertos y
disminuir las tensiones existentes entre los puntos cutáneos. Es una sutura muy rápida pero muy poco resistente.
Continuamos con el punto colchonero, recomendado para zonas de piel laxa, con bordes que tienden a invaginarse
o de mucha tensión. La sutura de punto de colchonero puede realizarse tanto en dirección vertical como en
horizontal.
La sutura de laceración del cuero cabelludo se recomienda utilizar cuando la herida es lineal. Consiste en la
colocación de grapas sobre la herida en el cuero cabelludo . Antes de la colocación de las mismas, se debe rasurar la
zona de la herida para que el cabello no interfiera en la cicatrización.
Por último está la sutura de esquina, ideal para heridas triangulares o con esquinas difíciles de reparar. Sin
embargo, es necesario que haya suficiente piel en la esquina para poder comenzar a realizar la sutura.
SISTEMA OSEO
El esqueleto es una estructura organizada por huesos de modo que permiten mantenernos rectos y equilibrados por
nosotros mismos.
Se divide en dos partes: el esqueleto axial, los huesos que forman el eje longitudinal del cuerpo, y el
esqueleto apendicular, los huesos de los miembros y las cinturas.
Además de los huesos, el sistema esquelético incluye las articulaciones, los cartílagos y los ligamentos
(cuerdas fibrosas que unen los huesos a las articulaciones).
Las articulaciones proporcionan flexibilidad al cuerpo y permiten que se produzca el movimiento.
HUESOS:
Además de contribuir a la forma corporal, los huesos realizan varias funciones importantes para el organismo:
1. Soporte. los huesos, forman la estructura interna que soporta el cuerpo y aloja los órganos blandos. Los huesos
de los miembros inferiores sirven de pilares para soportar el tronco corporal cuando estamos de pie, y el tórax
soporta la pared torácica.
2. Protección. los huesos protegen los órganos corporales blandos. Por ejemplo, los huesos de la cabeza
proporcionan un confortable alojamiento para el cerebro. Las vértebras rodean a la médula espinal, y la caja
torácica ayuda a proteger los órganos vitales del tórax (corazón, pulmones etc).
3. Movimiento. los músculos esqueléticos, unidos a los huesos por los tendones, utilizan los huesos a modo de
palancas para mover el cuerpo y sus partes.
4. Almacenamiento. La grasa se almacena en las cavidades óseas internas. El hueso por sí mismo sirve de
almacén de minerales, entre los que destacan el calcio y el fósforo por su importancia. Debe haber una pequeña
cantidad de calcio en su forma iónica (Ca2+) en la sangre constantemente para que el sistema nervioso transmita
mensajes, para que los músculos se contraigan y para que la sangre se coagule.
5. Formación de células sanguíneas. La formación de células sanguíneas (o hematopoyesis) se produce dentro
de las cavidades de determinados huesos. Allí se aloja la médula ósea, generadora de las células de la sangre:
glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
CRANEO
El cráneo propiamente dicho, con forma de caja, consta de ocho grandes huesos planos.
Frontal forma la frente, las proyecciones óseas por debajo de las cejas y la parte superior de la órbita de cada ojo.
Parietales forman la mayor parte de las paredes superior y laterales del cráneo propiamente dicho. Posee 4
bordes que permite articularse con el resto de los huesos:
Superior: se relaciona con el parietal opuesto a través de la sutura sagital.
Inferior: se relaciona con el temporal a través de la sutura escamosa.
Anterior: se relaciona con el frontal a través de la sutura coronal o fronto parietal.
Posterior. Se relaciona con el occipital a través de la sutura lambdoidea o parietooccipital.
Temporales Los huesos temporales permanecen por debajo de los huesos parietales; se unen a ellos a través de
suturas escamosas. Algunos elementos óseos importantes que aparecen en el hueso temporal son:
• El orificio y conducto auditivo externo es el canal que conduce hasta el tímpano y el oído medio. Es la vía por la
que el sonido entra al oído.
• La apófisis estiloides, una afilada proyección con forma de aguja, es justo inferior al agujero auditivo externo.
Muchos músculos del cuello utilizan la apófisis estiloides como punto de unión.
• La apófisis cigomática es un fino puente óseo que une el temporal con el hueso malar (cara).
• La apófisis mastoidea, que está llena de cavidades de aire (senos mastoideos), es una rugosa proyección posterior e
inferior al orificio auditivo externo. Proporciona un punto de unión a algunos músculos del cuello. Los senos mastoideos
se encuentran tan cerca del oído medio, lugar con un gran riesgo de infecciones, dando lugar a una enfermedad
conocida como mastoiditis.
• El agujero yugular, en la unión de los huesos occipital y temporal, permite el paso de la vena yugular, la mayor vena
de la cabeza, que drena los hemisferios cerebrales. Justo en su parte anterior, en la cavidad craneal, se encuentra el
orificio auditivo interno, que transcurren los pares craneales VII y VIII (los nervios faciales y vestíbulo cocleares o
auditivo). En la parte anterior al agujero yugular se encuentra el canal carotideo a través del cual pasa la arteria carótida
interna.
Se dispone entre las alas mayores del esfenoides por delante; el occipital por detrás y el parietal por arriba. Se
diferencia en 3 regiones: ESCAMA, APÓFISIS MASTOIDEA Y PEÑASCO.
Occipital se encuentra en la parte superior y posterior del cráneo. Forma la bóveda –techo y base o piso del cráneo. Se
une a los huesos parietales por la parte anterior a través sutura lambdoidea. En la base del hueso occipital hay una
abertura grande, el agujero occipital que permite la conexión entre la médula espinal y bulbo raquídeo y a través de la
apófisis basilar se articula hacia adelante con el esfenoides.
A cada lado del agujero occipital se encuentran los cóndilos occipitales en forma de riñón, que descansan sobre la
primera vértebra cervical de la columna vertebral (atlas).
Esfenoides Tiene forma de mariposa y abarca el ancho del cráneo y forma parte del suelo o base. Situado por detrás del
etmoides y por delante del occipital. En él se distinguen: cuerpo, alas mayores, alas menores y apófisis pterigoides.
Cuerpo: es de forma cúbica y tiene una cavidad central en comunicación con las fosas nasales llamado seno esfenoidal
(cavidad neumática) donde pueden producirse sinusitis esfenoidales. En su parte superior se ubica la silla turca que aloja
la glándula hipófisis. Posteriormente se articula con el occipital.
Alas menores: prolongaciones triangulares cuya base se orienta al cuerpo del esfenoides, forma la porción posterior del
techo de la órbita.
Alas mayores: prolongaciones laterales del cuerpo, de mayor volumen que las alas menores y forman parte de la pared
externa de la órbita y también por su orientación las paredes laterales del cráneo.
Apófisis Pterigoides: Se insertan los músculos pterigoideos que intervienen en la masticación , son 2 prolongaciones
descendentes a cada lado donde se unen el cuerpo y las alas mayores.
Esquemáticamente se puede representar al esfenoides como un cubo visto de frente del que parten 3 pares de
prolongaciones.
Entre las alas menores y mayores se describe la hendidura esfenoidal por la que transcurren el III, IV Y V par craneal :
motor ocular común, patético y trigémino.
Etmoides situado por delante del esfenoides. Consta de 3 partes: lámina horizontal, lámina vertical y 2 masas laterales.
Lámina horizontal: posee numerosos orificios por lo que pasan las prolongaciones de las células olfatorias localizadas en
las fosas nasales y recibe el nombre de lámina cribosa del etmoides.
Lámina vertical: está dividida por la lámina horizontal en 2 porciones: superior o Apófisis Crista Galli, que se proyecta
dentro del cráneo y en la que las meninges se unen y otra inferior o lámina Perpendicular, forma la parte superior del
tabique nasal, en su parte inferior se encuentra el vómer- hueso de la cara.
Es decir, el tabique nasal está constituido por: lámina perpendicular del etmoides, vómer y cartílago de la nariz. Masas
laterales: se desprenden de los extremos de la lámina horizontal. Tienen el aspecto de cubos alargados con paredes
delgadas y están llenas de cavidades aéreas denominadas celdillas etmoidales. Al estar en comunicación con las fosas
nasales pueden originar sinusitis etmoidal (inflamación de cavidades aéreas).
Posee 6 caras:
Anterior: a través de las celdillas etmoidales se relaciona con las fosas nasales.
Posterior: se articula con el cuerpo del esfenoides.
Superior: se relaciona con la lámina cribosa del etmoides, forma parte de la base del cráneo.
Inferior: forma las fosas nasales.
Externa: constituye la pared interna de la órbita.
Interna: corresponde a las paredes laterales de las fosas nasales .En ella se ubican los cornetes superior y medio,
separados por espacios ubicados entre ellos llamados meatos superior y medio.
CARA
Los huesos de la cara se distribuyen en 2 mandíbulas.
Mandíbula Superior: consta de 13 huesos.
Mandíbula Inferior: formada por 1 hueso: maxilar inferior.
Mandíbula Superior: todos los huesos que la forman son pares, es decir se encuentran a uno y otro lado de la línea
media, salvo 1 que es impar e interno: vómer.
Todos los huesos de la mandíbula superior se articulan a través de suturas inmóviles. Ellos son:
2 nasales o huesos propios de la nariz
2 maxilares superiores.
2 palatinos.
2 unguis.
2 malares.
2 cornetes inferiores.
1 vómer.
Mandíbula Inferior: constituido por 1 solo hueso: maxilar inferior que se articula con el temporal formando la única
articulación móvil entre los huesos de la cara y cráneo: articulación temporomaxilar o ATM.
Ambas mandíbulas movidas por los músculos ejecutan la masticación. Además la cara aloja a los órganos de los
sentidos: gusto y olfato
Los órganos del sentido de la vista están situados en las orbitas, cavidad formada por los huesos del cráneo y cara.
Fontanelas: sitios donde la osificación es incompleta al nacer, permiten algo de compresión del cráneo durante el
nacimiento. Son importantes para estimar el sitio de la cabeza antes del parto.
Hay 4 áreas en los extremos o ángulos de los huesos parietales:
Anterior o bregmática: tiene forma de rombo, es la fontanela mayor y suele cerrarse a los 18 meses d e edad. Sé
ubica en la unión de los huesos parietales y frontal.
Posterior o lambdoidea: tiene forma triangular, suele cerrarse al segundo mes y se localiza en la unión de los
huesos parietales y occipital.
Antero lateral o ptérica: ubicada en la unión de los huesos parietal, frontal y temporal.
Postero lateral o astérica: ubicada en la unión de los huesos parietal, occipital y temporal, suele cerrarse en el
segundo año de vida.
Senos: cavidades neumática (aéreas) ubicada dentro de los huesos que se comunican con las fosas nasales. Su
inflamación determina cuadros de sinusitis.
Senos esfenoidales.
Senos etmoidales
Senos frontales.
Senos maxilares.
Aunque no forma parte de la cabeza realmente, el hueso hioides está muy relacionado con el maxilar inferior. Es el
único hueso del cuerpo que no se articula directamente con ningún otro hueso. En su lugar, está suspendido en la zona
media del cuello a unos 2 cm por encima de la laringe, donde está fijado mediante ligamentos a las apófisis estiloides de
los huesos temporales.
El hueso hioides en forma de herradura, con un cuerpo y dos pares de astas, o cuernos, sirve como
base móvil de la lengua y como punto de unión de los músculos del cuello que ascienden y descienden por la laringe
cuando tragamos o hablamos.
COLUMNA VERTEBRAL.
La columna vertebral, se extiende desde el cráneo, al que apoya, hasta la pelvis, donde transmite el peso corporal a los
miembros inferiores.
La columna vertebral NO es una rígida barra de apoyo. En vez de eso, la espina dorsal está formada por 26 huesos
irregulares conectados y reforzados por ligamentos de modo que el resultado es una estructura curva flexible.
Recorriendo la cavidad central de la columna vertebral encontramos la delicada médula espinal, que está rodeada y
protegida por la columna vertebral.
La espina dorsal consta de 33 huesos separados que se denominan vértebras, pero 9 de éstas acaban fusionándose para
formar los dos huesos compuestos, el sacro y el coxis, que conforman la parte inferior de la columna vertebral. Las siete
vértebras del cuello son las vértebras cervicales, las 12 siguientes son las vértebras torácicas o dorsales y las cinco
restantes son las vértebras lumbares.
Sacro y coxis son piezas óseas constituidas por la fusión de 5 vértebras cada uno.
Las vértebras individuales están separadas por almohadillas de fibrocartílago flexible (discos intervertebrales)
que amortiguan las vértebras y absorben los golpes a la vez que aportan flexibilidad a la espina dorsal.
En las personas jóvenes, los discos tienen una gran cantidad de agua (en torno al 90 por ciento) y son esponjosos y
comprimibles. No obstante, a medida que las personas envejecen, se reduce la cantidad de agua contenida en los discos
(al igual que sucede en otros tejidos a lo largo del cuerpo), y los discos se vuelven más duros y menos comprimibles.
La columna vertebral presenta curvaturas normales. En una vista de perfil o lateral presenta las siguientes:
Cervical: cóncava hacia atrás.
Dorsal: convexa hacia atrás.
Lumbar: cóncava hacia atrás.
Sacro-coxígea: convexa hacia atrás.
Los términos convexo y cóncavo hacen referencia a la curvatura de la parte posterior de la columna vertebral. Todas las
• Cuerpo: parte de la vértebra con forma de disco que soporta el peso y se encuentra ubicada en la parte anterior
de la columna vertebral.
• Arco vertebral: arco formado a partir de la unión de todas las extensiones posteriores, las láminas y los
pedículos del cuerpo vertebral.
• Agujero vertebral: canal a través del cual pasa la médula espinal.
• Apófisis transversa: dos proyecciones laterales del arco vertebral.
• Apófisis espinosa: proyección que surge del punto posterior del arco vertebral.
• Apófisis articulares superior e inferior: par de proyecciones laterales al agujero vertebral, que permiten que una
vértebra forme articulaciones con las vértebras adyacentes.
Además de las características comunes que acaban de describirse, las vértebras de distintas regiones de la columna
vertebral poseen características estructurales específicas.
Vértebras cervicales
Las siete vértebras cervicales forman la región del cuello de la columna vertebral.
Las dos primeras vértebras (atlas y axis) son distintas porque realizan funciones que no comparten
otras vértebras cervicales. El atlas (1° cervical) carece de cuerpo. Las superficies superiores de su apófisis transversa
contienen grandes depresiones que reciben a los cóndilos occipitales del cráneo. Esta articulación nos permite asentir
con la cabeza. El axis (2° cervical) actúa como un pivote para la rotación del atlas (y la cabeza).
Cuenta con una gran apófisis vertical, el odontoides, que sirve de punto pivotante. La articulación entre la 1° y la 2°
cervical permite girar la cabeza de un lado a otro para negar.
Las “típicas” vértebras cervicales (3° a la 6°) son las más pequeñas y más ligeras y, en la mayoría de los casos, sus apófisis
espinosas son cortas y se dividen en dos ramas (bifurcadas).
Las apófisis transversas contienen agujeros (aberturas) por los que atraviesan las arterias vertebrales en su paso hacia
los hemisferios cerebrales más arriba. Cada vez que veas estos agujeros en una vértebra, deberás detectar de inmediato
que se trata de una vértebra cervical.
La 7° vértebra cervical denominada prominente adquiere por la proximidad características con alguna semejanza a las
dorsales.
Tórax
El esternón, las costillas y las vértebras dorsales o torácicas conforman el tórax óseo. El tórax óseo suele denominarse
caja torácica porque forma una caja protectora cónica que rodean a los órganos de la cavidad torácica (el corazón, los
pulmones y los principales vasos sanguíneos).
Esternón
El esternón es un típico hueso plano resultado de la fusión de tres partes, el manubrio, el cuerpo y la apófisis xifoide.
Está unido a los primeros siete pares de costillas.
La unión del manubrio y el cuerpo forma el ángulo esternal. El manubrio presenta una depresión en la parte superior, la
escotadura supraesternal. A ambos lados de la escotadura esternal, se encuentran las escotaduras claviculares, que se
articulan con los extremos de ambas clavículas para formar las articulaciones esternoclaviculares. El manubrio también
se articula con los cartílagos costales de la 1°primera y 2°segunda costillas.
El cuerpo del esternón se articula directa o indirectamente con los cartílagos costales de las costillas entre la 2°segunda
y la 7°septima. La apófisis xifoidea está compuesta por cartílago hialino durante la lactancia y la niñez, y no se osifica
completamente hasta los 40 años. No se articula con ninguna costilla, pero brinda un punto de inserción para diversos
músculos abdominales.
Costillas
Las paredes del tórax óseo están formadas por doce pares de costillas. 12 de cada lado. Todas las costillas se articulan
con la columna vertebral dorsal en su parte posterior y, a continuación, se curvan hacia abajo y adelanten para
articulares a través de los catílagos costales con el manubrio y cuerpo del esternón.
Las costillas verdaderas,1°,2°,3°.4°,5°,6° y 7° los primeros siete pares, se unen directamente al esternón mediante los
cartílagos costales.
Las costillas falsas, 8°,9° y 10° se unen por medio del cartílago articular y se fusionan al de la 7°costillas. De allí surge el
nombre de costillas falsas.
La cabeza es una proyección del extremo posterior de la costilla que contiene dos facetas articulares (una superior y otra
inferior). La faceta de la cabeza puede articularse con la faceta del cuerpo de una única vertebra o bien con las semifacetas
de dos vértebras adyacentes para formar articulaciones costo-vertebrales.
El cuello está constituido por una porción angosta de la costilla que le sigue a la cabeza.
En la superficie posterior, donde el cuello se une con el cuerpo o diáfisis de la costilla, se encuentra una estructura
redondeada denominada tubérculo costal. La parte articular del tubérculo se articula con la faceta de la apófisis transversa
de la vértebra dorsal correspondiente para formar articulaciones costo-vertebrales.
El cuerpo (diáfisis) es la parte principal de la costilla. Un poco más allá del tubérculo, se produce un cambio en la curvatura
de la diáfisis. Este punto se denomina ángulo costal. Los espacios presentes entre las costillas, se denominan espacios
intercostales, están ocupados por músculos intercostales, vasos sanguíneos y nervios.
En resumen, la parte posterior de las costillas se conecta con una vértebra dorsal o torácica por medio de la cabeza y la
parte articular del tubérculo. La faceta de la cabeza se articula con la faceta del cuerpo de una vértebra (1° dorsal) o bien
con las semifacetas o 2 carillas articulares de dos vértebras adyacentes.
La porción articular del tubérculo se articula con la faceta de la apófisis transversa de la vértebra.
Esqueleto apendicula
Está constituido por los segmentos del miembro superior e inferior respectivamente que permiten articular con el eje
axial.
Los segmentos del miembro superior está formado por:
1° segmento: hombro o cintura escapular
2° segmento: brazo.
3° segmento: antebrazo.
4° segmento: mano
Cada cintura escapular u hombro consta de dos huesos: una clavícula y omóplato.
La clavícula es un hueso largo que por su extremidad anterior se une al manubrio del esternón y por su parte acromial
al omóplato donde facilita la formación de la articulación del hombro.
Cada clavícula tiene forma de S se localiza horizontalmente en la región anterior del tórax, por encima de la primera
costilla.
El omóplato es un hueso plano de forma triangular, con base superior y vértice inferior.
Dispone en su parte superior de dos apófisis, el acromión, que es el extremo extendido de la espina del omóplato y la
apófisis coracoides con forma de pico. El acromión se conecta a la clavícula a través de la articulación
acromioclavicular. La apófisis coracoides se inserta algunos de los músculos del brazo. Justo en la parte medial de la
apófisis coracoides se encuentra la gran escotadura supraescapular.
La escápula posee tres bordes: el superior, el interno (vertebral) y el externo (axilar). También tiene tres ángulos: medial
interno, inferior y lateral externo. La cavidad glenoidea, superficie articular que aloja la cabeza del hueso del brazo, se
encuentra en el ángulo lateral externo.
Brazo
El brazo está formado por un solo hueso, el húmero, que es un típico hueso largo.
En su extremo superior está la cabeza redonda que encaja en la cavidad glenoidea superficial del omóplato. En la parte
inmediatamente inferior de la cabeza hay un pequeño estrangulamiento denominado cuello anatómico.
Próximo a la cabeza, hay dos proyecciones óseas: troquiter y troquín separadas por un surco que son puntos de
unión muscular.
En la parte distal de las proyecciones y con dirección a la diáfisis se encuentra el cuello quirúrgico del húmero. En el
punto medio del eje, hay una zona rugosa denominada tuberosidad deltoidea, donde se une el músculo deltoides
grande y carnoso del hombro.
En el extremo distal del húmero se encuentran la tróclea, que tiene un aspecto algo similar al de un carretel y el cóndilo
externo con forma de esfera. Estas dos formaciones se articulan con los huesos del antebrazo. Encima de la tróclea hay
una depresión, la fosa coronoidea y en la superficie posterior se encuentra la fosa del olecranon, que se articulan con el
olecranon del cúbito. Mientras que el cóndilo lo hace con la cabeza del radio. El cóndilo y la tróclea están limitados por
dos formaciones de inserción muscular del antebrazo. denominadas epicóndilo y epitróclea respectivamente.
Antebrazo
El esqueleto del antebrazo está formado por dos huesos: el radio y el cúbito.
Cuando el cuerpo se encuentra en la posición anatómica, el radio es el hueso externo. En la parte superior e inferior, el
radio y el cúbito se articulan a través de las articulaciones radiocubitales, y los dos huesos se conectan en toda su
extensión mediante la membrana interósea.
En el extremo superior del radio se encuentra la cabeza que se articula con el cóndilo del húmero. Debajo de la cabeza
se dispone la tuberosidad radial, donde se une el tendón del bíceps.
Cuando el miembro superior se encuentra en posición anatómica (con las palmas de las manos hacia adelante y por lo
tanto el pulgar hacia afuera) el cúbito es el hueso interno En su extremo superior se encuentra la apófisis coronoidea
anterior y el olécranon posterior, entre ambas se dispone la escotadura troclear, que forma parte de la articulación del
codo.
Tanto el cúbito como el radio poseen una apófisis estiloides en su extremo inferior.
El cúbito, radio y húmero forman la articulación del codo. Se trata de una articulación doble formada por la cabeza del
radio que se articula con el cóndilo del húmero y por la escotadura troqueal del cúbito, que se articula con la tróclea del
húmero.
El radio y el cúbito toman contacto en 3 sitios: la membrana interósea que une ambos huesos a lo largo de la diáfisis. En
su extremidad superior la cabeza del radio se articula con la escotadura radial del cúbito, una formación ubicada en la
parte lateral externa de la escotadura troclear del cúbito. Así constituyen la articulación radiocubital superior.
En su extremidad inferior la cabeza del cúbito se articula con la escotadura de la cabeza radial. Ambas están delimitadas
interna y externamente por las apófisis estiloides .Así determinan la articulación radiocubital inferior. La extremidad
inferior del radio además se articula o toma punto de contacto con los huesos de la primera fila del carpo: escafoides y
semilunar, formando la articulación radiocarpiana (muñeca).
Mano
Metacarpianos
El metacarpo o palma es la región intermedia de la mano y está formada por cinco huesos, denominados
metacarpianos.
Cada metacarpiano tiene una base proximal o superior, un cuerpo intermedio y una cabeza distal o inferior (hueso
largo). Los metacarpianos se numeran del 1° al 5° comenzando por el pulgar.
Las bases se articulan con la fila de huesos del carpo para formar las articulaciones carpometacarpianas. Las cabezas se
articulan con las falanges proximales para formar las articulaciones metacarpofalángicas.
Falanges
Las falanges o huesos de los dedos al igual que los metacarpiano se enumeran 1° al 5°comenzando por el pulgar. Cada
hueso de un dedo se denomina falange.
Cada falange presenta una base proximal, un cuerpo intermedio y una cabeza distal (hueso largo).
El pulgar (1° dedo) tiene dos falanges, y cada uno de los otros cuatro dedos tiene tres. En orden a partir del pulgar, estos
cuatro dedos se denominan: índice, medio, anular y meñique.
La primera fila de falanges, es la proximal, se articula con los huesos metacarpianos y la segunda fila de falanges. Esta,
falange media, se articula con la proximal y la falange distal. También se las denomina 1°,2° y 3° falange propiamente
dicha.
El pulgar (1° dedo) no tiene falange media. Por lo tanto posee falange proximal y distal. O 1°primera y 3° tercera falange.
Las articulaciones entre las falanges son las articulaciones interfalángicas.
Miembro Inferior:
Está constituido por 4 segmentos: cadera o cintura pélvica, muslo, pierna y pie. La
cadera o cintura pélvica está formada por dos huesos coxales.
Cada hueso de la cadera o coxal está formado por la fusión de tres huesos: el ilion, el isquion y el pubis.
El ilion se conecta en su parte posterior al sacro en la articulación sacroilíaca. En él se destaca la cresta ilíaca.
El isquion es el “hueso de sentarse”, denominado así porque forma la mayor parte inferior del hueso coxal.
El pubis es la parte más anterior de un hueso coxal. La fusión de las ramas del pubis en su parte anterior y del isquion en
su parte posterior forman el agujero obturador, una abertura que permite el paso de los vasos sanguíneos y los nervios
a la parte anterior del muslo.
Los huesos púbicos de cada hueso de la cadera se funden en su parte anterior para formar una articulación
sínfisis púbica
El ilion, el isquion y el pubis se fusionan en una profunda carilla articular denominada acetábul
MUSLO
Es el 2° segmento del miembro inferior. Está constituido por un fuerte y pesado hueso largo
denominado fémur Su extremo superior o proximal tiene una cabeza redondeada, un cuello
anatómico, trocánteres mayor y menor y cuello quirúrgico próximo a la diáfisis.
La cabeza del fémur se articula con el acetábulo del hueso coxal.
En la parte inferior o distal del fémur se encuentran los cóndilos externo e interno, que se
articulan con la tibia por debajo. En su parte posterior, estos cóndilos están separados por la
profunda fosa intercondilar. En la parte anterior se encuentra la superficie rotuliana, que
forma la articulación con la rótula.
Pierna
Pie
Constituye el 4° segmento del miembro inferior. Está constituido por 3 regiones o partes:
tarso, metatarso y falanges.
El tarso, que forma la mitad posterior del pie, está constituido por el calcáneo y el
astrágalo. Hacia adelante se distiguen el escafoides, cuboides, 1°primera, 2°segunda, 3°
tercera cuña.
Las articulaciones entre los huesos del tarso se denominan articulaciones intertarsianas. El
astrágalo es el único hueso del pie que se articula con la tibia y el peroné. Se articula de un
lado con el maléolo interno de la tibia, y del otro con el maléolo externo del peroné.
Forman las articulaciones tibioperonea-astragalina (tobillo). El metatarso, región
intermedia o plantar del pie, está formado por cinco huesos metatarsianos, largos.Se los
numera del 1° al 5° desde adentro hacia afuera. Los metatarsianos tienen una base superior
o proximal, un cuerpo intermedio y una cabeza inferior o distal. El 1°,2° y 3° metatarsianos
se articulan en su extremidad superior con la 1°,2° y 3° cuña del tarso, y el 4° y 5°
metatarsiano con el cuboides también del tarso, formando las articulaciones
tarsometatarsianas.
Distalmente, se articulan con la fila proximal de falanges para formar las articulaciones
metatarsofalángicas. Las falanges son los dedos del pie se numeran del 1°al 5°
comenzando por el dedo gordo, desde el lado interno hacia el lado externo del pie. Cada
falange tiene una base proximal, un cuerpo intermedio y una cabeza distal. El dedo gordo
tiene dos falanges proximal y distal. Los otros cuatro dedos presentan tres falanges cada
uno: proximal, medial y distal.
DESHIDRATACION
La deshidratación ocurre cuando sale más agua y líquidos del cuerpo de los que entran. Incluso
los niveles bajos de deshidratación pueden causar dolores de cabeza, letargo y estreñimiento.
El cuerpo humano está compuesto aproximadamente de un 75% de agua. Sin esta agua, no
puede sobrevivir. El agua se encuentra dentro de las células, dentro de los vasos sanguíneos y
entre las células.
Un sofisticado sistema de manejo del agua mantiene nuestros niveles de agua equilibrados y
nuestro mecanismo de sed nos indica cuándo debemos aumentar la ingesta de líquidos.
Si bien el agua se pierde constantemente a lo largo del día al respirar, sudar, orinar y defecar,
podemos reponer el agua de nuestro cuerpo bebiendo líquidos. El cuerpo también puede
transportar el agua a las áreas donde más se necesita si comienza la deshidratación.
Síntomas
Los primeros síntomas de deshidratación incluyen sed, orina más oscura y menor producción
de orina. De hecho, el color de la orina es uno de los mejores indicadores del nivel de
hidratación de una persona: la orina clara significa que está bien hidratada y la orina más
oscura significa que está deshidratada.
Sin embargo, es importante señalar que, la deshidratación puede ocurrir sin sed, sobre todo en
los adultos mayores. Por tal motivo es importante beber más agua cuando se está enfermo o
durante el clima más caluroso.
A medida que la afección avanza a una deshidratación moderada, los síntomas incluyen:
boca seca
letargo
debilidad en los músculos
dolor de cabeza
mareos
La deshidratación severa (pérdida del 10% al 15% del agua del cuerpo) puede caracterizarse
por versiones extremas de los síntomas anteriores, así como por:
falta de sudoración
ojos hundidos
piel seca y arrugada
presión arterial baja
ritmo cardíaco acelerado
fiebre
delirios
inconsciencia
Los síntomas en los niños
en los bebés: una fontanela (mollera) hundida (punto blando en la parte superior de la
cabeza)
lengua y boca secas
irritabilidad
sin lágrimas al llorar
mejillas y/u ojos hundidos
sin pañal mojado durante 3 horas o más
Causas
Las causas básicas de la deshidratación son no ingerir suficiente agua, perder demasiada agua
o una combinación de ambos.
Vómitos: conduce a una pérdida de líquidos y dificulta que el agua se reponga bebiéndola.
Sudor: el mecanismo de enfriamiento del cuerpo libera una cantidad significativa de agua. El
clima cálido y húmedo y la actividad física vigorosa pueden aumentar aún más la pérdida de
líquidos por sudoración. De forma similar, la fiebre puede provocar una mayor sudoración y
puede deshidratar al paciente, especialmente si también hay diarrea y vómitos.
Diabetes: los niveles altos de azúcar en la sangre provocan un aumento de la micción y pérdida
de líquidos. Consejos para manejar el calor del verano para personas con diabetes.
Micción frecuente: por lo general, causada por diabetes no controlada, pero también puede
deberse al consumo de alcohol y medicamentos como diuréticos, antihistamínicos,
medicamentos para la presión arterial y antipsicóticos.
Quemaduras: los vasos sanguíneos pueden dañarse, provocando que el líquido se filtre a los
tejidos circundantes.
Factores de riesgo
La deshidratación en los adultos mayores también es común; a veces esto ocurre porque
beben menos agua, de manera que no necesiten levantarse para ir al baño con tanta
frecuencia. También hay cambios en el cerebro, lo que significa que no siempre sienten sed.
Complicaciones
Volumen sanguíneo bajo: una menor cantidad de sangre produce una caída de la presión
arterial y una reducción de la cantidad de oxígeno que llega a los tejidos, lo cual puede poner
en peligro la vida.
Lesión por calor: desde calambres leves hasta agotamiento por calor o incluso insolación.
Tratamientos
Las condiciones subyacentes que causan deshidratación también deben tratarse con la
medicación adecuada. Esto puede incluir medicamentos disponibles para comprar sin receta o
en línea, como antidiarreicos, antieméticos (para detener los vómitos) y medicamentos contra
la fiebre.
Prevención
Las personas deben tener cuidado al realizar actividades cuando el calor es muy intenso o
durante la parte más calurosa del día, y cualquier persona que esté haciendo ejercicio debe
hacer de la reposición de líquidos una prioridad.
Dado que los ancianos y los muy jóvenes tienen mayor riesgo de deshidratación, se les debe
prestar especial atención para asegurarse de que estén recibiendo suficientes líquidos.
APARATO RESPIRATORIO
La función elemental del aparato respiratorio es, como su nombre lo indica, la respiración o
ventilación. Es el ingreso en el cuerpo de un volumen de aire de la atmósfera, del cual se
extraerá pasivamente el oxígeno, elemento indispensable para la oxidación de la glucosa que
da energía a nuestro organismo. Y al mismo tiempo, el sistema permite la expulsión del dióxido
de carbono resultante de dicho proceso.
Fosas nasales. Los agujeros en la nariz, en donde todo inicia. Por ellos penetra el aire,
filtrado por una serie de vellosidades y mucosas que impiden el acceso a desechos sólidos y
otros elementos no gaseosos.
Faringe. La conexión entre las fosas nasales, la cavidad bucal y el esófago y la laringe,
contiene mucosas defensivas y está ubicado en el cuello.
Laringe. Conducto que conecta la faringe con la tráquea y los pulmones, y en el que se
encuentran tanto las cuerdas vocales, como la glotis (campanilla) y una serie de músculos que
en caso de obstrucción actúan por reflejo despejando el camino.
Tráquea. El trecho final del conducto, que conecta la laringe y los pulmones. Posee un
conjunto de cartílagos en forma de C que mantienen el conducto abierto ante la compresión
externa.
Pulmones. Los órganos principales de la respiración, son dos grandes sacos que se llenan de
aire y permiten el intercambio gaseoso entre aire y sangre. Para ello, poseen bronquios
(conductos para el aire hacia los bronquiolos), bronquiolos (conductos más estrechos entre los
bronquios y los alvéolos) y finalmente, los alvéolos pulmonares (conductos aún más estrechos,
de pared unicelular, que permite el paso del oxígeno a la sangre).
Pleura. Una membrana serosa que recubre los dos pulmones y que mantiene una
cavidad entre sus dos capas (interna y externa), cuya presión es menor a la de la
atmósfera, para permitir la expansión de los pulmones durante la inhalación.